El
glamour nunca fue con ellos. Mientras Los Ángeles era a finales de los ochenta
el escaparate perfecto para un puñado de bandas que parecían más preocupadas
por su imagen que por la calidad de sus composiciones, Ugly Kid Joe daban sus
primeros pasos ataviados con sus bermudas, sus gorras de baseball y sus
descuidadas melenas. Su irrupción en las estaciones de radio y la MTV llegaría
con el single “Everything About You”, pero mientras muchos pensaban que la
banda sería un “one hit single” más, Whitfield Crane y sus muchachos daban
buena cuenta de su potencial con temas como “Neighbor”, “Goddamn Devil” o su
versión del “Cat´s In The Cradle” de Harry Chapin.
Lamentablemente
los americanos no consiguieron mantener su nivel de popularidad , así que tras
un notable “Menace To Sobriety”, que les permitió girar con Bon Jovi, Van Halen
y The Pretenders, en un tour que hizo escala en el Estadi Olimpic de Montjuic,
la banda tocó fondo con su tercer trabajo “Motel California”. Pero el quinteto
de Isla Vista había dejado huella entre
la audiencia, así que tras unos años fuera de circulación la banda se reunía y
poco después lanzaban el EP “Starway To Hell”. Reforzados por la buena acogida
obtenida a finales del pasado 2015 lanzaban su cuarto trabajo “Uglier Than They
Used To Be”. Mucho tiempo había pasado desde su última visita a tierras
catalanas, que, si la memoria no me
falla, fue un show acústico en la Sala Mephisto, con Whitfield Crane y el guitarrista
Dave Frontman repasando algunos de sus éxitos y varios temas de “Motel California”. Así que
había muchas ganas de volver a verles en directo.
Como
acto previo antes de la llegada de las estrellas de la noche contaríamos con la
presencia de Neon Delta, quienes al
igual que los americanos venían de descargar en el Garage Sound Festival de
Madrid. Los catalanes con vocalista canario al frente salieron con las pilas
bien cargadas, y ya desde los compases iniciales del show con “Cólera”, pudimos
comprobar su devoción por un hard rock potente y guitarrero, en el que pudimos
percibir las influencias de bandas como los primeros Guns N´Roses o los The
Cult más roqueros. Pero no serían esos suculentos toques sleazes los únicos que
marcarían la descarga de Neon Delta, ya que el show proseguiría con los
pegadizos estribillos de “Seamos Todos Uno”.
Además
de presentar todas las composiciones de su
ópera prima “Imparable”, el quinteto no desaprovechó la ocasión de presentarnos
una nueva composición “Huracán”, que formará parte de su nuevo trabajo que se
publicará el próximo año. Tampoco descuidarían su faceta más emotiva durante
“Balas Y Poemas”, su particular oda a las seis cuerdas que nos sorprendió con
una brillante interpretación de Dani Blanco y el excelente tándem que formaron
Charlie Rood y Marc Gálvez.
La
encargada de poner el contrapunto fue “Escupe La Verdad”, que les servía para
plasmar su vena más gamberra y reivindicativa, con Dani animando al personal a participar
en los estribillos. El retorno sobre los
parámetros del classic rock llegaría de la mano de los marcados riffs de “No
Hay Nada Mejor”.
Pero
sin duda los momentos más eléctricos y divertidos de su escueta presentación
estuvieron reservados para una enérgica recta final que estuvo compuesta
por la marchosa “Yo Soy La Noche”, durante la que tuvieron que lidiar con algún problemilla con las guitarras; su
adaptación del clásico “God Save The Queen”, que dedicaron a los que han tenido
que buscarse la vida lejos de casa. Mientras que el colofón definitivo lo pusieron
los aromas bluesy de “Imparable”, un
tema que resume a la perfección una propuesta divertida, cañera y marchosa, que
mezcla el clasicismo roquero de los setenta y la garra y actitud de los
ochenta.
Muchos
pueden pensar que el tiempo de Ugly Kid Joe ya pasó, pero en su regreso a los
escenarios catalanes los americanos se mostraron como una banda sólida, madura
y muy compacta. Es cierto, Whitfield Crane ya no se mueve como una fiera
desatada sobre el escenario, pero eso no quiere decir que haya perdido sus
facultades como frontman, ya que sigue manejando al público a su antojo. Sí,
efectivamente, el repertorio estuvo centrado en sus primeras obras, ofreciéndonos tan solo alguna fugaz
pincelada del material que han facturado desde su retorno.
Sin
escenografía ni telón de fondo, de forma sobria los músicos aparecieron en
escena para hacer rugir al personal y enzarzarse en una especie de jam mientras Crane
contemplaba las evoluciones de sus compañeros desde la barra del local. No
tardaría mucho en llegar la primera sorpresa de la noche “Neighbor”, y con ella
la explosión de júbilo de unas primeras filas que corearon enfervorizadas cada
una de sus estrofas. Respaldados sobre un sonido nítido y potente el quinteto
empalmó con el cachondo “Jesus Rode a Harley”, que nos dejaba a Crane jugando
con el cable de su micro antes de ponernos a todos a saltar siguiendo su
contagiosa melodía.
No
abandonarían el material de “Menace To Sobriety”, ya que el retumbante bajo de
Cordell Crockett fue el encargado de adentrarnos en “C.U.S.T.”, mientras Crane
invitaba al compañero Carlos Oliver a que se subiera al escenario para tomar
algunas instantáneas. Tras recibir el cariño de sus incondicionales, durante el
primer speech de la noche el vocalista nos picó al recordarnos que venían de tocar en Madrid, así que tocaba
entregarse al máximo durante “Panhandlin´Prince”. Pero no, no toda iba a ser
nostalgia y recordar viejas favoritas, así que el primer guiño a esta nueva
etapa llegaría con el tándem que conformaron “No One Survives” y “Devil´s
Paradise”, que dejaban patente que el quinteto no ha perdido su olfato a la
hora de crear pegadizas melodías.
Pese
al paso de los años los americanos nos han perdido su particular sentido del
humor, así que Klaus Eichstadt, siguiendo las indicaciones de Crane, sería
quien nos mostraría su facilidad para hablar español durante los prolegómenos
del vibrante “So Damn Cool”. La elegida para relajar el ambiente fue la
sentimental “Cat´s In The Cradle”, que Crane dedicó a un “peque” que había al
fondo del local a hombros de su padre.
No
tardaron mucho en poner a botar nuevamente al personal durante “I´m Alright”,
para que acto seguido el vocalista nos hiciera gritar el nombre de su compañero
Klaus, que fue quien se encargó de llevar la voz cantante durante “Mr. Recordman”, mientras Crane le observaba
atentamente desde la barra del local tomándose una birra. Un nuevo viaje al
pasado serviría como excusa para “Milkman´s Son”, que nos dejaba con un fantástico alarde de Dave Fortman.
Uno
de los momentos culminantes del show llegaría con el metalero “Goddamn Devil”,
que nos invitaba a agitar frenéticamente la cabeza mientras en su recta final
Crane trataba de emular los agudos que Rob Halford grabó para la versión de
estudio. Sin tiempo para reponernos el martilleante bajo de Cordell nos
flanqueaba el paso hacia el oscuro
“Dialogue”, uno de los pocos guiños que se permitieron a su tercer largo “Motel
California”.
Los
riffs densos y pesadumbrosos de “Tomorrow´s World” sirvieron para que los
americanos dejaran patente su infinita adoración hacia los padrinos del heavy
metal, Black Sabbath. El cambio de registro llegaría poco después con los
aromas más desenfadados y funkeros de “V.I.P.” que se convirtió en la excusa
perfecta para que los más animados movieran las caderas. Antes de encarar la
recta final del show, y de forma sorpresiva, la banda al completo realizó una
reunión de familia para decidir como continuaría el show.
Así
que saltándose el repertorio previsto el quinteto nos sorprendió con un curioso
medley que incluyó partes de “Under The Bottom” y el clásico de Black Sabbath
“Nativity In Black”, para poner el punto y seguido a la velada. Pese a que
apenas éramos dos centenares los que nos reunimos para volver a disfrutar del
directo de los californianos, cabe remarcar que la conexión entre banda y
publicó fue total. Así que tras agradecer nuestra entrega los músicos
volvieron a empuñar sus instrumentos
para rendir pleitesía a otro de sus ídolos Lemmy Kilmister con su versión del
mítico “Ace Of Spades”. Una nueva ración del asesino bajo de Cordell marcaría
“Funky Fresh Country Club”. Mientras que el apoteósico final estaría reservado
para su primer gran éxito, el imprescindible “Everything About You”.
En
definitiva que Ugly Kid Joe ratificaron que uno de sus puntos fuertes sigue
siendo el directo. Y es que, visto lo visto, parece que a Whitfield Crane y sus
muchachos no les importa tocar ante 20000, 2000 o 200, ya que lo dan
todo en sus directos.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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