No
suele ser habitual que una banda celebre su trigésimo aniversario contando con
el concurso de gran parte de los componentes que han desfilado por sus filas.
Batallando contra viento y marea Willy Espejo ha sido el motor y el catalizador de Ktulu,
pero con el incombustible vocalista han colaborado una larga ristra de músicos
que han convertido a la formación catalana en un referente indiscutible para
comprender la evolución del metal de vanguardia en nuestro país. Nacidos como
parte de la escena thrasher catalana a mediados de los ochenta, Ktulu
fueron pioneros a la hora de incorporar los samplers y los elementos
electrónicos en su sonido propiciando que álbumes como
"Confrontación" se convirtieran en obras insignes dentro de nuestro
metal industrial.
Muy
cerca de su cuartel general, en el Salamandra de L' Hospitalet, la banda
convocaba a sus seguidores para una velada especial bajo la denominación de
"El Reencuentro", una cita ineludible en la que, además de repasar
algunos de sus temas más emblemáticos, se registrarían imágenes para un futuro
documental sobre su historia.
Como era previsible, la audiencia respondió a la
llamada, llenando el recinto para dar colorido y calor a una noche
dedicada a la nostalgia, en la que el presente y el pasado se darían la mano
para el deleite de sus fans.
Pese
a la expectación que había levantado este “reencuentro”, muy pocos detalles se
habían filtrado sobre la estructura del show, los participantes y el
repertorio elegido para conmemorar tan señalada efeméride. Así que tras
una larga espera que estuvo amenizada por una buena selección de clásicos de
los noventa con temas de Machine Head, Korn y Marilyn Manson, por fin se alzaba
el telón que ocultaba el escenario para que Willy, Ricky (batería), Franklin
(bajo) ,Jess y Pedro (guitarras), y Raúl (samplers), dieran el pistoletazo de
salida con la rotunda denuncia que encierra "Legítima Defensa", un
clásico de su "Confrontación", que caldeaba el ambiente para hacer
que nos olvidáramos de la gélida temperatura exterior.
Pese a que entre los
presentes había algunos fans que no han
seguido los últimos trabajos de la banda, Willy y sus muchachos no
desaprovecharían la ocasión para desplegar todo su potencial con el corrosivo "Vamos", que formaba parte de su
última entrega "Makinal".
Tras
darnos las buenas noches, sería el propio vocalista quien nos anunciaría
los primeros cambios de la noche, con Blai (batería) y David (guitarra), dando
el relevo a Ricky y Pedro, para acto seguido abalanzarse sobre "El Latido
Del Miedo" y una descomunal "Justicia", que servía para poner a
todo el mundo a botar mientras nos hacían regresar sobre el material de su tercer largo. El momento de
plasmar la evolución que ha seguido el sonido de la banda a lo largo de los
años llegaría con los pasajes ambientales a lo Fear Factory y los poderosos
riffs entrecortados de "Kontra Adicción”.
Con
un ambiente de lo más distendido, un nuevo cambio de personal nos acercaría a
la formación que en su día defendió
“Show Caníbal” para interpretar una coreadísima
"Stereotipo", que con Willy castigando al máximo sus cuerdas vocales serviría como primera aproximación a su
trabajo homónimo de 1999. La locura se desataría en la pista con la seminal
"Deja De Joder" de su "Orden Genético", que rubricaba uno
de los momentos culminantes de esta primera parte del show.
Tampoco se dejarían
en el tintero el material de "Show Caníbal", el álbum que marcó
su vuelta tras un largo silencio discográfico y del que rescatarían para la
ocasión "La Ira De Los Monos", con un fantástico trabajo de
Adrián al bajo, y la nu metalera "Superpredador
".
Tras
un pequeño parón los instrumentos volverían a rugir con los aromas industriales
de "Pura Vida", iniciando un exhaustivo repaso a su "Ktulu"
de 1999, y para el que sumarían a la fiesta Lara (bajo) , Jordi (guitarra) y
dos piezas claves dentro de los primeros años de la formación: Jorge (
guitarra) y Miguel (Batería). Con la gente cada vez más animada tocaba ponernos
a botar siguiendo el ritmo "10 Toneladas", que nos dejaba a un Jorge eufórico
que no paró de repartir sonrisas y saludos durante todo el tiempo que estuvo
sobre las tablas.
Poco
a poco el nivel de entrega del personal iría en aumento gracias a las excelentes
formas de un Willy que no paró de animar e interactuar con las primeras filas
en temas como "Escarificación", la apabullante "Génesis" y
esa bomba de relojería que es "Alma,Limbo,Polis", que hacía que la
sala se viniera abajo antes de que la cortina volviera a ocultar el
escenario.
Precedido
de una sucesión de imágenes del tour de “Confrontación” arrancaba el último acto de la
noche con "El Jinete Nocturno”, que dejaba ante nuestros ojos a una
formación ataviada con máscaras antigás para atacar de forma aplastante "Biocontaminacion".
El momento que
todos estábamos esperando por fin había llegado y la formación clásica de Ktulu -con Jorge y Mons a las guitarras (el
segundo sentado a causa de una lesión en la pierna); Pablo al bajo, Miguel a la
batería y Willy al frente-, volvía a cabalgar junta esta noche para deleite de
unos incondicionales que enloquecieron al rememorar himnos como “Tiempo Hostil” o el thrashero "Mensaje Subliminal", que ponían de
manifiesto que pese al tiempo transcurrido esta encarnación de Ktulu no ha
perdido la química que les convirtió en punta de lanza del metal nacional. Y es
que trallazos incontestables como "Lado Oscuro" y un celebradísimo
"Crisis De Fe", sonaron con la misma rabia e intensidad
que a mediados de la década de los noventa.
Con
la sala absolutamente rendida tocaba encarar la recta final del show, y que
mejor que uno de sus temas más emblemáticos "Apocalipsis 25D", su
aportación a la banda sonora de la película "El Día De La Bestia" del director Alex De La Iglesia; y el tema que fue la
bandera de su tercer largo "Delirium Tremens". El fin de fiesta
definitivo, con gran parte de los protagonistas apareciendo en escena y con el
público invadiendo el escenario, estaría reservado para "Solo", con
Miguel y Willy alternándose las líneas vocales.
Al
final del show abrazos entre los músicos, palabras de agradecimiento y la ovación de gala de un público que disfrutó al
máximo de la velada. Sin duda fue una noche especial y única, repleta de sensaciones,
reencuentros y nostalgia. Pero que nadie se equivoque porque Ktulu siguen en la
brecha y, seguramente, en la cabeza de Willy ya se está gestando el
concepto y las composiciones que formarán parte de su próxima entrega.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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