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miércoles, 9 de septiembre de 2015

SLAYER-REPENTLESS



Seis largos años han pasado desde que Slayer publicarán su última obra "World Painted Blood", durante todo este tiempo la banda ha permanecido activa en directo y ha sido noticia por diferentes motivos. En Febrero de 2013 se anunciaba la salida del batería Dave Lombardo siendo sustituido temporalmente por Jon Dette (Testament, Heathen, Iced Earth,…), aunque finalmente el elegido para ocupar el puesto tras los parches sería Paul Bostaph (Forbidden, Testament, Exodus,…), quien ya militara en las filas del cuarteto entre 1992 y 2001. Tan sólo unos meses después, el 2 de Mayo, fallecía el guitarrista Jeff Hanneman, y tras un periodo de incertidumbre se confirmaba como su reemplazo definitivo su viejo amigo Gary Holt (Exodus), quien ya había girado con la banda durante los últimos años.

Pero dejando a un lado los cambios de personal, este duodécimo trabajo de los americanos marca el inicio de una nueva etapa discográfica, ya que supone su primer lanzamiento con el sello alemán Nuclear Blast. Otra de las novedades que nos aporta "Repentless" es la labor del productor de Terry Date (Pantera, Soundgarden Deftones), con lo que la banda parece querer marcar ciertas distancias con respecto a sus últimos lanzamientos producidos por Rick Rubin. Largo, muy largo ha sido el proceso de gestación de este nuevo trabajo, ya que las primeras noticias al respecto se conocieron en Noviembre de 2011. Así que para apaciguar las ansias de sus incondicionales la banda presentaba  "Implode" durante la entrega de los premios Revolver Golden Gods en Abril de 2014, y poco después estrenaba "When The Stillness Comes", coincidiendo con el Record Store Day.

Muchas incógnitas se planteaban tras la pérdida de uno de sus principales compositores, pero lo cierto es que el tándem King/Araya ha facturado un álbum que prosigue con el legado de la banda y que, personalmente, creo que supone un importante repunte con respecto a sus últimas entregas. Sin duda uno de los principales atractivos de "Repentless", es ese aroma clásico que rezuman los temas más rápidos y agresivos. Mientras que para abordar esos crujientes medios tiempos  la banda parece haberse desmarcado de esa fórmula repetitiva y lineal de los últimos años,  que hacía que temas como "Human Strain” o "Catatonic" sonarán excesivamente densos y farragosos.

El resultado final no puede ser más satisfactorio, algo más de cuarenta minutos de velocidad, actitud, contundencia y agresividad, todo ello concentrado en 12  composiciones en las que son perfectamente apreciables los guiños a discos como "South Of Heaven" o "Divine Intervention", aunque sin caer en ningún momento en el auto plagio o la reiteración sistemática de viejas estructuras y esquemas. De entre los temas, sin duda, los más emotivos son "Repentless", que el propio Kerry King definió como  “HannemAnthem" y "Piano Wire", una composición escrita por el propio Jeff Hanneman.

Pese a todo lo reseñado anteriormente que nadie espere un disco incendiario al estilo del mítico "Reign In Blood", -la propia banda renunció a ello hace ya muchos años-, pero lo que si nos vamos a encontrar en “Repentless” es a unos Slayer revitalizados y me atrevería a decir que hasta rejuvenecidos, conscientes de su estatus como leyendas absolutas del thrash metal y con la firme convicción, -34 años después-, de seguir pateando traseros.

La elegida para  abrirnos las puertas de "Repentless" será "Delusions Of Saviour", una introducción instrumental que extenderá su halo de misterio y oscuridad para dejar que sea "Repentless" la encargada de reencontrarnos con unos Slayer pletóricos y viscerales, que pisaran el acelerador al máximo para apoyarse en un riff sucio y humeante sobre el que Araya escupirá unos textos rabiosos y agresivos, mientras Paul Bostaph machacará su instrumento para acabar dejando  paso a una sucesión de solos hirientes e implacables.

La esencia de trabajos clásicos como "South Of Heaven" o "Seasons In The Abyss", se dejara notar con fuerza  en piezas como "Take Control", en la que el cuarteto alterna su habitual velocidad con pasajes más pesados y sinuosos, proponiéndonos unos explosivos cambios de ritmo que harán que el tema se convierta en uno de los más atractivos de todo el plástico. Tras demostrar que no han perdido su abrumadora voracidad thrashera, el disco prosigue con "Vices", en la que los californianos rebajan ligeramente el nivel de revoluciones para adentrarse en sonoridades más pétreas y musculosas, apostando por unas guitarras más crudas y marcadas para respaldar  a un Araya absolutamente desatado.

Aunque para los más veteranos Dave Lombardo siempre será el batería de Slayer, lo cierto es que Paul Bostaph se muestra especialmente inspirado a lo largo de todo el álbum, destacando su concurso en temas como el oscuro “Cast The First Stone”, un medio tiempo corrosivo y demoledor  que posee unas notables subidas de intensidad. Otra de las piezas que ya habíamos podido degustar antes de la salida del álbum es “When The Stillnes Comes”, en la que tras una larga introducción la intensidad volverá a erigirse como la auténtica protagonista antes de su explosión definitiva con una abominable embestida marca de la casa.

La rabia y la frustración contenida  pueden palparse a lo largo de “Chasing Death”, una nueva demostración de que para sonar agresivos y letales   no es necesario llevar la velocidad al extremo. Una pieza que parece diseñada para el directo y en la que Tom Araya ha firmado una de sus mejores interpretaciones de los últimos años, gracias a unos rugidos absolutamente desgarradores. Introducido por una base rítmica implacable arrancara “Implode”, para que finalmente sean las guitarras de King y Holt las encargadas de lanzar su devastador ataque frontal, con la banda volviendo a mostrar sus afilados colmillos en un corte llamado a convertirse en un habitual de sus conciertos.

Quizás la pieza que mas se desmarca del resto del material contenido en el álbum  es “Piano Wire”, ya que suena bastante más próxima a los últimos lanzamientos de la banda, -no en vano es el legado del desaparecido Jeff Hanneman- , un medio tiempo que resulta un tanto plano y lineal, con un ritmo denso y pesadumbroso, pero que sirve como merecido homenaje al guitarrista. La velocidad endemoniada regresara a lomos de otra vieja conocida “Atrocity Vendor”, -que ya apareciera en la edición especial de “World Painted Blood”-,  un trallazo directo e incontestable que lleva impreso el inconfundible sello de la banda, y en el que destaca nuevamente el intenso duelo entre ambos guitarristas.

Para encarar la recta final del disco los americanos se han reservado una de las piezas más letales e incendiarias “You Against You”, que posee un estribillo absolutamente matador y una progresión que vuelve a retrotraernos al material que la banda facturó a principios de la década de los noventa. El colofón definitivo para “Repentless” llegará de la mano de “Pride In Prejudice”, en la que la banda vuelve a renunciar a la velocidad  para adentrarse en esas ambientaciones lúgubres y tétricas,  en las que la pegada de  Paul Bostaph volverá a eclipsar al resto de sus compañeros.

Como suele decirse en estos casos la espera ha merecido la pena. Tras atravesar su particular viacrucis, Tom Araya y Kerry King  parecen haber encontrado en las figuras de  Gary Holt y Paul Bostaph a los compañeros perfectos para dar continuidad al legado de una banda mítica dentro del thrash metal. No hay duda, Slayer han vuelto con energías renovadas, nuevos bríos y una impactante portada del artista brasileño Marcelo Vasco para ofrecernos “Repentless” una de sus mejores obras desde la publicación de “Divine Intervention”.



DISCOGRAFICA: Nuclear Blast

Lista de Temas


01. Delusions Of Saviour
02. Repentless
03. Take Control
04. Vices
05. Cast The First Stone
06. When The Stillness Comes
07. Chasing Death
08. Implode
09. Piano Wire
10. Atrocity Vendor
11. You Against You
12. Pride In Prejudice







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