Para muchos la tarde del domingo suele ser el momento
ideal para el recogimiento y la
tranquilidad. Sin embargo, el pasado domingo los aficionados a los sonidos
folk, pagan y viking de la capital catalana tenían una cita ineludible en la
sala mediana del Razzmatazz con el
“Armageddon Tour 2016”, la gira que están liderando los germanos Equilibrium por el Viejo Continente
y que cuenta también con la presencia de
los holandeses Heidevolk y sus compatriotas Finsterforst.
Contrariamente a lo que suele ser habitual, a
la hora prevista para el inicio de las actuaciones la sala ya presentaba un
ambiente muy animado, y es que nadie quería perderse a los encargados de dar el
pistoletazo de salida a la velada, Finsterforst. Como supervivientes de una
explosión, con los rostros y sus ropajes tiznados, aparecían en escena los
miembros del sexteto de Freiburg para adentrarnos en la densidad sonora que
desplegaron durante “Bottle Gods”. La respuesta del público no
pudo ser más entusiasta, acompañando con devoción cada cambio de ritmo mientras
Sebastian “AlleyJazz” Scherrer desde sus teclados se encargaba de introducir
los pasajes orquestales sin dejar de mover frenéticamente la cabellera.
Tras
esta primera toma de contacto, que sirvió para constatar la tirada de la banda
entre los seguidores del género, llegaría el momento de adentrarnos en terrenos
más oscuros y tortuosos de la mano de “Zeit Für Hass”, que arrancaba con unas pinceladas
de melancolía para rápidamente hacernos sucumbir ante la intensidad de su base
rítmica y los desgarradores rugidos que profería Oliver Berlin encogido sobre
el monitor central. Y es que la propuesta del combo germano quedó claramente
plasmada a lo largo de este opus que destiló contundencia y dinamismo.Habiendo conseguido captar la atención de todos
los presentes el frontman nos preguntaría si nos gustaba el fútbol para acto
seguido convertir la pista en una fiesta siguiendo la contagiosa melodía de
“Auf Die Zwölf”. No abandonarían el material de su reciente EP, dejando que un saxofón sirviera para que todos
los miembros de la banda, a excepción de su batería, se pusieran a danzar en
círculos sobre el escenario durante el desternillante “#YØLØ”. El
broche definitivo para su escueta actuación vendría dado por los hímnicos cánticos
de “March Dich Fre!”, que escenificaban la perfecta sintonía entre banda y
público. En resumen, buena actuación de Finsterforst, aunque personalmente
hubiera preferido que hubieran dado más de cancha a sus anteriores entregas.
No abandonaríamos las referencias a los bosques
y la naturaleza, y es que los siguientes en tomar las tablas serían Heidevolk, quienes debutaban en los escenarios catalanes presentando su última obra “Velua”. Si ya la descarga de Finsterforst contó con el respaldo
incondicional de la audiencia, el show de los vikingos de Arnhem puso de manifiesto el tirón que la banda tiene por estos lares, haciendo
que la gente se involucrase al máximo desde que abrieran con “Winter Woede”. Acompañados
de un sonido potente y devastador, el tándem vocal que formaron Lars Vogel y Jacco
de Wijs sonó absolutamente arrollador en
los lúgubres pasajes de “Opstand der
Bataven”, que fue la escogida para proponernos una primera mirada sobre
“Walhalla Wacht”.
Chapurreando nuestro idioma Jacco, -quien
recientemente ha sido confirmado como miembro oficial de la banda-, nos daría
la bienvenida al show antes de que sus compañeros pisaran el acelerador al
máximo, mezclando a la perfección sus raíces metálicas con los aromas folk en
demanda de un “mejor mañana” durante “De Toekost Ionkt”. Tampoco se dejarían en el
tintero esa vertiente épica que siempre les ha acompañado y que marcaria temas
como “Saksenland” o “Een met de Storm”, que conseguían que la gente levantara
los puños al aire en señal de aprobación. Pese a contar con dos frontmans en
escena, el bajista Rowan Roodbaert fue quien se hizo cargo de algunas de las
presentaciones, tal y como sucedería con “Urth”, que nos adentraba en tesituras
más melódicas aunque sin perder ni un ápice de intensidad y pegada.
Pero sin duda uno de los momentos más
divertidos de la noche se produciría cuando
Lars nos animó a participar en los coros del alcohólico “Drankgelag”. No tardarían
en regresar la velocidad y el headbanging con la pieza que abría su tercer
trabajo, “Nehalennia”, que nos flanquearía el paso hacia la epopeya marina que
supuso “Vinland”, que volvía a hacer
rugir a un público completamente entregado.
Pese a que el show de los holandeses fue
eléctrico y vibrante, no se olvidarían de brindarnos los pasajes más melódicos e idílicos contenidos en la pieza que presta titulo a su última referencia
de estudio “Velua”. Mientras que para encarar la recta final del show que mejor
que hacer que el personal se desmelenara
en los pogos que acompañaron las
rotundas aceleraciones de “Herboren In Vlammen”. La rúbrica para la fiesta que
montaron Heidevolk sobre las tablas llegaría con su particular versión de sus
compatriotas Normaal, “Vulgaris Magistralis”, tras la que se despidieron acompañados de una rotunda ovación y dejando
en el aire la promesa de volver el próximo año para presentar su nuevo trabajo.
Para
los que tuvimos ocasión de ver su aparición en la última edición del
festival Leyendas del Rock resulta
evidente que Equilibrium se han
convertido en una de las bandas más emblemáticas dentro de la escena folk/viking.
Y es que la formación capitaneada por el
guitarrista René Berthiaume, -único
miembro que continua desde que grabaran su primera demo en 2003-, ha conseguido
plasmar en su última obra “Armageddon”
su plena madurez compositiva, abandonando la fantasía y los clichés habituales del género para centrarse en
temáticas más actuales y cercanas.
Mucho
se ha venido hablando sobre los shows de la banda en los últimos tiempos, y
personalmente debo admitir que soy de los que piensa que los alemanes deberían
plantearse muy seriamente la opción de contar con un teclista para los directos,
ya que no es de recibo que gran parte de las ornamentaciones instrumentales que
incluyen sus composiciones estén
pregrabadas, ya que esto acaba encorsetando a los músicos haciendo que el show pierda en frescura y dinamismo.
Pero lo que no se puede negar, a tenor de lo visto, es que Equilibrium parecen haber encontrado
la formula perfecta para conectar con sus seguidores y mantenerlos en estado de
trance durante toda su actuación.
Sin
duda el gran protagonista de la noche fue su más recientemente entrega “Armageddon”,
del que nos ofrecerían hasta ocho cortes, dejando que la encargada de darnos la
bienvenida fuera la introducción “Sehnsucht”, que rápidamente nos abocaría
sobre los melódicos desarrollos del medio tiempo “Erwachen”, que nos mostraba, entre una
iluminación insuficiente y unas densas columnas de humo, la silueta de unos
músicos con tablas y experiencia, que supieron meterse rápidamente al publico
en el bolsillo. Tras recibir las primeras muestras de cariño de una audiencia
que no dejó de animar durante toda la velada llegaba el momento de cambiar
radicalmente de registro, así que sin abandonar las composiciones de su quinto
largo nos adentraríamos en las tesituras más oscuras y tortuosas de
“Katharsis”, que nos dejaría a un titánico Robse al frente mientras sus compañeros no dejaban de moverse
por el escenario para contagiar su entusiasmo a unas primeras filas
completamente desatadas.
Habiendo
constatado el potencial de su nueva obra, tocaba echar la vista atrás para recuperar una de las
composiciones de su anterior redondo, de modo que para representar el material
de “Erdentempel”, optarían por los pasajes
folk que marcarían la festiva “Waldschrein”, que conseguía que todo el personal
se mantuviera danzando enérgicamente. No decaería la fiesta y la gente continuaría saltando para acompañar con
palmas las bases pregrabadas que nos abocarían
sobre el rotundo “Heimat”, que ratificaba la excelente acogida que ha tenido “Armageddon”
entre sus seguidores.
Con
la gente cada vez más animada y con la banda rayando a un excelente nivel llegaba
el momento de dejarnos poseer por la seductora melodía que conduciría “Karawane”, para acto seguido dejar que el
show alcanzara uno de sus puntos culminantes gracias a la respuesta que la gente tributó al
arrollador “Blut Im Auge”, que se convertiría en el primer guiño a su magistral
“Sagas”. El contraste entre el presente y el pasado de la banda quedaría plasmado con una nueva dupla de
material novedoso compuesta por los dos singles del álbum: el demoledor “Prey”
y un monumental “Born To Be Epic” que, acompañado por unas intensas columnas de
humo, fue recibido con auténtica devoción por una audiencia que ya lo ha
convertido en una de sus nuevas favoritas.
Una
nueva mirada sobre “Erdentempel”, se convertiría en la excusa perfecta para
recabar la colaboración de las primeras filas para acompañar los desenfadados
cánticos de “Uns´rer Flöten Klang”. Para rescatar su faceta más épica y grandilocuente optarían
por “Himmelsrand”, la versión de Skyrim que grabaran para su EP “Waldschrein”, y que nos serviría como
preámbulo para una recta final protagonizada por la primeriza “Nordheim”, que con el
escenario teñido de rojo y con la gente botando intensamente ponía el punto y
seguido a la velada.
Con el
público aclamando a la formación germana, los músicos no tardarían en regresar
sobre las tablas para rematar la faena con un extenso encore que incluiría las arrolladoras embestidas de “Rise Again”, con René y Robse
repartiéndose las tareas vocales; los pasajes atmosféricos de “Freiflug”, que
nos dejaría la impactante imagen de toda la sala moviendo los brazos de
izquierda a derecha siguiendo las indicaciones del frontman; y la metalera “Der
Sturm”, que completaba una rotunda tripleta en la que los germanos nos
mostraban algunas de sus múltiples facetas.
Pero
la gente aún quería más, de modo que Equilibrium todavía se reservarían un par de ases en la manga para finiquitar el
show. La euforia se desataría al
reconocer el respetable los teclados que servirían como apertura para un
coreadísimo “Heimwärts”. Mientras que la encargada de poner el definitivo punto
y final a la descarga sería,
curiosamente, una pieza de nuevo cuño, “Eternal Destination”. A la salida caras de satisfacción entre sus
incondicionales y muchos comentarios sobre la entrega mostrada por la banda
y el alto nivel que han alcanzado en
directo. Aunque, como comentaba anteriormente, no fuimos pocos los que nos
quedamos con una sensación un tanto extraña al comprobar que una parte importante
del sonido del combo alemán estaba “enlatado”.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ELENA MARCO
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