Uno
de los valores emergentes de la escena británica arribaba por primera vez a la
Ciudad Condal para presentar su último trabajo "Generation Me", que
veía la luz el pasado mes de marzo bajo los auspicios de la discográfica
Frontiers Music. Aunque la formación de Cambridge ya había apuntado maneras con
sus anteriores entregas "This Might Hurt" (2011) y "Running With
The Dogs" (2014), que les sirvieron para telonear a bandas de la talla de Alice
Cooper, Mötley Crüe o Kiss, su consagración definitiva ha llegado con este
tercer largo que significa el estreno del vocalista Mitchel Emms y el
guitarrista Tao Grey.
El
marco escogido para su bautismo en tierras catalana sería el Rocksound, donde
un nutrido grupo de enfervorecidos seguidores se dejarían imbuir por el aroma
festivo de su descarado y energético hard rock.
Sin duda para muchos la fórmula
puede resultar sencilla: cinco chicos armados con sus instrumentos, dispuestos
a pasárselo en grande y contagiar su vitalidad a todos los presentes.
Pero si
hay algo que resulta innato es la actitud y la garra de unos músicos que llegaban con la consigna de arrasar con
todo a su paso y ofrecernos 75 minutos de vibrante y ardiente rock n ´roll.
Ataviados
con sus chupas de cuero el quinteto se adueñaba del escenario para golpearnos
sin previo aviso con los desenfrenados riffs de la inicial “Let It Begin”, que
lograba que las primeras filas se dejaran arrastrar por su vena más gamberra y desenfadada.
Sin duda lo primero que me
llamó la atención fue la contundencia de la banda sobre las tablas, ya que sus
temas sonaron mucho más crudos y salvajes que en estudio, tal y como dejaron
patente al atacar la primeriza “The Doctor”, que nos dejaba a un quinteto completamente desatado, que hizo que el
diminuto escenario del Rocksound se les acabara quedando pequeño.
Liderados
por su vocalista Mitchel Emms y el hiperactivo guitarrista Tagore Grey, que no
dejó de agitar la cabeza durante todo el
show, los británicos conectarían rápidamente con una audiencia que no
titubeó a la hora de convertirse en protagonista al corear intensamente los adictivos estribillos
que marcarían “Running With The Dogs”.
Con el local convertido en una sauna la
velada proseguiría con la rotunda declaración de intenciones que fue “I Bleed
Rock N´ Roll”, que sería la escogida para que, por primera vez, Emms abandonara
el escenario para cantar las estrofas entre el público.
Tras
haber presentado sus credenciales en un arranque frenético, que les sirvió para
meterse al respetable en el bolsillo, The Treatment se concentrarían en
ofrecernos un exhaustivo repaso por los mejores momentos de su último trabajo
“Generation Me”. Así que no se
olvidarían de los aromas clásicos que impregnaron piezas como “The Devil”. Pero
no tardarían mucho en volver a imprimir
velocidad y rabia a sus guitarras para regalarnos “We Are Beatiful”, que nos abocaba sobre un fantástico solo de esencia sleazy a cargo
de Tagore.
El
nivel de intensidad no decrecería gracias a la pegada de la irreverente
"Bloodsucker", que ponía de manifiesto que, pese a su juventud, estos
chicos se han empapado muy bien de la esencia hard roquera que destilan las mejores obras de The Cult y Thunder.
A
estas alturas del show la sala se había convertido en un desmadre, así que un
desatado Swoggle se olvidaría de su bajo para animarnos a dar palmas durante
los primeros compases de "Cry Tough", para la que el frontman volvería a abandonar el escenario para acabar
tumbado sobre el suelo del local escenificando
un delirante final.
Como
si fuera una reunión de colegas, el extrovertido vocalista nos preguntaría
quién no conocía previamente a la banda y que impresión les estaba causando
el show.
Y la respuesta del público no pudo ser más efusiva. Así que reforzados
por la acogida del respetable la banda continuaría dando buena cuenta del tema
que presta título a su tercer largo "Generation Me". Aunque durante
su presentación no habría espacio para las baladas, el quinteto si que tendría
ocasión de adentrarse en los desarrollos más melódicos de
"Emergency", para rápidamente volver a rescatar su vena más visceral y macarra durante "Shake The Mountain", que nos dejaba
a Tagore abandonando el escenario para recorrer la pista
y acabar encaramado en la barra del local.
El
momento de aunar nuestras voces estaría reservado para el marchoso "Get The Party On", con el propio
guitarrista luciendo un casco vikingo mientras la gente no dejaba de bailar frenéticamente.
Mientras que la elegida para el adiós definitivo sería la punkera
"Drink, Fuck, Fight". En definitiva, The Treatment son jóvenes,
tienen hambre, actitud y unas composiciones que en directo son la banda sonora perfecta
para una noche de fiesta, desenfreno y rock n´ roll.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
No hay comentarios:
Publicar un comentario