Tras
unas valiosas y siempre insuficientes horas de descanso, el mismo marco nos
aguardaba para inaugurar esta segunda jornada del Rock Fest. Pero a diferencia
de lo que sucediera el día anterior, en esta ocasión, el inicio de las
actuaciones se adelantaba a las 13 horas, con lo que tras comer algo e
hidratarnos convenientemente de cara a
la larga maratón que teníamos por delante nos disponíamos a tomar posiciones
para presenciar el directo de una banda que nunca defrauda, Hamlet. Los
madrileños han demostrado a lo largo de toda su carrera que su directo es
sinónimo de entrega y contundencia, poco
importa si en el marco de una sala o en
algún gran festival, ya que Molly y sus
muchachos siempre están a la altura.
Empleándose
a fondo, como viene siendo habitual en ellos, el quinteto nos daba los buenos
días con una de sus piezas más conocidas “Irracional”, invitándonos a desfasar
al máximo desde los primeros compases del show. Aunque la hora elegida para su
descarga era muy temprana, los fans de Hamlet
no desaprovecharon la ocasión para volver a revivir la intensidad de “Egoísmo”,
que nos dejaría a un Molly completamente
desatado recorriendo el escenario incansablemente. En cuanto al concurso de su
nuevo guitarrista Ken HC cumplió con creces su cometido y mostró una química
perfecta con su socio Luis Tárraga. Y es que
quizás Ken no tenga la presencia escénica de Alberto Marín pero ha
conseguido que el grupo no se resiente tras su marcha.
Mordaces
e incisivos Hamlet no nos ofrecieron ni un segundo de tregua y temas como
“Muérdesela” o “Limítate”, se convirtieron en la herramienta perfecta para
ponernos a todos a hacer headbanging siguiendo sus imparables riffs. La
sorpresa del show llegaría con “Antes y Después” de su disco “Insomnio” que nos ofrecía un pequeño oasis
de melodía dentro de un repertorio plagado de trallazos certeros e
incontestables.
Tampoco
dejarían pasar la oportunidad de
presentarnos un par de cortes de su ultimo trabajo “La Ira”, del que nos
ofrecerían el tema de adelanto “Imperfección” y “Mi Religión”, ambos muy bien
acogidos y que para nada desentonaron con el resto de las elegidas para el
show. Muy agradecidos por nuestra presencia y nuestra entrega Hamlet optaron
por poner la guinda a su descarga con
dos himnos dentro su longeva trayectoria
“Tu Medicina” y un brutal y coreadísimo “J.F.”, con Molly volviendo a
bajar del escenario para establecer contacto físico con los incondicionales de
las primeras filas y acabar surfeando de espaldas sobre nuestras cabezas
mientras no dejaba de cantar. Suma y sigue, para Hamlet no hay horarios ni
lugares, su hábitat natural es el directo y lo demuestran cada vez que se suben
a un escenario.
ENTOMBED A.D.
Como
suele suceder en todos los festivales, los cambios de ultima hora hicieron que
los chicos de Hatebreed y Entombed A.D. cambiaran el horario de su actuación,
dejándonos la actuación de L.G. Petrov y sus compinches a primerísima hora de
la tarde. Así que tras la clase de contundencia y agresividad que nos habían
ofrecido los madrileños Hamlet el escenario se preparaba para recibir una
autentica tormenta de watios, velocidad y death metal. No hacia mucho que los
suecos habían pisado nuestros escenarios presentando su último trabajo Back To
The Front.
Pese
al sorpresivo cambio de nombre el quinteto sigue conservando intacto el
instinto asesino que ya atesoraban bajo su anterior denominación, Entombed, y
de hecho su repertorio estuvo centrado en sus temas clásicos dejando como único
resquicio al presente la inicial “Pandemonic Rage” y “Second To None”. Como una
locomotora desbocada los suecos fueron descargando su artillería pesada ante
una audiencia muy animada y receptiva que no dudó en montar pogos y “circle-pits”,
a lo largo de piezas como “I For An Eye” y “Revel In Flesh”.
Con
las mangueras rociando a las primeras filas el show de los suecos fue una
constante vorágine de viejas favoritas para todos los amantes del death metal
clásico, pese a que durante algún periodo la banda diera un mayor dinamismo a
sus composiciones, así que no se quedarían fuera trallazos como “Eyemaster” del
impactante “Wolverine Blues” y rocosa “Stranger Aeons”.
Pero
obviamente los momentos más candentes y devastadores llegarían cuando nos
adentramos en la densidad abrasadora de “Out Of Hand” o el mítico e icónico
“Left Hand Path”, que fueron recibidos con autentico fervor por los
incondicionales del quinteto. Para la recta final se reservaron la oscuridad
seminal con rugido desgarrador de Petrov incluido en el arranque de “Supposed
To Rot”, y la desquiciante “Serpent Speech”. Nuevo nombre, misma actitud e
idéntica entrega, los suecos siguen pisando con paso firme dando continuidad a
una carrera que se alarga ya casi tres décadas.
AXXIS
Ilustres veteranos de la escena europea Axxis
pertenecen a ese amplio elenco de bandas que pese a haber facturado unos
fantásticos trabajos a lo largo de toda su carrera nunca han acabado de despegar y recoger los frutos
a su trabajo, teniendo que conformarse con jugar siempre en la “segunda
división”. Asiduos visitantes de nuestros escenarios los alemanes han
conseguido a lo largo de los años hacerse con un público fiel y entregado, que
les apoya y conoce al dedillo cada una de sus composiciones. Acogidos calurosamente
por una parroquia devota y expectante
los germanos daban el pistoletazo de salida a su actuación con el marchoso
“Kingdom Of The Night II”, proponiéndonos una primera ronda de estribillos
hímnicos y pegadizos, de esos que resultan ideales para corear en el marco de un
gran festival.
Y es que el veterano combo alemán nos propuso durante
su descarga el cocktail perfecto entre
velocidad power metalera, elegancia hard roquera y unas líneas vocales
adictivas al máximo, tal y como dejaron patente a lo largo del majestuoso
“Tales Of Glory Island”, que hacia subir el nivel de intensidad del show con su
trepidante cabalgada. El cambio de registro llegaría con su primer recuerdo al
material de la década de los noventa, concretamente a su tercer trabajo “The
Big Thrill” del que rescatarían el
marchoso “Little War”, que recabaría el apoyo de muchos de los presentes
sumándose a su estribillo.
Muy simpático y sonriente Bernhard
Weiß no vaciló a la hora de tirar de chuleta para intentar dirigirse al público
tanto en castellano como en catalán, consiguiendo recabar la aprobación de
todos los presentes. Uno de los mayores alicientes de la actuación del combo
germano fue la elección del repertorio, proponiéndonos una colección de
canciones en las que el público tendría un protagonismo destacado, haciéndonos cantar en repetidas ocasiones, tal
y como sucedió a lo largo de “Heavy Rain”.
Especialmente compactas sonaron las composiciones de su
último plástico “Kingdom Of The Night II”, del que me sorprendieron muy
gratamente “Living In A Dream”, una composición que tiene visos de permanecer
por mucho tiempo en su repertorio, y el roquero “Hall Of Fame”. La anécdota de
la actuación llegaría cuando Bernhard invitó a un niño a subir al escenario, y
éste demostró una facilidad pasmosa para los instrumentos de percusión, algo
que desconcertó al propio vocalista y provocó el jolgorio generalizado. En
compañía de Jon, el improvisado percusionista de apoyo, la banda interpretó una
elegante versión acústica de “Touch The
Rainbow”.
Sin abandonar el material de su trabajo de 1990 “II”,
llegaría el momento de que los teclados de Harry Öllers, el otro miembro
fundador de la banda, nos adentrara en “Little Look Back”, para que acto
seguido todos volviéramos a aunar nuestra voces en el hímnico “Living In A World”. La guitarra de Marco
Wriedt se erigiría como la auténtica protagonista de la vespertina descarga de
los germanos, dando mordiente y velocidad a la final “Kingdom Of The Night”, con la que Axxis se
despedían definitivamente tras ratificar que son una banda con pasado pero que
todavía tienen cosas que decir.
BRUJERIA
Siempre
envueltos en el misterio Brujeria era una de esas bandas que un servidor nunca
había visto en directo, así que su presentación en esta segunda edición del
Rock Fest Bcn representaba la excusa perfecta para zanjar una vieja cuenta
pendiente. Aunque personalmente debo reconocer que después de sus dos primeros
trabajos creo que han ido perdiendo fuelle progresivamente, lo cierto es que en
se presentaron con una alineación de autentico lujo, contando entre sus filas
con Shane Embury, Nick Barker y Jeff Walker entre otros, además del legendario
Juan El Brujo. Además el vocalista contaría con la colaboración de otro
vocalista y de una srta, Pititis, con vestimenta típica mexicana amenizando
algunas de sus composiciones.
Tirando
de su material más clásico y “underground” su descarga arrancaba provocando los
primeros pogos con “Raza Odiada (Pito Wilson)” y “Colas De Rata”, que hacían
que entre el movimiento de las primeras filas y el asfixiante calor el ambiente
fuera absolutamente infernal. Sin duda el hecho de que Juan hablara en español
ayudó a que la banda conectara con la audiencia, consiguiendo que piezas como
“La Migra”, fueran acompañadas con los coros de muchos de los presentes.
También
aprovecharían su tiempo para estrenar algún tema que formara parte de su
próximo trabajo, concretamente “Angel De La Frontera”, que parece retornar a
sus primeras estructuras aunque con un tempo algo más pesado y machacón.
Punzantes e irreverentes los mexicanos no dudaron en sacar a escena machetes en temas como “Escuadrón De La Muerte”, y de
hacer mención al delicado problema del narcotráfico en su país en “Consejos de
Narcos”.
Para
poner la puntilla a su show nada menos que una nueva muestra del material que
les dio a conocer entre los seguidores del metal extremo durante la década de
los noventa con “Matando Güeros”. Y antes de marcharse definitivamente y
mientras sus compañeros recogían su equipo Juan nos canto su particular versión
del “Macarena”, con bases pregrabadas y cuyo estribillo, curiosamente, fue uno
de los mas celebrados. Buena actuación de los mexicanos, pero debo reconocer
que me esperaba algo más de su puesta en escena y su show, y evidentemente eché
en falta ese gran tema que es “El Patron”.
NUCLEAR ASSAULT
Los
encargados de tomar el relevo serían los legendarios thrashers Nuclear Assault.
Comandados por el desgarbado e incombustible Dan Liker el cuarteto neoyorquino
se presentaba en Can Zam dispuesto a
ofrecernos una buena muestra de su nuevo EP
“Pounder”, que les ha servido como excusa para presentar alguna nueva
composición, -después de diez años de silencio-, en este “Final Assault”, que
si no cambian las cosas está llamado a ser el último tour de la mítica
formación.
Desafortunadamente
el paso de los años ha hecho mella en algunos de los componentes del cuarteto y
a día de hoy la formación se muestra bastante más sobriaa y estática que
antaña, algo que resta algo de espectacularidad a su presentación. Lo que si
que no ha cambiado es la rabia y la electricidad con la que siguen sonando
bombazos clásicos como “Rise From The Ashes”, que era la encargada de darnos la
bienvenida a su show, o “Brainwashed”, ambas extraídas de su trabajo de 1988
“Survive”.
Pero
como siempre ha sucedido en las descarga de los americanos la diversión y el
desmadre estaban garantizados, así que tirando galones Dan Liker sería el
encargada de ejercer como maestro de ceremonias para invitarnos a tomar parte
en los contagiosos coros de “#F”. La mordiente y la velocidad endemoniada no
remitirían y la encargada de seguir revolucionando a una audiencia que estaba
pasándolo en grande sería “New Song”, cimentada sobre la poderosa pegada del
batería Glenn Evans.
Aunque
nunca fueron un dejado de virtudes técnicas, lo cierto es que el cuarteto
consiguió disfruto de un sonido bastante aceptable, aunque cabe resaltar que
piezas como “Critical Mass”, o un celebradísimo “Game Over”, se vieron
ligeramente empañados por los constantes problemas técnicos en la guitarra de
Eric Burke.
Pese
a mostrarse algo estático en su posición John Connelly cumplió con creces su
labor como solista, firmando momentos verdaderamente delirantes, como el duo
que se marco junto al bajista a lo largo de “Butt Fuck”, que hacia que los
pogos y el mosh fueran incesantes. Y es que la descarga de los neoyorquinos
siguió una clara trayectoria ascendente y buena muestra de ello fue el jolgorio
que montaron entre las primeras filas al descargar piezas como “Sin” o
“Betrayal”.
Aunque
su descarga estuvo protagonizada por su material más clásico y corrosivo, no
quisieron dejarse en el tintero alguna pincelada de su mas reciente Ep, así que
rescataron para la ocasión, y de manera consecutiva la cachonda , “Analog Man
In A Digital World” y “Died In Your Arms”. El contraste más absoluto entre
presente y pasado lo pondrían las primerizas y humeantes “My America” y “Hang
The Pope…”, que acabarían dejando paso a la fugaz y supersónica “Lesbians”,
La
descarga del combo americano estaba tocando a su fin, pero antes de despedirse
definitivamente todavía tendrían tiempo de dar el golpe de gracia a su show con
la pieza que cerraba su devastador “Handle With Care” de 1989 “Trail Of Tears”
y la pieza que abre y titula su último Ep “Pounder”. No creo que los americanos
estén en el mejor momento de su carrera, pero lo cierto es que siguen
atesorando un potencial verdaderamente imparable, pese a los problemas vocales
de un sacrificado John Connelly que lo dió todo para sacar la descarga
adelante.
DESTRUCTION
Bastión
indiscutible del thrash metal europeo y integrantes del Teutonic thrash
Metal, el carismático Schmier y sus
muchachos aterrizaban tras la descarga de Nucluar Assault dispuesto a dejar una
buena muestra del potencial imparable de una banda cuya vida se prolonga ya más
de tres décadas. Aunque a la hora prevista el sol todavía brillaba con fuerza
sobre Can Zam, la formación Lörrach
apareció en escena con su habitual indumentaria de combate dispuesta a
ofrecernos un duro correctivo para nuestras castigadas cervicales.
No
había nuevas composiciones que presentar, ya que para encontrar el último
lanzamiento del trío nos tenemos que remontar a 2012 “Spiritual Genecide”, de
modo que la descarga de los germanos se presentaba como una oportunidad única
para volver a disfrutar intensamente de algunas de las composiciones que les
dieron la popularidad a mediados de la década de los ochenta. Ante un publico
en el que se entremezclaban juventud y veteranís, los thrashers alemanes abrían
la descarga con la alocada carrera contenida en el devastador “Curse Of The
Gods”, asentando las bases de lo que seria una actuación repleta de fuerza,
pegada y unos riffs eléctricos y matadores.
No
habría tregua durante sus sesenta minutos de actuación, así que uno tras otro
se fueron alternando himnos como el mesiánico “Thrash Til Death” o el imparable
“Nailed To The Cross”, ambas perteneciente a su trabajo de 2001 “The
Antichrist” y que contaron con el apoyo incondicional de un publico que se
entregó al máximo a la hora de acompañar en sus humeantes estribillos. Tampoco
faltarían esas gemas repletas de actitud y esencia típicamente ochentera, que
tanto gusta a los incondicionales de la banda, en temas como “Mad Butcher”, que
nos dejaría la estampa de un Schmier absolutamente imparable que no ha perdido
ni un ápice de su personalidad y entrega a la hora de dirigirse a sus
incondicionales.
Tampoco
faltarían algunas composiciones más recientes como “Armageddonizer”, rescatada
de su “Day Of Reckoning” o “Carnivore” , que pese a no tener el mismo arraigo
entre sus incondicionales permitieron que el show conservara su vivaz
intensidad. Pero obviamente la palma se la llevarían esos primeros himnos que
se convirtieron en santo y seña de la formación, de modo que la respuesta fue
absolutamente imparable cuando el trío se embarco en la oscura y chirriante
“death Trap”, la demoledora “Bestial Invasion”, para acabar finiquitando su
actuación con “The Butcher Strikes Back”.
Tras
la cancelación de su pasada gira por nuestro país había muchas ganas de ver en
que estado de forma estaban los germanos, y lo cierto es que Schmier y sus
chichos demostraron que han perdido el filo matador y asesino que siempre les
ha caracterizado. No creo que la banda tarde mucho tiempo en editar un nuevo
trabajo, así que esperemos que en breve los tengamos por aquí liderando su
propio espectáculo y presentándonos un puñado de nuevas composiciones.
POWERWOLF
Avalados
por algo más de una década de historia Powerwolf son una de aquellas bandas que
a base de trabajo y girar constantemente están consiguiendo hacerse con un nombre y una excelente reputación
dentro del circuito europeo. Poco conocidos en nuestro país, la presente
resultaba una excelente oportunidad para que los chicos capitaneados por Attila
Dorn se dieran a conocer ante el gran publico en nuestro país.
Respaldados
por un sonido potente y nítido y por un escenario engalanado especialmente para
la ocasión como si fuera un templo religioso, los miembros de Powerwolf
saltaron a escena con sus ropajes y sus habituales maquillaje sorprendiendo a
los que todavía no les conocían. No tardaron mucho en captar la atención de
muchos curiosos que viendo su efectiva puesta en escena no dudaron en
aproximarse al escenario para seguir de cerca su descarga. Pese a que debo
reconocer que sus discos me resultan un tanto planos y lineales, lo cierto es
que la banda gana muchos enteros en directo, y la mejor prueba nos la
ofrecieron con el impactante arranque protagonizado “Sanctified With Dynamite”
y “Coleus Sanctus”, rescatada de su “Preachers Of The Night”, que les servían
para darse a conocer a una audiencia muy atenta y expectante.
Durante
su trayectoria la banda ha facturado hasta seis trabajo, por lo que el
repertorio que nos ofrecieron fue muy variado y heterogéneo, proponiéndonos
escalas en algunos de los mejores momentos de su carrera, dejando que temas
novedosos como “Army Of The Night”, gozaran de un lugar de privilegio dentro
del repertorio. Más atrás en el tiempo nos conducirían temas cachondos e
irreverentes como “Resurrection By Erection”, que sería la primera
representante de su trabajo de 2009
“Bible Of The Beast”.
El
retorno sobre su material más reciente estaría marcado por las poderosas
acometidas contenidas en “Armata Strigoi”. Pero sin duda uno de los momentos
cumbre de su actuación llegaría acompañada de “Werewolves Of Armenia”, con la
que conseguían conectar plenamente con gran
parte de la audiencia. Aprovechando el excelente clima creado la
siguiente en hacer acto de presencia sería la pieza que titula su ultima obra
“Blessed &Possessed”, para acabar dejando paso a la seminal “We Drink Your
Blood”.
La
recta final de la descarga del combo rumano-alemán estaría protagonizada por la
monumental “In The Name Of God (Deus Vult)”. Mientras que el bis estaría
reservado para “Lupus Dei”, con el que se despidieron definitivamente con la
certeza de haber conseguido un buen botín en forma de nuevos adeptos a su
causa.
ANGELES DEL INFIERNO
Historia
viva de nuestro Heavy metal Ángeles Del Infierno regresaban a tierras catalanas, después de un largo periodo, para
reencontrarse con toda una generación de metaleros que anhelan tararear con más
asiduidad algunos de sus grandes himnos, ya que la actividad de la banda lleva
muchos años centrada en el continente americano. Desafortunadamente, tan
emotivo reencuentro acabó viéndose
empañado por un sonido deficiente que nos impidió disfrutar de la banda
en todo su esplendor.
Acompañados
de una banda absolutamente imparable, contando con el concurso de tres
guitarristas, los incombustibles Juan Gallardo y el guitarrista Robert Álvarez
demostraron encontrarse en un fantástico estado de forma. En cuanto al
repertorio obviamente no faltaron sus grandes hits de la década de los ochenta.
El arranque del show estaría marcado por “Sombras En La Oscuridad”, provocando
que la gente se aproximara al escenario mientras que las pantallas nos ofrecían
una constante exposición de imágenes
apocalípticas. Pese a tener que lidiar con constantes problemas de sonido la
formación al completo ofreció una excelente actitud, me gustó mucho la entrega
y la garra que transmitieron todos los miembros de la banda en escena, lo que
propició que temas como “Rocker” acabaran calando en una audiencia deseosa de su dosis de heavy
metal clásico.
Tras
una doble ración de su debut de 1984
“Pacto Con El Diablo”, momento para adentrarnos en “Diabólica”, del que
precisamente este 2015 se cumple su trigésimo aniversario, para ofrecernos
“Prisionero”. Precedida de una extensa introducción de teclados llegaría el
momento de “Sombras En La Oscuridad”, con Juan recorriendo el escenario para ir
sumando adhesiones a la hora de corear su monumental estribillo, para acabar convirtiéndose
en uno de los momentos más vibrantes de su actuación.
Y es
que aunque la banda no se ha mostrado especialmente prolífica a lo largo de los
años, lo cierto es que pueden presumir de tener unos temas que han calado muy
profundamente dentro de la primera generación de metaleros patrios, tal y como
quedo demostrado con la acogida que recibieron temas más sosegados como
“Pensando En Ti”, o el sentimental “Si Tú No Estas Aquí”, que servían para
relajar mínimamente los ánimos del personal.
Tras
una cerrada ovación era la base rítmica la encargada de anunciarnos el
inconfundible paso de “Con Las Botas Puestas” provocando la explosión de un
público que se desgallitó a la hora de corear su potente estribillo. Aunque la
banda no tuvo ningún recuerdo hacia su ultimo trabajo publicado en 2003 “Todos
Somos Ángeles”, si que quisieron rescatar el tema que prestaba el título a su
quinta entrega “A Cara O Cruz”, que convertida en todo un clásico gozó de un
lugar estelar en el repertorio.
Intentando
sobreponerse a todas las adversidades Ángeles del Infierno echaron el resto en
un final verdaderamente demencial, haciéndonos disfrutar al máximo con “Fuera
De La Ley” y el mítico “666”, con las pantallas mostrando el numero de la
bestia dentro de un pentagrama. El momento de la épica llegaría con el up
tempo “Al Otro Lado Del Silencio”.
Mientras que el ultimo vuelo de los Ángeles estaría reservado para un
monumental “Maldito Sea Tu Nombre”. Debo admitir que tenia muchas ganas de ver
el directo de Ángeles del Infierno y aunque me gustó mucho su descarga creo que
fueron victimas de uno de los peores sonidos del festival.
HELLOWEEN
Curiosamente
mientras muchos se dedican a alimentar los rumores que indican que esa
“anhelada” reunión de su “line-up”
clásico podría tomar forma en cualquier momento, la formación alemana parece
plenamente centrada en su actual encarnación, y recientemente ponía en
circulación su nuevo trabajo “My God-Given Right”, un plástico que ha supuesto
un repunte con respecto al material de sus ultimas entregas, ratificando que
los de Hamburgo aún tienen cosas que decir. Con una buena base de fans en
nuestro país Helloween siempre han sido una de las bandas de referencia dentro
del power-metal , especialmente gracias a la aportación que supusieron las dos
partes del mítico “Keeper Of The Seven Keys”, así que a diferencia de lo que
sucediera durante el show de sus compatriotas Scorpions, Michael Weikath y sus
muchachos tenían claro lo que tenían que ofrecer a sus seguidores.
Con
un único motivo escénico que recordaba la portada de su último trabajo los
músicos fueron tomando posiciones acompañados de “Walls Of Jericho”, para
rápidamente adentrarse en un trepidante “Eagle Fly Free”. Aunque durante los
primeros compases del show el sonido fue algo irregular, poco a poco la
situación se fue normalizando, permitiéndonos disfrutar de los agudos de Andi
Deris. Me gustó la actitud de Michael Weikath, al que en esta ocasión observe
más dinámico y participativo, permitiéndose incluso alguna pose de cara a los
fotógrafos durante los primeros temas. Con el personal completamente desatado
el segundo bombazo de la noche llegaría con “Dr. Stein”, completando una dupla
de apertura verdaderamente imparable.
Habiendo
colmado nuestras ansias de material verdaderamente clásico llegaba el momento
de dar un poco de cancha al material contenido en su última obra, de la que
interpretaron “My God-Given Right”, que sorpresivamente fue fantásticamente
acogida por una audiencia que acompañó con palmas el tema, e incluso coreó algunas de las partes
siguiendo las instrucciones de un Deris siempre activo y sonriente. Y es que el
vocalista se ha convertido en el nexo de unión perfecto entre banda y público,
ya que además de ser un excelente “front-man” tiene la gracia de presentar los
temas en ese castellano tan suyo. “Waiting For The Thunder”, sería la elegida
para representar a su anterior trabajo “Straight Out Of Hell”, dejándonos la
estampa de un elegantísimo Sascha Gerstner exprimiendo al máximo su
instrumento. El segundo y último guiño que tendrían hacía su ultima obra
estaría protagonizado por “Lost In America”, que volvería a levantar el animo
de una audiencia completamente entregada a los germanos.
A
diferencia de lo que sucediera en anteriores ocasiones esta vez si que me
pareció ver a unos Helloween compactos y entregados, remando todas a una. Y
aunque la mayoría de las miradas se las repartieron Andi Deris y Michael
Weikath, lo cierto que es que el auténtico motor del quinteto sobre las tablas
sigue siendo el hiperactivo bajista Markus Grosskopf que sin perder la sonrisa
no dejó de aporrear su instrumento mientras buscaba la complicidad de las
primeras filas. El primer momento de relax llegaría a lo largo de “If I Could
Fly”, con un Deris en estado de gracia marcándose una brillantísima
interpretación. Pero tras la exhibición del vocalista llegaba el momento de que
nosotros calentáramos nuestras gargantas, siendo la elegida “Power”. Durante el
tema Andi dividió el aforo en dos partes para hacernos cantar el estribillo en
repetidas ocasiones, convirtiendo el recinto en una autentica fiesta.
Pero
no sería esta la única licencia que se permitieron con respecto a su material
facturado durante la década de los noventa, ya que lo que vino después fue un
suculento desarrollo en el que la banda fundió a la perfección el clasicismo
metalero del mítico “Halloween”, la melodía contagiosa de “Sole Survivor”,
rescatada del primer álbum que Andi grabó con la banda “Master Of The Rings”,
los estribillos de “I Can”, la agresividad de “Are You Metal?” y la
majestuosidad de “Keeper Of The Seven Keys”, proponiéndonos un extenso medley en el que quedarían plasmadas las múltiples facetas de una formación con
más de tres décadas de historia.
No
se harían de rogar en exceso para su vuelta sobre el escenario, así que aclamados con autentica devoción por una
audiencia que parecía dispuesta a darlo todo cuando reconoció el riff de
“Future World” la banda se mostró absolutamente imparable. La puntilla
definitiva llegaría con “I Want Out”, provocando el delirio colectivo.
Triunfantes y ovacionados como héroes,
Helloween abandonaron el escenario del Rock Fest con la certeza de haber
firmado una de sus mejores actuaciones en tierras catalanas de los últimos años.
TWISTED SISTER
Después
de su accidentada actuación del pasado año, Twisted Sister eran otra de las
bandas que repetía aparición en esta segunda edición del Rock Fest. Además la
presente significaría, casi ton toda seguridad, la ultima oportunidad de ver
sobre nuestros escenarios a Dee Snider y compañía, ya que la presente gira
significa el adiós definitivo de la banda tras el reciente fallecimiento del
batería A.J. Pero. Para cubrir su puesto de cara a este postrero periplo de
despedida los míticos roqueros americanos contarían con los servicios del
pluriempleado y carismático Mike Portnoy.
Pese
a lo emotivo de la presentación de Twisted Sister, lo cierto es que el combo
americano supo, como suele ser habitual en ellos, meterse rápidamente a la
audiencia en el bolsillo, convirtiendo el recinto en una autentica fiesta con
todo el mundo coreando entusiasmado cualquiera de sus mordaces estribillos. Y
es que tener al frente con el carisma y la personalidad de Dee Snider es todo
una garantía de éxito, aunque su explosivo temperamento estuvo a punto de
ocasionarle un altercado con los “pipas” de Europe que entorpecieron el normal
desarrollo del show de los americanos, lo que les valió la reprimenda del
vocalista que se acercó a ellos para espetarles un lacónico: “This is my fucking
show”.
Como
no podía ser de otra forma su repertorio fue una imparable sucesión de hits,
haciendo especial hincapié en viejas favoritas de la gente, de modo que durante
su actuación hubo tiempo para cantar temas como “What You Don´t Know (Sure Can
Hurt You)”, em mítico “The Kids Are Back”, celebrado al máximo por las primeras
filas y que se convirtió en el primer momento especialmente vibrante del show,
y un icónico “Stay Hungry”, con un Dee perfecto en su papel de frontman
animando incansablemente al respetable.
Sin
abandonar el material de su trabajo de 1984 “Stay Hungry”, el reorrido por los
mejores momentos de su discografía haría escala en temas como “The Beast”,
durante la que hubo unas sentidas palabras de homenaje para el fallecido
batería, lo que provocó la ovación cerrada del público. Más atrás en el tiempo
nos conducirían con la serpeteante y adictiva “Shoot ´Em Down”, que nos
acabaría conduciendo sobre esa declaración de intenciones que fue “You Can´t
Stop Rock N´Roll”.
Electricidad,
diversión y una banda en estado de gracia y por la que parece que no pasan los
años es lo que nos deparó el show de Twisted Sister. Y es que a dia de hoy
resulta absolutamente incontestable el fervor épico que despiertan entre sus
seguidores piezas míticas como “Under The Blade”. A diferencia de lo que
sucediera en su visita del año anterior, en esta ocasión el repertorio estuvo
mucho más equilibrado permitiéndonos recuperar piezas como “ I Am (I´m Me)”.
Pero sin duda el momento más delirante de la noche, y casi me atrevería a decir
de todo el festival, llegaría con el aplastante “We ´re Not Gonna Take It”, para la que Sneider nuevamente nos hizo
cambiar la letra por aquello de “huevos con aceite”. En resumen, diversión y buen
rollo es lo que desprendió el quinteto americano sobre las tablas.
El
cambio de tercio llegaría con la ambientación más oscura y lúgubre de “The Fire
Still Burns”, que nos ayudó a recuperar el aliento de cara a un explosivo tramo
final en el que los americanos darían su mejor versión con temas clásico de su
“Stay Hungry”, como “The Price”, el emblemático “Burn In Hell”, toda una
lección de heacy metal ochentero, y como no “I Wanna Rock” que a modo de
declaración de intenciones ponía el broche final a esta primera parte del show.
No se hicieron de rogar en exceso y acompañados de los canticos de la audiencia
regresarían para rubricar su descarga con “S.M.F.”. Ya lo comentó el propio
vocalista a lo largo del show. Esta es su ultima gira y no tienen previsto
hacer como Scorpions, de modo que el ultimo capitulo de los ´Sister en tierras
españolas se saldó con un rotundo éxito.
EUROPE
Poco
importa que Europe hayan mostrado signos de una madurez incontestable desde que
publicaran en 2004 “Start From The Dark”, ni que la banda haya visitado en
diferentes ocasiones nuestro país haciendo gala de una madurez propia de una
banda veterana como son ellos, ya que para la gran mayoría del publico los
suecos siempre serán esos jovenzuelos con sonrisa profiden que encandilaron a
medio mundo con canciones como “The Final Countdown”, o “Carrie”. Conscientes
de ellos Joey Tempest y sus muchachos siguen tocando en todos sus conciertos
algunos de estos himnos clásicos de la década de los ochenta, pero sin perder
de vista el material su material más reciente. En esta ocasión el motivo de su
visita era presentar su ultima entrega “War Of Kings”, un trabajo duro y oscuro
con el que los suecos parecen dispuestos a fundir clasicismo hard roquero y ese
sentimiento épico propio del heavy metal.
Precisamente
sería una doble ración del mencionado ultimo trabajo de la banda la encargada
de abrir fuego con el intenso “War Of Kings” y “Hole In My Pocket”, dejando
ante nuestros ojos una banda repleta de calidad y veteranía con un Joey Tempest
al frente que no ha perdido su feeling a la hora de dirigirse a sus seguidores.
Tras “colarnos” un par de temas nuevos, que por cierto dejaron bastante
indiferentes a la gran mayoría de los allí reunidos, el primer momento de
jubilo llegaría con la primera concesión a su material clásico de la década de
los ochenta de manos de un coreadísimo
“Superstitious”, que hacia cantar intensamente al respetable mientras Jhon
Norun nos daba muestras de que sigue siendo un maestro de las seis cuerdas.
Sin
duda la actuación de los suecos estuvo repleta de contrastes, pero no tanto por
la calidad de sus composiciones, sino por la efusividad con la que fueron
recibidas muchas de ellas. Y es que piezas de esta segunda etapa de su carrera
como “Last Look At Eden” o el novedoso y oscuro “The Second Day”, pasaron
prácticamente desapercibidas si las comparamos con el terremoto que supusieron
cortes clásicos dentro de su discografía como “Scream Of Anger”.
Pese
a ello los suecos son conscientes de que muchos de los que les han seguido desde sus comienzos y
que se han mantenido fieles a la evolución de la banda querían escuchar algunos
temas nuevos, de modo que no faltaron el jugoso y hardroquero “Nothin´To Ya”,
que personalmente fueron de los que más me gustaron, antes de volver la mirada
atrás para rescatar perlas del pasado como “Ready Or Not”, o “Sign Of Times”,
que hacían que el nivel de intensidad se elevara notablemente entre las
primeras filas.
Para
el sprint final de su actuación se reservarían “The Beast”, el inevitable “Rock
The Night”, que supuso un nuevo punto de inflexión dentro del show con todo el
mundo cantando siguiendo las indicaciones de un sonriente Tempest. Antes de
provocar la hilaridad total del respetable todavía habría tiempo para “Days Of
Rock N´Roll”, mientras que la locura
definitiva se desataría con el hímnico “The Final Countdown”.
HATEBREED
Tras
esa doble ración de clasicismo hard roquero de manos de dos nombres legendarios
como Twisted Sister y Europe, los encargados de poner un poco de pimienta a la
velada de esta segunda jornada serian los chicos de Hatebreed. Aunque muchos
fueron los que decidieron abandonar el recinto, lo cierto es que para los
amantes de los sonidos más cafres y contundentes la descarga del combo
americano se presentaba como el preámbulo perfecto para la descarga de los
thrashers Annihilator.
Y es
que la combinación entre metal abrasivo, Groove, thrash e incluso elementos
hardcore constituyó un poderoso cocktail para levantar el ánimo de una
parroquia que empezaba a acusar el cansancio tras dos largas jornadas de
actuaciones. Como un cohete y haciendo gala de una actitud completamente
arrolladora Jamey Jasta y sus chicos
salieron dispuestos a destrozarlo todo a su paso, dejando una fantásticas
sensaciones con temas corrosivos e hirientes como “Become The Fuse“, “As
Diehard As They Come” o “Live For This”.
Sin
duda los americanos fueron los encargados de rubricar una de las actuaciones
más eléctricas y vibrantes, y buena muestra de ello fueron los numerosos pits
que se montaron al atacar piezas como “Honor Neves Dies” o “Teir It Down”. Por
si alguien se había atrevido a poner en duda sus raíces más netamente
metálicas, no faltarían durante la recta final del show un jugoso guiño a los
maestros Slayer, con un apabullante “Ghost Of War”, para acto seguido darnos el
golpe de gracia definitivo con “Perseverance”, “I Will Be Heard” o el
implacable y enérgico “Destroy
Everything”.
ANNIHILATOR
Mucho
han cambiado las cosas en el seno de Annhilator desde la cancelación de su último show en Barcelona a causa de un
inoportuno accidente de tráfico. Sin ir más lejos su líder , Jeff Watters, ha
vuelto a retomar las funciones como vocalista tras la inesperada salida de
David Padden. Además, para la grabación de su nuevo trabajo “Suicide Society”,
el guitarrista canadiense ha vuelto a reclutar a un viejo conocido el bajista
Cam Dixon, que ya militara en la banda a mitad de la década de los noventa. Mientras
que el elegido para completar el tándem guitarrístico junto a Watter ha
sido Aaron Homma.
Pese
a la altas horas de la madrugada y a las precipitaciones durante el concierto
de Europe mucha gente no quiso perderse el desembarco de los canadienses en tierras
catalanas, y aunque al igual que sucediera con los suecos, el agua volvió a
hacer acto de presencia, lo cierto es que no sirvió para echar a perder una
descarga varadamente destacable, durante la que Watters demostró que tras dos
décadas que no ejercer como vocalista sigue conservando intacta la potencia y
la personalidad de su registro.
Además
de este nuevo “line-up” la banda tenia también nuevos temas que presentar, ya que su próximo trabajo
“Suicide Society” se pondrá a la venta el próximo mes de Septiembre, de modo
que la actuación de esta noche representaba una excelente oportunidad para
testar el potencial de algunas de sus composiciones. Precisamente sería la que
presta su nombre al plástico la pieza encargada de arrancar el show, dejándonos
un sonido irregular y una entrega absoluta por parte de unas primeras filas que
se mostraron completamente volcadas desde los primeros compases del show.
Como
un engranaje perfectamente engranado estos renovados Annihilator dejaron unas excelentes sensaciones entre sus
incondicionales, y más cuando la banda se abalanzó sobre zarpazos tan ardientes
e incisivos como “No Way Out”, rescatada de su anterior referencia “Feast”. La
segunda muestra de su próximo trabajo llegaría de manos de “Creepin´Again” que,
pese a ser completamente desconocida para la gran mayoría, recibió una notable acogida. Pero sin duda
los momentos más calientes de la actuación de Annihilator llegarían cuando la
banda empezó a desempolvar su colección de clásicos thrasheros y humeantes.
El
elegido para abrir el capítulo dedicado a la nostalgia llevando al éxtasis a sus más fervientes seguidores
sería el delirante “King Of The Kill”, mientras que el escogido para que
Watters nos obsequiara con una notable lección de virtuosismo y buen gusto
sería la pieza que daba título al álbum que la banda grabó junto al vocalista
Aaron Randall, “Set The World On Fire”.
Pero como si del despertar de la bestia se tratase fue a partir de este punto cuando Watters se centró en su material más letal y destructivo,
recurriendo a la potencia imparable del primerizo “W.T.Y.D.”, consiguiendo revivir a una audiencia exhausta
y empapada.
No
levantarían el pie del acelerador y con Watters comandando las operaciones con mano de hierro llegaría el momento de hacer
una nueva incursión en “King Of The
Kill”, para hacernos rugir intensamente con los machacantes estribillos de
“Second To None”. Mientras que la encargada de cerrar la primera parte del show
sería la inevitable “Alison Hell”.
Para
seguir colmando las ansias de los más clásicos también habría espacio en el
inicio de los bises para una trepidante versión de “Phantasmagoria”. Con la
gente coreando el nombre de la banda llegaría el momento de finiquitar la
descarga, recurriendo a la pieza que ya servía como cierre a sus directos del
pasado año “Human Insecticide”. La tenacidad y el espíritu de superación de
Jeff Watters parecen no tener limites. Más de tres décadas después de su
formación el músico de Ottawa parece decidido a inaugurar otra etapa triunfal
dentro del seno de Annihilator.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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