Gente cercana, con las ideas claras y con muchas ganas de pasarlo en grande y liarla a su paso, así fueron siempre Los Porretas. Casi treinta y cinco años han pasado desde que los madrileños publicaran su debut "Que Se Vayan Hacer Puñetas", durante todo este tiempo el cuarteto las ha visto de todos los colores. Ha luchado desde la independencia, ha estado bajo los auspicios de una multinacional, ha tocado en los principales festivales de nuestro país…, pero sin duda el momento más bajó de su carrera llegaría con la muerte del carismático Rober en 2011 victima de un cáncer de colon. Muchos pensábamos que tras esta fatídica perdida la banda desaparecería definitivamente, pero afortunadamente la banda volvía a la carga en 2013 con “La Vamos a Liar!!”, toda una declaración de intenciones que servía para ratificar que el punk rock de los de Hortaleza estaba más vivo que nunca.
En esta ocasión el motivo de su visita a la Sala Bóveda de la Ciudad Condal era la presentación de su decimocuarto trabajo “Al Enemigo Ni Agua”, en él la mítica formación compuesta por Pajarillo, Bode, Luis y Manolo, sigue proponiéndonos esas historias reales, cercanas y cotidianas que tan bien conectan con sus seguidores. Para calentar el ambiente antes del desembarco de los madrileños contaríamos con la participación de dos bandas, Zerzerdilla y Último Rekurso.
Estaba claro que la de esta noche era una cita dedicada al punk nacional, pero esto no quería decir que la diversión y el desfase no tuvieran su amplia cuota de protagonismo. De modo que los encargados de inaugurar la velada, ante una audiencia todavía algo escasa, fueron Zerzedilla. Gamberros y transgresores el sexteto saltó a escena derrochando desparpajo y buen rollo, con la firme intención de dibujarnos una sonrisa en el rostro gracias a sus disparatadas letras, su llamativo vestuario y la utilización de algunos instrumentos poco habituales como panderetas y cornetillas .
Con
dos vocalistas al frente, Toni Montana y Sor Sanginés, la banda se abalanzó con
total convicción sobre una colección de composiciones altamente
reivindicativas, cargadas de crítica
social y política, tal y como dejaron patente en temas como “Lakra Social”,
“Butes De Humo” o el cachondo “Viva
España, Viva El rey, Viva El Orden Y La Ley”, con las que cargaban contra las
principales instituciones del estado.
Aunque
el grueso de su actuación estuvo centrado en sus propias composiciones no faltaron
algunas versiones como un acelerado “Enamorado De La Moda Juvenil” de Radio
Futura, “Motxalo” o el “Véndemelo” de
Manolo Kabezabolo con el que rendían tributo a uno de los personajes más
ilustres dentro la movida punk. Para encarar la recta final de su descarga no
faltaría un envenenado recuerdo hacia la ex alcaldesa de Madrid, Ana Botella, a
la que dedicaron con mucho cariño “Enamorado De La Muerte”.
Tras un rápido cambio de equipo llegaba el turno de Último Rekurso. Aunque todas las bandas que formaban parte del cartel de esta noche tenían en común la crítica social en sus textos, lo cierto es que la propuesta de los de Sant Boi resultó diametralmente opuesta a la de Zerzedilla, ya que el cuarteto se mostró mucho más serio en su puesta en escena, ofreciéndonos un detallado repaso a las composiciones de su nuevo trabajo “Nos Vemos En El Infierno…”.
Temas
cortos, directos, comprometidos y con un mensaje claro y conciso fue lo que nos
ofrecieron unos Último Rekurso que abordaron sin ningún tipo de rubor temas de
máxima actualidad en temas como “Invisible”, en el que nos narraron el drama de
los desahucios y sus fatídicas consecuencias, o “Televerterdero”, una despiadada
critica hacia la caja y todos los personajes que pululan en ella.
Desprendiendo
rabia y mala leche por los cuatro costados el cuarteto de Sant Boi ofreció una descarga contundente y sin paliativos, imprimiendo
mucha rabia a piezas rápidas y de
estribillos coreables como “Jodete”. Pese a ello, también tendrían ocasión de
presentarnos alguna composición más melódica como el medio tiempo “Amor
Tóxico”.
Pero
como comentaba anteriormente, su actuación estuvo protagonizada por dardos
envenenados como “Discriminació”, cantada en catalán, o “La Plegaría”, que
dedicaron al cardenal Rouco Varela. La elegida para poner la rúbrica a su
presentación sería la canción que el cuarteto dedicó a su localidad natal “Bienvenidos
A Sant Boi”.
Mucho
tiempo hacia que los de Hortaleza no pisaban los escenarios de la Ciudad
Condal, y aunque el Bóveda no llegó a llenarse, lo cierto es que el recinto
acabó registrando una buena entrada. Como suele ser habitual en todas sus
presentaciones, Porretas irrumpían en
escena acompañados del “Always Look On The Bright Side Of Life” para dar el
pistoletazo de salida con un recuerdo hacia su barrio, “Hortaleza” consiguiendo rápidamente conectar
con una audiencia que se dejo arrastrar por la propuesta de los madrileños. Sin abandonar
el material de “Baladas Pa Un Sordo”, la siguiente en sonar sería “Jodido
Futuro”, cuya letra, pese a tener casi
veinte años, sigue gozando de plena vigencia.
El
primer momento verdaderamente emotivo de la noche llegaría cuando el cuarteto
echó mano de uno de sus primeros himnos “Si Nos Dejáis”, que sería la excusa
perfecta para que todos los presentes nos pusiéramos a cantar su hímnico
estribillo. Tras ofrecernos una buena colección de viejas favoritas para sus incondicionales
llegaba el momento de adentrarnos en sus nuevas composiciones, y la elegida
para inaugurar el capitulo dedicado a
“Al Enemigo Ni Agua”, sería “En Mi Barrio”. Como siempre no faltaría el emotivo
recuerdo hacia Rober durante la presentación de “ Y Aún Arde Madrid”, que fue
cantada por Pajarillo y que incluyó un fugaz guiño al “Hotel California” de The
Eagles.
Tras
recibir una de las mayores ovaciones de la noche era el momento de retomar las
composiciones de su nueva obra de manos de “En Las Cunetas”, que fue
fantásticamente recibida, demostrando que su último trabajo ha tenido una buena
acogida entre sus incondicionales. Ese espíritu crítico del que están imbuidas
muchas de las composiciones de los de Hortaleza sería el protagonista del
incisivo y ácido “Dos Pulgas Para Un Perro”. Pero, evidentemente, la diversión
y el cachondeo estarían garantizados con el primerizo "El Deudor Del Condado de Hortaleza" y con la invitación al despiporre que supuso “Tripis”, que se convertiría en uno de los temas más coreados de la noche.
Cabe
destacar que Porretas imprimieron a su actuación un ritmo vibrante, enlazando
de forma consecutiva casi todos sus temas, sin apenas entretenerse a la hora de
las presentaciones. Pese a ello, Bode supo dibujarnos una sonrisa en el rostro
cuando nos comentó antes de atacar “Si Lo Sé Me Meo”, que la letra estaba
inspirada en una historia real. A estas alturas del show daba igual que tema
descargaran los madrileños, ya que la comunión entre banda y publico era absoluta. Gracias a ello temas de nuevo cuño como “Atrapa
A Un Ladrón”, no bajaron el ritmo del show al ser intercalados con clásicos
como “Haciendo El Ganso” o el cachondo “Joder Que Cruz”.
Con
la gente cantando a pleno pulmón junto a Bode, Luis, Pajarillo y Manolo el disparatado
estribillo de “Si Los Curas Comieran
Chinas Del Rio”, el cuarteto encaraba la recta final de su actuación, no sin
antes volver al material de su anterior entrega para espetarnos sin previo
aviso “El Gran Engaño”. “Mi Abuelo Amadeo”, sería el último recuerdo hacia su
mas reciente entrega discográfica. Mientras que el clímax definitivo se
alcanzaría con los cánticos de “La Del Futbol”, durante la que obsequiaron a
uno de los cantantes de Zerzedilla con una camiseta de su querido “rayito”.
Tampoco
faltaría una rápida revisión a su álbum de versiones “Clásicos”, del que nos
ofrecieron un pupurri compuesto por algunos pasajes de “Pongamos Que Hablo de
Madrid”, “Esto Es Un Atraco Nena”, “Diga Que Le Debo”, “Peligrosa María”,
“Juego Suicio”, “Txus” y “Saca El Güiqui
Cheli” para poner el punto y seguido a la velada. Aclamados
por la audiencia regresarían rápidamente para finiquitar la descarga con “Ahora
Lo Llevamos Bien”, los aromas reggae de “Marihuana”, que fue cantada por toda
la audiencia, y su himno “Porretas”, con el que abandonarían las tablas definitivamente
tras saludar efusivamente a todos sus seguidores.
Historia
viva de nuestro rock el triunfo de Porretas es el premio al trabajo y a la
constancia, demostrando que no hace falta ser unos músicos virtuosos para componer
canciones que conecten con la gente y le hagan pasar un buen rato.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario