jueves, 31 de agosto de 2017

LEYENDAS DEL ROCK-VILLENA-12-AGO-2017



ECLIPSE

Tras tres intensos días de música y diversión la tropa empezaba a acusar el cansancio acumulado, así que el mejor remedio para combatir el calor era confiar en la calidad y la entrega de  Eclipse. Los suecos desafiaron el bochorno de primera hora de la tarde y supieron conectar con un público que no dudó en sumarse a la fiesta acompañando temas como "Vértigo" y "Bleed & Scream", que les servían como perfecta carta de presentación para quienes todavía no les conocían.

Comandados por un sonriente Erik Martensson, que apareció en escena luciendo una chupa negra, la banda desplegó toda la potencia y elegancia de su hard rock insuflando con el pegadizo "Wake Me Up", todo su optimismo y vitalidad. Pero no todo iban a ser guitarrazos y carreras por el escenario, ya que Eclipse no se dejarían en el tintero los aromas acústicos de "Battlegrounds", pero lo cierto es que fue tan solo una fugaz pincelada, ya que las guitarras volverían a recobrar todo el protagonismo en "Downfall Of Eden".

Con una audiencia cada vez más desatada y animada el combo sueco encararía la recta final, haciéndonos saltar a todos mientras elevábamos las manos al aire para acompañar "Black Rain", "Blood Enemies", mientras que el colofón definitivo para una actuación que pasó como un suspiro fue la inevitable "Stand On Your Feet".


TANKARD



Tras la clase de elegancia y hard rock que nos ofrecieron Eclipse tocaba cambiar radicalmente de registro y arrojarnos en los brazos de los germanos Tankard. Pocas bandas hay que personifiquen tan bien la diversión y el buen rollo como el cuarteto de Frankfurt. Seguramente habrá quienes piensen que  Gerre y sus muchachos quedaron “congelados en el tiempo”, pero lo cierto es que siguen exprimiendo con éxito la fórmula que les dio fama durante la década de los ochenta.




Un frontman alocado: que corre, baila y se baña literalmente en cerveza, y una banda sólida, solvente y con ganas de hacer mover al personal con clásicos como “Zombie Attack” fue la mejor excusa para que los más animados empezaran a danzar en círculos. Durante su escueta presentación  no hubo tiempo para alardes de virtuosismo ni medios tiempos, únicamente para esos ritmos rápidos y fiesteros que se han convertido en su seña de identidad. Así que uno tras otro fueron cayendo himnos como “The Morning After”, o el desquiciante “Rapid Fire”, de su aclamado “A Girl Called Cerveza”

Tampoco se olvidarían de presentar algún tema de su flamante nuevo trabajo, ofreciéndonos temas como el propio “One Foot In The Grave”, que sonó como toda una declaración de intenciones mientras el orondo vocalista se golpeaba repetidamente la panza con el micrófono. Pero no sería este el único tema en el que los germanos dejarían clara  su filosofía desenfadada, fiestera y caótica, ya que sin darnos ni un segundo de tregua se abalanzaron sobre “R.I.B. (Rest In Beer)” , que nos dejaba a la gente alzando sus cervezas al aire para corear su matador estribillo.

La anécdota de la tarde llegaría cuando durante la introducción de “Chemical Invasion”, Gerre sacó a escena a Marcos Rubio, el jefe del Leyendas, para bailar agarrados. Entre las carcajadas de los presentes los germanos continuarían repasando su extensa discografía, haciendo escala en esta ocasión en su trabajo de 2014 “Vol(l)ume 14”, del que rescatarían el corrosivo y machacón “Rules For Fools”.

Como no podía ser de otra forma Gerre y sus secuaces no se olvidarían de proclamar su amor eterno a la cerveza con el cachondo y disparatado “A Girl Called Cerveza”, para acto seguido dejar que la encargada de poner el broche definitivo a su actuación fuera la inevitable “Empty (Tankard)”, que volvía a desatar la euforia entre un personal que se lo pasó en grande con ellos.

 
SARATOGA

La primera banda nacional en pisar los escenarios principales en esta última jornada del Leyendas eran Saratoga. Imparables, desde que volvieran a la carretera con la inclusión nuevamente del batería Dani Pérez y el guitarrista Jero Ramiro los madrileños están en un excelente estado de forma, y la mejor prueba la tuvimos el pasado año con la edición de su último trabajo “Morir En El Bien, Vivir En El Mal”.

Ante un buen numero de incondicionales Saratoga salieron al escenario a por todas, golpeándonos en el arranque con la potencia de un clásico como es “Tras Las Rejas”. Comandados por un Tete Novoa absolutamente titánico, -que día a día se  reivindica como una de las mejores voces de la escena nacional-, el cuarteto nos ofreció un detallado repaso por los mejores momentos de su discografía, logrando que temas como “Maldito Corazón”, fueran coreados con auténtica devoción por sus incondicionales.

Lamentablemente el sonido no les acabó de acompañar, ya que la guitarra de Jero sonó algo embarullada y en muchas ocasiones quedó sepultada bajo la pared sonora que crearon Dani y Niko. Peso a ello, el nivel de entrega del respetable no decreció y la euforia continuaría en aumento cuando la gente alzó sus puños al aire para corear “Las Puertas Del Cielo” y “No Sufriré Jamás Por Ti”.

Pese a que el ritmo del show fue ágil y muy intenso, Tete, -con la iguana dibujada sobre el pecho-, no desaprovechó la oportunidad para recordarnos que la  banda celebra en estos días su 25 aniversario justo antes de atacar dos piezas de su último redondo  “Mi Venganza” y “Morir En El Bien, Vivir En El Mal”, que gozaron de una fantástica acogida.

Una nueva mirada al pasado serviría como pretexto para que Tete nos confesara que “Vientos De Guerra” siempre fue una de sus favoritas. Un pequeño ejercicio solista a cargo de Dani se convertiría en el preámbulo perfecto para uno de los temas más celebrados de la tarde, el potentísimo “Heavy Metal”, que sonó como toda una declaración de intenciones.

Para encarar la recta final de show recurrirían al clasicismo powermetalero de “Como El Viento”, para posteriormente dejar que el recinto volviera a cantar para acompañar las estrofas de “A Morir” mientras Tete se aproximaba a las primeras filas. Como viene siendo habitual en todas sus presentaciones la elegida para poner el broche definitivo a su actuación fue “Perro Traidor”, con Niko maltratando su bajo para dejar tras de si a un público que se quedó con ganas de más.

MAGNUM

Cada año el Leyendas nos brinda la oportunidad de ver en acción a alguna banda de las verdaderamente clásicas para todos los amantes del hard rock. Pues bien, en esta XII edición la apuesta era doble, ya que si el viernes pudimos disfrutar de la actuación del incombustible Phil Mogg y sus UFO, de cara a esta última jornada tendríamos ocasión de deleitarnos con la presencia de Magnum, que presentaron algunas de las composiciones de su última entrega "Sacred Blood Divine Lies".



Ya habíamos tenido ocasión de comprobar en sus diferentes apariciones con Avantasia que el carismático  Bob Catley sigue conservándose en un estado de forma envidiable. Pero si el vocalista es la imagen de la banda, había que comprobar si todavía la magia entre él y el guitarrista Tony Clarkin continuaba  viva. Evidentemente no creo que nadie esperase un show explosivo y lleno de potencia guitarrera, ya que los ingleses siempre se han caracterizado por la elegancia y el buen gusto a la hora de tratar las melodías, y su concierto de esta tarde de sábado no fue una excepción.

En cuanto al repertorio debo admitir que me sorprendió, ya que su último redondo gozó de un destacado protagonismo, hasta cuatro temas cayeron del mismo. Mientras que el resto del material que interpretaron pertenecía a dos de sus obras más exitosas de la década de los ochenta: "On A Storyteller's Night"(1985) y "Vigilante"(1986). Sin embargo, su entrada estuvo marcada por otra de esas composiciones que se han convertido en imprescindibles para cualquier seguidor de la banda "Soldier Of The Line".

Como era previsible el sonido fue casi perfecto, haciendo que pudiéramos disfrutar de todos los detalles y arreglos que contienen temas como "On A Storyteller' s Night". Pese a que durante los primeros compases del show Catley se mostró algo impreciso, lo cierto es que a medida que fue avanzando la tarde el vocalista consiguió alcanzar el nivel al que nos tiene acostumbrados. Una vez más, el veterano frontman nos volvió a encandilar con sus soberbias interpretaciones y con esa forma tan personal de gesticular, dando la impresión de que nos narraba una historia al atacar las estrofas de las novedosas "Sacred Blood "Divine" Lies", "Crazy Old Mothers" y la emotiva "Your Dreams Won' t Die".

Tras haber centrado su objetivo en su plástico del pasado año, que mejor que recuperar la grandilocuencia y majestuosidad de "How Far To Jerusalem", que hacia que la gente se sumará a Catley para cantar su pegadizo estribillo. Algo más desapercibida pasó otra de las nuevas "Twelve Men Wise And Just". Pero rápidamente los británicos volvieron a captar la atención del respetable con una doble ración de su trabajo de 1985, que consistió en "Les Morts Dansant" y "All England's Eyes".

Encarando la recta final de un show que estuvo marcado por la clase y la elegancia, los británicos seguirían tirando de su material clásico, dando buena cuenta de las pegadizas melodías de "Vigilante", para  posteriormente dejar paso como colofón definitivo a esa gema que es "When The World Comes Down". En definitiva, para algunos  la actuación de Magnum  fue un buen momento para descansar y acumular fuerzas de cara a la recta final del festival. Mientras que para otros fue una excelente ocasión para ver en acción a una banda mítica dentro de la escena europea.  
 
SABATON



La carrera de Sabaton hacia el olimpo del heavy metal resulta incuestionable, ya que, lejos de estancarse en su estatus, los suecos continúan asumiendo nuevos retos y desafíos. Ya no se conforman con ocupar los lugares de privilegio en los festivales europeos, sino que en su última gira se llevaron  como compañeros de viaje a unos pesos pesados como los germanos Accept.  No era esta la primera ocasión en la que las huestes capitaneadas por el vocalista Joakim Brodén y el bajista Pär Sundström pisaban el escenario del Leyendas, pero en esta tercera visita los suecos llegaban respaldados por su artillería pesada. Y es que tras haber triunfado en sus anteriores apariciones, Sabaton arribaban a Villena para ser el plato fuerte de esta cuarta y última jornada del festival.



Tal y como nos habían anunciado el escuadrón de Falun puso  toda la carne en el asador, plantando su famoso tanque en primera línea de fuego. Pero esta no fue la única sorpresa que nos tenían preparada, ya que la pirotecnia, el humo y el fuego contribuyeron a dotar a su espectáculo de una mayor carga épica. Tampoco faltaron sus pantalones de camuflaje, los cascos y la metralletas colgadas de los  pies de micro, y una pantalla trasera que se encargaría de documentar con imágenes muchos de los pasajes históricos que narran sus letras. Si buena fue la producción, el sonido también estuvo a la altura, haciendo que el personal no dejase de saltar y cantar durante todo el show. Cabe remarcar que si en anteriores ocasiones Joakim se había mostrado demasiado farragoso en sus discursos, en esta ocasión, estuvo bastante más comedido, lo que contribuyó a que el concierto fuera más dinámico y ameno.

Desde que concluyó el show de Rhapsody la tensión podía palparse en el ambiente. Así que tras sonar el outro de los italianos pudieron escucharse los primeros cánticos que reclamaban la presencia de los suecos en escena,… pero todavía tuvimos que esperar un rato. No fue hasta que empezó a sonar a través del P.A. “In The Army Now”, que la gente empezó a centrar su atención sobre el escenario. Como viene siendo habitual la encargada de llamar al personal a filas fue “The March To War”, para dejar paso a la primera salva de explosiones que daban la entrada al implacable “Ghost Division”. Ataviado con su clásico chaleco y sus inseparables gafas de sol, Joakim se mostró como un frontman sólido y convincente, liderando a sus compañeros mientras dirigía de forma magistral a una audiencia completamente desatada.

Con la primera ovación todavía retumbando las columnas de fuego hacían acto de presencia durante el tramo inicial de “The Art Of War”, con Pär elevando sonriente su bajo al cielo para invitar al respetable a sumarse a la fiesta. Sin dejar que el nivel de excitación decreciese Joakim tomaría el centro del escenario para invitarnos a viajar a Escocia con un “Blood Of Bannockburn”, que les quedó matador, con esas gaitas pregrabadas que hacen que el tema tenga un regustillo especial.

Tras semejante arranque la respuesta del respetable fue corear el nombre de la banda en repetidas ocasiones ante la mirada de un Joakim que parecía superado por la situación. Pero si alguien pensaba que los suecos se iban a relajar tras recibir el primer baño de masas no podía estar más equivocado, ya que nuevamente el fuego sería el encargado de acompañar la llegada de una de las favoritas del respetable “Attero Dominatus”, que hacía que el recinto se viniera abajo, con un Joakim en plan estelar dirigiendo los coros entre altísimas llamaradas.

Quizás la única pega que se puede poner al directo de Sabaton es el uso excesivo de elementos pregrabados, lo que propicia que temas como “The Last Stand” acaben sonando algo mecánicos  y sintéticos. Pero, en cualquier caso, para compensar esa frialdad esta la entrega y la garra de una banda que no deja de moverse por el escenario mientras interactúa constantemente con las primeras filas. Sin duda uno de los momentos álgidos de esta primera mitad del show estuvo protagonizado por el demoledor “Panzerkampf”, que aunaba las voces de todos los presentes antes de que un estruendoso  disparo diera por finalizado  el tema.



De entre las composiciones de su última entrega discográfica “The Last Stand”, una de las que mejor acogida obtuvo fue la hímnica “Sparta”. Pero no tardaría en regresar la velocidad con ese trallazo incontestable que es “Screaming Eagles”, que dejaba paso a una de las más coreadas de la noche, la imprescindible “Carolus Rex”. Con Pär y Joakim ocupando el centro del escenario la gente empezó a corear la melodía de “Swedish Pagans”, y la banda no tuvo más remedio que dar  a sus fans lo que les demandaban.

Las proyecciones que acompañaron a “Diary Of An Unknown Soldier”, se convertirían en el preámbulo perfecto para la épica “The Lost Battalion”, durante la que Joakim y el guitarrista Tommy Johansson protagonizaron una divertida disputa. Con la gente coreando nuevamente el nombre de la banda, Joakim nos haría callar para comentarnos que el siguiente tema trataba sobre el cerco de Viena, así que todos sabíamos que la siguiente en caer sería “Winged Hussars”, que acompañada de una generosa ráfaga de pirotecnia ponía el punto y seguido a un show impecable.

Para el encore el escuadrón sueco se reservaría la siempre efectiva “Night Witches”, un descomunal “Primo Victoria”, que hacia que el recinto se convirtiera en un ejercito de brazos que se alzaban al aire. Tampoco faltaría en este sprint final un último guiño a su más reciente trabajo con “Shiroyama”. Para dejar que el fin de fiesta definitivo llegase con los cánticos y los bailes que acompañaron a “To Hell And Back”.

Tras la actuación baño de masas para unos Sabaton que se marcharon con la vitola de ser uno de los grandes triunfadores de esta XII edición del Leyendas Del Rock. Ahora tan sólo queda una duda en el aire: ¿Han alcanzado Sabaton  su techo… o están dispuestos a seguir escalando posiciones? 
 
NERVOSA



A tenor de lo visto no me cabe la menor duda de que las brasileñas Nervosa arribaban al Leyendas con la consigna clara de poner patas arriba el escenario Mark Reale, ... y la verdad  es que lo consiguieron, facturando una de las descargas más salvajes e incendiarias de la jornada. El trío de Sao Paolo había visitado con anterioridad los escenarios de nuestro país, pero la de esta noche fue la descarga  que les tiene que catapultar como una banda importante en nuestro país de cara a los próximos años, ya que mostraron una entrega y una actitud que para si quisieran muchas bandas que tienen más prestigio y trayectoria.

Como un vendaval tropical desatado las brasileñas irrumpieron en escena dispuestas a machacar al personal recurriendo para ello a la voracidad de unas composiciones que rezuman clasicismo thrashero por los cuatro costados. De modo que piezas como "Failed System" o la descomunal "Death!", sirvieron para crear una conexión entre banda y público que se mantuvo durante todo el show.



Si las cariocas lo dieron todo sobre las tablas, el animado público que abarrotó el recinto tampoco se quedó atrás, con una sucesión continua de pogos y circle-pits que acompañaron  los críticos textos del reivindicativo "Intilerance Means War" y el primerizo "Masked Betrayer". Tampoco faltaría entre las primeras filas la bandera de su país que hizo que las chicas se sintieran como en casa.

Especialmente cercana se mostró su bajista y vocalista Fernanda Lira, que presentó  todos los temas en un correcto castellano, lo que propició que se creará un vínculo de cercanía y hermandad que hizo que trallazos como "Hostages" y "Victim Of Yourself", se acabaran convirtiendo en los momentos álgidos de una incendiaria descarga.

A lo largo de su presentación Nervosa repasaron todos y cada uno de sus lanzamientos, haciendo especial hincapié en su última entrega "Agony", del que no se dejaron en el tintero piezas que están llamadas a convertirse en clásicos dentro de su repertorio como "Theory Of Conspiracy". Fernanda también aprovechó la ocasión para presentarnos a su nueva incorporación, la batería Luana Dametto que se mostró sólida, compacta y perfectamente acoplada al engranaje de la banda.

También me gustó mucho la aportación del otro pilar de la banda, la guitarrista Prika Amaral, que alternó sus devastadores riffs y esos fraseos salvajes e incendiarios que hacían que el personal no pudiera dejar de agitar frenéticamente la cabeza. Como decía al inicio, las brasileñas arrasaron a su paso por el Leyendas, y la mejor prueba fue ver ese descomunal sprint final con un alocado "Into The Moshpit", y el baño de masas que se dieron tras el show, con la gente pidiendo insistentemente otro tema que finalmente no cayó. 

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