Mas de un millar de quilómetros es la distancia que separa los cuarteles generales de Guadaña y Regresión. Una distancia que afortunadamente parece quedar reducida a la mínima expresión cuando dos bandas emergentes y con tirón dentro de la escena nacional deciden aunar fuerzas para regalarnos una fantástica velada apostando por el buen hard rock y el potente heavy metal. Para liderar el cartel de esta fría noche de Sábado en la sala dos del Salamandra contaríamos con el concurso de los locales Regresión quienes, una vez más y ante sus fans más allegados, volverían a ofrecernos un detallado repaso a cuarto trabajo “Prisioneros”. Mientras que los encargados de abrir la velada serían los andaluces Guadaña que arribaban por primera vez a los escenarios de la capital catalana presentando las composiciones de su segunda entrega “Deryaz”, un ambicioso trabajo conceptual con el que el quinteto gaditano ha dado un importante impulso a su carrera, consiguiendo sonar ahora más frescos e innovadores que en su opera prima “El Grito Del Silencio”, publicado en 2012.
Con
una temperatura gélida exterior, y con la gente cobijándose en los bares de los
alrededores del local para resguardarse del frío, cuando pasaban algunos
minutos de las 21 horas la sala abría sus puertas para que la gente fuera
accediendo tranquilamente al recinto para tomar posiciones de cara a la doble
descarga de la noche. Lo primero que llamaba la atención al acceder al local
era la vistosa decoración que presidía no solo es escenario, sino también parte
de las columnas que lo rodeaban, ya que
estaban engalanados con algunos motivos que recordaban el artwork de la última entrega discográfica.
Muchas ganas y bastante expectación podía percibiese entre los asistentes, y es
que el de esta noche representaba el debut de Guadaña en Barcelona, de modo que
la banda salió muy motivada y dispuesta a convencer y dejar una buena impresión
entre todos los presentes.
Aunque
la nota distintiva de la banda es la presencia de Glory y Salva sobre las tablas, repartiéndose
las labores vocales en todas las composiciones, lo cierto es que me sorprendió
la técnica y la calidad que exhibieron el resto de sus compañeros, especialmente el
guitarrista Jacob García, que se destapó como un hacha sólido y muy resolutivo,
capaz de desenvolverse a la perfección
en terrenos tan dispares como el heavy clásico o el metal de corte progresivo.
Igualmente aplastante resultó el apabullante tándem rítmico que formaron el batería Pablo Casas y el
bajista Noel Martín, último fichaje del quinteto pero que se mostró en todo
momento muy suelto y compenetrado con el resto de sus compañeros.
Pese a las buenas críticas que ha recibido su más reciente entrega discográfica Guadaña optaron por dar el pistoletazo de salida con el instrumental “Impulsos”, para rápidamente enlazarlo con un tema clásico dentro de su repertorio “Tu Propio Final”, que formaba parte de aquel primerizo single que publicaron en 2011, un trallazo abrumador con el que la banda conseguía calentar el ambiente entre una audiencia que parecía predispuesta a disfrutar al máximo de su descarga.
Ataviados
elegantemente, -con Glory luciendo un ajustado corpiño rojo y una larga
gabardina negra, mientras Salva aparecía en escena enfundado en un guarpolvos negro, una cantona corbata roja
y gafas de sol-, ambos vocalistas no tuvieron ninguna clase de dificultad para
conectar con la audiencia, haciéndonos participes de temas como “Mas Allá”, que
se convirtió en la primera muestra de su segundo trabajo. Muy dinámicos y
explosivos en escena el quinteto no paró de animar al respetable durante todo
el show. Así que esa entrega fue recompensada con creces por una audiencia que
se entregó al máximo en temas como el corrosivo "Rencor".
Tras
dejarnos noqueados con un arranque vibrante era Salva quien se dirigía por
primera vez al respetable para agradecernos nuestra presencia antes de hacernos
gritar el título del siguiente tema de la noche "Indomable", que era
el escogido para volver a incidir en el material de su ópera prima y mostrarnos
su vertiente más clásica y heavy
metalera. Rebosando desparpajo y buen rollo, Salva y Glory se fueron alternando
a la hora de las presentaciones, dando al show un gran dinamismo, exprimiendo al
máximo el tiempo de que disponían. De modo que uno tras otro fueron cayendo
temas como "La Suerte", que de entre las nuevas fue de las que mejor acogida
obtuvo, con ambos vocalistas apoyando su pie en los monitores para hacer
participe a un público cada vez más animado; o el fantasmagórico "Sin
Rostro", que nos dejaría con un trepidante increscendo final protagonizado por Jacob, Noel y Pablo.
Otro
detalle reseñable fue el repertorio
escogido, ya que sus dos trabajos gozaron de un protagonismo similar, alternándose
trallazos de nuevo cuño como un coreadísimo "Yo Soy La Ley", y piezas
clásicas dentro de su repertorio como
"Heavy Metal", que nos ofrecieron en versión extendida e incluyendo fragmentos del
“Thunderstruck” de Ac DC, “Dinero” de Obús y un fugaz guiño al “We Will Rock
You” de la Reina. Ante una sala completamente volcada llegaba el momento de
encarar la recta final de su actuación, y que mejor el ritmo vacilón y marchoso de su
último video “Como Hermanos”, que
conseguía que la excitación en la sala no decreciese.
Para
poner la guinda definitiva a un show intenso y demoledor los gaditanos optaron
por las piezas que abren y cierran su último redondo. Así que primero le
tocaría el turno a “Deryaz I: Partida”,
que sonó magistral y camaleónica, con esas pinceladas electrónicas envolviendo la
voz de Glory , mientras que sus poderosos riffs servían como vehículo perfecto
para que Salva desplegara toda su agresividad. Para acto seguido ponernos a
todos a botar con “Deryaz III: El Regreso”. Y hasta aquí llegó la descarga de
Guadaña, ya que cuando parecía que iban a tocar algún tema más tuvieron que dar
por concluida su descarga a causa del horario de la sala. Acompañados de los cánticos del público, que
pidió insistentemente un último tema, los músicos se retiraban del escenario anunciándonos
un próximo retorno a los escenarios barceloneses.
Una
vez concluida la descarga del combo gaditano y tras el habitual receso llegaba
el turno para que los protagonistas principales de la velada tomaran las tablas
de un Salamandra 2 en el que se respiraba un fantástico ambiente. No me cansaré
de repetirlo el trabajo es la clave del éxito. Y en el caso de los catalanes el
ahora sexteto, con la incorporación de su nuevo teclista Eugeni, lleva muchos
años pateándose los escenarios de nuestro país dejando siempre unas fantásticas
impresiones a su paso, demostrando que lo suyo no ha sido llegar y besar el
santo, sino que poco a poco han ido labrándose un nombre y una fantástica
reputación como banda de directo.
No
era esta la primera vez que Regresión presentaban las composiciones de su
cuarto trabajo “Prisioneros” en casa, y eso se notó, y mucho, en la excelente
acogida que obtuvieron sus más recientes composiciones. Acompañados por la introducción
que da título a su última entrega los músicos fueron apareciendo en escena para
tomar posiciones y dar el pistoletazo de salida con la metalera “5 De
Noviembre”, una lástima que el micrófono de Pedro, que fue el ultimo en hacer
acto de presencia, fallara durante los primeros compases del tema, pero
afortunadamente la cosa pudo subsanarse rápidamente. Como viene siendo habitual
Regresión optaron por decorar el escenario con un par de pancartas laterales
que reproducían la portada de su último trabajo y una tarima central con el
logo de la banda en su parte inferior, un espacio por el que fueron desfilando
todos los miembros de la banda.
Contando
en todo momento con el apoyo y el respaldo de un público completamente
entregado el show proseguiría con el primer guiño al pasado, concretamente a su
anterior entrega “Santa Decadencia”, del que nos ofrecerían una coreadísima
“1000 Sirenas”, que fue seguida por todo el personal mientras la banda se
exprima al máximo sobre las tablas para redondear un arranque completamente
arrollador. Potentes y muy compactos Regresión se mostraron como las bestias de
directo que son, especialmente llamativo me pareció el potente tándem que
formaron Toni y Pablo a las guitarras, alternándose los desarrollos solistas.
Pero sin duda el foco de atención recaería sobre un Pedro cada vez más seguro
en su papel como frontman, sabiendo conectar con todos los presentes y
ejerciendo como perfecto maestro de ceremonias. Más atrás en el tiempo nos
llevaría “Un Día Como Hoy”, rescatado de su segundo plástico “Revolución”, que
servía para mantener el excelente ambiente generado entre banda y público.
Cachondos,
simpáticos y muy comunicativos el sexteto proseguiría la descarga con el
derroche de marcha y melodía contenido en “Sin Final”; que volvía a poner a
toda la sala a cantar. Aunque como era evidente el grueso del repertorio
estaría reservado para el material de “Prisioneros”, de modo que para alegría
de sus más incondicionales se irían sucediendo temas como “Cautivo” , que se ha
convertido ya en todo un himno para la creciente parroquia que sigue a los
catalanes, o “Voces” con la que nos mostraron su faceta más melódica y hard roquera.
Pese
a mantenerse en un discreto segundo plano, lo cierto es que con la presencia de
Eugeni el sonido de la banda ha ganado en amplitud y matices, así que esos detalles
que aportan sus teclados hicieron que temas
como “Territorio Animal”, sonaran tan frescos e intensos como de
costumbre. Una nueva mirada sobre el material contenido en su ultima obra nos conduciría sobre los aromas festivos y un
pelín macarras, -por que no decirlo-, de “Llévame Contigo”, que conseguía que
la gente se pusiera a botar tarareando su pegadizo estribillo.
La
segunda y última concesión a su segundo trabajo “Revolución”, llegaría de manos
de otro tema en la que la audiencia volvería a ser pieza clave “Sigo Vivo”,
convirtiéndose en la antesala perfecta de la que fue una de las sorpresas de la
noche “El Knaya”, una pieza desternillante, ácida y divertida que, si la
memoria no me falla, no habían tocado en sus directos en la Ciudad Condal y que,
visto lo visto, tiene muchos números de convertirse en una imprescindible
dentro de sus descargas.
Con
una banda completamente desatada, a la que se veía disfrutar y divertirse al
máximo sobre las tablas, y con un publico muy animada y participativo llegaba
el momento de adentrarse en la recta final del show, y para ello que mejor que
uno de los temas fuertes de su anterior entrega “Santa Decadencia”, que sonó
potente y grandilocuente, con una base rítmica completamente demoledora junto a
una excelente interpretación de un Pedro
que acabó subido sobre la tarima central
para dirigir a toda la audiencia. La última bala en la recamara del sexteto
estaría reservada para los aromas baladísticos contenidos en “Déjame Soñar”.
No
tardarían mucho en retornar sobre las tablas acompañados de los cánticos de una
sala que coreó intensamente el nombre de la banda. Y es que si vibrante había
sido todo el show para los bises los catalanes se reservaron una tripleta
absolutamente incontestable, con la que se reivindicaron como banda de rock n
roll. Lejos de sus habituales versiones de los australianos Ac Dc, el sexteto
optó en esta ocasión por tributar homenajes a la banda de los hermanos de De
Castro, ofreciéndonos un rotundo “Resistiré”. Por si alguien no tenia
suficientemente claro que estos chicos están en plena forma y que no están
dispuestos a rendirse ante las adversidades la siguiente en sonar sería “No Nos
Van A Parar”. Mientras que la elegida para poner el broche definitivo a la
velada sería una de sus piezas más celebradas “Estrella Del Rock”, toda una
declaración de intenciones que servía para que toda la sala se pusiera a cantar
junto a un grupo completamente entregado que contó con la participación de Salva y Glory de Guadaña.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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