Las disputas con su antiguo
sello, los cambios de vocalista y los
problemas personales de Lord Ahriman, han marcado la trayectoria de Dark
Funeral durante los últimos años. Afortunadamente tras siete años de
silencio discográfico hace ya
algunos meses que podemos disfrutar de ese compendio de brutalidad y satanismo
que es “Where Shadows Forever Reign”. Pese al paso de los años y los cambios de
formación, el guitarrista parece haberse erigido como el garante y
custodio de la esencia y la personalidad de una banda mítica dentro de la
escena del black metal. Con la incorporación del vocalista Heljarmadr, -que
substituye al carismático Emperor Magus Caligula-, y el bajista Gustaf Hielm el
combo sueco arrancaba una nueva etapa con este “Shadows Over Europe”, que
aterrizaba en el Salamandra contando con el concurso de unos asiduos habituales
de nuestros escenarios: Krisiun.
Para completar este periplo por el Viejo Continente estaba prevista la
presencia de los deathers germanos Deserted Fear, pero su caída del cartel en
las semanas previas al arranque del tour acabó propiciando que la formación de
Rio Grande do Sul estirara su
tiempo sobre las tablas. Aunque a primera hora de la tarde un gélido ambiente
en las inmediaciones del local hacia presagiar que la gente no
respondería a la llamada de los
“diablos suecos”, lo cierto es que a medida que se iba acercando el inicio de
las actuaciones el recinto se fue poblando de seguidores hasta completar algo
más de tres cuartas partes del aforo.
Pocas formaciones hay dentro del panorama extremo que tengan la solvencia, la pegada y el
prestigio de Krisiun. Su trayectoria ha
sido como una carrera de fondo, y aunque nunca han llegado a saborear las
mieles de éxito masivo, lo cierto es que han sabido labrase una excelente
reputación entre los seguidores del género. Con una carrera que sobrepasa
holgadamente los veinticinco años de historia los cariocas pueden presumir de
ser una de las formaciones más longevas y estables del underground metálico. Su
última obra “Forged In Fury”, ha supuesto un paso más en la línea evolutiva de
un sonido cada vez más personal y técnico, aunque sin perder en ningún momento la
orientación clásica que siempre les ha caracterizado.
Aunque no eran el plato fuerte de la noche, muchos fueron los que no quisieron
perderse las evoluciones de los hermanos Kolesne sobre las tablas.
Respaldados sobre esa formación clásica de trío, Moyses, Max y Alex salieron a
por todas atacando con contundencia y sorprendiendo en el arranque con una de
sus piezas emblemáticas “Kings Of Killing”. Aunque los brasileños disfrutaron
de un sonido brutal y de un buen juego de luces, me llamó la atención la
respuesta tan fría que recabaron entre las primeras filas, ya que la gente
apenas se movió cuando la banda atacó los intrincados desarrollos del
monumental “Combustion Inferno”.
Como ya sucediera en sus
anteriores visitas, Alex fue quien se encargó de las presentaciones
alternando inglés y castellano, tal y como sucedió durante el speech que
sirvió como introducción para la implacable “Scars Of The Hatred”, que
sería la primera de las piezas que presentaron de su última entrega. La faceta
más visceral y diabólica de los brasileños quedaría plasmada durante la
irreverente “Conquerors Of Armaggedon”, que el propio frontman definió
como una andanada de sonido “old School”.
El contraste entre el pasado
y el presente quedaría plasmado en los desarrollos más técnicos, pero
igualmente desgarradores, de “Ways Of Barbarism”, que nos volaba la cabeza con
su martilleante batería antes de que la guitarra y el bajo se desdoblaran para
protagonizar otro de esos infernales desarrollos marca de la casa.
Tampoco se dejarían en el tintero las esencias más primarias que impregnarían
“Vengeance´s Revelation”, convirtiéndose en el segundo recuerdo hacia su devastador
“Apocalyptic Revelation”.
Como buenos seguidores de la escena clásica, el trío no quiso desaprovechar la ocasión para tener un emotivo recuerdo hacia Lemmy Kilmister, descargando una celebradísima versión del “Ace Of Space” de Motörhead. Así que con la gente algo más animada llegaba el momento de la despedida definitiva, recurriendo a una descomunal “Black Force Domain”. Quizás el público no se mostró muy efusivo con ellos. Tal vez su propuesta, más versada hacia derroteros death metaleros, no acabó de agradar a los seguidores de Dark Funeral, pero los brasileños volvieron a hacer gala de esa contundencia y esa profesionalidad que se han convertido en sus señas de identidad.
Mientras el entreacto se consumía lentamente los "pipas" de la formación sueca se apresuraban en dar los últimos retoques al vistoso montaje escénico que serviría para ambientar la descarga: un gran telón de fondo, sendos paneles y varios elementos de imaginería satánica que conformarían el púlpito sobre el que Dark Funeral oficiarían su oscuro ritual.
Ataviados con sus indumentarias habituales y
luciendo sus característicos maquillajes
el quinteto irrumpía en escena acompañado de una larguísima introducción para
rápidamente asaltarnos con la primera ráfaga de maldad contenida en la novedosa "Unchain My Soul". La sorpresa
de la noche fue la poca mordiente de un sonido embarullado y sin brillo,
provocado por unas guitarras bajas y un sonido de voces que hacia prácticamente
imposible reconocer los tortuosos pasajes de "666 Voices Inside".
Lamentable estos problemas no se solventarían hasta bien entrado el show, por lo que viejos himnos como "The Dawn No More Rises", no acabaron de provocar la reacción prevista entre sus incondicionales. Pese a ese sonido poco nítido y faltó de pegada, los suecos hicieron gala de una excelente actitud durante los pasajes épicos de "The Arrival Of Satan's Empire", con la banda desplegando su oscuro halo de perversidad mientras Heljarmadr miraba al respetable con pose altiva y desafiante. Mucha curiosidad había por ver como el frontman defendería el legado clásico de la banda, y lo cierto es que el vocalista se mostró muy solvente a la hora de atacar piezas como “Stigmata”.
Uno de los grandes activos de
la nueva obra de los blackers suecos es la conexión que guarda con
el material de sus primeras entregas, y ese toque clásico, que tanto gusta a
sus seguidores, quedaría grabado a fuego durante el envolvente "As I
Descent" y "The Eternal Eclipse", que eran las escogidas para volver
a incidir sobre el material de “Where Shadows Forever Reign”. Pero,
indudablemente, los temas más celebrados de la noche serían viejas favoritas
como "Ravenna Strigoi Mortii" o la primeriza "Shadows Over
Transylvania", que nos hacia sucumbir ante su imponente caudal épico.
Con las guitarras de Lord Ahriman
y Chaq Mol sonando con la contundencia y la rotundidad que nos hubiera gustado desde el arranque del
show, el quinteto se preparaba para el
asalto final con otra pieza de nuevo cuño "As One We Shall Conquer". Por fin parecía que la banda había conseguido
conectar con el público, de modo que para desatar la euforia entre las primeras filas Heljarmadr aparecería en
escena con un látigo para infringirse un severo castigo en la pierna mientras
nos espetaba los textos de la colérica “Goddes Of Sodomy”. La implacable bajada
a los infiernos proseguiría con "Thy Legions Come", proponiéndonos otra mirada sobre el material que facturaron durante
la década de los noventa; para posteriormente dejar paso a la descomunal
"My Funeral", tras la que abandonarían el escenario de forma pausada,
como si de una procesión de espectros se tratara.
Dispuestos a rematar al personal los músicos no tardarían en reaparecer en escena para colgarse los instrumentos y darnos el golpe de gracia definitivo con el blasfemo “Nail Them To The Cross”, el inquietante y melódico " Atrum Regina" y el descomunal trallazo que presta el título a su sexta entrega discográfica "Where Shadows Ferever Reign".
Pese a que la descarga de Dark Funeral contó con todos los elementos, -musicales y extra musicales-, que debe tener un show de black metal, fuimos muchos los que salimos algo decepcionados con el sonido que tuvo la banda durante la primera mitad del show, y más cuando los encargados de abrir la velada, Krisiun, sonaron absolutamente matadores.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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