No debe ser fácil hacerse un hueco dentro de una escena tan selecta como la progresiva, y más cuando se procede de un país con tan poca tradición metálica como es Andorra. Pese a ello, Persefone han conseguido fraguarse una excelente reputación gracias a sus vibrantes directos y a la calidad de sus producciones de estudio. Cuatro años han pasado desde que la banda publicará su anterior entrega "Spiritual Migration", así que de cara a la presentación de su quinto trabajo "Aathma", los andorranos presentarían a sus nuevas incorporaciones: el batería Sergi Verdeguer y el guitarrista Filipe Baldai, ambos miembros de Nami.
El
enclave escogido para el arranque de su primera gira como cabezas de cartel por
el Viejo Continente sería la sala pequeña del
Razzmatazz congregando a un nutrido grupo de seguidores que se encargarían de
arropar al sexteto del Principado para que se sintieran como en casa. Pero no
arribarían solos a la cita, ya que para acompañarles en esta puesta de largo de
su “Aathma
Tour”
contarían con el concurso de los griegos Poem, quienes repasarían las
composiciones de su segundo trabajo
"Skein Syndrone".
A
diferencia de lo que suele ser habitual los atenienses aparecerían en escena
sin contar con ningún tipo de introducción para empuñar sus instrumentos y abrir la velada con las envolventes
ambientaciones de "Passive Observer",
que nos sorprendía con el acusado contraste entre sus pasajes melódicos y la
garra de sus guitarras junto a los constantes giros vocales de Giorgos
Prokopiou.
No sería
el frontman el único que se encargaría de liderar a sus compañeros, ya que a lo largo de
"Fragments", el guitarrista Laurance Bergström salpicaría de melodía la densa base instrumental que
proponía el tándem rítmico. Aunque la gran mayoría de los presentes desconocía
la propuesta de Poem, el combo griego supo captar la atención del respetable en piezas como "The
End Justifies The Means", que era la escogida para mostrarnos su faceta
más progresiva, pese a la irónica invitación de Giorgos para que cogiéramos a
nuestra pareja y nos pusiéramos a bailar.
Pero si
algo caracterizó la presentación de Poem fue la polivalencia de una propuesta que
nos hizo transitar desde los aromas
introspectivos hasta la catarsis emocional que marcaría la más accesible y ambiental "Desire". Esa estrecha
conexión que la banda supo establecer con el público se haría patente con las
palmas que acompañaron a "Bound Insanity", que se convertiría en la
antesala perfecta para la camaleónica
"Weakness". Para encarar la última pieza de
la noche, Giorgos dejaría su guitarra a un lado para imprimir unas mayores
dosis de dramatismo a las estrofas que acompañarían a las melodías arabescas de " Remision Of Breath". Una propuesta intensa, heterogénea y rica en matices fue lo que nos ofrecieron
Poem, consiguiendo captar la atención del respetable y ganarse un puñado de
nuevos seguidores.
Desde
que Tony Mestre y Carlos Lozano unieran fuerzas bajo la denominación de Persefone
la formación andorrana no ha dejado de crecer tanto musical como técnicamente.
Tras ellos no encontrarás ambiciosas campañas de marketing, solo la férrea voluntad de
unos músicos que parecen dispuestos a facturar unas composiciones cada vez más ambiciosas y redondas, aunque sin renunciar a la
esencia de un death metal melódico y progresivo a partes iguales.
Ciñéndose a las limitaciones del pequeño escenario del Razzmatazz 3, el sexteto presentaría una cuidada escenografía, con una vistosa iluminación en la parte trasera que serviría para ambientar los momentos más vibrantes de la velada.
Ciñéndose a las limitaciones del pequeño escenario del Razzmatazz 3, el sexteto presentaría una cuidada escenografía, con una vistosa iluminación en la parte trasera que serviría para ambientar los momentos más vibrantes de la velada.
Otro a
detalle a destacar sería el excelente sonido, con unas guitarras sólidas y
compactas, -destacando especialmente la labor de un colosal Carlos Lozano-, una
base rítmica aplastante, y esas suculentas pinceladas de elegancia que introducirán los teclados de Miguel
Espinosa en piezas instrumentales como "One Of Many...", "The
Water Brook", "The Wind Brook" o “Cosmic Walkers.
En lo referente al apartado vocal, lo cierto es que tal y como nos comentó el propio Marc Martins, esta no fue su mejor actuación, ya que estaba algo renqueante a causa de una inoportuna bronquitis. Pese a ello, el vocalista acabó cuajando una notable actuación dando buena cuenta de sus rabiosos rugidos mientras Miguel se encargaba de darle la réplica en los registros limpios.
En lo referente al apartado vocal, lo cierto es que tal y como nos comentó el propio Marc Martins, esta no fue su mejor actuación, ya que estaba algo renqueante a causa de una inoportuna bronquitis. Pese a ello, el vocalista acabó cuajando una notable actuación dando buena cuenta de sus rabiosos rugidos mientras Miguel se encargaba de darle la réplica en los registros limpios.
Contando
con el respaldo de una audiencia que prácticamente llenó el recinto, Persefone
aparecerían sobre las tablas luciendo la mejor de sus sonrisas para rápidamente
mudar el gesto y concentrarse en los complejos desarrollos que marcarían piezas
como la novedosa "Prison Skin", que nos dejaba a un Marc desatado,
recorriendo incansablemente por el escenario mientras Carlos y Filipe nos
volaban la cabeza con su voraz ataque a dos bandas. Pese a las excelentes
críticas cosechadas con su último redondo, la banda no se olvidaría de algunos de los temas que
les sirvieron para presentar su
propuesta en diversos festivales
europeos, de modo que no faltarían durante la primera mitad del show piezas
como la sobrecogedora "The Great Reality".
Pero sin duda el gran protagonista
de la velada sería "Aathma", un plástico que marca la madurez de una
banda que sigue innovando para perfilar su propia senda y sonar cada vez más personal y reconocible. Quizás por ello hubiera resultado
imperdonable que se hubieran dejado en el tintero la fantástica "Living Waves", que contaría con la voz
grabada de Paul Masvidal para convertirse en uno de los momentos álgidos del show. Tampoco faltarían las esencias orientales que
exploraron a lo largo de "Shin-Ken", del que rescatarían las salvajes
acometidas contenidas en "The Endless Pain", "Kusanagi" y
"Purity".
Lejos de
linealidad, los contrastes volverían a hacernos virar el rumbo para encarar la
recta final del show con la ampulosa "Spiritual Migration", que
fundía a la perfección la voracidad de las guitarras y las etéreas melodías de los teclados.
Bajo un clima de euforia desatada llegaba el momento de rubricar la velada, y para ello que mejor que un nuevo alarde de ferocidad death metalera de manos de ese torbellino que es "Fall To Rise", que servía para que la banda se retira dejando a su paso a una audiencia satisfecha.
Bajo un clima de euforia desatada llegaba el momento de rubricar la velada, y para ello que mejor que un nuevo alarde de ferocidad death metalera de manos de ese torbellino que es "Fall To Rise", que servía para que la banda se retira dejando a su paso a una audiencia satisfecha.
Tras los
pertinentes saludos desde el escenario, el respetable abandonaría el recinto con la convicción de haber presenciado
el directo de una banda que dará mucho
que hablar durante los próximos meses. En definitiva, si te gusto "Aathma",
no deberías dejar pasar la ocasión de ver en directo a Persefone.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
FOTOS:CARLOS OLIVER
No hay comentarios:
Publicar un comentario