Tras haber pasado
por nuestros escenarios acompañando a bandas como Grave Digger (2011), Luca
Turilli' s Rhapsody (2012), Hammerfall (2015) y, más recientemente, como parte de la pasada edición del Rock Fest,
los alemanes Orden Ogan llegaban al Salamandra para liderar su primera gira en
nuestro país como cabezas de cartel. Poco a poco, pero con paso firme, la
formación de Amsberg ha conseguido hacerse un hueco entre la escena del power
metal europeo. Seguramente habrá quien opine que su estilo no resulta especialmente novedoso, combinando
grandilocuentes y épicos coros a lo Blind Guardian, la velocidad de Running
Wild y la melodía de Gamma Ray, todo ello aderezado con algunas pinceladas folk
y varios pasajes de corte progresivo. Con semejantes argumentos en los últimos
años su crecimiento ha sido significativo, algo que se ha visto rubricado con
la fantástica acogida y las buenas críticas que ha cosechado su última entrega "Gunmen".
Mucha expectación
había suscitado esta nueva visita del combo germano, y la mejor prueba fue una
sala que acabó registrando una fantástica entrada. Además, sus acompañantes en
este tour eran Unleash The Archers y los italianos Rhapsody Of Fire, que
comandados por el teclista Alex Staropoli aprovecharon para conmemorar con sus
seguidores la salida de "Legendary
Tales", del que precisamente esta misma noche se cumplía el vigésimo
aniversario.
A diferencia de lo
que suele ser habitual a la hora prevista para el inicio de las actuaciones la
sala presentaba ya un ambiente de lo más animado, y es que muchos no quisieron
perderse la descarga de los encargados de
abrir la velada: Unleash The Archers.
Desde
que apareciera escena el combo canadiense contó con el
apoyo incondicional de una audiencia que se implicó al máximo a la hora de
acompañar temas como la inicial "Apex", que arrancaba de forma
relajada para acabar convirtiéndose en un vendaval de velocidad y melodía.
Sin duda la gran
protagonista fue su vocalista Brittney Slayes, quien nos maravilló con sus
excelentes dotes como frontwoman y su pasmosa facilidad para sostener los
altísimos agudos que marcaron temas como el marchoso "Test Your Metal", que animaba a la
gente a corear su pegadizo estribillo
con el puño en alto. A lo largo de su escueta presentación Unleash The Archers
demostraron que además de practicar un power metal de corte clásico, también
saben desenvolverse a la perfección por los
épicos pasajes del demoledor
"Cleanse The Bloodlines", que les servía para dar una vuelta de
tuerca a su sonido gracias a la contundencia
de
los guturales de su guitarrista Grant Truesdell.
En cuanto al
repertorio escogido estuvo centrado en las composiciones de sus últimas entregas,
“Time Stands Still”(2015) y “Apex”(2017),
de modo que no se dejaron en el tintero piezas como la que protagoniza su
último videoclip "The Matriarch", que nos dejaba ese aroma clásico con
un fantástico juego de guitarras
dobladas. La única licencia que se permitieron al material de sus primeras
obras estuvo reservado para el camaleónico "General Of The Dark
Army", con Truesdell nuevamente haciéndose cargo de las líneas vocales más
oscuras y agresivas mientras Slayes nos ofrecía otra exhibición de su
portentosa técnica vocal.
Para poner la
guinda a una excelente descarga, que se nos hizo muy corta, optaron por esa
declaración de intenciones que es "Tonight We Ride", espoleando a una
audiencia que se dejó arrastrar por la potencia de su doble bombo y la pegada
de un estribillo absolutamente ganador.
Los encargados recoger el testigo y seguir calentando el
ambiente antes del desembarco de Orden Ogan fueron Rhapsody Of Fire. Mucha
curiosidad había por comprobar el repertorio que presentarían los italianos, y
más cuando los ex-compañeros de Alex Staropoli están inmersos en la gira
despedida de Rhapsody. Pese a ello, tendríamos ocasión de escuchar muchos de
los grandes himnos grabados por aquella formación
que
dio forma en la segunda mitad de los noventa al Hollywood Metal.
Tras una
inquietante introducción la remozada formación italiana abría la caja de
Pandora con el tema más novedoso que interpretaron "Distant Sky",
ratificando que no han perdido sus clásicas señas de identidad, dando buena
cuenta de su power sinfónico salpicado de elementos técnicos y detalles neoclásicos.
Como único supervente de la formación clásica, el teclista Alex Staropoli gozó
de un lugar privilegiado en el escenario. Pero sin duda el gran triunfador de
la noche fue su nuevo frontman Giacomo Voli, quien además de mostrarse solvente
y resolutivo a la hora de afrontar los exigentes registros de temas como
"Dargor, Shadowlord Of The Black Mountain", también supo dar a su
interpretación unas buenas dosis de dramatismo.
Aunque quizás los
músicos que conforman esta nueva encarnación de Rhapsody Of Fire no tienen el
carisma de sus antecesores, lo cierto es que la banda se mostró compacta y
rotunda a la hora de atacar las fastuosas acometidas contenidas en "Flames
Of Revenge", haciéndonos viajar en el tiempo hasta la época de "Legendary
Tales". Siguiendo la línea ascendente que siguió la descarga del combo de
Trieste llegaba el momento de la épica gracias al monumental estribillo de
"Dawn Of Victory", que ponía a todo el público a cantar para
convertirse en uno de los puntos culminantes
del show.
El contrapunto
llegó con el emotivo "The Magic Of The Wizard´s Dream", con un mar de
teléfonos dando luz para acompañar la
sentida interpretación de Giacomo para rendir
un merecido homenaje al actor Christopher Lee. Tras recabar una rotunda
ovación, la maquinaria de los italianos volvería a rugir con toda su intensidad
durante la demoledora "Holy Thunderforce", que con sus
grandilocuentes coros nos abocaba sobre otra trepidante cabalgada marca de la
casa.
Tampoco se
olvidarían de las ambientaciones
medievales y de corte juglaresco durante los compases iniciales de
"The March Of The Swordmaster", para posteriormente dejar paso a sus
trepidantes riffs de esencias
true-metaleras. Los registros más graves y las ambientaciones más oscuras se
materializarían a lo largo de "When Demons Awake", con los teclados
en primera línea hasta la irrupción de la guitarra de Roberto De Michelli, quien, por cierto, se mantuvo en un discreto segundo plano
durante gran parte del show. El colofón definitivo para su presentación
llegó con un tema que se ha convertido
en todo un himno para cualquier seguidor del power metal “Emerald Sword”.
Tras haber re
grabado algunos de sus clásicos en "Legendary Years", el teclista
Alex Straropoli parece decidido a seguir adelante con Rhapsody Of Fire. La
calidad instrumental de sus acompañantes es incontestable, especialmente la de
su nuevo frontman Giacomo Voli, así que ahora tocará esperar para escuchar que
tal suenan sus nuevas composiciones.
No lo iban a tener
fácil Orden Ogan tras las buenas sensaciones que nos habían dejado los actos
previos de la noche. Sin embargo, los alemanes demostraron tener personalidad,
temas y tablas suficientes para asumir
el reto y salir victoriosos.
Un ambicioso montaje, con una trabajada escenografía que incluía varios elementos y detalles que recordaban a la portada y temática de su último trabajo "Gunmen”, además de contar con la presencia de dos pistoleros que vigilaron desde las alturas al personal durante toda la velada; nos auguraban que el cuarteto venía dispuesto a poner toda la carne en el asador.
Un ambicioso montaje, con una trabajada escenografía que incluía varios elementos y detalles que recordaban a la portada y temática de su último trabajo "Gunmen”, además de contar con la presencia de dos pistoleros que vigilaron desde las alturas al personal durante toda la velada; nos auguraban que el cuarteto venía dispuesto a poner toda la carne en el asador.
Su entrada en
escena fue triunfal, recabando inmediatamente la colaboración de sus
seguidores, apostando en el arranque por una de sus viejas favoritas "To
New Shores Of Sadness", provocando que las primeras filas elevaran los
puños al aire mientras unas densas columnas de humo aparecían durante la
primera cabalgada de la noche. Sin dirigirse al respetable y mientras se
apagaban los ecos de la primera ovación de la noche arrancaba
"F.E.V.E.R.", que fue la encargada de hacer que el ambiente festivo no
se diluyera gracias a la ampulosidad de sus grandilocuentes coros pregrabados.
Para completar una arrolladora tripleta de apertura, en la que Orden Ogan
pusieron de manifiesto las líneas maestras de su propuesta, recurrieron al
doble ataque de guitarras contenido en "Here At The End Of The
World", que nos abocaba sobre unos rotundos redobles que fueron
acompañados con palmas por una enfervorizada audiencia.
Lo habían
conseguido. En tan solo un suspiro los germanos nos habían hecho olvidar las
notables descargas de sus compañeros de viaje. Así que ahora, con el público ya
en el bolsillo, Seeb tomaba la palabra para saludar y darnos la bienvenida a
este Gunmen Tour que, tal y como recordó el propio vocalista, representaba su
primera incursión como headliners en nuestro país. Tras recibir el caluroso
aplauso del respetable tocaba empezar a presentar las composiciones de su nueva
obra con la propia "Gunman" que, sorpresivamente, fue coreada como si
de un clásico se tratara, acompañada por una copiosa lluvia de serpentinas.
Pese a la fantástica
acogida de su nuevo material nuestro viaje prosiguió con una doble ración de su
anterior "Ravenhead". La primera en sonar para dejarnos al cuarteto
pisando el acelerador al máximo fue "Deaf Among The Blind", con el
humo volviendo a cubrir el escenario mientras Seeb y Tobi se batían en un
incendiario duelo de guitarras.
Muchos fueron los momentos a lo largo del show
en los que Orden Ogan demostraron una gran complicidad con sus seguidores, así
que uno de los momentos de la noche llegó con la envolvente percusión de
"Sorrow Is Your Tale", que convertía el recinto en una fiesta
mientras la tripleta de cuerda se posicionaba en la parte central del
escenario.
Si
la primera parte del show había estado dedicada en gran medida a repasar las
composiciones de “Ravenhead”, fue durante el tramo final del show cuando los
alemanes se concentraron en las composiciones de “Gunmen”. “Fields Of Sorrow”,
fue la elegida para sacar a relucir su vertiente más melódica ante la
aprobación generalizada de sus seguidores. Más cortantes y rotundos resonaron
los riffs de “The Lords Of The Flies”, antes de conducirnos sobre otro estribillo de corte
hímnico. No tardarían mucho en recuperar el trepidante ritmo del show con la
poderosa acometida que supuso “Come With Me To The Other Side”, dando la razón
a los que opinan que están llamados a convertirse en los nuevos Blind Guardian.
Antes
de retirarse por primera vez a los camerinos el cuarteto todavía tuvo tiempo de
ofrecernos otra buena ración de clasicismo power metalero con “Forlorn And Forsaken”, para acabar rematando la faena con los inquietantes desarrollos de un
imponente “One Last Chance”, que hacía retumbar los cimientos del local.
Si
durante toda la velada la comunión entre banda y público fue absoluta, la euforia
se desató entre las primeras filas durante “We Are Pirates” que nos dejaba a
toda la sala cantando el estribillo ante la cara de satisfacción de Seeb y sus
muchachos. La última bala en la recamara de los alemanes, -no sin que antes el
frontman tuviera un ataque de risa al comprobar nuestra facilidad para cantar
en inglés-, estuvo reservada para “The Things We Believe In”, con otra copiosa lluvia
de serpentinas mientras banda y público elevaban
victoriosos sus cuernos al aire para cerrar una gran noche de power metal.
“Gunmen”,
ha marcado su madurez compositiva, y ahora con su exitosa gira de presentación
Orden Ogan vuelven a llamar a la puerta
de los grandes festivales europeos, pero en esta ocasión para ocupar un lugar
destacado en sus carteles.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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