Si hay un músico que ha hecho méritos suficientes para
recibir la medalla del mérito al trabajo
ese es Max Cavalera. Miembro fundador de
una de las bandas más emblemáticas y queridas dentro del thrash metal, citar a
Max es hacer referencia a uno de los músicos más influyentes, carismáticos y prolíficos de los últimos 30 años. En esta
ocasión, nos enfrentamos a “Archangel”, el décimo trabajo de Soulfly, la
formación que creó tras su traumática salida de Sepultura en 1996. Desde su creación
Soulfly siempre fue el “leitmotiv” del
brasileño, pero en sus últimas entregas, concretamente desde la edición de
“Dark Ages”(2005), la banda ha ido desprendiéndose de forma gradual de esa identidad tribal y nu-metalera
que les había caracterizado en sus inicios
para marcar el retorno de Max hacia sonoridades más crudas y cercanas al
thrash/death.
Nos
encontramos pues ante un trabajo que rezuma clasicismo y brutalidad por los
cuatro costados, conteniendo diez composiciones directas y frontales, en las
que en poco más de media hora Soulfly nos proponen unas letras ácidas, críticas
y mordaces, con constantes alusiones a los textos sagrados, y en las que
arremeten de forma rotunda contra cualquier tipo de creencia religiosa. Y es
que tal y como ha declarado el propio Max: ”este nuevo trabajo es el disco más
místico y espiritual que he compuesto desde la publicación de “Prophecy” en
2004”. Para la producción de “Archangel” Max ha contado con los servicios de Matt
Hyde, quien anteriormente ya había trabajado con bandas como Slayer, Slipknot o Children
Of Bodom. En cuanto a su espectacular portada se ha encargado de ella el
artista Eliran Kantor.
Si
hablamos de la formación que ha acompañado al emblemático músico de Belo
Horizonte durante las sesiones de grabación de “Archangel”, Max ha vuelto a
contar con los servicios de su equipo habitual: el bajista Tony Campos, -quien
ha abandonado recientemente la formación para unirse a los metaleros industriales
Fear Factory-, y el guitarrista Marc Rizzo. Mientras que de la percusión, al
igual que ya sucediera en su anterior entrega “Savages”, se ha encargado su
hijo Zyon Cavalera. Otro apartado a tener muy en cuenta, como suele suceder en
todos los lanzamientos del músico brasileño, es el de las colaboraciones. En
esta ocasión, Max ha contado con invitados especiales como Todd Jones de
Nails, Matt Young de King Parrot y Richie Cavalera de Incite, y el benjamín de la familia, Igor Cavalera,
guitarrista y vocalista de Lody Kong.
El
inicio del plástico esta marcado por un título tan real como explícito, y que
perfectamente puede aplicarse al alma-máter de la formación, "We Sold Our
Souls to Metal", un trallazo inflamable y desbordante de rabia, en el que
el cuarteto da rienda suelta a ese thrash/ death corrosivo y primitivo, en el
que incluso son perceptibles algunas pinceladas hard-core a la hora de atacar
sus aguerridos estribillos. Tras la rotunda declaración de intenciones que
supone el tema de apertura es a lo largo del segundo corte "Archangel",
cuando Soulfly se centran en la temática espiritual que protagonizara la
mayoría de las composiciones del álbum, proponiéndonos unas sonoridades más
densas y cadenciosas para, bajo el influjo de algunos pasajes de corte arábigo, dejar que la voz filtrada de Max nos arrastre sobre un tema incisivo y tortuoso,
en el que la principal novedad la aportará el sonido de las guitarras durante las estrofas.
Quizás
una de las piezas que mayor conexión guarde con el sonido de los Sepultura de
épocas pasadas, concretamente con los del “Chaos A.D.”, sea "Sodomites",
protagonizada por unos fantasmagóricos desarrollos que nos acabarán abocando
sobre una segunda mitad en la que la formación pisará el acelerador al máximo
contando con la participación del vocalista de Nails, Todd Jones. Para los
amantes de las ambientaciones más oscuras y opresivas Max les ha reservado
"Ishtar Rising", dominada por el “groove” y la tenacidad de sus
amenazantes guitarras para completar un tema que peca de una cierta linealidad,
pero que rezuma intensidad metálica.
Mucho
más inspirada y dinámica resulta "Live, Life, Hard!" , que cuenta con
la participación del vocalista de los australianos King Parrot, Matt Young, que
dejará su tarjeta de visita en esas partes histriónicas que servirán como
preámbulo para los registros más rabiosos y subversivos de Max. Pese a la
deriva compositiva que ha seguido Max a lo largo de los últimos años, el orondo
vocalista parece no haber perdido esa vinculación hacia sus raíces más clásicas
y “underground”, aquellas que le ayudaron a perfilar su personal estilo. Una
buena muestra de esa activa militancia la encontramos en piezas como "Shamash",
que recuperan ese halo de misterio y oscuridad dando cabida a unos envolventes
cánticos que dejarán paso a una brutal embestida que cuenta con uno de los
mejores ejercicios solistas de Marc Rizzo.
Como
siempre ha sucedido a lo largo de su trayectoria, Soulfly tampoco han
descuidado su faceta más experimental, y la nota curiosa del álbum llegara con
"Bethlehem's Blood", en la que las tradicionales andanadas
thrash/death se verán fusionadas con algunas guitarras acústicas y la
magnificencia de las trompetas. El equilibrio perfecto entre el
"groove" y el clasicismo thrashero quedara plasmado a lo largo
de "Titans" y la final
"Mother Of Dragons", que cuenta con el concurso de Igor y Richie
Cavalera, resumiendo a la perfección el concepto y la sonoridad que Max ha
ideado de cara a esta décima entrega de Soulfly: pasajes crujientes y
amenazantes, brutales embestidas, con la batería de Zyon llevando el ritmo a
piñón fijo, y unos desarrollos oscuros e intrigantes.
Otra
de las composiciones que mejor plasma que Max no ha querido perder sus raíces
es la seminal "Deceiver", un trallazo directo y certero, con una
estructura muy marcada y que solo se apartara de su patrón inicial para dejar
espacio al lucimiento personal de Marc Rizzo.
Músico
prolífico como pocos, Max Cavalera continúa ofreciéndonos muestras de que en su
cabeza siguen gestándose buenas composiciones. Seguramente habrá muchos que le
consideren como un músico caduco y ya amortizado, pero lo cierto es que el
brasileño continúa facturando obras que le permiten girar y seguir agrandando el
legado de uno de los músicos más influyentes y carismáticos de la escena
extrema.
DISCOGRAFICA:
Nuclear Blast
Lista
de Temas
01. We Sold Our
Souls To Metal
02. Archangel
03. Sodomites
04. Ishtar Rising
05. Live Life
Hard!
06. Shamash
07. Bethlehem's
Blood
08. Titans
09. Deceiver
10. Mother Of
Dragons
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