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jueves, 3 de marzo de 2016

OBUS-RAZZMATAZZ 2-BCN-27-FEB-2016


Siempre han estado en el ojo de huracán y, visto lo visto, parece que eso no va a cambiar. Obús están consiguiendo sacar partido a las críticas que ha suscitado esta nueva etapa de su carrera. Las apariciones televisivas de su frontman, su inesperado cambio de look, su nuevo recopilatorio con cuatro temas nuevos bajo los auspicios de Universal, el revuelo creado con sus últimos vídeo-clips… Pese a ello, nada parece haber cambiado en el seno de la formación madrileña que sigue fiel a sus principios y continua defendiendo, concierto a concierto, su estatus  de banda mítica dentro de la escena nacional.

En esta ocasión, la descarga del cuarteto madrileño estaba programada en la sala mediana del Razzmatazz, y como era previsible la audiencia de la capital catalana volvió a movilizarse, pese a la intensa tromba de agua que estaba cayendo, para corear junto al incombustible Fortu Sánchez  y al carismático  Paco Laguna algunos de los himnos imprescindibles de nuestro rock. En cuanto al público, lo cierto es que no me pareció muy diferente al de sus últimas visitas. Es decir, muchos veteranos roqueros, -algunos acompañados de sus hijos-, y algunos seguidores más jóvenes que han venido siguiendo su segunda etapa tras el parón de principios de los noventa.

Con un fantástico ambiente en el recinto, una extensa  introducción al más puro estilo del spagetthi-western nos ponía en sobre aviso de lo que estaba por llegar. Como en ellos suele ser habitual,  y tras caer un telón que ocultaba el escenario de miradas indiscretas, el cuarteto irrumpía en escena sonando potente y compacto, con Paco, -ataviado con su característica cruzada-, tirando del carro hasta la entrada de un elegante Fortu, -vestido con americana negra-, que rápidamente se convirtió en el centro de todas las miradas al subirse sobre una pequeña tarima desde la que atacó el primer clásico de la noche "Juego Sucio", que desataba la euforia y hacia rugir al respetable. En cuanto al set escénico fue muy similar al de sus últimas visitas, aunque en esta ocasión la batería de Carlos Mirat no estaba tan elevada, seguramente, a causa de las limitaciones del local. No hubo tiempo para charlas ni presentaciones durante el primer tramo del show, ya que la banda imprimió un ritmo muy intenso a su descarga, dejando claro que pese a su veteranía siguen estando en un excelente estado de forma, tal y como demostraron con "Más Que un Dios" que, con esa guitarra afilada y una descomunal base  rítmica, ponía a toda la sala a mover la cabeza hasta el desgarrador grito de un inconmensurable Fortu.

La fiesta no se detendría y casi sin darnos ni un segundo de tregua el vocalista recurriría a unas de su coletillas favoritas para ponernos a todos a dar palmas durante el arranque de “Necesito Más”, para rápidamente  ceder su puesto sobre la tarima central a Paco.  La comunión entre banda y público fue perfecta, así que con la gente entregada llegaba el momento de echar la vista atrás, concretamente a su debut de 1981, del que nos propusieron un despiadado y apocalíptico “Pesadilla Nuclear”, que conseguía elevar, aun más, la temperatura en una sala que se había convertido en una auténtica sauna.

Con ese punto macarra e irreverente que siempre le ha caracterizado, Fortu no vaciló a la hora de mostrarnos su dedo corazón durante el desarrollo de un coreadísimo “Que Te Jodan”, que se ha convertido en un clásico imprescindible en sus directos, contando entre sus seguidores con  un estatus similar al de cualquiera de sus clásicos de la década de los ochenta. Pero sin duda, uno de los momentos más trepidantes de la noche llegaría cuando el auditorio reconoció los primeros compases de ese himno generacional que es “El Que Más”, que provocaba la locura entre los presentes, y que nos dejaba la imagen de Fortu elevando su pie de micro para que fuéramos nosotros los encargados de corear su matador estribillo.

Sin abandonar el material de su tercer plástico, que publicaron en 1984, y que a la postre se ha convertido en el más laureado de toda su carrera, era el momento de vacilarnos con  “La Raya”, que ponía a sala a botar frenéticamente mientras el vocalista se paseaba altivo por el escenario tocándose la nariz. Tras semejante arranque, ¡por fin!, la banda nos daba un segundo de tregua para demandar nuestra colaboración antes de atacar ”Autopista”. Precisamente, una de las anécdotas de la noche sucedería durante este tema, ya que el vocalista cedió su micro a Paco para que entonara su estribillo, y el guitarrista se hizo el sueco ante la cara de sorpresa de  Fortu.

El único guiño del vocalista a su paso por los platos televisivos llegaría durante la interpretación de la emotiva “Complaciente O Cruel”, para la que, además de un grupo de atractivas señoritas, Fortu invitó a subirse al escenario a su gran amigo Nacho Vidal. Tras ablandar nuestros corazones, entre vaciles y sonrisas, los invitados abandonaban el escenario para que el cuarteto volviera a pisar el acelerador al máximo con la única pieza que rescataron del que hasta el momento es su último trabajo de estudio “Corre Mamón”, que volvía a poner a todo el mundo a cantar, mientras Paco y Fernando se hacían cargo de sus potentes coros.

La recta final  del show estaría reservada para uno de los temas emblemáticos de su carrera “Dinero, Dinero”, para el que el vocalista tuvo el detalle de acordarse de una de las formaciones que lo ha versioneado, los catalanes The Bon Scott Band. Tras hacernos cantar, una vez más, llegaba el momento de finiquitar el show, y que mejor elección que el poderoso tema que abría su debut, “Va A Estallar El Obús”, que hacia que la sala se viniera literalmente abajo antes de que el cuarteto firmara un apoteósico final.

Nunca fueron una banda más, siempre tuvieron ese punto de cercanía y originalidad que les diferenciaba del resto. Así que lejos de abandonar el escenario para regresar unos minutos después, en esta ocasión, fue Paco quien reprendió  al vocalista por querer retirarse a los camerinos. Aunque para los más nostálgicos, Juan Luis Serrano  y Fernando Sánchez siempre serán la base rítmica de Obús, lo cierto es que Carlos Mirat y Fernando Montesinos han conseguido hacerse un hueco en el corazoncito de los seguidores de la banda, de modo que también tuvieron tiempo de darse su particular baño de masas cuando entre ambos atacaron un pequeño fragmento del clásico de Motörhead ,“Ace Of Spades”, que se convertiría en el preámbulo perfecto para el vistoso solo del percusionista. Sí, efectivamente, estábamos en el tiempo de las presentaciones, y, como no podía ser de otra forma, no faltaron los vítores aclamando a un queridísimo Paco Laguna, ni el pino puente con el que Fortu deleitó a sus incondicionales. El broche definitivo a la velada lo pondría el imprescindible “Vamos Muy Bien”, que el vocalista interpretó enfundando en un chaleco tejano, repleto de parches y tachas, que alguien le lanzó desde las primeras filas.

Incombustibles, Obús regresaron a la Ciudad Condal y volvieron a dejar a su paso a una audiencia complacida y convencida. Curiosamente, la banda no interpretó ninguna de sus cuatro nuevas composiciones. Además, también se dejaron en el tintero de forma sorpresiva el material de “Segundos Fuera”, y como viene siendo habitual tampoco hubo ningún recuerdo a   “Otra Vez En La Ruta”. En cualquier caso, ninguna pega se puede poner al directo de una banda que lo dio todo en escena y mostró una excelente actitud. Aunque, teniendo en cuenta que venían sin teloneros,  me esperaba un repertorio algo más extenso.


TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ELENA MARCO

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