Sería tremendamente
injusto tratar de encasillar bajo las estrecheces de una simple etiqueta la
propuesta de una banda como Moonloop. Con más de quince años a sus espaldas la
trayectoria de la formación catalana no se ha caracterizado precisamente por la
regularidad a la hora de publicar sus trabajos, pero lo que nadie puede
discutirles es la originalidad, la calidad y la técnica que encierran unas
composiciones que son capaces de hacerte viajar a través de diferentes
ambientaciones, sensaciones y emociones. Era una velada especial, ya que el
cuarteto barcelonés regresaba a casa para repasar junto a sus más fieles
seguidores las composiciones de su última entrega “Devocean”, que se publicaba
a principios de año bajo los auspicios del sello francés Listenable Records.
Además, como
invitados especiales para la ocasión contarían con el apoyo de una banda
internacional, los finlandeses The Hypothesis que aprovechaban su paso por nuestro
país para descargar en el Iberian Warriors Metal Fest de Zaragoza para
presentarse en Barcelona y Madrid. Con la gente todavía accediendo al Rocksound
aparecía en escena el quinteto de Kouvola para ofrecernos una buena ración de
su death metal melódico, repleto de variaciones vocales y con gran presencia de
los samplers. En cuanto al repertorio estuvo centrado casi de forma exclusiva
en el material de su segundo largo “Origin”, dando buena cuenta de los
explosivos cambios de ritmo y los toques vanguardistas que marcaron temas como
la inicial “Shades To Escape”.
Ataviado con jeans y
camisa negra, su frontman Antti Seppälä se mostró simpático y comunicativo con
los presentes, aunque se mantuvo bastante estático a lo largo de todo el show,
seguramente a causa de las limitaciones de espacio del pequeño escenario del
Rocksound. Tras un potente arranque, que les sirvió para dejar claro los derroteros por
los que transita su propuesta, tocaba apretar los dientes y acelerar el paso
gracias a la contundente pegada de “Leak”. Mientras que para plasmar la
versatilidad de su sonido apostaron “Atonement”, que nos flanqueaba el paso
hacia tesituras más
ambientales y melódicas.
Pese a que, tal y
como nos comentó Antti, los
chicos estaban muy cansados tras el largo viaje a nuestro país, lo cierto es
que el quinteto mostró una excelente actitud sobre las tablas, consiguiendo que
los más animados acabaran sumándose al headbanging que acompañó a los
corrosivos desarrollos de “Scarface”, que personalmente fue de las que más me
gustaron. Y es que aunque su propuesta no destaca precisamente por su
originalidad, The Hypothesis acabaron convenciendo al personal gracias a la
complejidad de las ambientaciones que nos propusieron en temas como “Weak
Story”, que alternó fraseos humeantes y pasajes marcados por los registros
melódicos.
Con la gente cada
vez más animada llegaba el momento de encarar la recta final del show confiando
en la pegada de uno de sus temas más emblemáticos “Eye For An Eye”, con Antti
demandando repetidamente que levantáramos nuestros cuernos al aire. El último
asalto para los finlandeses estuvo reservado para “Exit”, que era la elegida
para rubricar una descarga que nos dejaba la impresión de haber visto a una
banda que atesora calidad suficiente para regresar a nuestros escenarios
acompañando a algún nombre importante dentro de la escena escandinava.
Hace ya varios meses
que Moonloop presentaron en sociedad su segundo redondo en la Ciudad Condal, de
modo que su descarga de esta noche serviría para calibrar que tal han calado
los temas de
“Devocean” entre sus
seguidores. Pero no serían las composiciones de su última entrega las únicas
protagonistas de la velada, ya que el cuarteto no se olvidó de repasar algunos
de los mejores momentos de su debut “Deeply From The Earth”, que veía la luz
hace ya un lustro.
Bien respaldados por
el apoyo incondicional de sus seguidores, con una puesta en escena sobria y
contando con un sonido potente, los barceloneses daban el pistoletazo de salida
a su presentación desplegando la rotunda solidez de “Nightmare Gallery”, que
nos abría las puertas de su particular universo sonoro, combinando a la
perfección la contundencia death metalera, las estructuras de corte progresivo
y ,como no, la técnica y originalidad compositiva que siempre les ha
caracterizado.
Comandados por Eric
Baulenas, que ejerció como el perfecto maestro de ceremonias, preocupándose por
la calidad del sonido en varias ocasiones e introduciendo cada uno de los
temas; los catalanes no tuvieron problemas para conectar con un público que se
fue animando a medida que avanzaba el show e iban cayendo temas como el
imponente “Megalodon”, que sonó rotundo y cavernoso, gracias al excelente
trabajo de un Raúl Payán que se mostró excelso tras su kit de batería.
Si durante
el mencionado “Megalodon”, la banda nos había invitado a viajar hasta la
época prehistórica, con el primer guiño a su opera prima llegaba el momento de
regresar al presente y recordarnos la convulsa actualidad de la mano de esa
gema que es “Atlantis Rising”, con la que nos alentaban a recuperar el
espíritu del movimiento hippie. Curiosamente sería a lo largo de sus pasajes
más relajados y melódicos cuando se sucedieron una serie de inoportunos acoples
que acabaron desluciendo un poco el tema.
Pero dejando a un
lado estos pequeños problemas técnicos, lo cierto es que uno de los momentos de la noche llegaría
junto a esa exhibición de clase y contundencia que es “Zeal”, que nos hacía
sucumbir ante la dualidad de su sonido y sus guiños a la banda de Mikael
Äkerfeldt. Tras recibir una cálida ovación, Eric nos presentó a sus compañeros
justo antes de embarcarnos en la travesía que nos condujo a través de la
sinuosa "Oceans”, que intercaló pasajes bucólicos
con brutalidad extrema para marcar el ecuador del show.
A estas alturas de
la noche el cuarteto ya no parecía
dispuesto a rebajar el
nivel de intensidad, así que las guitarras del propio Eric y de Juanjo Martín
se tornarían aún más voraces e incisivas durante “Interglacial”. Un nuevo guiño
al pasado serviría como excusa para rescatar “Strombus”, que ponía de
manifiesto su honda preocupación hacia los problemas medio ambientales y el
daño que los hombres estamos infringiendo a la madre naturaleza. El momento
mitológico llegaría con las pinceladas clásicas de “Medusa”, que arrancaba con
el amenazante bajo de Vic Granell llevando las riendas para que progresivamente
se le fueran sumando el resto de sus compañeros mientras Eric nos
narraba el triste destino de la pequeña de las hermanas Gorgonas.
El colofón
definitivo para una velada que sirvió para poner de manifiesto el excelente
estado de forma de la formación catalana llegó con las cambiantes dinámicas de
“Landscape”, con la que el cuarteto dejaba a un lado su faceta más death
metalera para adentrarse en unos emocionales pasajes repletos de melodía y melancolía
que nos conducían sobre su catártico final.
Ahora que parece que
la música progresiva es un valor en alza, creo que es un buen momento para poner en valor y reconocer
la trayectoria de bandas como Moonloop, que llevan muchos años apostando por
una propuesta marcada por la técnica, la originalidad y la contundencia
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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