STEVE´N´SEAGULLS
Para
abrir esta jornada de jueves contaríamos con los finlandeses Steve´n´seagulls
una banda cuanto menos peculiar, que ha alcanzado una cierta peculiaridad
gracias a su personal reinterpretación de temas clásicos, ya que, lejos de
centrar su sonido en la voracidad de las guitarras eléctricas, prefieren
confiar en instrumentos pocos habituales dentro del heavy metal.
Pese
a ello su repertorio estuvo plagado de viejas favoritas para todos los
presentes, y los finlandeses levantaron la moral de los que acudieron a ver su
presentación dando buena cuenta de temas como “The Trooper”, “Over The Hills
And Far Away”.
Algo
más sorpresiva sonaron sus versiones del
clásico de Pantera “Cemetary Gates” o el mítico “Seek & Destroy”, de
Metallica que volvía a sonar por segunda vez en lo que llevábamos de festival.
Mención especial merece su adaptación del “ You Could Be Mine”, y ese
apoteósico fin de fiesta con el “Thunderstruck” de Ac Dc, que convirtió los
aledaños del escenario en una auténtica fiesta.
TIGRES
Uno
de los grandes alicientes del Leyendas Del Rock ha sido siempre el darnos la
oportunidad de poder volver a ver en acción a algunas de las bandas clásicas
del rollo en nuestro país. En esta edición una de las citas más atractivas para
los amantes de la nostalgia ochentera era la actuación de Tigres, quienes
recientemente volvían a la carretera para volver a desempolvar algunos de sus
temas más emblemáticos.
Los
catalanes capitaneados por el vocalista Jimy Reitz se mostraron en un estado de
forma pese a su larga ausencia de los escenarios, y sonaron potentes y
compactos, dando buena cuenta de temas míticos como “Exterminador”, que fue
coreado con pasión con los más veteranos. Además, los catalanes aprovecharon la
ocasión para presentar un tema inédito “Atentos”, que contrastó con la
orientación más melódica de “Todo Siga Siendo Igual”, un tema de su bajista
Fredry Fresquet. Mientras que la encargada de hacer que todo el mundo volviera
a cantar sería su versión del clásico “Black Is Black”.
Resumiendo,
buena presentación de unos Tigres que se mostraron en buena forma y dispuestos
a rememorar su glorioso pasado.
RAGE
Una
cita imprescindible para todos los amantes del clasicismo metálico alemán era
la presencia de Peavy Wagner al frente de sus remozados Rage, contando ahora con el
guitarrista Marcos Rodríguez y el batería Vassilios Maniatopoulos. Hace tan
solo unos meses el trío ponía en circulación su nueva obra “The Devil Strikes Again”, así que su
presencia sobre el escenario “De La Rosa” representaba una fantástica oportunidad para comprobar su verdadero potencial en
directo y que tal sonaban algunas de
sus nuevas composiciones.
Desmarcándose
de la formula habitual de arrancar con el tema de apertura de su último redondo,
Peavy y sus muchachos optaron por tirar de clásico, así que la descomunal
respuesta del público propició que “Don´t Fear The Winter” se encargará de
poner el recinto patas arriba. Tirando de carisma y veteranía, el incombustible
Peavy, muy bien respaldado por el guitarrista Marcos Rodríguez, no tuvo
dificultad a la hora de poner a las primeras filas a dar palmas para acompañar
los compases iniciales de la pegadiza “Great Old Ones”.
Debo
admitir que me gustó mucho el ritmo que el trío imprimió al show, sin pausas
largas y dejando que temas más recientes como “Spirit Of The Night”, gozaran de
un protagonismo destacado durante
el tramo inicial. Pese a su gran
colección de clásicos, Peavy es consciente de que la banda tiene un nuevo
trabajo que presentar, así que no se dejarían en el tintero piezas como el
melódico “Blackened Karma”, que contemporizaba los ánimos del personal tras un trepidante
arranque.
No
tardarían mucho en recuperar el nivel de entrega de sus seguidores, ya que la
siguiente en sonar fue “End Of All Days”, con el frontman dando la alternativa
a un público que respondió encantado a su invitación. Una nueva mirada al pasado,
concretamente al material facturado durante la segunda mitad de la década de
los noventa serviría como pretexto para rescatar la oscura “From The Cradle To
The Grave”.
El
estruendo de la tormenta aproximándose nos adentraría en la novedosa “Season Of
The Black”, que se convirtió en el
preámbulo perfecto para “Straight To Hell”. El momento de retornar sobre las
esencias power de la banda llegaría con
“Black In Mind”, que con la gente coreando su estribillo con los brazos en alto
se acabó convirtiendo en uno de los momentos culminantes del show.
No
levantarían el pie del acelerador, ya que para encarar la recta final del show
el trío optó por recurrir a la artillería pesada, y que mejor para ello que dejar que la gente entonara la letra de
“Solitary Man”, para acto seguido rematar la faena con una de sus mejores
composiciones de los últimos años “My Way”.
Antes
de abandonar definitivamente el escenario todavía tendrían ocasión de
ofrecernos un monumental “Higher Than The Sky”, que incluyó un pequeño pasaje del
“Holy Driver”, que cantó el propio Marco. En definitiva que Peavy y sus
muchachos nos ofrecieron un show muy
completo, en el que repasaron el presente y el pasado de una banda mítica
dentro de la escena germana, dejando patente que esta nueva formación puede
darnos muy buenos momentos de cara a los próximos años.
INQUISITION
La
propuesta de Inquisition se sale de lo que podríamos denominar los parámetros
clásicos del metal. Y no lo digo
únicamente por la radicalidad de una propuesta surgida del underground, que
hace que su sonido solo este al alcance de los más iniciados dentro de la
escena extrema; sino también por su
atípica alineación que tan sólo incluye al guitarrista y vocalista
Dragon y al batería Incubus.
Y es
que precisamente el dúo colombiano, afincado en los E.E.U.U., era una de esas
perlas que cada año nos presenta el Leyendas, y que difícilmente podremos ver
en un escenario tan grande y con el equipo que cuenta el “Mark Reale Stage”. De modo que muchos
fueron los que se acercaron para comprobar que tal sonaban estos Inquisition
que venían a cubrir la vacante dejada por los noruegos 1349.
Debo
admitirlo, el dúo sorprendió a quienes todavía no les conocían, y no creo
equivocarme al sentenciar que no dejaron indiferente a nadie con ese black
metal de corte satánico y plagado de reminiscencias de clasicismo thashero. Aunque
únicamente había dos músicos sobre las tablas, lo cierto es que el sonido
estuvo a volumen atronador, e incluso me atrevería a decir que el micro de
Dragon estuvo excesivamente alto, lo que acabó desluciendo temas como “From
Chaos They Come” o “Dark Mutilation Skies”.
Pese
a llevar en activo desde finales de la década de los ochenta, no puede decirse
que la discografía de Inquisition sea excesivamente extensa, de modo que en su
repertorio tuvieron un protagonismo destacado sus últimas referencias, haciendo
especial hincapié en su último trabajo “Bloodshed Across The Empyrian Altar
Beyond The Celestial Zenith”, del que no faltaron temas como “A Magnificent
Crypt Of Stars”.
Buena
actuación de unos Inquisition que aprovecharon la ocasión para dar a conocer su
personal propuesta ante una audiencia más mayoritaria y numerosa, dejando unas
buenas impresiones para sumar algún
nuevo adepto a su oscura causa.
BLIND GUARDIAN
La
presencia de Blind Guardian estaba llamada a ser uno de los platos fuertes de
esta segunda jornada del festival. Resulta curioso que una formación mítica
para todos los seguidores del power metal europeo todavía no hubiera visitado este Leyendas Del Rock. Así que su actuación
de esta noche serviría para que los germanos saldaran su deuda con el público
del Leyendas.
No creo que a estas alturas Hansi Kürsch y sus
muchachos precisen de ninguna clase de presentación, pero debo admitir que me
sorprendió, y mucho, la sobriedad de su puesta en escena, sin hacer uso de las
proyecciones, y ni tan siquiera usar un simple telón de fondo con el nombre de
la banda. Sí, de acuerdo, no traían un nuevo trabajo que presentar, pero
resulta imperdonable que una banda de su estatus y trayectoria no utilice
ninguna clase de decoración ni atrezo, y más dentro del marco de un festival.
Así que, visto lo visto, todo quedaba confiado al aspecto musical.
Donde
si que no pondré ninguna clase de pega es en el repertorio. Muy bien escogido y
haciendo especial hincapié en uno de sus discos más exitosos de los noventa
“Imaginations From The Other Side”. Aunque, personalmente, me hubiera encantado
escuchar algún tema más de sus primeros trabajos: “Banish From Sanctuary”,
“Traveler In Time” o “Majesty”. En cuanto al sonido, lo cierto es que desde mi
posición no me acabó de convencer, ya que en algunos momentos la voz de Hansi
quedaba sepultada bajo la potencia de la sección rítmica.
Como
ya comenté anteriormente, sin hacer uso de ninguna clase de elemento externo y
solo con la ampulosa introducción de su ultima obra los germanos daban el
pistoletazo de salida con “The Ninth Wave”, dejando que fuera la tripleta que
forman Hansi, André y Marcus los que ocuparan la primera línea del escenario.
Peso a ello, sería el vocalista quien llevaría en todo momento las riendas del
show, mostrándose cercano y comunicativo a la hora de dirigirse al respetable
para presentar temas como “Welcome To Dying”, que desataba la euforia entre las
primeras filas, convirtiendo los aledaños del escenario en un mar de brazos que
apuntaban hacia los músicos.
Sin
apenas tiempo para reponernos de la polvorienta cabalgada, el escenario se
teñiría de rojo para que las pulsaciones bajaran durante la preciosa
“Nightfall”, que nos dejaba al vocalista dirigiendo al personal como si fuera
el director de un coro. Además de ser esta su primera aparición en el Leyendas,
la de esta noche era una actuación especial, ya que el vocalista celebraba su
51 cumpleaños. De modo que nos tocó cantarle el cumpleaños feliz ante el gesto
de satisfacción de un Hansi emocionado. Pero dejando a un lado los
sentimentalismos, los teutones no tardaron en volver a empuñar sus instrumentos
para adentrarnos en las dinámicas ambientaciones de “Prophecies”, que hacia que
el nivel de intensidad se mantuviera gracias a la potencia de sus guitarras y
la majestuosidad de coros pregrabados.
ARCH ENEMY
Aunque
hubo muchas dudas sobre el futuro de Arch Enemy tras la salida de la
carismática Angela Gossow, lo cierto es que el núcleo duro que conforman
Michael Amott, el bajista Sharlee D´Angelo y el batería Daniel Erlandsson
parecen haber encontrado en la figura de Alissa White-Gluz, el reemplazo
perfecto para la vocalista germana.
Tras
las buenas críticas cosechadas con “War Eternal”, que ya presentaron en este
mismo festival, la banda volverá a la carga el próximo mes de Septiembre con su
nuevo trabajo “Will To Power”, que será el primer álbum en el que participe el
guitarrista Jeff Loomis, que ingresó en la banda en 2014. Pero antes de que
vean la luz sus nuevas composiciones, el quinteto está inmerso en un tour
veraniego que está haciendo escala en algunos de los festivales más
prestigiosos del viejo continente.
El
crecimiento de Arch Enemy ha sido imparable en los últimos años, y la mejor
prueba era ver el lugar de privilegio que ocupaban en esta segunda jornada de festival, y la
impaciencia y tensión que podía palparse en el ambiente durante los instantes
previos al arranque de su actuación. Al igual que ya sucediera durante la
descarga de Amon Amarth, a lo largo de la actuación del combo sueco no
faltarían las columnas de fuego y el humo para conceder unas mayores cuotas de
intensidad a momentos puntuales del show.
Otro
aspecto a destacar fue el gran dominio escénico del quinteto, especialmente del
tándem Amott/Loomis, juntándose en el centro del escenario para batirse en esos
intensos duelos de guitarra. Mención especial merece la labor de Alissa, quien
no solo estuvo a un nivel altísimo vocalmente hablando, sino que también se comportó
como una autentica fiera: saltando, bailando y moviendo la cabeza
incansablemente.
Ganas,
muchas ganas, había de ver nuevamente en directo a Arch Enemy, así que cuando
las luces se apagaron y a través del P.A. comenzó a sonar “Tempore Nihil Sanat
(Prelude In F Minor)”, un mar de teléfonos se alzó al aire para inmortalizar la
entrada de los músicos en escena con la novedosa “The World Is Yours”, que fue
acompañada de 4 enormes columnas de fuego. El recital de los suecos había
empezado, así que con la gente totalmente enloquecida Alissa nos invitaría a
entonar la melodía de “Ravenous”, para que acto seguido Amott y Loomis se
posicionaran espalda con espalda en la parte central del escenario para batirse
en el primer duelo de la noche.
Sin
permitir que las guitarras dejaran de castigar nuestros oídos arrancaba “Stolen
Life”, logrando que el nivel de intensidad no decreciese. Pero sin duda el
momento culminante de este arranque de show llegaría con “War Eternal”, que fue
presentada por Alissa con un rugido sobrecogedor. Fue en temas como este “War
Eternal”, cuando pudimos ver al Amott más versátil y dinámico, pasando con una
facilidad pasmosa de los aterradores riffs a los desarrollos más melódicos y
elegantes.
No
habría tiempo para el relax, ya que la atronadora batería de Daniel Erlandsson
fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a una de las favoritas de la
audiencia “My Apocalypse”, propiciando que todo el mundo se pusiera a saltar
mientras el fuego se alzaba para crear un muro entre los músicos y sus
seguidores. Con una Alissa absolutamente desatada llegaba el momento de
presentar “You Will Know My Name”, para la que el escenario se teñiría de color
carmesí mientras la vocalista se situaba junto a la tarima de la batería para
ceder todo el protagonismo a las guitarras.
Poco a poco los temas de la formación sueca
iban cayendo sobre nuestros castigados cuerpos, pero para los que todavía
tenían fuerzas para saltar el bajo de Sharlee D´Angelo marcaría la entrada de
ese trallazo incontestable que es “Under Black Flags We March”, con Alissa ondeando una bandera con el logo de la
banda. Precisamente sería la propia vocalista la que se referiría a “As The
Pages Burn”, como una de sus favoritas justo antes de atacar el tema que
concluyó con ambos hachas elevando desafiantes sus guitarras al cielo
estrellado de Villena.
Aunque
la banda esta pensando ya en la edición de su nuevo trabajo, Alissa también se
refirió a su anterior entrega en vivo durante los prolegómenos de la devastadora “No
Gods, No Masters”, que volvía a poner a todo el personal en movimiento. El
nivel de euforia no decrecería gracias a la pegada de “We Will Rise”, que nos
dejaba a un Amott imperial, castigando su guitarra de forma expeditiva para
protagonizar una vibrante recta final que ponía el punto y seguido al show.
No
tardaría mucho Loomis en aparecer en escena para tras hacer llorar su guitarra
ceder todo el protagonismo a Amott durante “Snow Bound”, con Amott exprimiéndose
al máximo encorvado sobre su guitarra,
en una pose que recordaba al maestro Michael Schenker. El último estallido de
locura llegaría de manos del visceral “Nemesis”, que una vez más volvía a poner
a todo el mundo a botar siguiendo las instrucciones de una Alissa que se ha
ganado a pulso su puesto en la banda. Cada vez más potentes, pero también más
melódicos, Arch Enemy continúan con paso firme su carrera hacia el olimpo del
Metal,… y ahora con Alissa y Loomis en sus filas parece que han cogido la
directa. Con diferencia, la suya fue una de las grandes actuaciones de esta XII
edición del Leyendas Del Rock.
TRIPTYKON
Con
la noche ya bien entrada y tras la soberbia actuación de Arch Enemy llegaba el
momento de dejarse envolver por la oscuridad y la maldad que nos proponían los
suizos Triptykon. Quizás a los más jóvenes el nombre de Tom Gabriel Fischer les
diga más bien poco, pero para los que ya tenemos una edad resulta innegable la
influencia que ha ejercido dentro del metal extremo con su trabajo en bandas
como Hellhammer y ,sobre todo, al frente de los míticos Celtic Frost.
Pese
a que a estas alturas de la jornada el cansancio empezaba a hacer mella entre
lo asistentes, lo cierto es que un buen numero de seguidores, algunos ataviados
con el clásico gorrito y los ojos pintados, no quisieron perderse el oscuro
ceremonial que nos ofrecieron Tom y sus
secuaces.
No
venían dispuestos a defraudar a nadie, de modo que protagonizaron un arranque
denso, farragoso y lúgubre, ofreciéndonos un primer guiño al material clásico
de Celtic Frost, descargando parsimoniosamente “Procreation (Of The Wicked)”, y
posteriormente “Dethroned Emperor”, con los músicos parapetados tras las tres
cruces invertidas que había repartidas a lo largo del escenario.
Habiendo
colmado las expectativas de los más nostálgicos tocaba abrir el primer capítulo
dedicado al material de los propios Triptykon. De modo que las guitarras se
tornarían casi hipnóticas durante los compases iniciales de “Goetia”, para
después sepultarnos con la rugosidad de sus demoledores riffs. Pero no todo iban a ser ritmos lentos y
cadenciosos, así que el cuarteto nos mostraría su faceta más rápida y
expeditiva a lo largo de “Tree Of Suffocating Souls”.
Tal
y como nos comentó el propio Tom tenía muchas ganas de volver a nuestro país
tras siete años sin pisar nuestros escenarios. De modo que acompañado de los gestos de aprobación de
gran parte de los presentes el incombustible frontman nos propondría una nueva
mirada al material clásico de su ex –banda con “Circle Of The Tyrants”. Las atmósferas
opresivas junto a ciertos toques
hipnóticos volverían a tomar protagonismo durante “Aurorae” y “Altar Of
Deceit”, poniendo de manifiesto la polivalencia y evolución de un músico que
lleva en activo desde principios de la década de los ochenta.
La última
mirada al material de Celtic Frost llegaría con el mítico “Morbid Tales”, que
fue cantado reverencialmente por los fanáticos que copaban las primeras filas.
Mientras que el colofón definitivo estuvo reservado para una versión extendida
del desquiciante “The Prolonging”, con
Tom embarcándonos en sus densas melodías hasta conducirnos al agotamiento.
Pocas veces uno tiene la ocasión de ver en acción a una banda como Triptykon,
capaz de moverse con soltura por diferentes estilos y sonoridades, aunque
siempre conservando ese halo de misterio y maldad que tiene todo lo que toca el
Sr. Fischer.
OBUS
Pioneros indiscutibles del Heavy metal nacional Obus volvían a repetir aparición en esta XII Leyendas Del Rock, y aunque siempre habrá quien pueda alegar que el cuarteto madrileño sigue sin aportar nada nuevo en los últimos años, lo cierto es que Fortu y compañía siguen demostrando año a año y concierto a concierto que siguen teniendo un directo realmente arrollador.
Y es que el incombustible frontman se mostró en su versión más macarra e irreverente, paseándose incansablemente sobre el escenario mientras desafiaba al personal para que le acompañara a entonar esos temas clásicos que se han convertido en himnos imprescindibles para cualquier seguidor del metal en nuestro país.
Con un montaje escénico muy vistoso, con la batería situada sobre una altísima batería y respaldados sobre un sonido demoledor, en el que destacó la metalizada guitarra de Paco, la banda salió a por todas, dispuesta a convencer y hacer pasar un buen rato a su parroquia, dando el pistoletazo de salida a su escueta presentación con ese arrollador tándem que conformaron “Necesito Más” y “Pesadilla Nuclear”, que hacia que las primeras filas levantaran los puños al aire mientras no dejaban de agitar la cabeza.
Aunque como era previsible el grueso de su actuación estuvo centrado en sus grandes éxitos de la década de los ochenta, los madrileños no se dejarían en el tintero algún fugaz recuerdo a esta segunda etapa de su carrera, rescatando para la ocasión temas como el marcado medio tiempo “Más Que Un Dios”, o el irreverente “Que Te Jodan”, que servía para que todos eleváramos nuestro dedo corazón siguiendo las indicaciones de un frontman que, una vez más, demostró que es uno de los mejores showmans de nuestro país.
De su mítico “El Que Más”, no faltaría “La Raya”, con la banda sonando como un autentico tiro mientras Fortu deambulaba por el escenario tocándose la nariz, o un demoledor “Solo Lo Hago En Mi Moto”, que el vocalista dedicó a la figura del campeón Ángel Nieto que recientemente fallecía a causa de un accidente de tráfico. Tras el merecido homenaje a este irrepetible personaje del motociclismo español llegaba el turno de otro de los puntos culminantes del show con “El Que Más” y “Autopista”.
Para la recta final del show se reservarían una alargada versión de “Va A Estallar El Obus”, que incluyó la presentación de todos los miembros de la banda y un espectacular numero percusivo a cargo del batería Carlos Mirat. Una lástima que el cuarteto no supiera gestionar bien su tiempo y nos tuviéramos que quedar sin escuchar otro de sus himnos imprescindibles “Vamos Muy Bien”.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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