A
finales del mes de Abril de 1978 se registraron los conciertos en tierras
niponas que acabarían formando parte del mítico "Tokyo Tapes",
considerado por muchos uno de las grandes trabajos en vivo de la historia del rock.
Esta magna obra cerraba un lustro maravilloso en el que
Scorpions contaron con los servicios del virtuoso guitarrista Uli Jon Roth.
Tras su publicación y la posterior salida del guitarrista la banda germana proseguiría su exitosa carrera hasta
nuestros días, mientras el guitarrista de Düsseldorf iniciaba una carrera
que incluiría tres obras bajo la denominación de Electric Sun, y,
posteriormente, una larga retahíla de trabajos en solitario. Su inimitable
estampa, su mítica Sky Guitar, y, sobre todo, su peculiar forma de tocar la
guitarra convirtieron a Uli Jon Roth en una influencia irrebatible para muchos
héroes de las seis cuerdas. Precisamente, repasar algunas de las composiciones grabadas
en el Nakano Sun Plaza constituiría la
columna vertebral de este nuevo periplo por el viejo continente para presentar "Tokyo
Tapes Revisited - Live in Japan".
Desafortunadamente, para su paso por nuestro país
el mítico guitarrista germano no contaría con la misma formación que
grabara el álbum a principios del pasado 2015, por lo que no tuvimos ocasión de
deleitarnos con el registro cargado de intensidad y feeling del vocalista
Nathan James de los británicos Inglorious. El que si acompañó al maestro alemán
fue el guitarrista zurdo polaco David Klosinski, quien se ha convertido en su
fiel escudero durante los últimos años. Para completar una alineación de
jóvenes músicos, Uli contaría con el veterano vocalista italiano Piero
Leporale.
Que la nostalgia vende, y mucho, entre los
seguidores del hard rock y el heavy metal es algo irrebatible. De modo que no
me sorprendió que un buen numero de fans
no quisieran dejar pasar la ocasión de volver a deleitarse con el material
clásico de Scorpions. Ante una sala Bóveda prácticamente llena y sin
contar con el concurso de banda de apertura Uli Jon Roth y sus muchachos
aparecían en escena para insuflarnos la flema roquera de la pieza que abría el
mítico doble de finales de los setenta, "All Night Long". Aunque han
pasado casi cuatro décadas desde que Roth abandonara la legendaria formación germana, lo cierto es que su
característica estampa, -con vestimenta colorista, bigote y los adornos colgando del mástil de su guitarra-, no ha cambiado.
Pero pese al carisma y a la excelsa ejecución
del virtuoso hacha de Düsseldorf algo no acababa de funcionar, ya que su
guitarra se mantuvo a un volumen ensordecedor a lo largo de toda la descarga
sepultando el trabajo de sus acompañantes. Lamentablemente, esta situación no
se resolvería a lo largo de la velada, lo que nos privó de disfrutar del show
en todo su esplendor. Tampoco me acabó de convencer la actitud excesivamente
timorata de sus acompañantes, que permanecieron agrupados en un extremo mientras el “maestro” ocupaba la
mitad del escenario. En cuanto a la labor del vocalista Piero Leporale resulta
muy difícil valorar su trabajo, ya que en muchos momentos sus líneas vocales
eran prácticamente indescifrables a
causa del voraz sonido de la guitarra de Uli.
Aunque no sonaron todas las composiciones incluidas
en "Tokyo Tapes", no faltaron piezas como la elegante y
bluesera "Longing For Fire", o la magnificencia instrumental de "The Sails Of Charon", que ponía
a la audiencia a dar palmas para acompañar su desarrollo mientras Uli parecía
entrar en éxtasis atacando su instrumento. Además de brillar intensamente en su
faceta de guitarra-hero, el talentoso guitarrista germano también se haría cargo de la mayoría
de las presentaciones de la noche. Otro detalle que me sorprendió fue el discreto papel del guitarrista David Klosinski, quien, a
diferencia de anteriores visitas, apenas se prodigó en las partes solistas,
centrándose casi de forma exclusiva en su faceta como guitarrista
rítmico.
De los momentos más destacados de esta primera
parte del show me quedaría con la apoteósica "We'll Burn The Sky",
con un Uli pletórico explorando incansablemente todos los trastes de su
guitarra para acabar recibiendo una de las mayores ovaciones de la noche; y la
mítica "In Trance". Tampoco faltaría la Sky guitar de doble mástil
durante la delicada "Fly To The Rainbow", que gozó de una extensa
introducción de reminiscencias flamencas. El retorno sobre las directrices más
netamente hard roqueras llegaría de la mano de la vitalista "I' ve Got To
Be Free", en la que Piero animó al personal a que cantara el estribillo.
Varios fueron los momentos en los que Uli se hizo
también cargo de las voces, tal y como sucedió durante algunas estrofas de un
deslucido "Dark Lady”. Para encarar
la recta final del show llegaba el momento de centrar nuestro objetivo en el
material de "Virgin Killer", repasando las dos piezas que lo abrían:
"Pictured Life" y una celebradísima "Catch The Train", que
hacía volar nuestra imaginación con sus psicodélicos desarrollos. Antes de
abandonar definitivamente las tablas Uli y sus muchachos todavía tendrían
ocasión de tributar sendos tributos. El primero, al poeta Dylan con "All Along The Watchtower",
y el segundo al Dios de la guitarra Jimi Hendrix con una
inspirada y muy personal adaptación del "Little Wing", ambas cantadas
por el propio guitarrista.
En definitiva, noche de nostalgia y recuerdo que
sirvió para volver a disfrutar del talento y la maestría de uno de los
guitarristas más influyentes de la escena europea. Aunque, lamentablemente, un
volumen excesivo en la guitarra de Uli Jon Roth
acabó desluciendo una descarga que podría haber sido antológica.
TEXTO: ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFREDO RODRIGUEZ
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