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sábado, 10 de octubre de 2015

ANNIHILATOR-SUICIDE SOCIETY



Cual ave fénix el incombustible Jeff Watters vuelve a renacer y regresa a la carga con el décimo quinto trabajo de sus Annihilator. Tras haber contado en los últimos tiempos con el concurso del guitarrista y vocalista Dave Padden (2003-2014), Watters retoma nuevamente su faceta como vocalista, tras casi dos décadas, en este "Suicide Society". Aunque en principio podría parecer una apuesta arriesgada, lo cierto es que este nuevo trabajo de la formación canadiense conserva intacta la esencia y la personalidad de los Annihilator de toda la vida, e incluso me atrevería a decir que tiende un puente hacia el material que la banda facturó durante los primeros años de su carrera, proponiéndonos constantes guiños a álbumes como "Never, Neverland", "Set The World On Fire" o "King Of The Kill", lo que les garantiza una buena acogida entre sus fans más veteranos que siempre se han decantado por esa vertiente más thrashera de sus inicios.

Otro detalle que llama la atención es una producción muy sobria y para nada sobrecargada, en la que Watters parece haberse concentrado en dar un protagonismo absoluto a la contundencia y vivacidad de las guitarras. Si hablamos del aspecto vocal, lo cierto es que Watters parece encontrarse en un buen momento de forma, desenvolviéndose con absoluta solvencia entre los registros más rasgados y agresivos, y esos temas más pausados y melódicos que serán los encargados de ofrecernos el contraste en un álbum rápido, contundente pero ante todo muy técnico y dinámico. Aunque ha sido el propio Watters quien se ha encargado de tocar todos los instrumentos de cuerda que aparecen en el disco, para hacerse cargo de la batería ha contado con los servicios de Mike Harshaw, que si no hay cambio de planes formara la base rítmica durante la próxima gira con el bajista Cam Dixon, un viejo conocido para los seguidores de la banda.

Como si fuera una presentación en toda regla el plástico se abre con el tema homónimo "Suicide Society", con una sucesión de riffs marcados y eléctricos dominando el tema, quizás no sea un corte excesivamente explosivo para el arranque pero nos deja unos buenos fraseos solistas y la demostración palpable de que Watters no ha perdido ese registro amplio y lleno de matices que le permite moverse como pez en el agua por las diferentes ambientaciones que propone el corte. Algo más clásicos suenan cortes como "My Revenge" o " Narcotic Avenue" poseedores de un ritmo más acelerado y unas guitarras más hirientes y afiladas que nos traen de vuelta esa vertiente más thrashera que se verá culminada por unos coros compactos y directos, que resultarán ideales para corear durante sus directos, junto a una parte central más melódica y ambiental que les servirá para redondear dos gemas que están llamadas a convertirse en fijas de su nuevo repertorio.

Como comentaba en la introducción si algo llama la atención de este "Suicide Society", es la variedad del material que contiene. Así que tras darnos una buena muestra de su potencial más thrashero llega el momento de adentrarse en texturas más melódicas de manos de "Snap", que guarda una estrecha relación con aquel "Set The World On Fire" de inicios de la década de los noventa, gracias a ese cuidado tratamiento en las voces y a la elegancia y pulcritud de sus guitarras, aunque sin que en ningún momento esto signifiqué que la banda pierda su habitual pegada. El equilibrio perfecto entre contundencia y melodía quedara plasmado en piezas como "Creepin' Again" en la que se alternaran la velocidad de sus estrofas con la luminosa musicalidad de sus cuidados estribillos, completando una de las piezas más brillantes de esta nueva entrega del combo canadiense. Pese al paso de los años Watters no parece haber perdido la pasión por el clasicismo metalero y la mejor muestra es el guiño a "The Hellion", de los maestros Judas Priest, en el arranque de esa sobrecogedora demostración de rabia que es la oscura "The One You Serve", en la que opta por sacrificar la velocidad para sonar más dramático y ambiental en el arranque, para dejar que el tema vaya creciendo progresivamente gracias a la pegada de Mike Harsaw.

Si eres de los seguidores de la vieja escuela, de aquellos que se engancharon al combo canadiense durante sus primeras obras, una de las piezas que formara parte de tus favoritas será sin duda "Break, Enter", con esas fulgurantes aceleraciones clásicas dentro de la escena thrashera junto a una base rítmica crujiente y desbordante de intensidad que creara el marco perfecto para recuperar al Watters mas enojado a las voces.

La encargada de hacernos retornar sobre sonoridades más oscuras será la machacona "Death Scent", que pasa por ser la pieza más camaleónica de todo el plástico, con una estructura inicial algo lineal que nos acabara abocando sobre un desarrollo intermedio melódico e inquietante que hará crecer nuestras expectativas antes de rematarnos definitivamente con uno de los fraseos más explosivos de todo el disco. El cierre vendrá marcado por "Every Minute", un melódico uptempo que alterna partes con las guitarras acunando la voz de Watters y  unos descomunales estribillos marca de la casa que vuelven a traernos al recuerdo el material contenido en su álbum de 1993.

En definitiva, Jeff Watters ha creado un disco que parece diseñado para el disfrute de sus fans más veteranos, echando mano de todos esos guiños y ticks que siempre han caracterizado su propuesta, creando nueve composiciones en las que podemos reencontrarnos con los Annihilator más thrashers y speed metaleros, pero también, aunque en menor medida, con los más melódicos y accesibles.



DISCOGRAFICA: UDR Music

Lista de Temas

1. Suicide Society
2. My Revenge
3. Snap
4. Creepin’ Again
5. Narcotic Avenue
6. The One You Serve
7. Break, Enter
8. Death Scent
9. Every Minute

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