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lunes, 8 de agosto de 2016

EXODUS-RAZZMATAZZ 3-BCN-6-AGO-2016



No es corriente que una banda con el bagaje y la historia de Exodus elija el mes de agosto para realizar un extenso periplo por nuestro país. Pero el hecho de que la banda este actualmente por el viejo continente para participar en algunos de los grandes festivales veraniegos ha sido clave para que los míticos thrashers americanos se dejaran caer por aquí. Hace ya bastante tiempo que su último redondo “Blood In Blood Out” vio  luz, concretamente en otoño del 2014. Además, la banda ya nos visitó junto a sus colegas de Testament, pero su presencia liderando su propio show en la sala pequeña del Razzmatazz representaba una fantástica oportunidad para que su fiel parroquia de seguidores se reuniera para una celebración thrashera que estuvo marcada por el asfixiante calor, la actitud y el incendiario directo de una banda que con Steve “Zetro” Souza al frente parece haber recuperado su esencia  más netamente “old school”.

Como ya sucediera en sus anteriores visitas los de la Bay Arena estarían comandados por el incombustible batería Tom Hunting. Una vez más, Gary Holt sería el gran ausente, ya que el guitarrista está de gira actualmente con Slayer. Como sustituto, formando tándem con  Lee Altus, contaríamos con la presencia de Kragen Lum, compañero de Altus en Heathen. Mientras que el encargado de hacerse cargo de las cuatro cuerdas sería Jack Gibson que lleva en la banda desde finales de la década de los noventa.

Pese a estar programada la cita para principios del mes de Agosto, lo cierto es que el recinto presentó un fantástico ambiente, aunque el papel no llegó a agotarse. A diferencia de lo que suele ser habitual, en esta ocasión, el combo americano no contó con el concurso de banda de apertura, por lo que todos esperábamos un show extenso, en el que los thrashers americanos repasarían toda su discografía haciendo especial hincapié en el material de  sus primeras obras. Aunque para muchos la ausencia de Gary Holt fuera una baja vital, lo cierto es que la pareja formada por Lum y Altus ofreció unas fantásticas prestaciones, mostrando una excelente coordinación y una gran complicidad a la hora de intercambiarse esos abrasadores fraseos marca de la casa.

Con los seguidores de los americanos amontonándose frente al pequeño escenario del Razzmatazz 3, una introducción nos anunciaba el inminente desembarco de un quinteto que rápidamente tomaría posiciones para desatar la locura con los corrosivos riffs de “The Ballad Of Leonard And Charles”. Respaldados sobre un sonido cortante y poderoso la banda supo conectar rápidamente con una audiencia que se mostró de lo más entusiasta y participativa dando colorido al recinto con los concurridos circle-pits que acompañaron a piezas como “Blood In, Blood Out”, que ponía la sala literalmente patas arriba mientras Zetro nos alentaba a no dejar de participar en sus aplastantes coros.

Tras sellar la hermandad entre banda y público con los primeros saludos de un Zetro que se mostró gratamente sorprendido por la respuesta de sus seguidores barceloneses, el show proseguiría con las amenazantes guitarras que marcarían la apertura de  “Scar Spangled Banner”, que nos dejaría la imagen de Jack Gibson posicionándose en el filo del escenario sin dejar de aporrear frenéticamente su bajo. Cercano, simpático y derrochando entrega y pasión Souza dejó claro que su retorno a la banda ha servido para que algunos de los fans que no acababan de comulgar con el estilo más hardcoreta de Rob Dukes vuelvan a disfrutar intensamente de clásicos como “And The There Were None”, que hacia que toda la sala se pusiera a cantar como respuesta al anuncio del vocalista de que esta sería una noche de violencia.


En menos de veinte minutos el quinteto americano había conseguido meterse a toda la sala en el bolsillo, de modo que a partir de este momento, y tras la presentación de todos los miembros de la banda, los thrashers de la Bay Arena se concentrarían en dar a sus seguidores una buena ración de lo que habían ido a buscar. Con ambos guitarristas haciendo llorar sus instrumentos daba arranque el épico “Children Of A Worthless God”, que se convertía en el primer recuerdo hacia su “The Atrocity Exhibition… Exhibit A”. Sin concedernos ni un segundo de tregua la batería de Hunting volvería a ser la encargada de impulsar la delirante “Piranha”, con la que volvían a desatar la locura en la pista, dejando claro que el material contenido en aquel mítico “Bonded By Blood”, sigue siendo piedra angular para todos los seguidores del thrash metal.

Impresionado con la fogosa respuesta del respetable, Zetro nos agradecería, una vez más, nuestra pasión y entrega, antes de volver a someter nuestras cervicales a un duro castigo con la machacona “Deranged”, que les servía para seguir buceando en el material que facturaron durante la gloriosa década de los ochenta. Una nueva mirada sobre su debut con el tema que presta nombre a la banda serviría para que la gente volviera a desmadrarse haciendo que el recinto se convirtiera en una olla a  presión.

El contraste entre el pasado y el presente de la banda quedaría plasmado a lo largo del hiriente “Body Harvest”, que mezclaría a la perfección la tenacidad de sus guitarras, la descomunal pegada de sus base rítmica y unos estribillos hímnicos que acabarían propiciando que el vocalista nos hiciera alzar nuestros cuernos al aire. La primera gran sorpresa de la noche estaría reservada para  “Brain Dead”, que la banda decidió incorporar  a ultima hora, ya que no estaba en el set previsto para esta noche.

Como no podía ser de otra forma no faltaría a lo largo de la  velada el sentido recuerdo al irrepetible Lemmy Kilmister, (impresionante ver a toda la sala coreando el nombre del mítico bajista), justo antes de que Hunting amagara con su batería el “Ace Of Spades” y  el resto de sus compañeros se dispusieran a volarnos  la cabeza con el delirante “Pleasures Of The Flesh”. Una nueva mirada sobre el material facturado durante este tercer milenio nos adentraría en el amenazante “Blacklist”.

Pero sin duda uno de los momentos cumbre de la noche llegaría cuando Zetro nos comentó que iban a tocar un tema  que no suelen tocar en los E.E.U.U., ni mas ni menos que el apabullante “Metal Command”. Con la gente absolutamente enloquecida cantando enérgicamente el clásico “Oe, Oe, Oe,”, la banda se sumaria al encore para junto a sus seguidores interpretar  una thrashera versión del popular cántico que serviría como l preámbulo  para el último tema de esta primera parte del show “War Is My Shepherd”.

Completamente agotados y bañados en sudor los fieles de los americanos se preparaban para resistir una ultima acometida. Así que no tardarían mucho en regresar sobre las tablas para rematar la faena con el incendiario “Blonded By Blood”, que sonó como toda una declaración de intenciones, el pertinaz “The Toxic Waltz” único recuerdo que se permitieron a “Fabolous Disaster”, y “Strike Of The Beast”, que servía como brillante colofón para una fantástica velada.

Muchas veces nos dejamos seducir por las luces, el montaje escénico  o las rimbombantes  proyecciones. Pero resulta evidente que lo importante para que un concierto acabe siendo todo un éxito es tener sobre las tablas a una banda como Exodus,  enchufada, hambrienta y con ganas de demostrar que sigue siendo, a día de hoy, uno de los pilares indiscutibles dentro de la escena thrashera.




TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ





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