Mientras las bandas internacionales
continúan acaparando la atención del gran público, nuestros grupos siguen batallando
y uniendo esfuerzos para ofrecernos atractivos carteles que consigan arrastrar
a la gente a las salas para hacer que su propuesta llegue a todos los rincones
del país. Dos bandas jóvenes, con hambre de carretera y con dos buenos trabajos
que presentar arribaban a la Sala Bóveda de la Ciudad Condal. Por un lado los
barceloneses Mean Machine regresaban a casa para volver a volarnos la cabeza
con las humeantes composiciones que forman su segundo esfuerzo "Bartardized
Mean City". Mientras que los encargados de cerrar la velada serían los
madrileños Leather Heart quienes
desplegarían todo su potencial clásico para ofrecernos un exhaustivo repaso a
su flamante trabajo “Comeback”.
No llegaban solas ambas formaciones a
su cita con el público barcelonés, ya que para calentar el ambiente y ejercer
como anfitriones contaríamos con el concurso de una formación con tablas y que
esta llamada a convertirse en un nombre importante dentro de la escena
catalana, Dr. X. Con cambios con respecto a la última vez que un servidor tuvo
ocasión de verles en directo, los barceloneses
se presentaban en formación de cuarteto para compartir con nosotros
algunas de las composiciones que formarán parte de su inminente debut “Reborn”.
Ante una sala todavía poco concurrida Alba Karry y sus muchachos aparecían en
escena para dejar que las melodías de "Ballad Of A Dead Man" y la
propia "Reborn", fueran las elegidas para romper el hielo, plasmando
la evolución que ha seguido una propuesta que ha virado desde los cánones del
clasicismo heavy metalero hasta derroteros más técnicos y de corte progresivo.
Aunque la banda empezó un tanto fría,
lo cierto es que a medida que fue avanzando el show se fueron entonando,
gracias en gran medida a la entusiasta respuesta de algunos fans de las
primeras filas y, sobre todo, a la garra y la actitud que confirió Alba durante
la interpretación de temas como "7th Life", en la que no dudó en clavar
su rodilla en el suelo para conceder a su puesta en escena unas mayores cuotas
de dramatismo. Pese a que el repertorio estuvo centrado en el material que
formara parte de “Reborn”, que se publicara el próximo 7 de Julio, tampoco
quisieron dejar de lado la inmediatez de los estribillos contenidos en la
hímnica "Hungry For Metal", que provocaba que gran parte de los
presentes alzará sus puños al aire.
El contraste y la evolución que ha
seguido la propuesta de la banda quedaría plasmada en los enrevesados
desarrollos que marcarían piezas como el camaleónico "Forevermore",
que denota la técnica y la calidad de una banda que no para de crecer y mejorar
día a día. Mezclando contundencia y melodía la velada proseguiría con el
poderoso uptempo "Black Pearl", con la base rítmica marcando
expeditivamente sus tempos mientras Alba nos ofrecía otra demostración de
potencia y sensibilidad.
Una última mirada sobre su EP de
presentación "Meet The Doctor", nos abocaría sobre la solidez
metálica que desplegaron en "God
Bless Hell", aunando las gargantas de todos presentes antes de que Alba
nos presentara al resto de sus
compañeros. Para poner el punto y final a su descarga el cuarteto optaría por
una doble ración de covers: un expeditivo "Man On The Silver
Mountain" y un inesperado y roquerizado "Beat It", que hacia que
los mas animados movieran las caderas siguiendo su potente estribillo y su
pegadiza melodía central. Llevan tiempo mostrando su potencial en los
escenarios barceloneses, en tan solo unas semanas su debut estará listo para
ver la luz, así que esperemos que “Reborn” tenga la acogida que se merece.
Para los que amamos la música resulta
evidente que la actitud es casi tan importante como la calidad de las propias
canciones, y más a la hora de los directos. Y esa precisamente es la clave y el
motor que mueve a una banda como Mean Machine. Desde sus comienzos este ruidoso
trío barcelonés siempre se ha caracterizado por tocar a un volumen atronador y
protagonizar unas actuaciones repletas de rabia, intensidad, feeling y, ante
todo, un espíritu salvaje y roquero que les ha servido para conectar con audiencias
de lo más dispares y heterogéneas. Hacia tan solo unos meses que Mean Machine
habían estado en la Sala BeGood presentando su segundo largo ”Bastardized Mean
Machine”, pero si en aquella ocasión la sala no estuvo a la altura, en su show
de esta noche el trío pudo resarcirse y conectar
plenamente con un público que vibró intensamente con cada uno de sus
guitarrazos y sus adictivos estribillos.
Sin grandes aspavientos y ante la
sobriedad de un escenario únicamente engalanado con un pequeño telón de fondo
aparecían en escena Raúl, Marc y Juan Pedro para dejar las cosas bien claras
desde el minuto uno del show, dejando que fueran los hirientes guitarrazos de
la novedosa “Welcome To The B.M.C.” los encargados de darnos la bienvenida a su
show. Y fue a partir de este momento cuando la banda se dedicó a volarnos la
cabeza a base de explotar al máximo el potencial metalero contenido en piezas como
“The Black Motorcrew”, o la novedosa “Outburst Of Dust”, que servían como
excusa para espolear al máximo a un Raúl
Mesa absolutamente desatado, que acabó revolcándose por el suelo mientras no
dejaba de aporrear su maltratado bajo.
Habiendo visto a la banda en
repetidas ocasiones a lo largo de los últimos años, cada vez tengo más claro
que el trío funciona como un equipo compacto y perfectamente equilibrado, ya
que mientras Raúl es el encargado de poner la rabia y la alocada actitud
roquera que tanto gusta a sus seguidores, Juan Pedro es el encargado de poner
esas notas de sobriedad, dejando unas magnificas sensaciones al abordar temas
como “Ridin´ The Iron”, en los que la banda levanta ligeramente el pie del
acelerador para ahondar en su faceta más melódico. La tercera punta de este
tridente absolutamente arrollador es el batería Marc Tapies, quien desde su
escueto kit cimenta de forma incontestable trallazos humeantes como el
vertiginoso “Booze ´Till Destruction”.
Pero estaba claro que todo no iba a
ser velocidad a lo largo de su actuación, de modo que la encargada de hacernos
recuperar el aliento, mientras nos sumábamos a corear su adictivo estribillo,
sería el garajero “Midnight Rock N´ Roll”, con la que Raúl demostraría sus
magnificas aptitudes como frontman dirigiendo a todos los presentes. Pese a que
su nuevo trabajo, “Bastardized Mean City”, tuvo un protagonismo destacado a lo
largo del show, los barceloneses no se dejarían en el tintero varios recuerdos
a su debut de hace un par de años “Livin´ Outlaw”, de modo que no faltarían los
aromas festivos de “I Was Made For Rock N´Roll”, que se ha convertido ya en uno
de sus himnos imprescindibles en sus directos. Sin abandonar ese actitud
descarada y un tanto macarra Raúl no se cortaría a la hora de presentarnos el
siguiente tema “All Acces Denied”, con la que regresaban al material de su
nueva obra mientras el extrovertido frontman nos hacía participes de sus correrías
nocturnas.
Para encarar la recta final de una actuación
que fue claramente de menos a más, el trío apostaría por la inmediatez de su
material más clásico, dando cancha a los
poderosos estribillos del adictivo “Ain´t no Justice (But The Death)”, que
protagonizada por ese humeante duelo entre la guitarra y el bajo se convertiría
en la antesala perfecta de una de las piezas más antiguas que interpretaron
“Live & Proud”, que daba titulo a su segundo EP. Pero lejos de amainar, la
tormenta estallaría definitivamente cuando el trío volvió a pisar el acelerador
al máximo para “Struck By The Rhythm”.
Como suele ser habitual en todos sus
directos antes de marcharse definitivamente todavía tendrían tiempo de rendir
pleitesía a uno de sus máximos referentes Motörhead, rescatando la pieza que
presta su nombre a la banda “Mean Machine”. Mientras que la elegida para cerrar
su descarga por todo lo alto sería el primer single de su anterior redondo, el
siempre corrosivo e imparable “We Want Violence”, toda una declaración de
intenciones que servía para que el trío abandonara el escenario dejando tras de
si a una audiencia desolada, con las cervicales y las cuerdas vocales más que
tocadas.
Pese a su juventud los madrileños Leather
Heart se han ganado una excelente reputación gracias a la potencia de sus
directos y a calidad de una propuesta que bebe directamente de las fuentes clásicas
del heavy metal. Ataviados con una estética propia de la década de los ochenta
el quinteto tomaba posiciones para dar el pistoletazo de salida con un primer
recuerdo hacia su primer EP homónimo con "Take My Breath Away", dejando que
los potentes riffs de Jorge y Alejando nos invitaran a sumergirnos en una
frenética sesión de headbanger mientras Adrián se convertía en el nexo de unión
perfecto entre la banda y sus
seguidores, mostrando un dominio absoluto del escenario y del tempo de show.
Precisamente ese ritmo dinámico sería lo que marcaría todo su show, propiciando
que temas como el hímnico "Destiny", se convirtieran en la excusa
perfecta para hacer que la gente se animará a la hora de corear sus adictivos
estribillos.
Durante los últimos meses,
especialmente desde la publicación de "Comeback", la banda no ha
parado de tocar directo, y ese rodaje y esas tablas se notan en la confianza y la
soltura que ha adquirido la banda en vivo. Especialmente reseñable me pareció
el tándem que formaron Alejandro, que nos ofreció todo un recital a la hora de
atacar sus seis cuerdas; y Adrián, que supo alternar a la perfección los tonos
melódicos con esos registros más afilados que marcarían temas como el primerizo
"Black As Night", que servía para reivindicar sus influencias más
clásicas y deudoras de la N.W.O.H.M., mientras el escenario quedaba cubierto
por una densa cortina de humo. Tampoco faltaría esa vertiente más melódica y
hard roquera que impregnaría el medio tiempo "Depths Of Space", con
el que rebajaban mínimamente el nivel de intensidad para permitirnos recuperar
el aliento.
Con las primeras filas coreando
intensamente el nombre de la banda y tras agradecernos una vez más nuestro
apoyo y nuestra presencia, la banda proseguiría su descarga con uno de los
puntos álgidos de su debut "Hopeless Sinner", que nos dejaría a un
Alejandro absolutamente desatado exprimiendo al máximo su instrumento para provocar el delirio de
todos los presentes. Con un bagaje y unas influencias tan clásicas, estaba
claro que los madrileños no se dejarían en el tintero alguna versión, y en esta
ocasión la elegida para ponernos a todos a cantar sería el "Danger Zone" de los míticos Black
Sabbath.
Para cambiar radicalmente de registro
y mostrarnos que la banda no ha dejado de evolucionar desde sus inicios optarían
por el complejo "The Crow",
que arrancaría lentamente con toda la banda de espaldas para ir ganando en
intensidad y dramatismo. Sin apenas concedernos ni un segundo de tregua
llegaría el momento de abalanzarse sobre la trepidante "Reckless",
todo un derroche de garra, actitud y heavy metal que caló hondo entre unos
incondicionales que no se cortaron a la hora de corear su melodía siguiendo las
directrices que nos marcaba Adrián. Una nueva mirada sobre su EP de debut nos abocaría
sobre la envolvente "Nightmare
Town", propiciando que el ambiente no decreciese ni por un instante.
Los madrileños estaban cuajando una
excelente actuación, y eso se notaría en la conexión con unos seguidores que
apoyaron al máximo durante toda la velada. Así que antes de retirarse por
primera vez a los camerinos todavía tendrían ocasión de desgranar los
melancólicos desarrollos de la emotiva "Don' t You Go" antes de
darnos la estocada definitiva con esa rotunda base rítmica marcado frenéticamente
el tempo del melódico “Comeback”.
Para su retorno sobre las tablas se
reservarían una de sus piezas más celebradas la propia "Leather
Heart", mientras que la elegida para cerrar la velada por todo lo alto,
poniendo manifiesto su gusto por el heavy metal más clásico y tradicional,
sería "Kill The King", que volvía a aunar las voces de todos los
presentes para protagonizar un final épico.
Mucho se puede debatir sobre el
relevo generacional de una escena que parece nutrirse de los mismos nombres de
siempre, pero lo que pudimos constatar con esta triple descarga en la sala Bóveda
de la Ciudad Condal es que, afortunadamente, tenemos una buena cantera de nuevos
valores aguardando a que el público les de esa oportunidad que se merecen y que
ya se han ganado a pulso a base de duro trabajo, dedicación y tocar en directo.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
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