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viernes, 17 de marzo de 2017

BATTLE BEAST+MAJESTY+GYZE-BIKINI-BCN-10-MAR-2017



Los finlandeses Battle Beast son una de las bandas del momento. Tras  girar incansablemente durante los últimos años el sexteto de Helsinki publicaba recientemente su cuarta obra de estudio  “Bringer Of Pain”, un trabajo en el que han abierto su propuesta hacia nuevos horizontes contando con la incorporación del guitarrista Joona Björkroth, que ha  ocupado la vacante dejada por Anton Kabanen. Aunque un problema con el bus de la banda mantuvo la cita en el aire hasta el último momento, lo cierto es que tanto las estrellas de la noche como sus compañeros de viaje, -Gyze y Majesty-, llegaron a la Sala Bikini de la Ciudad Condal para cumplir con la cita con sus seguidores.

Los encargados de abrir la velada serían Gyze quienes aprovecharían su oportunidad para presentar algunas de las composiciones que formarán parte de  su próximo trabajo “Northern Hell Song”, que verá la luz a finales de este mes de marzo. Formando como trío los nipones nos propondrían  un estilo  radicalmente distinto  al de las estrellas de la noche, ya que su propuesta   versaría en torno al death metal melódico.

Aunque no dispusieron de mucho tiempo  y tuvieron que lidiar con diferentes problemas técnicos que ralentizaron el ritmo de su presentación, las huestes lideradas por el virtuoso guitarrista y vocalista Ryoji dejaron unas buenas sensaciones en temas afilados e incisivos como “Final Revenge”, que nos sorprendían con el fantástico juego de voces que nos propusieron Ryoji y el bajista Aruta.

Pese a su juventud Gyze  se mostraron  sólidos y muy comunicativos, consiguiendo enganchar con sus estribillos a los más jóvenes. Quizás la única pega sería el que contarán con una única guitarra, ya que durante los excelsos desarrollos solistas del mencionado Ryoji los temas quedaban  un tanto deslavazados. En cualquier caso, piezas como “The Bloodthirsty Prince”, con sus contagiosos estribillos  y esos giros melódicos que nos traían al recuerdo a bandas como Children Of Bodom acabarían propiciando que la gente se fuera animando.

Además de repasar algunas de las composiciones que formaran parte de “Northern Hell Song”, los nipones no desaprovecharían la ocasión para presentarnos algo del material que incluyeron en sus anteriores entregas, así que durante su escueta actuación  no faltarían la corrosiva “Black Bride” y la primeriza “Desire”, que sería la elegida para cerrar un show  que se vio muy condicionado  por los problemas  técnicos.

El cambio de tercio hacia sonoridades más tradicionales llegaría de manos de los germanos “Majesty”, quienes traían bajo el  brazo su nueva referencia “Rebels”. Pese a ser esta su primera incursión en nuestro país, me llamó mucho la atención la respuesta de una audiencia  que les apoyó al máximo desde que irrumpieran en escena acompañados de “Path To Freedom”. Aunque durante los primeros compases del show el sonido fue bastante deficiente, con un volumen bajo en las guitarras, lo cierto es que el quinteto capitaneado por Tarek Maghary logró conectar con el respetable gracias a la pegada de los estribillos true- metaleros que marcarían piezas como “Die Like Kings”, “Hail To Majesty”  o la hímnica “Heroes In The Night”.

Quizás la única pega que se puede poner a la actuación del combo teutón fue que sus referentes quedaron demasiado claros, recodándonos en todo momento a bandas como los americanos Manowar. Pero este detalle no pareció importar a una audiencia que se lo pasó en grande con ellos mientras se dejaba arrastrar por los aromas épicos de “The Final War” . El primer momento emotivo de la noche llegaría con las ambientaciones más relajadas de “Across The Lighting”, que nos dejaba Tarek  clavando la  rodilla en el suelo para conceder a su interpretación unas mayores cuotas de intensidad.

Aunque como era previsible su repertorio estuvo centrado en sus composiciones más recientes, Majesty también echarían la vista atrás para bucear en su prolífica  discografía rescatando para su debut en tierras catalanes  los trepidantes riffs de “Metal Law” y “Thunder Rider”, que lograba  que toda la sala coreara su melodía plasmando la perfecta comunión  entre banda y público.

La química que los germanos habían conseguido crear no se rompería durante la cabalgada contenida en “Rebels Of Our Time”, que nos proponía  un nuevo ejercicio de fe metalera antes de abocarnos sobre otro   brillante solo de  Emanuel Knorr. La última embestida de Majesty estaría reservada para las triunfales melodías de  “Fighting Till The End”, que rubricaba una actuación que convenció a los presentes y que  fue claramente de menos de a más.

Una sala abarrotada aguardaba impaciente la llegada del plato fuerte de la noche. Durante los últimos años Battle Beast se han convertido en unos asiduos de nuestros escenarios, ya sea en el marco de los festivales estivales  o en salas, y esto a la larga ha supuesto el mejor escaparate  para una banda que ha demostrado en repetidas ocasiones tener un directo intenso, salvaje y, ante todo, entretenido. Y es que desde que la banda se diera a conocer dentro de la escena metálica europea al alzarse con el triunfo en el Wacken Open Air Metal Battle 2010 su popularidad no ha hecho más que crecer como la espuma. Además, la incorporación de la vocalista Noora Louhimo supuso el espaldarazo definitivo para una formación que parece llamada a liderar las nuevas hordas de jóvenes metaleros. 

 Aclamados por el respetable desde antes de saltar al escenario el sexteto   de Helsinki aparecía en escena dispuesto a convencer a todos sus incondicionales dando el pistoletazo de salida con el tema que inaugura su último redondo  “Straight To The Heart”, que desataba la euforia entre las primeras filas mientras Noora, -ataviada con una gabardina larga-, se erigía como la perfecta maestra de ceremonias animando al personal a que participara en unos  adictivos estribillos que se verían reforzados por sendas columnas de humo.

Aunque en esta ocasión la vocalista optó por un look menos llamativo que en anteriores ocasiones, lo cierto es que su personalidad y presencia escénica acabarían convirtiéndose en el mejor reclamo para que las gente se dejara arrastrar por las andanadas metaleras que encerrarían piezas como “Bringer Of Pain”. En cuanto al nuevo fichaje de la banda , Joona Björkroth, se mostró preciso y muy integrado con el resto de sus compañeros, haciéndose cargo de la mayoría de los solos. Para sellar la unión entre la banda y sus incondicionales la vocalista no dudaría en invocar a la hermandad metalera antes de atacar el melódico medio tiempo “Familiar Hell”, que les servía para redondear una vibrante tripleta de apertura con temas de su último trabajo. El primer recuerdo de la noche llegaría con “In The Heart Of Danger”, que nos abocaba sobre los aromas ochenteros del primer trabajo que Noora grabó con la banda en 2013.

Una vez más el respetable volvería a corear el nombre de la banda obligando a que los músicos cortaran el desarrollo normal del show para saludar agradecidos. Con una Noora absolutamente desatada, animándonos a participar activamente en la fiesta,   llegaba el momento de atacar una de las nuevas que tiene visos de convertirse en un clásico de su discografía “We Will Fight”. Con la gente cada vez más entregada el primer momento álgido de la noche llegaría con la vitalidad de la arrolladora “Let It Roar”, que nos dejaba a la banda pisando el acelerador al máximo mientras la vocalista agitaba frenéticamente la cabeza.

Aunque como comentaba anteriormente, Noora fue quien se llevo la mayoría de las miradas durante el show, su compañero el bajista Eero Sipilä también se encargaría de algunas de las presentaciones de la noche, tal y como sucedió durante los prolegómenos del celebradísimo  “Black Ninja”, que conseguía mantener el nivel de intensidad de la velada mientras la gente no dejaba de botar completamente enloquecida. El momento de recobrar el aliento llegaría con las ambientaciones más relajadas de “Far From Heaven”, que nos dejaba una sentida interpretación de manos de una Noora que derrochó elegancia y feeling para conquistar nuestros corazones.

El contraste lo pondría “Lost In War”, con las guitarras mas densas y oscuras de la velada para acompañar la interpretación a dos voces del teclista Janne Björkroth y una Noora que cantó el tema embutida en una túnica mientras no dejaba de agitar su pie de micro como si fuera un cetro. Precisamente sería el teclista quien se encargaría junto a Sipilä de presentar el siguiente tema de la noche “Iron Hand”, que fue precedido de un fragmento de “La Marcha Imperial” de Stars Wars mientras Janne engullía una cerveza.

El momento de menear las caderas llegaría con “Touch In The NIght”, un tema de su anterior redondo “Unholy Savior”, que ya nos adelantaba esa orientación más moderna e incluso bailable que llevaría el material contenido en “Bringer Of Pain”. Tampoco faltaría durante el show la invocación a todos los vikingos catalanes para que se sumaran a los estribillos del novedoso “Bastard Son Of Odin”, que lograba que la sala se viniera abajo mientras las columnas de humo volvían a flanquear la figura de la vocalista para abocarnos sobre  un final épico. Sin apenas tiempo para reponernos del impacto la base rítmica nos adentraría en “Enter The Metal World”  y una apabullante  “Out Of Control”, que sería la escogida para poner el punto y seguido a la velada.

Haciendo gala de su particular sentido del humor el retorno sobre las tablas del sexteto  estaría protagonizado por un pequeño pasaje del clásico de Wham! “Last Christmas”, antes de que las guitarras volvieran a rugir al ritmo de “King For A Day” y “Beyond The Burning Skies”.  Parece que los finlandeses siguen en un fantástico estado de forma, sumando cada vez más adeptos a su causa. Así que, como suele suceder con las bandas que empiezan a despuntar, ahora solo queda  comprobar si Battle Beast han tocado techo o, por el contrario,  están llamados a convertirse en uno de los nombres que lidere los festivales europeos  durante los próximos años.



TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER

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