Obra insigne y de culto para todos los amantes del heavy metal el segundo trabajo de los británicos Black Sabbath, "Paranoid", sigue siendo a día de hoy,- 46 años después de su edición-, una piedra angular del estilo. Sus temas han pasado a ser clásicos no sólo de la discografía de los insignes "padrinos" de Birmingham, sino para todos los melómanos y seguidores del rock en cualquiera de sus múltiples vertientes. Sin duda la noticia de que una banda como los catalanes '77 fueran a realizar un concierto especial revisitando los temas que formaban parte de este mítico trabajo movilizó rápidamente a la escena de la capital catalana, agotándose las entradas disponibles para el 11 de noviembre. Afortunadamente, la formación de los hermanos Valeta programó una segunda fecha para la tarde del domingo 20 de noviembre. El resultado volvió a ser el mismo, una sala a reventar y un ambiente increíble para rendir pleitesía al legado de una banda irrepetible.
Debido
a las características y las dimensiones del Rocksound, una larga cola de
seguidores, que querían asegurarse un buen lugar para disfrutar del shpw,
aguardaba impaciente a que se abrieran las puertas. Ya dentro del local una
selección de clásicos se encargaría de amenizarnos la espera antes de que los
protagonistas de la tarde hicieran acto de presencia. Hace ya bastante tiempo
que ´77 demostrareon que el trabajo duro, sus vibrantes directos
y la calidad de sus composiciones les han servido no sólo para recorrer toda la
piel de toro, sino también para realizar diferentes incursiones por el viejo
Continente. Pero en esta ocasión el cuarteto transmutaría de su habitual
vena roquera, deudora de otra banda insigne como son Ac Dc, para impregnarnos de
ese suculento halo de misterio y oscuridad.
Al igual que sucede en el propio plástico la gala arrancaba con la imprescindible "War Pigs", que del mismo modo que sucedería con todos los temas que interpretó el cuarteto esta noche fue desgranada de forma reverencial, con Armand dejando a un lado su habitual guitarra para concentrarse en su papel de frontman, dando palmas para animar a un personal que coreó enfervorizado la melodía y que no dejó de mover la cabeza durante todo el show. A su lado, su hermano LG que estuvo más comedido que habitualmente para concentrarse en emular al maestro del riff, Tony Iommi en temas como el eléctrico "Paranoid", que desataba la euforia haciendo que fuera prácticamente inaudible la voz de Armand.
Tras
recabar una rotunda ovación, el propio Armand sería quien nos anunciaría la
entrada en tesituras más psicodélicas de la mano de la hipnótica "Planet
Caravan” , que nos acunaba con su particular percusión para rebajar mínimamente los ánimos del personal. Y es que,
aunque los hermanos fueron quien se llevaron la mayoría de las miradas, la base
rítmica compuesta por el bajista Guillem Martínez y el batería Andy Cobo, sonó
cruda y compacta, sustentando con su monumental prgada piezas como "Iron Man", que nos dejaba la
imagen del percusionista elevando una máscara de metal mientras todos volvíamos
a entonar sus inmortales estrofas.
Nuestro
recorrido a través de "Paranoid", proseguiría con la densidad sonora
de "Electric Funeral", que nos dejaba al, esta noche, vocalista firmemente
aferrado a su micrófono para reproducir su silabeante métrica antes de que
todos nos desatáramos en su vibrante increscendo final. Uno tras otro, y siguiendo
idéntico orden que en el plástico, los temas iban cayendo sobre una audiencia
completamente entregada, que respondió con gran algarabía al juego de batería y
bajo que abriría la camaleónica "Hand Of Doom".
El momento de volver a agitar la cabellera siguiendo los marchosos riffs que LG sacaba de su guitarra llegaría con "Rat Salat", mientras su hermano elevaba los brazos al aire para alentar al personal, para que acto seguido todos abandonarán el escenario dejando a Andy Cobo dando buena cuenta de su kit. El capítulo final estaría reservado para una brutal "Fairies Wear Boots" que ponía el punto y seguido a la velada.
Muy
cómodos y arropados por sus más allegados, el cuarteto no tardaría en regresar
sobre las tablas para ofrecernos un encoré que no iba a desentonar con esta
tarde dedicada al legado de Black Sabbath. Y es que precisamente la
elegida para volver a hacer rugir los instrumentos sería la propia "Black
Sabbath". Aunque como comentaba anteriormente, '77 trataron el legado de
los de Birmingham con un respeto reverencial, fue en el tramo final del show,
ya más relajados, cuando dieron algún retoque a "Súpernaut", que les servía
para centrar su objetivo sobre "Black Sabbath Vol. 4".
La
expectación podía palparse en el ambiente, ya que no sabíamos que nos podía deparar
este tramo final del show. Eso sí, su apuesta por el material clásico de Black
Sabbath, -el de la primera etapa con Ozzy al frente-, parecía clara. Así que para
finiquitar la velada que mejor que rescatar la magnificencia riffera de
"Children Of The Grave", y las oscuras ambientaciones
"N.I.B".
En definitiva, gran descarga de los chicos de '77 que demostraron sobre las tablas su dovoción por una obra que vio la luz mucho antes de que nacieran. Tras finalizar el show un eufórico Armand nos emplazaría para su próximo concierto acompañando a otra leyenda viva del heavy metal: los incombustibles Saxon,... Pero eso será otra historia.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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