Siempre
he pensado que la mejor forma de testar el estado de salud de nuestra escena es
acercarse cualquier fin de semana a una
sala y presenciar la descarga de esas bandas que siguen
invirtiendo tiempo, trabajo y esfuerzo en dar a conocer su trabajo. En esta
ocasión, los protagonistas de esta velada de Sábado en la Sala 2 del Salamandra
eran 69 Válvulas, quienes recientemente publicaban su debut “180”, un trabajo
que destaca por la pegada de sus composiciones, la frescura de sus estribillos
y, sobre todo, la peculiar voz de su vocalista Romà Vila y la excelente labor a
las seis cuerdas de Is, consiguiendo dar a
cada tema un toque especial y característico. Pese a ser esta su noche
el cuarteto no acudiría solo a la cita, ya que para acompañarles contarían con
el concurso de los mataronense Aerial Blacked, que continúan sumando fechas a su
“Breaking Stones Tour”, mientras que los elegidos para romper el hielo y abrir
la velada serían, curiosamente, la banda más veterana de las tres que
integraban el cartel, Motto Perpetuo.
Con
algo de retraso sobre el horario inicialmente previsto saltaban a escena
vestidos de riguroso negro y acompañados de una intrigante introducción los
miembros de Motto Perpetuo. Liderados por una simpática y sonriente Mireia
Farré, el cuarteto se dedicó durante los primeros compases del show a repasar
algunos de los mejores momentos de su debut “Perpetual Time”, que vio a la luz
hace ya unos años, concretamente en 2009. De modo que no faltarían andanadas de
corte power metalero como “Angels
Memories” o las pinceladas góticas contenidas en “False Madness”, que servían
para poner de manifiesto las tablas y la veteranía del cuarteto.
Sin
duda uno de los principales activos de Motto Perpetuo es el tándem que forman
Mireia Farré y el guitarrista y alma-matter de la formación Jordi Fernández, ya
que mientras que la vocalista es la encargada de poner el toque de elegancia y
distinción con un registro potente y de corte operístico, el “hacha” es quien
se encarga de imprimir fuerza y personalidad a las composiciones, alternando
pasajes de alto octanaje metálico con desarrollos neo-clásicos. Tal y como nos
comentó Mireia la banda ha estado un tiempo fuera de circulación, pero esto no
quiere significar que hayan dejado de trabajar en el local de ensayo, así que
durante su presentación aprovecharon para estrenar algunas de las composiciones que formaran
parte de su próximo trabajo.
“Fight
On Fire”, fue la primera novedad de la noche, y rápidamente pudimos observar
que la banda, pese a no desmarcarse de lo propuesto en su debut, ha
profundizado en su faceta mas sinfónica, mezclando de forma solvente la
luminosidad de sus estribillos y la rotundidad de unos pasajes instrumentales
compactos y precisos. Con una ambientación completamente diferentes llegaría el
momento de “On The Edge”, que tal y como nos comentó Mireia pasa por ser el tema más oscuro que
han escrito hasta el momento, y para el que la vocalista dejó de lado su habitual
sonrisa para concentrarse en una dramática interpretación.
Curiosamente,
el momento más flojo de su actuación llegaría con la versión “The Best” de Tina
Turner, que personalmente no me acabó de convencer, ya que note a Mireia algo
forzada al tratar de rasgar en exceso su registro. Afortunadamente, la banda no
tardaría en volver a la buena senda, apostando por recabar la complicidad de la
audiencia durante “Summer Storm”, con la que volvían a ofrecernos otra
demostración de clasicismo powermetalero.
Antes
de encarar la recta final del show el cuarteto todavía tendría tiempo de
solicitar nuestra colaboración para formar parte de la campaña de crowdfunding
que en breve iniciaran y que servirá para sufragar los gastos de su nuevo trabajo. El broche definitivo para una descarga cargada de intensidad y magia
estaría reservada para la pegadiza “The Word´s I Didn´t Told You”, y la final
“Inmortal Wings”.
En
la variedad está el gusto, o eso dicen… Así que tras dejarnos imbuir por el
torbellino power/ sinfónico que nos propusieron
Motto Perpetuo llegaba el momento de cambiar radicalmente de registro y
adentrarnos en la propuesta ambigua y heterogénea que nos ofrecían Aerial Blacked. Y es que si algo caracteriza
el sonido de la formación mataronense es la amplitud de miras, ya que lejos de
encerrarse o dejarse encasillar dentro
de un estilo determinado, el cuarteto sabe como
moverse a la perfección por diferentes registros, explayándose con
soltura y determinación por territorios tan a priori dispares como son el metal
alternativo, el hard rock tradicional, o
los pasajes progresivos, aunque sin renunciar nunca a una potencia descomunal,
que en algunos momentos llega a ser casi
fronteriza con el thrash metal.
Con
mucha fuerza y muy motivados el cuarteto saltaba a escena con el cuchillo entre
los dientes dispuesto a aprovechar al máximo su tiempo para captar nuevos
adeptos a su causa. Liderados por su vocalista y guitarrista Héctor la banda no
tuvo ningún tipo de problemas para conectar con una audiencia que les fue afín
y que parecía conocer sus composiciones al dedillo, de modo que la noche arrancaba de la mejor
manera gracias a la conexión que el cuarteto supo crear con sus seguidores al
pisar el acelerador a fondo en temas como “The Edge Of Death”. La encargada de
hacernos recuperar el aliento tras un arranque verdaderamente imparable sería
“Kenyon”, que con su densidad melódica servía para que el cuarteto se adentrara
en tesituras más groovies.
El
encargado de hacer que el show volviera a recobrar su trepidante ritmo sería el
primer single de “Breaking Stones”, “The Radar”, un puñetazo directo y
certero con el que el cuarteto volvía a
poner las cartas sobre la mesa apostando por un tema mordaz y salvaje, con
Héctor rasgando sus cuerdas vocales mientras sus compañeros se dedicaban a machacar sus instrumentos para contagiar a una audiencia cada vez más participativa. Aunque sin duda fue el vocalista quien se llevó la mayoría de las
miradas, con su actitud salvaje y sus excelentes formas como frontman, lo
cierto es que gran parte del peso de la banda recayó sobre su batería Gustavo,
quien nos ofreció todo un recital, alternando acometidas salvajes con pasajes
más densos y cadenciosos, tal y como sucedió a lo largo de “Queens Of Nowhere”,
que nos mostraba la facerta más alternativa del cuarteto.
Pese
a que el grueso del repertorio estuvo centrado en el material de su primer
largo, los mataronenses no quisieron dejarse en el tintero algún guiño hacia el
material contenido en su anterior Ep de 2013, de modo que no faltaría la rabia
desatada contenida en el macarra e irreverente “Fucking Machine”, que se
convertiría en la antesala perfecta para una fantástica versión del clásico de
Guns N Roses “You Could Be Mine”, que no hacia más que calentar los ánimos en
una sala de lo mas animada.
Para
sacar a relucir su vertiente más corrosiva y cercana al punk la formación optaría
por la bronca pieza que cierra su trabajo “Gasoline” y la combativa “Rebellion”,
mientras que la elegida para cerrar su descarga, con Héctor dejando a un lado
su guitarra para concentrarse en su papel de frontman, optarían por toda una
declaración de intenciones como fue “Rock & Pain”. Tablas, calidad y, sobre
todo, actitud. Aerial Blacked son una bomba de relojería en directo, yo si
fuera tú no dejaría pasar la oportunidad de verles en directo.
Tras
un vertiginoso cambio de equipo todo parecía preparado para que los protagonistas de la velada, 69 Válvulas,
tomaran el escenario para presentar en sociedad las composiciones de su trabajo
“180”. Ante una sala expectante, repleta de conocidos y amigos, el cuarteto
apareció tomaba posiciones motivado y dispuesto a dejar una magnifica impresión
entre los que se acercaron a verles, de modo que la encargada de abrir fuego
fue “Si No Te Vuelvo A Ver”, una magnifica elección para arrancar el show ya
que durante su desarrollo pudimos ver muchos de los elementos que marcan la
propuesta de los catalanes: una base rítmica compacta y muy marcada, un
vocalista con un timbre personal y muy característico, unas buenos estribillos
corales y, como no, un guitarrista hábil y técnico que nos ofreció todo un
recital a la hora de atacar su instrumento.
Desafortunadamente,
a diferencia de lo que sucediera durante las actuaciones de Mutto Perpetuo y
Aerial Blacked, el sonido no acompañó al cuarteto, por lo que tuvieron que
lidiar con algunos problemillas técnicos durante la primera parte del show. Pese
a ello, 69 Válvulas no se desanimaron y siguieron desgranando algunos de los mejores temas de su
debut, dejando unas fantásticas sensaciones al recurrir a su faceta más heavy metalera en temas como el
que abre el disco ,“Dogma”, que servía para que Romà nos obsequiara con una colección de agudos. También tendría ocasión el vocalista de
mostrarnos sus buenas formas como frontman durante los prolegómenos del melódico
medio tiempo “Jungla De Cristal”, en la que pondría a todos los presentes a dar
palmas acompañando su emotivo desarrollo.
El
cambio de tercio llegaría en la extensa introducción que serviría como
preámbulo del cachondo “Pescadero”, del que Romà nos desgranó su historia
mientras su compañero el bajista Fonx, aprovechaba para maquearse y lucir en
escena el uniforme de pescadero (delantal, gorro y guantes incluidos). Como no
podía ser de otra manera la pieza fue una de las mas celebradas y coreadas de
la noche, demostrando que tiene visos de convertirse en una pieza clave en sus directos. El retorno sobre la
sonoridad más habitual del cuarteto estaría marcada por los potentes riffs de
“Sobre Un Duende”, con la que la banda volvía a pisar el acelerador al máximo.
Para
encarar la recta final del show su bajista volvería a caracterizarse
nuevamente, escogiendo en esta ocasión unos cuernos al mas puro estilo Angus Young
para atacar “Súcubo”. La última ocasión de cantar junto a Romà estaría
reservada para los rotundos estribillos del adictivo “Pisa Fuerte”, que se
convertiría en otro de los momentos álgidos del show. Lamentablemente los
retrasos acumulados acabaron obligando a la banda a tener que acortar su
repertorio, con lo que se quedaron fuera algunos temas que debían haber sonado.
Pero antes de dar por concluida su descarga todavía nos presentarían un cover,
concretamente una versión convenientemente roquerizada de “Superstitious”, que significaría la
guinda perfecta para una velada que sirvió para poner de manifiesto que
nuestras bandas siguen trabajando duramente para sacar la cabeza de los locales de ensayo y tocar en directo… aunque muchas veces parece que el público lo ignore.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario