Seis
largos años han pasado desde que Slayer publicarán su última obra "World
Painted Blood", durante todo este tiempo la banda ha permanecido activa en
directo y ha sido noticia por diferentes motivos. En Febrero de 2013 se
anunciaba la salida del batería Dave Lombardo siendo sustituido temporalmente
por Jon Dette (Testament, Heathen, Iced Earth,…), aunque finalmente el elegido
para ocupar el puesto tras los parches sería Paul Bostaph (Forbidden,
Testament, Exodus,…), quien ya militara en las filas del cuarteto entre 1992 y
2001. Tan sólo unos meses después, el 2 de Mayo, fallecía el guitarrista Jeff
Hanneman, y tras un periodo de incertidumbre se confirmaba como su reemplazo
definitivo su viejo amigo Gary Holt (Exodus), quien ya había girado con la
banda durante los últimos años.
Pero
dejando a un lado los cambios de personal, este duodécimo trabajo de los
americanos marca el inicio de una nueva etapa discográfica, ya que supone su
primer lanzamiento con el sello alemán Nuclear Blast. Otra de las novedades que
nos aporta "Repentless" es la labor del productor de Terry Date (Pantera,
Soundgarden Deftones), con lo que la banda parece querer marcar ciertas
distancias con respecto a sus últimos lanzamientos producidos por Rick Rubin.
Largo, muy largo ha sido el proceso de gestación de este nuevo trabajo, ya que
las primeras noticias al respecto se conocieron en Noviembre de 2011. Así que para
apaciguar las ansias de sus incondicionales la banda presentaba "Implode" durante la entrega de los
premios Revolver Golden Gods en Abril
de 2014, y poco después estrenaba "When The Stillness Comes", coincidiendo
con el Record Store Day.
Muchas
incógnitas se planteaban tras la pérdida de uno de sus principales
compositores, pero lo cierto es que el tándem King/Araya ha facturado un álbum
que prosigue con el legado de la banda y que, personalmente, creo que supone un
importante repunte con respecto a sus últimas entregas. Sin duda uno de los
principales atractivos de "Repentless", es ese aroma clásico que
rezuman los temas más rápidos y agresivos. Mientras que para abordar esos crujientes
medios tiempos la banda parece haberse
desmarcado de esa fórmula repetitiva y lineal de los últimos años, que hacía que temas como "Human Strain” o
"Catatonic" sonarán excesivamente densos y farragosos.
El
resultado final no puede ser más satisfactorio, algo más de cuarenta minutos de
velocidad, actitud, contundencia y agresividad, todo ello concentrado en 12 composiciones en las que son perfectamente
apreciables los guiños a discos como "South Of Heaven" o "Divine
Intervention", aunque sin caer en ningún momento en el auto plagio o la
reiteración sistemática de viejas estructuras y esquemas. De entre los temas,
sin duda, los más emotivos son "Repentless", que el propio Kerry King
definió como “HannemAnthem" y
"Piano Wire", una composición escrita por el propio Jeff Hanneman.
Pese
a todo lo reseñado anteriormente que nadie espere un disco incendiario al
estilo del mítico "Reign In Blood", -la propia banda renunció a ello
hace ya muchos años-, pero lo que si nos vamos a encontrar en “Repentless” es a
unos Slayer revitalizados y me atrevería a decir que hasta rejuvenecidos,
conscientes de su estatus como leyendas absolutas del thrash metal y con la
firme convicción, -34 años después-, de seguir pateando traseros.
La
elegida para abrirnos las puertas de
"Repentless" será "Delusions Of Saviour", una introducción
instrumental que extenderá su halo de misterio y oscuridad para dejar que sea
"Repentless" la encargada de reencontrarnos con unos Slayer
pletóricos y viscerales, que pisaran el acelerador al máximo para apoyarse en
un riff sucio y humeante sobre el que Araya escupirá unos textos rabiosos y
agresivos, mientras Paul Bostaph machacará su instrumento para acabar dejando paso a una sucesión de solos hirientes e
implacables.
La
esencia de trabajos clásicos como "South Of Heaven" o "Seasons
In The Abyss", se dejara notar con fuerza en piezas como "Take Control", en la
que el cuarteto alterna su habitual velocidad con pasajes más pesados y sinuosos,
proponiéndonos unos explosivos cambios de ritmo que harán que el tema se
convierta en uno de los más atractivos de todo el plástico. Tras demostrar que
no han perdido su abrumadora voracidad thrashera, el disco prosigue con
"Vices", en la que los californianos rebajan ligeramente el nivel de
revoluciones para adentrarse en sonoridades más pétreas y musculosas, apostando
por unas guitarras más crudas y marcadas para respaldar a un Araya absolutamente desatado.
Aunque
para los más veteranos Dave Lombardo siempre será el batería de Slayer, lo
cierto es que Paul Bostaph se muestra especialmente inspirado a lo largo de
todo el álbum, destacando su concurso en temas como el oscuro “Cast The First
Stone”, un medio tiempo corrosivo y demoledor
que posee unas notables subidas de intensidad. Otra de las piezas que ya
habíamos podido degustar antes de la salida del álbum es “When The Stillnes
Comes”, en la que tras una larga introducción la intensidad volverá a erigirse
como la auténtica protagonista antes de su explosión definitiva con una
abominable embestida marca de la casa.
La
rabia y la frustración contenida pueden
palparse a lo largo de “Chasing Death”, una nueva demostración de que para
sonar agresivos y letales no es necesario llevar la velocidad al extremo.
Una pieza que parece diseñada para el directo y en la que Tom Araya ha firmado
una de sus mejores interpretaciones de los últimos años, gracias a unos rugidos
absolutamente desgarradores. Introducido por una base rítmica implacable arrancara
“Implode”, para que finalmente sean las guitarras de King y Holt las encargadas
de lanzar su devastador ataque frontal, con la banda volviendo a mostrar sus
afilados colmillos en un corte llamado a convertirse en un habitual de sus conciertos.
Quizás
la pieza que mas se desmarca del resto del material contenido en el álbum es “Piano Wire”, ya que suena bastante más
próxima a los últimos lanzamientos de la banda, -no en vano es el legado del
desaparecido Jeff Hanneman- , un medio tiempo que resulta un tanto plano y
lineal, con un ritmo denso y pesadumbroso, pero que sirve como merecido
homenaje al guitarrista. La velocidad endemoniada regresara a lomos de otra
vieja conocida “Atrocity Vendor”, -que ya apareciera en la edición especial de
“World Painted Blood”-, un trallazo
directo e incontestable que lleva impreso el inconfundible sello de la banda, y
en el que destaca nuevamente el intenso duelo entre ambos guitarristas.
Para
encarar la recta final del disco los americanos se han reservado una de las
piezas más letales e incendiarias “You Against You”, que posee un estribillo
absolutamente matador y una progresión que vuelve a retrotraernos al material
que la banda facturó a principios de la década de los noventa. El colofón
definitivo para “Repentless” llegará de la mano de “Pride In Prejudice”, en la
que la banda vuelve a renunciar a la velocidad para adentrarse en esas ambientaciones lúgubres
y tétricas, en las que la pegada de Paul Bostaph volverá a eclipsar al resto de
sus compañeros.
Como
suele decirse en estos casos la espera ha merecido la pena. Tras atravesar su
particular viacrucis, Tom Araya y Kerry King parecen haber encontrado en las figuras
de Gary Holt y Paul Bostaph a los
compañeros perfectos para dar continuidad al legado de una banda mítica dentro
del thrash metal. No hay duda, Slayer han vuelto con energías renovadas, nuevos
bríos y una impactante portada del artista brasileño Marcelo Vasco para
ofrecernos “Repentless” una de sus mejores obras desde la publicación de
“Divine Intervention”.
DISCOGRAFICA:
Nuclear Blast
Lista de Temas
01. Delusions Of Saviour
02. Repentless
03. Take Control
04. Vices
05. Cast The First Stone
06. When The Stillness Comes
07. Chasing Death
08. Implode
09. Piano Wire
10. Atrocity Vendor
11. You Against You
12.
Pride In Prejudice
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