lunes, 17 de abril de 2017

PAIN OF SALVATION+PORT NOIR-BIKINI-BCN-8-ABR-2017



A lo largo de la vida se dan diferentes situaciones que nos obligan a replantearnos las cosas, luchar e intentar superarnos. Tras dejar atrás  una grave infección que estuvo a punto de costarle la vida el líder de Pain Of Salvation, Daniel Gildenlöw, quiso plasmar en su nueva obra "In The Passing Light Of Day" algunas de sus vivencias y pensamientos para proponernos una vuelta musical a las raíces, en el que para muchos es su disco más personal e intimista hasta la fecha. Debo admitir que tenía muchas ganas de volver a ver al combo sueco en la intimidad de una sala tras su paso  cerrando la primera edición del festival Be Prog! My Friend. 

Como preámbulo antes de la aparición del plato fuerte de la noche contaríamos con el concurso de sus compatriotas Port Noir, quienes debutaban en los escenarios de la Ciudad Condal. Formando con una alineación de trío, y con la batería ocupando la parte central del escenario, la formación capitaneada por el bajista y vocalista Love Andersson nos ofrecería un detallado repaso de su último trabajo “Any Way The Wind Carries”. 

Aunque la propuesta de Port Noir pareció entusiasmar a gran parte de los presentes, debo admitir que no me acabaron  de convencer los excesivos apoyos pregrabados que utilizaron en la mayoría de los temas. En cualquier caso, su sonido ecléctico e intimista acabaría calando a medida que avanzaba su presentación. Así que temas como "Onyx" servirían como perfecto ejemplo para una sucesión de composiciones heterogéneas, cortas  y camaleónicas.  Para hacernos navegar entre ambientaciones más oscuras y tortuosas recurrirían a los densos desarrollos que de "Black From The Link", que con el bajo distorsionado de Andersson y  la cobertura melódica de los teclados grabados marcaría el primer punto de inflexión de la velada.

El contrapunto llegaría con los ritmos  asincopados y con aromas electrónicos de la pieza que titulaba  su anterior Ep "Neón". Mientras que la elegida para retornarnos sobre la senda de los desarrollos roqueros sería la emotiva "Exile". En definitiva, correcta actuación de unos Port Noir que parecieron convencer con su heterogénea propuesta a un público que se mostró atento y receptivo. Aunque, personalmente, creo que el trío sueco se mostró un tanto frío con una audiencia que les acogió con los brazos abiertos.

Una vez concluida la descarga de Port Noir tocaba desconectar y prepararnos para embarcarnos en el viaje que nos propondrían Pain Of Salvation. Con puntualidad británica las luces del local  se apagaban para que una audiencia enfervorizada rugiera para tributar una cálida acogida a los protagonistas de la noche. De forma rotunda, y hasta me atrevería a decir que sorpresiva, la banda irrumpía  en escena acompañada de unos deslumbrantes destellos lumínicos para agitarnos abruptamente con los compases iniciales de "Full Throttle Tribe".


Gozando de un sonido potente y nítido junto a un vistoso juego de luces, que serviría para ponderar los momentos cumbre de la noche, Daniel y sus muchachos dejarían claro desde los primeros compases del show el porque son una de las bandas más longevas y reputadas dentro de  la escena progresiva. Sin duda si hay algo que caracteriza  las composiciones de su nueva obra son esos sentimientos de angustia, incertidumbre y rabia. De modo  que el quinteto plasmaría de forma excepcional todas esas sensaciones en temas como "Reasons" y "Meaningless", que nos hacían transitar desde su contundencia inicial hasta unos cuidados juegos de armonías vocales que acabarían embelesando al personal, con un Ragnar Zsolberg  impecable en sus aportaciones vocales.

Aunque quizás lo más sencillo para los suecos hubiera  sido ofrecernos un repertorio salpicado de clásicos de su extenso catálogo, lo cierto es que los temas de " In The Passing Light Of Day", constituirían la columna vertebral del show, ya que el quinteto  interpretaría  hasta 7 temas de su última entrega discográfica, poniendo de manifiesto su plena confianza en el nuevo material. Pero que nadie piense que no habría espacio para el recuerdo, ya que la encargada de agitarnos con su vendaval roquero sería "Lineleum", que nos dejaba con un Daniel soberbio, desbordando  feeling e intensidad por los cuatro costados.  

Si como comentaba anteriormente su trabajo de este año fue el gran protagonista de la velada, las composiciones de su cuarta entrega "Remedy Lane" serían las que ocuparían los siguientes minutos del show, dejando que los omnipresentes teclados de Daniel Karlsson  se encargaran  de acompañar  las voces de Daniel y Ragnar  durante  "A Trace Of Blood", mientras el escenario se quedaba a media luz. La intensidad y la potencia irían aumentando progresivamente gracias a los increscendos de la dramática "Rope Ends", que nos dejaba  el escenario teñido de púrpura mientras el frontman seguía cautivándonos con su magnetismo personal. Para poner el punto y final a este capítulo dedicado a su trabajo 2002 apostarían por la extensa y heterogénea "Beyond The Pale".


Aún más atrás en el tiempo, concretamente a la época de "The Perfect Element, Part I", nos conducirán las sonoridades hipnóticas y envolventes de esa gema que es "Ashes", que volvía a rebajar el nivel de revoluciones para dejar que unas luces lilas   bañaran el escenario. Por si alguien dudaba del enorme carisma de Daniel, la prueba definitiva de su dominio escénico llegaría con  el reverencial y respetuoso silencio que acompañó a la emocional  "Silent Gold", que era la elegida para inaugurar el segundo capítulo dedicado a " In The Passing Light Of Day". Las guitarras potentes y una banda desatada, -inmersa en una frenética sesión de   headbanging -,se encargarían de contagiar su ímpetu  a la audiencia durante "On A Tuesday", que volvía a recuperar la vivacidad  del show para propiciar que el recinto se viniera abajo. 

Muy entregado y comunicativo Daniel  no se olvidaría de  agradecernos nuestra presencia y nuestra entrega antes de poner el punto y seguido a la velada con las seductoras melodías de "The Physics Of Gridlock", ratificando  la versatilidad de una formación  que es capaz de transitar por diferentes estilos y sonoridades aunque sin perder en ningún momento la carga emocional que destilan sus composiciones. El epílogo para una descarga sublime llegaría con la faraónica pieza que cierra  su  último trabajo "The Passing Light Of Day", que arrancaba con el frontman solo en el escenario para que poco a poco se le fueran sumando  el resto de sus compañeros para cerrar la velada por todo lo alto y ser despedidos como auténticos héroes. 

Mucho más que un concierto. La descarga de  Pain Of Salvation en la Ciudad Condal fue algo  más que una simple  sucesión de temas interpretados de forma magistral, ya que Daniel Gildenlöw y sus muchachos se convertirían en nuestros guías a través de un intenso viaje que nos haría recorrer diferentes emociones, pensamientos  y estados de ánimos, para acabar dejándonos con la sensación  de haber presenciado uno de los conciertos del año. 





TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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