Como buenos juglares tras la publicación
de última obra "Sueños", Saurom han decidido coger los bártulos y
comenzar su peregrinaje por las principales plazas de nuestro país presentando
sus nuevas composiciones. Hacia mucho tiempo que Narci Lara y sus compañeros no
se acercaban a la Ciudad Condal, de modo que la esta noche significaba una cita
especial tanto para los gaditanos como para su nutrida legión de seguidores que
echaban de menos poder cantar y bailar arrastrados por el buen rollo y la
simpatía que transmiten los de San Fernando. Simplemente había que acercarse a los
alrededores del recinto y observar la
extensa cola que aguardaba impaciente la apertura de puertas del Bóveda para
darse cuenta del tirón y el cariño del que gozan Saurom en tierras catalanas.
Aunque
el inicio de la velada se retrasó más de lo acostumbrado, esto acabó
repercutiendo en que cuando arrancaron su presentación los locales Sombras el local
presentaba ya un fantástico aspecto. Bien arropados por una buena
representación de amigos y familiares Sombras aprovecharon la ocasión para
presentarnos algunas de las composiciones pertenecientes a su último trabajo
"Folk n' Roll". Lamentablemente los barceloneses no disfrutaron de un
buen sonido, ya que incluso el público demandó en un par de ocasiones que
subieran el volumen del micro de su vocalista, Daniel Laure. Pese a ello,
Sombras se mostraron muy dinámicos y resolutivos en escena, intentando
transmitir buen rollo a base de un marchoso rock n´ roll enriquecido con los
aportes folk que proporcionaron instrumentos como la flauta y el violín.
Con
muchas ganas de agradar y luciendo una amplia sonrisa el septeto salía a escena
con la firme convicción de intentar pescar algún seguidor entre los
incondicionales de Saurom, ya que su estilo tiene bastantes similitudes. Para
ello desgranaron piezas como "Héroe" o "Brujas de
Zugarramurdi", del que reciente han grabado un video-clip y que gozó de
una buena acogida.
Pero
como no solo de folk vive el hombre, también tuvieron ocasión de mostrarnos su
faceta más macarra y roquera, prescindiendo de la flauta y el violín a la hora
de desgranar temas como el cachondo "Lady Cobra". El retorno a su
alineación habitual de septeto llegaría para hacernos viajar hasta la antigua
Grecia y embarcarnos en "El Viaje de Caronte". La sorpresa de la
noche la protagonizaría el ex-guitarrista de la banda, Rafa, que no quiso
perder la ocasión de sumarse a la fiesta para dejar su impronta en la festiva "Pirata
Del Rock N´ Roll", en la que nuevamente volvían a reivindicar sus raíces
más netamente hard roqueras.
Para
encarar la recta final de su actuación los barceloneses optarían por las
oscuras ambientaciones de "Estadea", proponiéndonos una incursión en
tierras gallegas para hablarnos de la Santa Compaña. Mientras que la elegida
para rubricar su actuación sería la cachonda "Seremos Tres", con la
que conseguían que los más animados se sumaran a la hora de corear su
estribillo. En resumen, Sombras cumplieron con creces su cometido, haciéndonos
pasar un buen rato y calentando el ambiente de cara a la descarga de Saurom. A
modo de epílogo me gustaría comentar que días después del concierto su
vocalista, Daniel Laire, a través del facebook de la banda comunicaba su
decisión de abandonar el proyecto. Así que Esperemos que sus compañeros
consigan un reemplazo y puedan continuar con su andadura.
Muchas
y muy variadas son las vertientes que han tocado Saurom a lo largo de su dilatada
trayectoria, aunque siempre con los cimientos bien asentados en el heavy, el
power y, como no, el folk. Quizás algunos de sus seguidores no acaben de
comulgar con los últimos lanzamientos de los gaditanos, pero lo cierto es que
una sala prácticamente llena significaba el mejor termómetro para verificar que
están haciendo bien las cosas. Y es que la banda, al igual que su propuesta, es
un crisol en el que conviven la genialidad y el talento del multi
instrumentista Narci Lara, la potencia que aporta esa demoledora base rítmica
que forman Antonio y Josele, la elegancia de Raúl Rueda a la hora de atacar su
guitarra, los detalles y matices que aportan los teclados de Santi Carrasco y
la simpatía y naturalidad que irradia un Miguel Ángel Franco cercano y
comunicativo, que ha crecido enormemente como vocalista y frontman.
Otra
de las grandes incógnitas de la noche era saber como sería el repertorio que
nos tenían preparado para esta noche, y más cuando los juglares han demostrado
que cuidan sus conciertos hasta el más mínimo detalle, haciendo especial
hincapié en el ritmo y el tempo de las dos horas largas que dura su
espectáculo. Recibidos como auténticos héroes, el sexteto tomaba al asalto el
escenario para dejar en el arranque una buena muestra de su vertiente más
metalera, dando el pistoletazo de salida con "Nostradamus", y una
arrolladora "Irae Dei", que hacia subir la temperatura en el local,
con toda la gente alzando los puños al aire cada vez que sonaban sus
grandilocuentes coros.
Habiendo
roto el hielo con dos de sus composiciones más potentes y cañeras llegaba el
momento del primer cambio de tercio. Así que Narci dejaba aparcada su guitarra
para hacerse cargo de la flauta y adentrarnos en los aromas folkies de "La
leyenda de Gambrinus", que provocaba una nueva explosión de júbilo entre
los asistentes, invitándonos con su contagiosa melodía a mover los pies. Con la
audiencia completamente entregada, era Migué quien se dirigía al público para
disculparse por su larga ausencia en los escenarios barceloneses justo antes de
que el característico sonido de la gaita inundara el recinto para dar vida a
"La Batalla Con Los Cueros De Vino".
El
primer guiño a su último trabajo "Sueños", llegaría con ese canto al
optimismo que es "¡Vive!", para el que propio Migué se sumó a sus
compañeros empuñando la acústica, mientras Narci se hacia cargo del violín y Santi
dejaba sus teclados momentáneamente para tocar la flauta. La encargada de
cerrar el primero de los cuatro actos en los que se dividió la velada sería
"Noche de Halloween", que acompañada de humo y las palmas del
respetable se convertiría en uno de los puntos álgidos de esta primera parte de
la velada.
Cabe
remarcar que el ritmo del show fue vibrante e intenso, ya que los juglares no
se detuvieron en exceso a la hora de las presentaciones. Había poco tiempo y
mucho material que ofrecer a sus incondicionales.
Así que tras haber consumido,
casi sin darnos cuenta, el primer acto de la noche llegaba el momento de seguir
aunando nuestras gargantas para corear, siguiendo las indicaciones de un sonriente
Migué, las alegres melodías de "El Saltimbanqui". Las guitarras
volverían a recobrar todo su esplendor en el melódico "El Laberinto De Los
Secretos", convirtiéndose en el preámbulo perfecto para una de las
composiciones más oscuras y potentes de su última obra "El Elixir".
Un
nuevo cambio de rumbo nos conduciría sobre la pieza que daba título a su
anterior entrega "Vida", que el vocalista dedicó a una pareja de
novios, y que serviría para que los juglares saldarán su pequeña deuda por no
haberse acercado a presentar a la Ciudad Condal su obra de 2012. A estas
alturas de concierto la comunión entre banda y público era absoluta, así que
para no dejar que se perdiera la magia que mejor que una celebradísima
"Estrella Sin Luz", que fue la elegida para que el vocalista hiciera
sus pinitos con el violín. Entre tanta música, también tendríamos ocasión de
conocer alguna anécdota personal de Migué, que nos relató como acabó
convirtiéndose en vocalista antes de ofrecernos "Soñando Contigo" y la
delicada "El Hada Y La Luna", que resultaron ideales para recobrar el
aliento de cara a la segunda mitad del show.
Con
todos los miembros de la banda posicionados de espaldas al público empezaba a
sonar la introducción que nos abocaría sobre "El Monte De Las Ánimas",
con la que volvían a retomar su faceta más power metalera, con una banda que,
pese a llevar más de una hora en escena, parecía no haber perdido ni un ápice
de fuerza y frescura. Aunque durante gran parte del show Santi estuvo
parapetado tras sus teclados en uno de los laterales del escenario, también
tendría su momento para tomar la primera línea escénica al empuñar su keytar en
temas como "Aquel Paseo Sin Retorno", que nos dejaría uno de los
finales más intensos de toda la velada, con la banda dándolo todo mientras el
escenario se cubría de un humo.
Pero
sin duda el momento estelar de la noche llegaría con una de las piezas de su
nuevo trabajo, concretamente con la brutal envestida que representó "La
Mujer Dormida", con un Migué absolutamente estratosférico, llevando su
garganta al límite, mientras Josele no dejaba de moverse como un poseso. Sin
abandonar el material de su última entrega, la siguiente en hacer acto de
presencia sería "Sueños Perdidos", para la que Narci volvería a
hacerse cargo del violín.
Con
toda la sala coreando incansablemente el nombre de la banda, Migué volvía a
pedir nuestra colaboración para ayudarle en "Cambia El Mundo", una
propuesta que fue secundada por todos los presentes.
El último de los guiños
hacia "Sueños", llegaría de manos de un tema que resume a la
perfección la filosofía y la propuesta de los juglares gaditanos "El
Carnaval Del Diablo", que volvía a desatar la euforia entre un personal
que estaba disfrutando al máximo de la velada.
Aprovechando
la algarabía y el ambiente festivo que se respiraba en el recinto llegaba el
momento de encarar el capítulo final de la descarga, y la encargada de abrir
por todo lo alto este último acto sería un recuerdo hacia el pasado "El
Arquero Del Rey". Sin abandonar la senda power metalera tampoco faltarían
las pinceladas de elegancia y neo-clasicismo contenidas en la desgarradora
"La Musa Y El Espíritu".
Estaba claro que los juglares tenían pensado
quemar todas sus naves de cara a este último tramo de concierto, así que con la
exaltación manifiesta del respetable fueron desfilando ante nosotros oídos
viejas favoritas como la épica "Dracum Nocte", la disparata
"Fiesta", que se convirtió en una invitación al desmadre y el
jolgorio generalizado, y la final "La Taberna", que ponía el colofón
definitivo a una descarga verdaderamente demoledora, con Josele dejando su bajo
para arrojarse sobre las primeras filas.
No
suele ser habitual a día de hoy que los grupos toquen un repertorio tan largo y
bien escogido, superando holgadamente las dos horas de concierto. Pero lo
cierto es que la actuación de Saurom se nos acabó haciendo corta. Tal es así,
que la gente se quedó expectante mientras los músicos saludaban desde el
escenario por si todavía había posibilidad de algún tema más…, pero
lamentablemente la fiesta había llegado a su fin.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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