Cada
generación necesita sus propios héroes.
Desde que la vocalista Kenzy y el guitarrista Rober unieran fuerzas para crear Megara en 2014 el combo madrileño no han escatimado esfuerzos a la hora de
trabajarse una imagen llamativa, una cuidada puesta en escena, amén de
proponernos unas composiciones con garra y pegada que plasman las múltiples
aristas de su personalidad musical y que funcionan muy bien en directo. Que el
cuarteto es una banda que está en pleno proceso de expansión y que su
popularidad está creciendo rápidamente, es un hecho. Y la mejor prueba fue
observar la larga cola que aguardaba
impaciente a que la Sala Bóveda de la Ciudad Condal abriera sus puertas.
El
pretexto para esta visita a la capital
catalana era presentar en sociedad las composiciones
de su última entrega discográfica "Siete", que ha cosechado unas
excelentes críticas entre los medios especializados. Como invitados especiales
antes de su salida a escena Megara contarían con el concurso de Erio quienes
presentaban en Barcelona a su nueva formación, y los locales Red Elm que sorprendieron a más de uno con su explosivo
hard rock salpicado de diferentes
estilos e influencias.
Muchas
ganas tenía de ver en directo a Erio, ya que varios amigos me habían hablado de
su arrollador directo, y lo cierto es que los gerundenses cumplieron con creces
mis expectativas. Una puesta en escena potente y trabajada serviría para crear
una estrecha conexión con un público que se implicó al máximo con ellos desde
que abrieran fuego con "Entre Las Ruinas".
Aunque en un primer
momento su propuesta, y en especial el registro de su vocalista Víctor Marín, me recordó a bandas como Ktulu, lo
cierto es que Erio mostraron su amplitud de miras a lo largo de temas como "Guerra Ciega", que intercaló pasajes
intensos y algunos registros limpios.
Y
es que pese a retornar recientemente a los escenarios después de un parón, el
quinteto se mostró sólido y compacto, dejando unas fantásticas sensaciones al
atacar temas de nuevo cuño como "Mi Realidad", del que recientemente
estrenaron videoclip.
Tampoco se dejarían en el tintero algunas de las piezas
que formaron parte de sus anteriores entregas, "Simbiosis 1.0" y
"Simbiosis 2.0", de los que
desgranarían el visceral "Sacrificar Tu Mundo" y la final "En El
Mundo De Lo Absurdo", que incorporando
algunos elementos electrónicos nos hacía agitar frenéticamente la cabeza para
rubricar una descarga marcada por la actitud y la voracidad metalera.
Los
siguientes en aparecer sobre el escenario de una Sala Bóveda que a estas horas
presentaba ya un fantástico ambiente serían Red Elm. Curiosamente los
barceloneses eran la formación más veterana de las que componían el cartel de
esta noche, y aunque no dispusieron de mucho tiempo, lo cierto es que lo
supieron aprovecharlo al máximo. Desmarcándose de la agresividad de Erio, Red
Elm se mostraron más fiesteros y desenfadados. Liderados por el vocalista Raúl
Morón, la banda no tendría problemas para conectar con la audiencia gracias a
la pegada de la inicial "El Guardián De La Luna".
Tal
y como se encargó de comentarnos su vocalista en estos momentos la banda está dando los
últimos retoques a su nuevo trabajo, así que no desaprovecharían la ocasión
para presentarnos temas como "Mis
Pasos", que será el sencillo de presentación de "Zero", y del
que recientemente han grabado un videoclip. El cambio de registro hacia
sonoridades más densas y envolventes estaría marcado por los rotundos cambios contenidos
en el uptempo "Pray For
Jesus", que con sus reminiscencias hard roqueras me recordó a
los The Cult más eléctricos y cañeros. Uno de los momentos culminantes de su
breve actuación llegaría con la versión
del clásico de Rage Against The Machine "Killing In The Name", que
nos ponía a todos a saltar mientras coreábamos, a nuestra manera, su pegadizo
estribillo.
La
fiesta no se detendría, y la sorpresa de la noche llegó cuando Gerard Rigau de
Blaze Out se subió al escenario para
batirse en un vibrante duelo vocal con Raúl durante otra de las composiciones
que formaran parte de su nuevo trabajo, "The Fallen". Para el cierre del
show los barceloneses volverían a pedir nuestra colaboración para entre todos
cantar el estribillo del legendario "Another Brick In The Wall" de
los británicos Pink Floyd.
Pocas formaciones hay en nuestro país que con tan solo un
largo en su haber puedan decir que han abierto para bandas internacionales como
Three Days Grace, You Me At Six, o los titanes americanos del thrash metal,
Anthrax. Así que esto solo puede ser indicador de que el cuarteto madrileño
esta dando los primeros pasos para convertirse en un referente para las nuevas
generaciones de roqueros en nuestro país. Además, Megara nos propusieron una puesta en escena colorista y muy
llamativa, contando con sendas pantallas sobre las que se proyectarían diferentes
imágenes para ambientar los temas y por las que podríamos seguir las
narraciones que servirían como introducción.
Con el escenario sumido en la penumbra los miembros de la
banda irían tomando posiciones
enmascarados para proponernos los inquietantes desarrollos de “Atajo Al Cielo”. La última en ganar las
tablas seria su frontwoman, Kenzy, que apareció encapuchada para hechizarnos
con su torrente vocal mientras nos guiaba en nuestro viaje a través de los nueve círculos del Infierno.
Tras recabar la primera ovación de la velada y demandar un poco más de luz
sobre el escenario llegaba el momento de dejarnos imbuir por los ritmos
tribales y los rotundos riffs que marcarían “En Llamas”, que nos dejaba la
imagen de la vocalista paseándose exultante por el escenario mientras las
llamas hacían acto de presencia a través de las pantallas traseras.
Y es que como era previsible el centro de todas las miradas
fue la carismática Kenzy, quien además
de mostrarse como una excelente vocalista, se mostró segura y muy confiada en
su papel de frontwoman, utilizando la barra del local mientras no dejaba de
cantar y agitar su melena a dos colores durante la primera versión de la noche,
“Sweet Things” de The Pretty Reckless. Pese a que la audiencia se mantuvo un tanto
fría durante los primeros compases del show , lo cierto es que la banda supo
involucrar al personal para que se involucrara a la hora de cantar su último
sencillo “Vivo De Rodillas”, que fue
acompañado con imágenes del videoclip.
Unas densas columnas de humo volverían a ocultar el
escenario durante los prolegómenos de la emotiva “Alas”, para la que Kenzy se
sumaría a las guitarras mientras nos invitaba a corear su estribillo. No
tardaría mucho en regresar la potencia guitarrera, ya que la siguiente en hacer
acto de presencia sería “Fiel A Nada”, que nos dejaba con una de las mejores
interpretaciones de la vocalista.
El segundo cover de la noche estaría reservado para una
sorpresiva versión del “I Kissed A Girl”, de Katte Perry, que se convertiría en
la excusa perfecta para que el cuarteto nos pusiera a todos a botar. Aunque
quizás este cover no acabara de cuadrar con la propuesta del combo madrileño,
lo cierto es que lejos de bajar el nivel de intensidad del show sirvió para que
la gente se fuera animando. De modo que el momento de agitar las caderas
llegaría con “Equilibrio”. Como no podía ser de otra forma para encarar la
recta final del show Megara optarían por una de sus composiciones más conocidas
y emblemáticas “Baños de Sangre”.
Pero si alguien pensaba que los madrileños iban a dejar
escapar la posibilidad de mostrar su faceta más intimista y sosegada no podía
estar más equivocado, ya que la elegida para plasmar su lado más emotivo sería
“Sin Ti”, que nos dejaba un fantástico trabajo de Rober a las seis cuerdas. Tras ella, la banda
desaparecería del escenario para dejar que Pol DQ nos propusiera un entretenido ejercicio
solista en el que fundiría su pegada con algunos samplers de Korn y The Ramones
entre otros.
La vuelta de sus compañeros llegaría de manos de una de sus
composiciones más salvajes “Héroes”, que volvía a hacer que el show recobrara
toda su intensidad antes de atacar el cover de Tonight Alive “How Does It
Feel”. La última bala en la recamara del combo madrileño estaría reservada para
“Seis”. En definitiva, buena descarga de unos Megara que demostraron tener
tablas y personalidad suficientes para convertirse en una banda importante
dentro del panorama nacional. Pese a
ello, debo admitir que me llamó mucho la atención la actitud contemplativa de
una parte de la audiencia que no acabó de entrar en el show. Tal vez algunos se
esperaban algo más de espectáculo visual, pero, en cualquier caso, lo
verdaderamente importante en un concierto es la música, y Megara estuvieron a
la altura.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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