Pese
a su insultante juventud Imperial Jade llevan bastante tiempo curtiéndose en
los escenarios. Basta tan solo con dar una escucha a su prometedor debut
“Please Wellcome”, para comprobar que estos chicos han mamado directamente de
las fuentes sagradas del classic rock.
Un
servidor ha tenido ocasión de ver a los barceloneses en varias ocasiones, y lo
cierto es que cada vez ha sido mejor que la anterior. Así que en esta ocasión,
pese a las limitaciones de tiempo, el
quinteto volvió a dejarme una fantástica impresión, especialmente su vocalista
Arnau Ventura, al que veo cada vez más suelto y seguro en su faceta como
frontman.
Acompañados
de una buena representación de amigos y algunos curiosos que se acercaron
atraídos por el clasicismo que emanaba de las guitarras de Alex Pañero y Hugo
Nubiola, Imperial Jade nos refrescaron la mañana con el marchoso dinamismo que
imprimieron a temas como “Highway”, “Satyr”,
y el vacilón “High On You”.
Aunque
todavía era muy pronto y el personal quería reservar fuerzas para afrontar esta
tercera y ultima jornada del festival, Arnau se las apañó para conseguir que la
gente bailara y acompañara con palmas el medley de clásicos de Led Zeppelin que
interpretaron, y que se convertiría en el preámbulo perfecto para los
potentes estribillos de “Fire Burning
Sound”. Son jóvenes, tienen imagen, actitud, calidad y un directo de lo más
marchoso y entretenido.
KILLCODE
La
primera descarga internacional de esta tercera jornada de festival correría por
cuenta de los americanos Killcode, una banda todavía poco conocida por estos
lares, pero que nos presentó una interesante propuesta que funde a la
perfección la potencia del hard rock más tradicional, las densas melodías del
rock alternativo y la rotundidad de unos estribillos coreables y con pegada.
Pese a lo temprano de la hora, lo cierto es que la banda que lidera el vocalista Tom Morrissey pareció encantada con la acogida que le tributaron los valientes que se atrevieron a desafiar el intenso calor de primera hora de la tarde. De entre los temas que interpretaron me quedaría con los aplastantes estribillos de “Hands Up”, que ponía a botar a la banda intensamente, y la más oscura y guitarrera “Shotgun”, ambas extraídas de su último trabajo homónimo.
Tampoco
faltaría el toque sureño que imprimieron a los desarrollos iniciales de “Devil
Song”, ni las rugosas líneas de bajo que marcarían temas como “Broken Hee”. La sorpresa
del show llegaría cunado Morrissey
invitó a subirse al escenario al mítico guitarrista de Twisted Sister, Jay Jay
French para que se sumara a la fiesta
durante su versión del clásico “You Can´t Stop Rock ´n´Roll”.
Resumiendo,
los americanos con una propuesta a medio camino entre el hard rock tradicional
y los sonidos alternativos mostraron tener potencial y temas para hacerse con
un hueco dentro de la escena internacional. Estaremos atentos a sus próximos
pasos.
BLACK
STAR RIDERS
Si
hay una banda que consigue mantener el espíritu y la esencia del mítico Phil
Lynott en sus composiciones esos son Black Star Riders. Aunque seguramente para
muchos resultara una herejía que algunos de sus miembros sigan realizando giras
bajo el nombre de Thin Lizzy, lo cierto es que la banda que lideran el veterano
guitarrista Scott Gorham y el ex The Almighty Ricky Warwick está consiguiendo
hacerse con un hueco dentro de la escena internacional.
Con
su flamante nuevo trabajo bajo el brazo “Heavy Fire”, el sexteto repasaría
durante su actuación los mejores momentos de su discografía junto a un par de clásicos de cosecha Lizzy.
Con Warwick enfundado en una chupa de cuero y empuñando la guitarra, la banda irrumpía en escena para asolarnos con
la fiereza roquera del tema que abría su debut “All Hell Breaks Loose”.
Pese
a que en el seno de Black Star Riders nos encontramos con músicos veteranos y
reputados, lo cierto es que quien lleva las riendas del show es Warwick,
haciendo gala de una actitud salvaje y
macarra, lo que le permite conectar con
la gente e invitarla a participar en temas como “The Killer Instinct”, que era
la escogida para ofrecernos ese clásico juego de guitarras gemelas.
Poco
a poco el ambiente se iría caldeando, de modo que la gente no dudaría en
acompañar con palmas temas como “Bloodshot”. Tras haber picoteado durante los
primeros compases del show en sus dos primeras obras, por fin llegaba el
momento de bucear en las composiciones de su nuevo trabajo, y que mejor que
proponernos los adictivos estribillos de esa bomba de relojería que es “Testify
Or Say Goodbye”, para posteriormente abalanzarnos sobre la marchosa “When The
Nights Comes In”.
Tampoco
faltaría su habitual tributo a la figura del irrepetible Lynott con una
coreadísima versión del clásico “The Boys Are Back In Town”, que ponía a todos
los presentes a cantar, y ya en la recta final de su actuación el mítico
“Whiskey In The Jar”.
Pero
sería injusto tildar a Black Star Riders de ser un grupo que vive del legado de
otros, y la mejor prueba fue el ímpetu y la mala lecha que Warwick imprimió a
temas como “Bound For Glory”, los aromas folk que destiló “Soldierstown” y las
pegadizas melodías del uptempo “Finest Hour”. En definitiva: fantástica
actuación de unos Black Star Riders que están llamados a convertirse en una de
las bandas fuertes dentro del panorama europeo.
HAMMERFALL
Mucho
ha cambiado la escena del heavy metal europeo desde que Hammerfall publicaran
su debut “Glory To The Brave” hace ya dos décadas. Abanderados de aquella
oleada de bandas power metaleras que asoló el viejo continente durante la
segunda mitad de la década de los noventa
los suecos han conseguido mantenerse en activo sin renunciar a su
personalidad ni al clasicismo de su propuesta.
Seguramente
debido a la mencionada efeméride muchos esperaban un repertorio dedicado a la
nostalgia, en el que la banda incluyera muchos temas de sus primeros trabajos,
pero los templarios suecos optaron por un set
muy variado. “Hector´s Hymn” fue la encargada de dar el pistoletazo de
salida, dejándonos a una banda sólida y
muy dinámica en escena, con Joacim Cans aprovechando al máximo la pasarela
central mientras Oscar Dronjak exhibía su guitarra con forma de martillo.
No
tardarían en enganchar a la audiencia con esos estribillos marca de la casa,
convirtiendo al potente “Riders Of The Storm” en uno de los momentos destacados
del show. Tampoco faltarían durante la hora que estuvieron sobre las tablas los
riffs sólidos y aplastantes de “Blood
Bound”, ni los hímnicos estribillos de “Any Means Necessary”, que nos dejaba a
Cans dirigiendo los canticos del personal.
Sin
concedernos ni un segundo de tregua el estruendoso sonido del motor nos
anunciaría la llegada de “Renegade”, que nos sumergió en una frenética sesión de headbanging mientras el escenario
quedaba cubierto de humo. Fue justo antes de atacar “Dethrone and Defy”, cuando
el vocalista se paseó por la pasarela para recordarnos que la banda lleva dos décadas girando por
todo el mundo.
Pero
no sería Cans el único que aprovechó las posibilidades de la pasarela central,
ya que durante “Last Man Standing”, Oskar y Norgren se batirían en un intenso
duelo bajo la atenta mirada de las primeras filas. Con la gente cada vez mas
entrega llegaba el momento de encarar la recta final del show, y que mejor que
un clásico como “Let The Hammer Fall”, que ponía a rugir intensamente al
personal antes de que Oskar amenazase con golpear su guitarra con forma de
martillo contra el suelo.
Una
nueva mirada sobre su última entrega “Built To Last” serviría como excusa para
rescatar la adictiva “Hammer High”. Mientras que las últimas cabalgadas de una
descarga compacta y convincente estarían reservadas para “Bushido” y una
coreadísima “Hearts On Fire”.
SARATOGA
Desde
su “regreso” Saratoga están en un fantástico momento de forma. Su último
redondo “Morir En El Bien, Vivir En El Mal”, ha vuelto a poner a la banda del
incombustible Niko Del Hierro en un lugar preferente dentro de la escena metálica
nacional.
Una
carpa abarrotada, en la que el intenso calor nos hizo sudar intensamente, y un
escenario presidido por la portada de su última obra aguardaba a que el
cuarteto madrileño apareciera en escena. Como un vendaval desatado el show
arrancaba por todo lo alto con “Perseguido”, dejándonos la estampa de un Tete
Novoa absolutamente titánico, que no dejó de correr y animar al personal
mientras buscaba la complicidad de las primeras filas.
Y es
que el vocalista se mostró en un excelente estado de forma, tanto física como
vocalmente, intercalando algunos desgarradores rugidos entre sus afiladísimos agudos, consiguiendo que temas como “Tras Las
Rejas” y “Maldito Corazón” , sonaran más potentes y viscerales.
Aunque
el sonido no me acabó de convencer, estuvo excesivamente alto y con mucho
reverb en las voces durante los primeros compases del show, esto no pareció
importar a un público que se entregó al máximo a la hora de corear los
estribillos de “Las Puertas Del Cielo”, que nos dejaba el primer gran solo de
un Jero Ramiro que estuvo muy preciso durante todo el show.
Pero
sin duda el motor de la banda fue la base rítmica que formaron un demoledor
Dani Pérez, -impecable en potencia y ejecución tras su kit-, y Niko que no dejó animar mientras maltrataba su
bajo en temas como “No Sufriré Jamás Por Ti”. De entre sus nuevas composiciones
las que mejor acogida obtuvieron fueron “Mi Venganza”, presentada por Tete con
un punto de ironía, y la propia “Morir En El Bien, Vivir En El Mal”, que volvía
a poner a todo el personal a cantar.
De
su etapa más clásica no faltarían “Vientos de Guerra” y “Heavy Metal”, que sonó
como toda una declaración de principios, con todo el mundo coreando el
estribillo mientras Tete volcaba el pie de micro sobre las primeras filas. Para
encarar la recta final del show optarían por “A Morir”, la power metalera “Como
El Viento” y la habitual “Perro Traidor”, que fue acompañada por una intensa
lluvia de confeti.
THUNDER
Representantes
del clasicismo roquero en las islas británicas Thunder se presentaban en el
escenario Stage Fest para encarar la recta final de esta cuarta edición del
Rock Fest Barcelona. Aunque en líneas generales sonaron bastante bien, lo cierto
es que las ráfagas de viento acabaron desluciendo algo una descarga que poco de
falta de ritmo e intensidad, ya que su propuesta hubiera lucido mucho más
dentro del intimismo de una sala.
Pese
a ello la banda capitaneada por el vocalista Danny Bowes y el guitarrista Luke
Morley nos invitó a mover los pies
sometiéndonos al ritmo de temas como “Enemy Inside”. Pero sin duda los temas
que mejor acogida obtuvieron entre los presentes fueron los de sus primeros
trabajos como “River Of Pain” o el vibrante “Low Life In High Places”.
También
gustaron mucho entre los asistentes temas como la final “I Love You Than Rock N Roll”. Resumiendo que
los británicos nos ofrecieron un derroche clase, elegancia y distinción para
poner de manifiesto que siguen conservando esa flema clásica que encandiló a muchos seguidores a
finales de los ochenta y principios de los noventa.
AIRBOURNE
A
última hora de la tarde, justo cuando el cansancio acumulado empezaba a hacer
mella entre los asistentes, era el mejor momento para la inyección de
adrenalina y buen rollo que nos propusieron Airbourne. Sí, efectivamente, los
australianos no han inventado nada nuevo, ni serán recordados por la
excelsa complejidad de sus composiciones. Pero lo que nadie puede discutir es
la intensidad y la actitud que los hermanos O´Keefee & cía. imprimen a cada
una de sus presentaciones.
Capitaneados
por ese torbellino que es Joel, que apareció en escena a pecho descubierto y
con sus jeans rotos a la altura de las rodillas, el cuarteto salió tan
enchufado como de costumbre, haciendo mover al personal con esa solemne declaración
de intenciones que es "Ready To Rock", que fue contestada con una
rotunda ovación del respetable. Y es que Airbourne nos han visitado con
bastante asiduidad en los últimos años, y eso se notó, y mucho, en la reacción
de unos fans que no pararon de corear los contagiosos estribillos de temas como
"Too Much, Too Young, Too Fast".
Tras
haber puesto patas arriba el recinto con dos himnos clásicos dentro de su
discografía tocaba adentrarnos en el material de su última obra de manos del tándem que conformaron "Down
On You" y la más marcada e hímnica "Rivalry", que nos
dejaba a Joel aproximándose al filo del escenario. Finalmente el alocado
frontman acabaría cumpliendo su amenaza, ya que durante el marchoso "Girls In Black" llegaría su tradicional
paseo a hombros por el foso justo antes de que empezara a destrozar latas de
cerveza a cabezazos.
Tampoco
se olvidarían de rendir pleitesía a uno
de sus grandes referentes, el irrepetible Lemmy Kilmister durante los
prolegómenos de "It's All For Rock n Roll". Tras recibir una cerraba
ovación tocaba ofrecernos otro pequeño bocado de su último redondo, y que mejor
muestra que la pieza que le da nombre "Breakin´ Outta Hell", que
mantenía el nivel de intensidad con las primeras filas acompañando con palmas.
La escogida para poner el punto y seguido a la brutal descarga de los de
Warrnambool sería la desquiciante "Stand Up For Rock N Roll".
No
tardarían mucho en retornar sobre las tablas para hacer girar la manivela que activaba las sirenas que
nos anunciaban el salvaje "Live It Up", que nos dejaba a Joel
repartiendo vasos de birra entre sus seguidores. Pero no, la fiesta desbocada
de Airbourne aún no había concluido, ya que todavía se reservaban en la
recámara una última bala, el explosivo "Runnin´ Wild" que, ahora sí,
rubricaba una de las mejores actuaciones
de esta tercera jornada festivalera.
AEROSMITH
El
momento por fin había llegado. Tras tres largas e intensas jornadas de calor,
música y diversión, un Parc de Can Zam abarrotado se preparaba para albergar el
plato fuerte de esta cuarta edición del Rock Fest Barcelona: Aerosmith. Si ya
de por si una actuación de los de Boston es todo un acontecimiento, en esta
ocasión, el anuncio de que su actual tour Aero-Vederci Baby! será su gira de
despedida acabó propiciando que nadie quisiera perderse la cita.
Con
todo el personal pendiente de lo que sucedía en el Stage Fest, la expectación
podía palparse en el ambiente. La explosión del público llegó cuando a través
de las pantallas y acompañadas de la grandilocuencia del “Carmina Burana”
desfilaron diferentes instantáneas de la formación americana, proponiéndonos un
viaje a lo largo de su longeva trayectoria. Sin embargo, el arranque fue un
tanto frío, ya que mientras sonaban los primeros compases del tema inicial “Let
the Music Do The Talking”, las pantallas no nos mostraban imágenes de los
músicos, sino el logo clásico de la banda. Esto hizo que muchos buscaran desde
la lejanía la figura de los músicos hasta que finalmente advertimos que el
tándem Tyler/Perry estaba ya al final de la pasarela que se adentraba dentro de
la audiencia.
No
sería hasta el arranque del segundo tema “Nive Lives”, cuando las pantallas nos
mostraron lo que sucedía sobre el escenario, comprobando que Tyler vestía uno
de sus extravagantes modelitos. Curiosamente, no hubo explosiones, ni humo
durante los primeros compases del show, sólo una banda que rockeaba con
convicción mientras Tyler se contorneaba reclamando la atención de las primeras
filas. Y es que la pasarela central se acabó convirtiendo en el “campo de
juego” de un frontman que demostró estar en un fantástico momento de forma.
Así
que mientras las mayoría de las miradas recaían sobre el incombustible
vocalista, Perry era quien se encargaba de llevar la batuta sobre el escenario.
Como era previsible el grueso de su repertorio estuvo centrado en algunos de
sus hits más exitosos de la segunda
mitad de su carrera. De modo que no faltaron durante la parte inicial del show
temas como “Love In An Elevator”, que convirtieron el recinto en una fiesta, con todo el mundo
cantando el estribillo mientras Tyler corría hacia sus compañeros para acabar
revolcándose por el suelo.
Un
detalle que me llamó mucho la atención, y que creó que acabó restando algo de
dinamismo e intensidad al show, fue que temas ganadores como “Livin´ On The
Edge”, sonaron algo ralentizados y faltos de pegada. Pero esto no pareció
importar a un público que explotó cuando el vocalista se acercó al batería Joey
Kramer para cantar juntos el estribillo.
Haciendo
gala de sus excelentes dotes como frontman, Tyler corrió, saltó, bailó y jugó
con su pie de micro…, e incluso empuñó un megáfono antes de hacernos mover las
caderas al ritmo del marchoso “Rag
Doll”. Una nueva mirada sobre el material que publicaron durante la década de
los noventa nos abocaría sobre el envolvente “Falling In Love (Is Hard In The
Knees)”, que nos dejaba al vocalista haciendo muecas ante las cámaras que había
repartidas a lo largo del escenario.
Tras
recabar una cerrada ovación, Tyler nos presentó a su compañero Perry, que fue
quien se hizo cargo de las voces durante su adaptación del bluesero “Stop
Messin´Around”, haciendo llorar su guitarra mientras Brad Whitford se encargaba
del solo y el propio Tyler remataba el tema tocando la armónica. No sería esta
la única versión que tocaron de los británicos Fleetwood Mac, ya que la
siguiente en sonar fue “Oh Well”, algo que a muchos no nos acabó de convencer, y más
teniendo en cuenta la gran producción discográfica de los de Boston. La magia
roquera retornaría de manos de “Chip Away The Stone”, con un fantástico
acompañamiento del teclista que acompaña a la banda, Buck Jhonson.
El
momento emotivo de la noche y en el que más se escuchó cantar al público
llegaría con la balada “I Don´t Want To Miss A Thing”, con Tyler ataviado con
un sombrero cantando el tema aferrado a su pie de micro mientras miles de
teléfonos inmortalizaban el momento. En un repertorio rico en versiones no
podía faltar su particular homenaje a The Beattles, con su roquerizada versión
del “Come Together”, que nos dejaba a los “Toxic Twins” recorriendo la pasarela
central para provocar el delirio generalizado.
Otro
de los momentos álgidos de la noche llegaría con el irreverente “Eat The
Reach”, el tema que abría su undécima obra de estudio. No abandonarían el
material del exitoso “Get A Grip”, ya que a continuación tocarían la emocionante
“Cryin´”, para posteriormente dejar paso a una celebradísima “Dude (Looks Like A Lady)”,
que ponía el punto y seguido a la velada.
Nadie
se movió de su sitio. Todos sabíamos que Tyler, Perry y compañía aún se guardaban algún as en la manga antes de
despedirse definitivamente de nosotros. Así que mientras la gente coreaba el
nombre de la banda los “pipas” colocaron en la pasarela un piano para que Tyler
interpretara “Dream On”. El final no pudo ser más espectacular con Perry
primero, y posteriormente Tyler, subiéndose al piano.
Encarando
la recta final del show el bajo de Tom Hamilton nos adentraba en el funkero “Mother
Popcorn”, mientras que el apoteósico final, -con lluvia de confeti y columnas
de humo-, llegaría con “Walk This Way”.
En definitiva, buen concierto de unos Aerosmith que no me cabe la menor duda
convencieron a sus fans más “radiofónicos”. Aunque, personalmente, en vez de
tantas versiones hubiera preferido escuchar viejas favoritas como “Mama Kin”, “Janie´s Got A Gun” o “Back
In The Saddle”, lo que hubiera
convertido esta despedida en una cita inolvidable.
Aunque por diferentes motivos varias han sido las actuaciones que no han sido reseñadas en este artículo, no me gustaría dejar pasar la ocasión de hablar, aunque fuera mínimamente de: RAGE, quienes presentaron a su nueva formación dejando una muy buena impresión desde que arrancaran con el clásico "Don´t Fear The Winter". Además la banda del carismático Peavy Wagner también tendría ocasión de rendir su particular tributo a Dio con un fantástico cover de Holy Driver", que fue cantado por el guitarrista Marcos Rodriguez.
Los brasileños SEPULTURA también nos ofrecieron una notable actuación presentando algunos de los temas de su último redondo "Machine Messiah". Pero evidentemente los pits más concurridos estarían reservados para clásicos como "Desperate Cry", "Inner Self", "Territory" y ya en la recta final "Roots Bloody Roots", que ponía a todo el personal a saltar.
Una de las nuevas sensaciones del hard rock americano ALTER BRIDGE nos ofrecieron un show potente, intenso y dinámico, en el que brilló especialmente su frontman Myles Kennedy, quien se metió a la audiencia en el bolsillo gracias a su clase y su carisma. De entre los mejores momentos de su actuación destacaría "Addicted To Pain"y "Metalingus", que sonó absolutamente arrollador. Mientras que en el capítulo de las baladas brillaría intensamente la emotiva "Blackbird".
La nota de nostalgia y clasicismo vendría de la mano de los incombustible Europe, quienes repasarían algunos de sus clásicos de la década de los ochenta, aunque sin descuidar las composiciones de sus ultimas entregas. Aunque los suecos hicieron un show solvente y compacto, lo cierto es que Joey Tempest no tuvo su noche, lo que acabó restando algo de brillo a la ejecución de temas como "Rock The Night", "Scream Of Anger" o "Ready Or Not". En cualquier caso, esto no pareció importar a una audiencia que saltó y bailó como si estuviera poseída cuando en la recta final del show sonó el imprescindible "The Final Countdown".
En definitiva, Rock Fest Barcelona nos ofreció tres intensas jornadas de música, sol y diversión, con grandes actuaciones de todas las bandas en un marco incomparable y con un fantástico ambiente. Así que a partir de ahora empieza la cuenta atrás para la edición de 2018.
Aunque por diferentes motivos varias han sido las actuaciones que no han sido reseñadas en este artículo, no me gustaría dejar pasar la ocasión de hablar, aunque fuera mínimamente de: RAGE, quienes presentaron a su nueva formación dejando una muy buena impresión desde que arrancaran con el clásico "Don´t Fear The Winter". Además la banda del carismático Peavy Wagner también tendría ocasión de rendir su particular tributo a Dio con un fantástico cover de Holy Driver", que fue cantado por el guitarrista Marcos Rodriguez.
Los brasileños SEPULTURA también nos ofrecieron una notable actuación presentando algunos de los temas de su último redondo "Machine Messiah". Pero evidentemente los pits más concurridos estarían reservados para clásicos como "Desperate Cry", "Inner Self", "Territory" y ya en la recta final "Roots Bloody Roots", que ponía a todo el personal a saltar.
Una de las nuevas sensaciones del hard rock americano ALTER BRIDGE nos ofrecieron un show potente, intenso y dinámico, en el que brilló especialmente su frontman Myles Kennedy, quien se metió a la audiencia en el bolsillo gracias a su clase y su carisma. De entre los mejores momentos de su actuación destacaría "Addicted To Pain"y "Metalingus", que sonó absolutamente arrollador. Mientras que en el capítulo de las baladas brillaría intensamente la emotiva "Blackbird".
La nota de nostalgia y clasicismo vendría de la mano de los incombustible Europe, quienes repasarían algunos de sus clásicos de la década de los ochenta, aunque sin descuidar las composiciones de sus ultimas entregas. Aunque los suecos hicieron un show solvente y compacto, lo cierto es que Joey Tempest no tuvo su noche, lo que acabó restando algo de brillo a la ejecución de temas como "Rock The Night", "Scream Of Anger" o "Ready Or Not". En cualquier caso, esto no pareció importar a una audiencia que saltó y bailó como si estuviera poseída cuando en la recta final del show sonó el imprescindible "The Final Countdown".
En definitiva, Rock Fest Barcelona nos ofreció tres intensas jornadas de música, sol y diversión, con grandes actuaciones de todas las bandas en un marco incomparable y con un fantástico ambiente. Así que a partir de ahora empieza la cuenta atrás para la edición de 2018.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:ALFONSO DIAZ y ALFREDO RODRIGUEZ
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