Al
igual que sucediera en la jornada inaugural, para abrir en este tercer y último
día de festival contaríamos con el concurso de un grupo local, los thrashers
Alyanza. Aunque debido al retraso en la apertura de puertas muchos no pudimos
presenciar los primeros compases de su actuación, lo cierto es que los
catalanes supieron aprovechar al máximo sus treinta minutos de show. Bien
respaldados por una nutrida representación de familiares y amigos, el cuarteto
nos ofreció un repertorio basado en las composiciones de su segundo trabajo “A
New Beginning”.
Sobreponiéndose
al intenso calor, a las dimensiones del escenario, y a un recinto prácticamente
vacío, los badaloneses nos dejaron una buena muestra de su thrash metal “old
school”, ofreciéndonos una sucesión de abrasivos riffs que nos hicieron mover
la cabeza intensamente siguiendo temas como “Soul Wandering” o “We Are Dead”,
poniendo de manifiesto la influencia de bandas como Kreator.
De
su debut “Mind Control” rescatarían “Lost Behind The Silence”, e incluso
tendrían tiempo para ofrecernos un adelanto del material que formara parte de
su próximo trabajo con el tema “We Are All”. Varias fueron las ocasiones en las
que su vocalista y bajista, Andrés, se dirigió a los presentes para
agradecernos nuestra presencia, como sucedió antes del sprint final que
protagonizaron la incendiaria “Revolution” y “My Ashes Reborn”.
ECLIPSE
Sin
duda la primera cita ineludible para todos los seguidores del hard rock
melódico era la presencia de los suecos Eclipse. Poco a poco y sin hacer mucho
ruido la formación capitaneada por el vocalista Erik Martensson y el guitarrista
Magnus Henriksson está consiguiendo hacerse un hueco dentro de la escena
europea, algo que se notó en la numerosa cantidad de seguidores que desafiando
el intenso calor se dieron cita para seguir su actuación.
Con su último trabajo “Armageddonize” ya muy rodado el cuarteto de Estocolmo consiguió enganchar a la gente gracias a la calidad de sus composiciones y a los incontestables estribillos contenidos en piezas como la inicial “I Don´t Wanna Say I´m Sorry”, que se convertiría en la excusa perfecta para que Erik aunara nuestras voces. No sería este el único momento del show en el que el vocalista solicitaría nuestra colaboración, ya que en temas como “Battlegrounds” o “Blood Enemies” el concurso del público resultó fundamental.
Mientras
Erik, -ataviado con chaqueta negra y gafas de sol-, se convirtió en el centro
de gran parte de las miradas, gracias a su enérgica puesta en escena; el
encargado de poner la nota de distinción y clase fue su compañero Magnus
Henriksson, dejando muestra de su calidad con los aromas sureños contenidos en
la deliciosa “Breakdown”, o en el fantástico solo que nos ofreció a lo largo de
“The Storm”.
La
faceta más potente del combo sueco quedaría rubrica por los potentes riffs de
la vitalista “Ain´t Dead Yet”, mientras que la escogida para ponernos a todos
nuevamente a saltar sería una de la bazas fuertes de su anterior redondo,
“Bleed & Scream”. El tándem escogido para rubricar su fantástica actuación
estaría formado por “Runaways”, protagonizada por la entrega de un Erik que no
paró de correr por el escenario buscando la complicidad de la audiencia, y la
inevitable “Breaking My Heart Again”.
Tienen
clase, calidad y unos temas con gancho que consiguen contagiar de buen rollo y
vitalidad al oyente. Sí siguen por esta senda están llamados, junto a sus
compatriotas H.e.a.t, a convertirse en la punta de lanza del hard rock europeo.
En definitiva, que el combo sueco consiguió colmar las expectativas de sus
seguidores y llamar la atención de los que todavía no les conocían.
THE
ANSWER
Parece
mentira como pasa el tiempo. Aún recuerdo como unos jovencísimos The Answer se
presentaron en Barcelona acompañando a los míticos Ac Dc. Durante aquellos
conciertos fuimos muchos los que nos quedamos con el nombre de una banda que
proponía un sonido a medio camino entre el blues, el rock y la psicodelia, todo
ello aderezado por un fantástico vocalista que parecía sacado directamente de
una comuna hippie. Pese a que la banda ha seguido publicando trabajos como
“Revival”, “New Horizon” o “Raise A Little Hell”, lo cierto es que los
norirlandeses parecen haber dejado pasar el tren de las grandes oportunidades y
actualmente tienen que conformarse con tocar ante audiencias más reducidas y
selectas.
Precisamente
a lo largo de este 2016 se conmemora el décimo aniversario de su debut “Rise” y
para celebrarlo junto a sus seguidores el carismático Cormac Neeson y sus
muchachos nos tenían preparado un vibrante show que estaría marcado por el
material que contenía su opera prima. Con un escueto “Hola” y luciendo un
sombrero, el vocalista aparecía en escena para poner a la gente en movimiento
con “Under The Sky”, dejando claro que el tema ha conseguido superar el
inexorable paso del tiempo, ya que sigue sonando igual de marchoso y adictivo
que antaño.
Tras
los habituales saludos el show proseguiría con los aromas setenteros de “Never
Too Late”, con la que nos traerían al recuerdo a bandas como los añorados The
Black Crowes. Incansable y muy dinámico, el vocalista no dejó de deleitarnos
con sus espasmódicos bailes mientras nos invitaba a sumarnos a la fiesta en
temas como el eléctrico “Come Follow Me”. Pese a que debo reconocer que me
hubiera encantado escuchar cortes como "Demon Eyes” o “On And On”, ambos
de su segundo trabajo “Everyday Demons”, lo cierto es que el cuarteto acabó
completando una descarga de lo más compacta y entretenida, consiguiendo
mantener el nivel de intensidad durante todo el show gracias a los rotundos
estribillos de temas como “Into The Gutter”.
Pero
no todo iban a ser guitarrazos de esencia hard roquera, de modo que para
equilibrar su descarga no faltarían los aromas sureños contenidos en
“Preachin´”, ni las ambientaciones más intimistas y casi souleras de la
novedosa “Thief Of Light”. No sería esta la única pieza que los de Newcastle
nos presentaron de lo que será su nuevo trabajo que vera la luz el próximo mes
de octubre, ya que para rubricar su descarga optarían por la composiciones que
le prestará título, “Solas”.
Grata
sorpresa la que representó para muchos este reencuentro con The Answer tras
perderles la pista después de sus conciertos abriendo para la banda de los
hermanos Young. Esperemos que las buenas sensaciones que dejaron a su paso por
esta tercera edición del Rock Fest sirvan para que los norirlandeses puedan
tocar en salas de mayor aforo cuando regresen el próximo mes de Diciembre para
presentar su nuevo trabajo “Solas”.
CANDLEMASS
Si
las primeras actuaciones de bandas internaciones en esta tercera jornada habían
estado marcadas por las sonoridades hard roqueras , con la llegada de los
suecos Candlemass la cosa cambiaria radicalmente de registro, ya que los
maestros de la oscuridad aparecerían en escena, a plena luz del día, para
reivindicarse como uno de los precursores de las sonoridades más tétricas y
doom metaleras. En esta ocasión el motivo de su visita era la edición de su
último EP “Death Thy Lover”, que han grabado junto al polifacético vocalista
Mats Levén (AB/CD, Krux, Ludor…).
Paradójicamente, el quinteto de Estocolmo no descargó ninguna de sus nuevas composiciones y preparó un repertorio pensado para el disfrute de sus más fieles incondicionales. Impregnando el recinto de ese aroma desolador y mortecino la introducción “Marche Funebre” nos adentraba en el universo del combo sueco para profundizar en piezas como la intrigante “Mirror Mirror” o “Demon´s Gate”, que con el bajo de Leif Edling retumbando con fuerza fue escenificada a la perfección por un Levén que no dudó en arrodillarse para conceder unas mayores cuotas de dramatismo a su interpretación.
Aunque
la oscuridad y los tempos cadenciosos siempre han formado parte de la singular
propuesta de los suecos, lo cierto es que también han sabido conjugar dentro de
su estilo esos giros más teatrales y épicos, tal y como demostraron en temas
como “The Dying Ilussion” o “ Ancient Dreams”, en las que la banda abandonó su
habitual cadencia instrumental para intercalar desarrollos más rápidos y
dinámicos.
Una
de las pocas concesiones que se permitieron al material facturado durante la
última década llegaría con el demoniaco “Emperor Of The Void”, que volvía a
hundirnos en el averno, para posteriormente dejar paso a “At The Gallows End”.
Pese a que no dispusieron de mucho tiempo, no podían despedirse sin dejarnos
con la miel en los labios al rescatar dos gemas del primerizo “Epicus Doomicus
Matallicus”, el monumental “Crystal Ball” y la sabbathica “Solitude”. Corta,
muy corta resultó la descarga del combo sueco, de modo que esperemos que no
tarden en regresar para presentarnos su show completo.
OBITUARY
Seguramente
las cinco de la tarde no era la mejor hora para un concierto de Obituary. Pero
ya sabe son cosas propias de los horarios de los festivales. La formación de los
hermanos Tardy siempre se ha mantenido fiel a su personalidad y su sonido primigenio,
regalándonos álbumes imprescindibles para el death metal y unos directos
salvajes y arrolladores que les han granjeado una excelente reputación entre
los seguidores del género.
Con
un enorme telón de fondo que reproducía su logotipo clásico y bajo un sol de
justicia la banda aparecía en escena para empezar a trepanar nuestros cerebros
con los corrosivos desarrollos del instrumental “Redneck Stomp”. Tras el tema
inicial no tardaría mucho en aparecer en escena el carismático John Tardy para
aferrarse a su pie de micro y recorrer el escenario mientras torturaba sus
cuerdas vocales con “Centuries Of Lies”.
Aunque
Tardy siempre me ha parecido un tipo frio y algo distante, lo cierto es que en
esta ocasión le vi un poco más abierto y comunicativo, dirigiéndose en
repetidas ocasiones a la audiencia durante las presentaciones. En cuanto al
resto de sus compañeros demostraron ser una apisonadora, especialmente potente
sonó el tándem que formaron Trevor Peres y Kenny Andrews en temas como el
fantasmagórico “Visions In My Head”. Tras haber testado la reacción de sus
seguidores con su material más reciente era un buen momento para rescatar la
ferocidad thrashera de “Intoxicated” , provocando que los pogos y los circle
pits se sucedieran frente al escenario.
Esos
tempos oscuros, densos y pesadumbrosos, que siempre les han acompañado
volverían a hacer acto de presencia durante los demoniacos desarrollos de
“Bloodsoaked”, para que posteriormente el incombustible Donald Tardy comandara
una nueva acometida marca de la casa. Con Jhon perdiéndose entre bambalinas
ambos hachas volverían a ser los encargados de llevar el peso de “Dying”, para
que el vocalista retornara durante la parte final para rematar el tema de forma expeditiva.
No
levantarían el pie de acelerador y el intenso rugido de la tormenta sería el
encargado de anunciarnos la inminente llegada de uno de los temas más rápidos
de su repertorio “Find The Arise”, que dejaría paso al primer y único recuerdo
que se permitieron a su álbum de 1994 “World Demise”, del que rescatarían su
tema de apertura, “Don´t Care”, que ralentizaba mínimamente el ritmo que estaba
llevando el show para centrar nuestro objetivo sobre unos riffs más densos y machacones.
Como
ya sucediera en sus anteriores visitas, pese a no dejar de lado el material de
su último trabajo “Inked In Blood”, la descarga de los deathers americanos
estuvo muy centrada en su material más clásico, de modo que para la recta final
del show se reservarían trallazos incontestables como “Chopped In Half” o “Turned
Inside Out”,- ambos extraídos del “Cause Of Death”-, dejando que la ultima
andanada estuviera protagonizada por la icónica pieza que prestaba título a su
debut de finales de los ochenta, “Slowly We Rot”. Simplemente perfectos, los
hermanos Tardy y sus secuaces demostraron, una vez más, que son unos auténticos
maestros en esto del death metal. La única pega que se puede poner a un show
casi perfecto fue que no se animaran a rescatar ningún corte de aquel
fantástico “The End Complete”.
CICLONAUTAS
Tras
el arsenal de riffs y oscuridad que supuso la descarga de Candlemass llegaba el momento de impregnarnos
de la propuesta de Ciclonautas. La formación capitaneada por el vocalista y
guitarrista argentino Mai Medina, y completada por el bajista Javier “Txo”
Pintor y el batería Alén Ayerdi (Marea), nos ofreció un curioso recorrido a
través de las composiciones de sus dos obras de estudio “Que Tal?” y su más
reciente “Bienvenidos Los Muertes”.
Sin duda su propuesta se ganó la distinción de ser la más original de la jornada, ya que tanto por sus letras como por su instrumentación sus temas parecen diseñados más para el ambiente intimista de una pequeña sala que no para ser tocadas en el marco de un gran escenario al aire libre. Pese a ello, numerosos seguidores de entre las primeras filas se mostraron entusiasmados con piezas como la inicial “Bienvenidos Los Muertos” o con los marchosos desarrollos de “Kamikaze Del Nido”, un corte muy del estilo de los Extremoduro de la ultima época.
Para
todos aquellos que gustan de las bandas del rock patrio, seguro que se les
escaparía una media sonrisa cuando Mai nos animó a cantar con él el estribillo
de “Que Corra El Aire”, que fue una de las que mejor funcionó en directo. Para
rematar una actuación un tanto monótona y lineal el trío optaría por la
introspección contenida en ¿Qué Tal?.
Resumiendo,
quizás no era la hora ni el momento. Así que la descarga de Ciclonautas paso
bastante desaperciba. En cualquier caso, creo que si les hubieran puesto en la
carpa después de las actuaciones principales su concierto podría haber dado
mucho más de si.
IMPELLITTERI
En la historia del hard rock hay un
amplio elenco de guitarristas que han dejado su sello y su personalidad para el
deleite y el disfrute de todos los amantes de las seis cuerdas. Quizás Chris
ImpellitTeri no haya alcanzado la fama y el reconocimiento de otros
"hachas" de su generación, pero lo cierto es que durante su escueta
presentación tuvo ocasión de mostrarnos algunos de sus recursos y habilidades.
Acompañado del vocalista Rob Rock la banda se mostró compacta y efectiva,
dejando que fuera el propio Chris quien ejerciera como líder en todo momento.
Temas como "The King Is Rising" o "Speed Demon", se convertirían en la receta perfecta para, con sus endiabladas cabalgadas, convertirse en el mejor remedio del bochornoso calor de media tarde. Pese a ello, debo admitir que me esperaba un mayor protagonismo de un Rob Rock que pasó bastante desapercibo en temas comoel mítico "Warrior" o "The Future Is Back".
Aunque muchos de entre los presentes
parecían no conocer el material de la banda del virtuoso guitarrista, lo cierto
es Chris y sus muchachos supieron aprovechar al máximo su tiempo sobre las
tablas dejando unas magnificas sensaciones en temas como "Stand In
Line" y "Wicked Maiden", que incluyó un emotivo recuerdo al
irrepetible Ronnie James Dio, provocando una cerrada ovación.
Con la audiencia cada vez más animada
y con una banda en clara progresión ascendente llegaba el momento de rematar la
descarga confiando para ello en "Lost In The Rain", "Time
Machine" y la demoledora "Answer To The Master", que ratificaba
la calidad de una banda que esperemos no tarde en regresar por estos lares.
ANTHRAX
A una hora un tanto inusual para una
banda con su bagaje y trayectoria los feroces thrashers americanos Anthrax
serían los siguientes en descargar en el marco del Rock Stage. Hacia
escasamente unos meses que las huestes de Scott Ian habían pasado por nuestro
país, acompañando a sus colegas de Slayer, de modo que la presente resultaba
una excelente ocasión para escuchar como sonaban sus nuevas composiciones en
directo.
Opiniones de lo mas dispares ha cosechado "For All Kings", pero lo que nadie puede poner en duda es la entrega y la fuerza que derrocha siempre la banda en directo. Un espectacular telón de fondo que reproducía la portada del mencionado álbum sería el decorado sobre el que el quinteto aterrizó en el escenario para poner a la gente en movimiento con "Impaled" y "You Gotta Believe", con un Belladona absolutamente imperial y por el que parece que no pasan los años, siempre atento y sonriente.
Mención especial merece el
acoplamiento de Jonathan Donais, ya plenamente integrado y que forma un equipo
insuperable con esa bestia de las seis cuerdas que es Scott Ian, que no paró de
saltar mientras sacaba de su guitarra esos riffs rotundos y mosheantes en temas
como "Caught In A Mosh", provocando el delirio de sus
incondicionales.
El alma de la fiesta, como por otra
parte es habitual en sus directos, fue el incombustible Frank Bello moviéndose
como un poseso, liderando los coros y formando una aplastante base rítmica con
John Dette, que nuevamente fue el escogido para sustituir al lesionado Charlie
Benante. Evidentemente las versiones tendrían un papel fundamental en el show
de los neoyorquinos haciéndonos cantar "Got The Time" y la inevitable
"Antisocial" durante la recta final de su show.
Para poner el recinto patas arriba se
reservarían sus temas más icónicos de la década de los ochenta, provocando unos
numerosos pits en "Madhouse" y la final "Indians", esta vez
sin el penacho de plumas de Belladona. De sus dos últimos lanzamientos no
faltarían el épico "Fight' Em ' Til You Can't", "Breathing
Lightning" o el tema que sirvió de adelanto para "For All
Kings", "Evil Twin".
En definitiva buen show de los
neoyorquinos que demostraron ser una apuesta segura de cara al directo, sonando
fuertes, compactos y convincentes. Aunque eso si no estaría de mas que
recuperaran algún tema de la etapa con Jhon Bush al frente.
AMON
AMARTH
Siempre
resulta un reto difícil para las bandas de death metal ir un paso más allá en
su sonido sin perder por el camino el respaldo de algunos de sus primeros seguidores.
Afortunadamente en el caso de Amon Amarth esa transición parece que esta
teniendo los resultados deseados. Si ya en su anterior trabajo "Deceiver
Of the Gods" los vikingos suecos ampliaban sus horizontes hacia
sonoridades más tradicionales, su nueva entrega conceptual
"Jomsviking" ha supuesto su asalto definitivo al Valhalla y su
aproximación más ambiciosa a la gran familia metálica dejando a un lado estilos
y etiquetas.
Además,
para hacer todavía más atractiva su propuesta los suecos presentarían un cuidado
montaje escénico, con un drakkar situado en el centro del escenario, donde se
ubicaría el kit de su nuevo batería Jocke Wallgren. Como fondo un enorme telón
que desde la perspectiva frontal parecía la avanzadilla de una flota que se
dirigía hacia la audiencia. Con los últimos rayos del sol bañando el horizonte
el escuadrón de Tumba tomaba posiciones para hacernos vibrar con "The
Pursuit Of Vikings", dando el pistoletazo de salida a una descarga
verdaderamente memorable.
Lejos
de ser el típico frontman que corre de arriba a abajo del escenario, Johan Hegg
consiguió comandar la flota vikinga a lo largo del épico "As Loke
Falls", recabando la colaboración de todos los presentes mientras se
encaraba sobre la parte frontal del navío. La primera muestra del potencial de
su nueva obra estaría reservada para "First Kill", que ponía de
manifiesto que sus nuevas composiciones han calado hondo entre sus fieles.
Pese
a todo lo comentado anteriormente que nadie piense que los suecos han
renunciado a su material más corrosivo y death metalero, y una buena muestra de
ello fue el papel protagonista que concedieron a temas como "Cry Of The
Black Birds" , con el vocalista oteando el horizonte mientras las primeras
filas alzaban sus brazos al aire; o la infernal "Death In Fire", que
nos dejaría con un intenso duelo entre Olavi Mikkonen y Johan Söderberg.
No
perderían el tiempo en extensas charlas durante las presentaciones, así que su
descarga tuvo un ritmo vivaz y dinámico. Pese a ello, no faltarían los brindis,
cuernos en mano, en más de una ocasión; ni los agradecimientos por nuestro
respaldo y lealtad a lo largo de todos estos años. Una nueva demostración de
porque la banda es una de las formación con mas tirón ahora mismo quedaría
constatada con "Deceiver Of The Gods", que ya sin apenas luz solar
servía para que se percibiera mejor su cuidado juego de luces. Una nueva mirada
hacia el pasado nos conduciría sobre "Runes To My Memories", que se
convertía en el preámbulo perfecto para una nueva dosis de épica con la devastadora
"War Of The Gods".
Antes de despedirse definitivamente
el quinteto al completo alzaría sus cuernos vikingos al aire para brindar con
nosotros antes de hacernos sucumbir definitivamente con "Raise Your
Horns", la sobrecogedora "Guardians Of Asgaard" y “Twilight Of
The Thunder God”. Mucha expectación había levantado el retorno de las hordas
vikingas presentando su décima placa de estudio, y a tenor de lo visto resulta
evidente que Amon Amarth están preparados para ser los nuevos abanderados del
metal épico. En tan solo unos meses la banda regresará acompañada de los
míticos Testament, completando un atractivo cartel que promete emociones
fuertes y metal de alto octanaje.
THIN LIZZY
La nostalgia siempre ha sido un
recurso que ha funcionado muy bien entre los seguidores del hard rock y el
heavy metal. Durante décadas pareció una utopía el volver a disfrutar de los
temas de esta banda, pero afortunadamente el guitarrista Scott Gorham ha
reclutado a una fantástica banda de All-stars para rendir pleitesía al tristemente
desaparecido Phyl Lynott, contando para ello con sus compañeros en The Black
Star Riders Ricky Warwick y el guitarrista Damon Rogers, junto a la base
rítmica formada por Scott Travis de Judas Priest y el bajista Tom Hamilton de
Aersomith.
Debo admitir que tenía mis reservas sobre como sonaría esta nueva versión de Thin Lizzy, pero lo cierto es que me convencieron sin reservas, gracias en gran medida al fantástico trabajo como frontman de un Warwick que dio la talla en temas como "Jailbreak" o el marchoso "Are You Ready".
Como una apisonadora y respaldados
sobre un material de gran octanaje hard roquero la formación sorprendería a más
de una con la frescura y vivacidad con la que sonaron temas como "Killer On The Loose" o
"Massacre", que al igual que el resto de composiciones que
interpretaron estarían acompañadas de unas vistosas proyecciones que incluirían
algunas de las portadas de los lanzamientos de la banda.
Con esos característicos duelos de
guitarras dobladas que siempre les han caracterizado Thin Lizzy nos propondrían
un ritmo de show muy dinámico, intercalando temas como "Emerald" o su
versión del clásico de Bob Seger "Rosalie". Con la gente cada vez más
animada el tramo final de su actuación se convertiría en una fiesta cuya banda
sonora sería "Dont Believe A Word", "Cowboy Song" y la
inevitable "The Boys Are Back In Town", que desataba la euforia entre
las primeras filas.
Y es que si hay algo que no pasa de
moda es la buena música, y lo que nos ofrecieron estos remozados Thin Lizzy fue una colección de himnos que han
sobrepasado la barrera del tiempo para convertirse en deleite de todos los
aficionados al hard rock, siendo la mejor prueba de ello ese efectivo segmento
final compuesto por "Róisín Dubh" y el clásico tradicional irlandés
"Whiskey In The Jar". En resumen, una actuación perfecta que nos
permitió revivir el legado de una banda mítica con la colaboración de unos
músicos de gran recorrido e incuestionable calidad dentro de la escena
internacional.
WHITESNAKE
Dejando a un lado el estado vocal de
David Coverdale, resulta incuestionable que Whitesnake tienen uno de los
catálogos más potentes dentro de la historia del hard rock. Desde sus inicios
la formación siempre supo sacar el máximo partido a sus composiciones,
sabiéndose adaptarse a los vaivenes de la industria discográfica para ir
reintentándose sin perder nunca la esencia del clásica blues-rock.
Muchas incógnitas se cernían en torno a la descarga de la "Serpiente Blanca", especialmente sobre el nivel vocal de un Coverdale, que a lo largo de los años ha mostrado un preocupante agotamiento vocal, aunque, eso sí, el vocalista no ha perdido el carisma y el sexappeal que siempre le ha acompañado y que le ha convertido en uno de los frontmans más reconocibles de las últimas cuatro décadas. Curiosamente no tendríamos ocasión de escuchar ninguno de los temas que forman parte de su nuevo trabajo, ya que los británicos plantearon un repertorio que estuvo marcado por sus composiciones más legendarias y una sucesión de solos instrumentales que sirvieron para que el vocalista pudiera reservarse para dar el do de pecho en los momentos más exigentes del show.
Respaldado sobre una banda de gran
calidad, que además de mostrarse efectivos con sus respectivos instrumentos
ayudaron en todo momento a su "jefe" en las tareas vocales, Coverdale
aparecía en escena, vistiendo jeans y una elegante camisa, para dejar en el
aire la primera ración de estribillos incontestables con "Bad Boys".
Pese a que el vocalista se mostró algo reservón, dando el testigo a la
audiencia en muchos momentos, lo cierto es que la audiencia se mostró de lo más
entusiasta, y más cuando la gente reconoció las primeras notas del delicioso
" Slide It In".
A
unque en ningún momento Coverdale consiguió alcanzar las cuotas de magnificencia de antaño, lo cierto es que vocalista ofreció sus mejores prestaciones en temas como “Love Ain' t No Stranger", que escenificaban la comunión perfecta entre banda y público, "The Deeper The Love" y un coreadísimo "Fool For Your Loving", que marcaría el punto álgido de la noche. Pero lamentablemente a partir de ese momento el show empezó una senda descendente debido al agotamiento del vocalista y a una sucesión de solos que ralentizaron notablemente el ritmo de la descarga.
unque en ningún momento Coverdale consiguió alcanzar las cuotas de magnificencia de antaño, lo cierto es que vocalista ofreció sus mejores prestaciones en temas como “Love Ain' t No Stranger", que escenificaban la comunión perfecta entre banda y público, "The Deeper The Love" y un coreadísimo "Fool For Your Loving", que marcaría el punto álgido de la noche. Pero lamentablemente a partir de ese momento el show empezó una senda descendente debido al agotamiento del vocalista y a una sucesión de solos que ralentizaron notablemente el ritmo de la descarga.
Pese a ello la cosa remontaría
tímidamente con "Slow An' Easy", que dejaría paso a los solos de la
base rítmica. Una nueva sacudida de rabia e intensidad nos abocaría sobre
"Crying In The Rain" y una de las baladas más radiadas de la historia
de la radio "Is This Love", con un Coverdale perfecto es su papel de
gentleman.
Tras la emotiva balada tocaba mover
las caderas y que mejor el adictivo " Give Me All Your Love", con la
gente tomando el testigo a un Coverdale que se dedicó a pasearse por el
escenario invitándonos a cantar, y "Here I Go Again". Tras una salida
un tanto dubitativa, la banda regresaría para rubricar la velada con "Still Of The Night".
Debo admitirlo, para los que hemos visto a Cocerdale en todo su esplendor,
resultó chocante ver a un vocalista ronco y sin ese chorro de voz que siempre
le ha caracterizado. Pero en cualquier caso, el Rubio vocalista hizo gala de un
gran profesionalidad, una enorme entrega y de una banda absolutamente
brillante, que le ayudó a tirar el concierto hacia delante sobreponiéndose a las
adversidades.
TWISTED SISTER
En las tres ediciones del Rock Fest
Barcelona la formación americana ha formado parte del cartel del festival.
Desafortunadamente, tal y como se encargó de informarnos Dee Sneider en
repetidas ocasiones esta sería la última ocasión para verles en acción en los
escenarios de nuestro país, ya que la banda ha decidido poner punto y final a
su dilatada trayectoria. Repitiendo la misma formación que nos visitó el año
pasado, con la presencia de Mike Portnoy reemplazando al fallecido A.J. Pero,
los americanos llegaban dispuestos a sacudirnos el cansancio acumulado con un
show repleto de clásicos, fuego y chistes macarras y ocurrentes del siempre
socarrón Dee Snider.
Derrochando pegada, intensidad y heavy metal la veterana formación irrumpía en escena para sacudirnos sin contemplaciones un rotundo "What You Don' t Know ( Sure Can Hurt You)", que se acabaría fundiendo con uno de sus himnos de batalla " The Kids Are Back".
Como siempre desafiante y charlatán,
quizás demasiado, el hiperactivo frontman tiraría de ironía durante el tramo
central de "Burn In Hell", recriminando al técnico de luces que no
hiciera bien su trabajo. Tampoco faltaría a lo largo del tercer tema de la
noche el fuego ni la arrolladora puesta en escena de un showman que no paró de
correr, revolcarse por el suelo e increpar a todos los presentes a que le acompañarán
a la hora de corear esos pegadizos estribillos marca de la casa.
Absolutamente imparable la formación
americana seguiría su ataque frontal con una rabiosa "Destroyer" y la
tétrica "What A Knife In The Back", que se convertiría en la antesala
perfecta para la hímnica declaración de intenciones que significó "You
Can' t Stop Rock n Roll". Con la gente expectante y con el escenario
envuelto en tinieblas el fuego volvería a hacer acto de presencia en "The
Fire Still Burn", mientras el vocalista proseguía con su descarriada
puesta en escena.
Tampoco se cortaría a la hora de
interactuar con los fans de las primeras filas, e incluso pidió una camiseta
que según nos comento fue la misma que vistió en el primer show junto a sus
compañeros, antes de atacar la vitalista "I Am (I' m Me).
Como siempre la participación del
público y el desmadre generalizado estaría reservado para "We' re Gonna
Take It", adaptado al castellano para convertirse en "Huevos con
Aceite", mientras que la parte final del show estaría reservada para la
oscura "The Price", "Under The Blade" y , como no, "I
Wanna Rock", impresionante ver a todos los asistentes corear el estribillo
siguiendo las directrices de Dee". La última bala en la recamara de los
americanos estaría reservada para "S.M.F.", que ponía un brillante
punto y final a sus apara cienes en nuestros escenarios. No fue su mejor
concierto, pero los americanos demostraron que su hábitat natural es el
directo.
SLAYER
Para
poner el broche de oro a las actuaciones en los escenarios principales
contaríamos con la presencia de una banda imprescindible dentro de la historia
del metal, Slayer. Aunque la continuidad de la formación californiana pareció pender de un hilo tras el
fallecimiento del guitarrista Jeff Hanneman, lo cierto es que el tándem que
forman Tom Araya y Kerry King ha sabido
sobreponerse a la tragedia y, gracias al concurso del guitarrista Gary Holt y
el batería Paul Bostaph, grabar un álbum que esta a la altura de su legado.
Aunque la banda había tocado hace relativamente poco por aquí, -a finales del pasado año-, un concierto de Slayer siempre resulta una magnifica excusa para desmelenarse y disfrutar al máximo al escuchar una buena selección de himnos thrasheros. Con el escenario dominado por un enorme telón de fondo que reproducía la portada de su ultimo trabajo, “Repentless”, el cuarteto tomaba posiciones acompañado de “Delusions Of Saviour”, para rápidamente dejar que las guitarras de King y Holt nos fusilaran en trallazos incontestables como “Repentless” o “Disciple”.
Bastante
más estático que en anteriores visitas, Araya fue quien ejerció como maestro de
ceremonias, presentando con ironía muchos de las temas, e incluso se permitió mirar
desafiante a las primeras filas durante los tensos silencios que se producían
entre tema y tema. El primer gran momento del show llegaría cuando Kerry King
impregnó de maldad el recinto al sacar de su guitarra el riff que anunciaba la
llegada de “Postmorten”, desatando la euforia de unas primeras filas que
parecían decididas a agotar las pocas fuerzas que todavía les quedaban. La
maquinaria de los americanos continuaría trabajando a pleno rendimiento durante
las poderosas embestidas que supusieron “Hate Worldwide”, y el clásico “War
Ensemble”.
El retorno sobre el material de su más reciente trabajo estaría marcado por la intensidad de un “When The Stillness Comes”, que paso bastante desapercibido; y la voracidad metalera de “You Against You”. Tras esta doble ración de “Repentless” caía el telón de fondo dejando ante nuestros ojos el imponente logo de la banda, algo que anunciaba que la segunda mitad del show estaría reservada para su material más clásico. Como si fuera una sucesión de ritos demoniacos temas como “Mandotory Suicide”, “Dead Skin Mask” o el celebradísimo “Seassons In The Abyss”, se fueron sucediendo ante el delirio de un publico que parecía completamente extasiado.
La
encargada de cambiar radicalmente de registro y adentrarnos en tesituras más
doom sería un ”South Of Heaven” que sonó absolutamente colosal, con la banda
ralentizando las partes más lentas para después asolarnos inmisericordemente
con unas aceleraciones que nos volaron la cabeza a más de uno. Tras un denso
silencio, el sonido de la tormenta nos anunciaba lo que estaba por llegar:
“Raining Blood”, y con ella una nueva explosión de locura entre las primeras
filas mientras la banda se empleaba al máximo sobre las tablas para firmar un
final trepidante.
No
tardarían mucho en regresar al escenario para, flanqueados por un telón en el
que podía leerse el nombre del guitarrista fallecido, darnos el golpe de gracia
definitivo con la dupla que conformaron la primeriza “Black Magic” y la
descomunal “Angel Of Death”.
Muchos
pensaban que tras el enésimo despido de Lombardo y la muerte de Hanneman,
Slayer estaban abocados a su disolución. Afortunadamente Araya y King han
sabido sobreponerse a las adversidades y parecen decididos a seguir agrandando
la mística de una banda irrepetible.
THUNDERMOTHER
Tras
la actuación de Slayer gran parte de los asistentes decidieron dar por
concluida esta tercera edición del Rock Fest. Pero la fiesta todavía no había
terminado, de modo que para apurar los últimos cartuchos de la noche
contaríamos con la presencia de las hard roqueras suecas Thundermother.
Muy motivadas y dispuestas a hacer que la gente permaneciera frente al escenario durante todo el show las chicas salieron con la consigna clara de dar toda la caña posible a los asistentes, haciéndonos roquear con fuerza con temas temas como el adictivo "Cheers" o el guitarrero “Man With Blues”.
Pese
a su juventud Thundermother basan su propuesta en ese hard rock de esencia
clásica y estribillos pegadizos, demostrando tal y como dijo "el
jefe" que lo suyo es el rock n´roll
con dos ovarios. En definitiva, que las
suecas aprovecharon la ocasión para darse a conocer y recabar nuevos adeptos
gracias a su actitud y a la pegada de composiciones como “Rock N´Roll Disaster”
o “Shoot To Kill”.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
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