El verano es época de festivales, y
aunque según el calendario aún no hemos llegado a la estación estival
coincidiendo con la llegada de la primera ola de calor arrancaba el Vilanova
Classic Rock, una nueva cita en la que en diferentes jornadas podríamos
disfrutar de las actuaciones de artistas como Uli Jon Roth, Band Of Friends,
Legends Of A.O.R., Praying Mantis... Aunque el grueso de las descargas tendrían
lugar en Vilanova I La Geltrú, la organización había dispuesto que la velada
que protagonizarían The Quireboys tuviera lugar el la Sala mediana del
Razzmatazz de la Ciudad Condal.
Una nutrida representación de turistas
que arribaron al local en varios autobuses, propiciaron que los alrededores del
recinto presentaran un fantástico ambiente en los minutos previos al arranque
del show. Sin duda la presencia de los incombustibles The Quireboys
representaba un atractivo aliciente para un público, mayoritariamente
británico, que vibró intensamente al corear junto al incombustible Spike
algunos de los temas emblemáticos de la carrera de los londinenses.
No sería este el único reclamo de la
noche, ya que para calentar el ambiente contaríamos con el concurso de las
míticas Rock Goddess, que enarbolarían sin complejos la bandera de la
N.W.O.B.H.M., mientras que los elegidos para inaugurar la fiesta serían The
Goldem Grahams, quienes nos ofrecerían un detallado repaso a su último trabajo
"Deer Avenue".
Con la gente todavía accediendo al local
el trío capitaneado por el guitarrista Brian Nonell aparecía en escena
acompañado de una grandilocuente introducción para dejar que el estallido
inicial y una abundante lluvia de confeti sirvieran como preámbulo perfecto
para una actuación eléctrica, marchosa y entretenida.
Si ya en su primer largo The
Golden Grahams demostraban su calidad y su apuesta decidida por el clasicismo
roquero, en directo la banda se crece y consigue sonar más potente y rotunda,
tal y como demostraron al atacar trallazos incontestables como "Bright
Horns", que se convertiría en la excusa perfecta para que los más
marchosos se animarán a mover los pies.
Aunque fue el alma-matter del trío, el
guitarrista Brian Nonell, fue quien se llevó la mayoría de las miradas, con su
actitud y su adrenalítica puesta en escena, lo cierto es que sus
compañeros el batería Gerard Halfville y el bajista y vocalista Eddy Ray
hicieron una soberbia actuación, sumándose a la fiesta para hacer que temas
como "Lone Woman" escenificarán la comunión perfecta entre banda y
público.
Sin duda uno de los momentos más
calientes de la actuación de The Golden Grahams llegaría acompañado del
pegadizo "Puppets", durante la que Brian abandonó el escenario para
recorrer la sala y continuar su particular show encaramado sobre la barra del
local mientras sus compañeros se dedicaban a marcar el ritmo del tema.
Corta,
muy corta se nos hizo la descarga del combo catalán, pero antes de poner el
broche definitivo a la velada todavía tendríamos ocasión de degustar “My
Bitch”, para la que Nonell cambio su vistosa chaqueta roja por una de pelaje
marrón. Tablas, calidad y una apuesta decidida por el rock n roll fue lo que
nos ofrecieron The Golden Grahams, una banda que es sinónimo de buen directo,
actitud y, sobre todo, diversión.
No hacia mucho tiempo que la formación
de las hermanas Turner pisó los escenarios de la capital catalana dejándonos
unas magníficas sensaciones, por lo que su participación en este Vilanova
Classic Rock resultaba una oportunidad inmejorable para volver a escuchar un repertorio
plagado de piezas de su fantástico debut homónimo. Con las pilas bien cargadas
y con esa formación clásica de power-trío, las británicas irrumpían en escena
dispuestas a roquear con fuerza, noqueándonos en el arranque con la fiereza
metálica que exhibieron en "Satisfied Then Crucified" y
"Heartache", con las que dejaban claro que la banda no ha perdido ni
la pegada ni la actitud de sus primeros años.
Sobrias, potentes y muy dinámicas en
escena, Rock Goddess no tuvieron dificultades para conectar con una audiencia
veterana que demostró conocerse al dedillo cada una de las estrofas de
"You' Ve Got Fire" o el medio tiempo "To Be Betrayed". Con
la gente completamente volcada, el trío continuaría desgranado temas
imprescindibles en su repertorio como "My Angel" o "Take Your
Home Away".
A medida que fue avanzando la descarga
la gente se fue animando, así que la recta final del show estaría marcada por
la rotunda declaración de intenciones que significó "Heavy Metal Rock N´
Roll", con toda la sala levantando los puños al aire para corear su
estribillo, y la incisiva "Bite You To Death". Para rubricar una
descarga marcada por la fidelidad a sus raíces, Rock Goddess optarían por una
de las piezas más destacadas de "Young And Free", "Love Is A
Bitch", que les servía para retirarse acompañadas de una rotunda
ovación.
Señoras y señores bienvenidos al gran
circo del Rock n´ Roll. Nacidos durante la década de los ochenta The Quireboys
fueron considerados una de las últimas bandas clásicas nacidas en la vieja Inglaterra.
Sus electrizantes directos, sus composiciones impregnadas de sabor a bourbon y
olor a nicotina se convirtieron rápidamente en el reclamo perfecto para una
generación de roqueros habida de nuevos valores en una escena que empezaba a
declinar. Asiduos habituales de nuestros escenarios, Spike y sus muchachos
demostraron estar en plena forma, con ganas de pasarlo bien y contagiar a un
público que se mostró absolutamente entregado con ellos.
Elegantemente vestido, con un impoluto
traje blanco y luciendo su inseparable pañuelo anudado en la cabeza, el
vocalista aparecía en escena, bebida en mano, para darnos las bienvenida antes
de convertir el recinto en una fiesta con los primeros compases de "Two
Much Of A Good Thing". Acompañado por la misma formación que le ha
escoltado en sus últimas visitas, la banda se mostró sólida y muy compacta,
proponiéndonos un show variado, en el que repasaron muchos de los grandes
himnos que han facturado a lo largo de su longeva carrera, aunque obviamente el
sprint final estaría reservado para las composiciones de su debut “A Bit What
You Fancy”.
Con un Spike descomunal, perfecto en su
papel como maestro de ceremonias, que no paró de animar al personal
y bailar con su pie de micro mientras nos invitaba a sumarnos
a "Misled”, haciendo que la sala se viniera literalmente abajo.
Con ese aroma de genio despistado, el carismático frontman supo manejar a la
perfección el timing del show, intercalando viejas favoritas con temas más
recientes como "Gracie B", que lejos de hacer que el ambiente
decreciera servirían para que la gente se desgallitara coreando cada una de sus
estrofas ante la socarrona sonrisa de un Spike complacido.
Una tras otra las composiciones de los
británicos caían sobre la audiencia como mazazos incontestables, pero sin duda
fue a la hora de atacar piezas como "This Is Rock N´ Roll", cuando la
banda consiguió conectar con la audiencia. Algo menos macarra y con un toque
más elegante y distinguido sonaría "Mona Lisa Smiled", con la que nos
retrotraían a su trabajo de 2008 “Homewreckers & Heartbreakers “.
Aún más atrás en el tiempo, concretamente a los tiempos de su segundo redondo
“Bitter, Sweet And twisted”, nos conducirían los aromas clásicos del siempre
efectivo "Tramps & Thieves", todo un derroche de garra
e intensidad roquera que nos flanqueaba la puerta de acceso hacia una recta
final absolutamente memorable.
Tras un concierto caliente, divertido y
cargado de feeling, por fin, llegaba el momento que muchos habían estado
esperando, y en honor a la verdad cabe remarcar que los londinenses supieron
guardarse una buena retahíla de himnos para cerrar la velada por todo lo alto.
La encargada de hacer que toda la gente se arrancará a cantar sería "Hey
You", con Spike elevando su pie de micro al aire para que la audiencia
hiciera suyo su estribillo. Sin abandonar el material de su debut llegaría el
momento de "Sweet Mary Ann". Mientras que la elegida para poner el
punto y seguido al show sería una marchosa y adictiva "7 O´ Clock".
A media luz, creando un ambiente casi
más propio de pub que de sala de conciertos, Spike regresaba junto a su
inseparable escudero Guy Griffin para firmar con su ronca y rasgada
voz la sentimental "I Dont Love You Anymore". Pero evidentemente, la
fiesta no podía terminar así, todos sabíamos que todavía faltaba algo para
redondear la velada, de modo que la puntilla definitiva para esta celebración
roquera de alto voltaje estaría reservada para la inigualable "Sex
Party", que una vez más volvía a caldear los ánimos entre todos los
presentes.
Poco más se puede decir que no se haya
dicho ya de Spike y sus secuaces, los que han tenido ocasión de verlos en
directo ya saben a lo que me refiero. Únicos, mágicos e irrepetibles, The
Quireboys volvieron a protagonizar una brillante descarga en la Ciudad Condal,
demostrando que son una banda indispensable dentro del hard rock actual.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
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