La
relación de Epica con sus seguidores españoles siempre fue especial. Lejos
queda aquella primera visita en el Atarfe Vega Rock 2004 presentando su debut
“The Phantom Agony”, desde entonces la fama de la banda ha crecido
considerablemente a base de fraguarse una larga carrera discográfica que les ha
servido para ser considerados como uno de los pilares del metal sinfónico. En
los últimos años la formación liderada
por el guitarrista Mark Jansen y la vocalista Simone Simons nos ha visitado con
bastante asiduidad, ya fuera en salas o en el marco de los festivales
veraniegos.
De
cara a esta nueva incursión en tierras catalanas, que tuvo lugar en la sala
grande del Razzmatazz, el combo holandés se presentaba acompañado de una de las
banda que más esta dando que hablar en los últimos años Myrath, y por el nuevo
proyecto que lidera la vocalista Anneke Van Giersbergen, VUUR, quienes
aprovecharon la ocasión para presentar las composiciones de su flamante debut
“In This Moment We Are Free- Cities”-
A
pesar de que eran los encargados de abrir la velada Myrath salieron dispuestos
a rentabilizar al máximo su exiguo
tiempo sobre las tablas. De modo que pusieron toda la carne en el asador
apostando por una buena selección de temas de sus dos últimas entregas
discográficas “Tales Of The Sands” y “Legacy”, junto a una vistosa e inusual
puesta en escena que incluyó la presencia de
una bailarina que participó en la
introducción y algunos pasajes del show realizando la danza del vientre.
Ya
habíamos tenido ocasión de comprobar su potencial en su gira acompañando a
Symphony X y en su posterior aparición
en el Ripollet Rock 2016, pero en esta ocasión,
los tunecinos consiguieron encandilar al personal con su personal propuesta que
conjuga a la perfección el metal progresivo y unos fantásticos guiños del folclore
tradicional de su zona. Con la gente
agolpada en las primeras filas, “Jasmin” sirvió como preámbulo para el ingreso
de los músicos sobre las tablas mientras
la bailarina contorneaba su cuerpo. No tardaron los tunecinos en empuñar sus
instrumentos y atacar los compases iniciales de “Believer”.
Aunque
su nombre hace tiempo que circula entre los seguidores de la escena, lo cierto es que me sorprendió
la calurosa acogida que obtuvieron, con un público que enseguida se metió en el
concierto y que siguió sin desfallecer las constantes invitaciones a dar palmas
y cantar de su frontman, Zaher Zorgati.
Otro detalle que me llamó la atención fue su cuidado montaje escénico, con el
kit de teclados elevado, lo que permitió que Elyes Bouchoucha pudiera reclamar
su cuota de protagonismo a la hora
de sumarse a la voces.
Pero
sin duda el auténtico motor de los tunecinos fue el guitarrista Malek Ben Arbia,
quien dio buena muestra de su calidad al atacar las envolventes melodías de
“Get Your Freedom Back”, antes de dejar que su compañero al bajo, Anis Jouini,
se explayar a gusto con su instrumento. Tras presentarse a los que todavía no
les conocían Myrath continuaron buceando en las composiciones de “Legacy” mostrando
su vertiente más metalera en “Storm Of Lies”, que nos dejaba la estampa del
vocalista clavando su rodilla en el suelo para dar más intensidad a su
impecable sucesión de agudos. Nuevamente, la luminosidad de las melodías de
corte arábigo sirvieron como excusa para el retorno de la bailarina durante el
tramo final de “Merciless Times”, con el que nos proponían un cambio de
dirección para adentrarnos ahora en el material de “Tales Of The Sands”.
Desafortunadamente
el tiempo de los de Ez-Zahra se estaba agotando, pero antes de despedirse
definitivamente todavía tuvieron ocasión de rubricar su fantástica presentación
poniendo a todo el personal a botar siguiendo el contagioso ritmo de “Beyond
The Stars”, mientras nuevamente la bailarina volvía a aparecer en escena para
agitar frenéticamente su cuerpo.
Para
muchos el nombre de Anneke Van Giersbergen siempre estará ligado al de la formación
que le dio fama internacional, The
Gathering. Pero lo cierto es que la vocalista holandesa no ha dejado de
trabajar en diferentes proyectos y colaboraciones desde su salida de la banda. Hace escasamente un año
la carismática Anneke anunciaba su nuevo proyecto, VUUR, y ya la tenemos por
aquí de gira presentando las
composiciones de “In This Moment We Are Free- Cities”.
Contando
con viejos conocidos de anteriores
aventuras, VUUR suenan en directo como un cañón, más sólidos y contundentes que
en disco, aunando a la perfección
melodía, contundencia, y el sello de clase y calidad que aporta siempre
la garganta de una Anneke que parece vivir en un eterno estado de gracia.
Aunque ella es quien acapara todas las miradas, lo cierto es que sus compañeros
se mueven constantemente por el escenario, dando a su puesta en escena un ritmo
y una vivacidad que impide que tus ojos se queden fijados en la figura de la
diva.
Fue
la última en aparecer en escena, precedida del resto de sus acompañantes, y
luciendo su inseparable sonrisa para hacernos vibrar y viajar a través del portentoso “Sail
Away-Santiago”, consiguiendo fusionar a
la perfección el preciosismo lírico y la rotundidad instrumental que nos
proponía un quinteto que liquidó el tema de apertura enfrascado en una
frenética sesión de headbanging. Con la guitarra colgada al cuello Anneke nos
buscó entre la oscuridad durante los primeros compases de “My Champion-Berlin”,
que sonó nítida y rotunda con su refuerzo en las guitarras rítmicas. Y es que
VUUR no llegaron a la cita como meros comparsas de las estrellas de la noche,
ya que gozaron de un sonido demoledor y de un buen juego de luces, algo que
acabó contribuyendo a que pudieran crear
la ambientación ideal para sus composiciones.
La
elegida para proponernos un primer guiño a la trayectoria previa de la
vocalista fue “The Storm”, rescatada de su anterior proyecto The Gentle Storm,
que nos dejaba al bajista Johan Van Straton recorriendo el escenario como si
estuviera poseído. Cercana y simpática, Anneke logró conectar con el público e incluso se
permitió la licencia de ensañarnos a pronunciar el nombre de su nueva banda
antes de adentrarnos en los pasajes hipnóticos del delicioso “Save Me-
Istanbul”.
Pero
sin duda el momento de mayor lucimiento para Anneke, en el que mostró toda su
potencia y versatilidad, llegó con “Days Go By-London”, que nos dejaba a la
vocalista sacando su teléfono para inmortalizar la reacción de una
audiencia completamente volcada. El
tramo final para el debut de VUUR en tierras catalanas estuvo reservado para
“Your Glorious Light Will Shine- Helsinki”, mientras que para finiquitar
el show optaron por regalarnos un suculento recuerdo de su etapa al frente de
“The Gathering” con un celebradísimo “Strange Machines”.
Dispuestos
a demostrar su actual estatus Epica presentaron un escenario a dos alturas, en
cuya parte superior se ubicó el teclado con ruedas, -a modo de monopatín-, de
Coen Janssen, además de contar con un vistoso juego de luces, que ayudó a
ambientar muchos de los momentos cumbre del show. Tampoco faltó un gran telón
de fondo en la parte trasera del escenario, ni el característico pie de micro
de Simone Simons.
Acompañados
de “Eidola” los músicos fueron apareciendo en escena para romper el hielo con
la magnificencia de “Edge Of The Blade”. Respaldados sobre un sonido impecable
los holandeses no tardaron en conectar con sus seguidores consiguiendo una
comunión que se prolongó durante todo el show. El teclado giratorio de Coen Janssen
fue el encargado de adentrarnos en “Sensorium”, logrando caldear todavía más el
ambiente, con las primeras filas saltando mientras la armoniosa voz de Simone
nos abocaba sobre su fantástico estribillo para convertirse en el primer gran
momento de la noche.
Tras
el pertinente saludo y los primeros agradecimientos llegaba el primer cambio de
piezas sobre las tablas, con Isaac Delahaye intercambiando su posición con el
bajista Rob Van Der Loo antes de atacar “Fight Your Demons”, que nos dejaba el
escenario bañado en tonalidades rojizas. Y es que la interacción entre los
músicos durante el show fue constante, concediendo a su presentación un
dinamismo y una intensidad absolutamente arrolladoras, tal y como quedó patente
a lo largo de “The Essence Of Silence”, que se convertía en la primera
incursión en “The Quantum Enigma”, con los rotundos guturales de Mark Jansen
dando nuevamente el contrapunto a los pasajes más preciosistas.
A lo
largo de todo el show Epica funcionaron como un engranaje perfecto y medido
hasta el más mínimo detalle, moviéndose sincronizadamente durante los densos
desarrollos que marcaron “Universal
Death Squad”, que concluía con la vocalista invitándonos a levantar nuestros
cuernos al aire. Pese a su larga y sólida trayectoria discográfica Epica fiaron
su suerte esta noche a sus temas más recientes, y, pese a lo arriesgado de la
apuesta, lo cierto es que les salió bien, ya que la acogida que sus fans
dispensaron a temas como “Ascension- Dream State Armegeddon” fue fantástica,
con toda la banda haciendo headbanging mientras aparecían unas densas columnas
de humo y la acción no se detenía en la pista.
Aunque
no dejó de moverse con su teclado móvil por la parte superior del escenario,
uno de los pocos momentos en los que Coen Janssen se posicionó en primera línea
con su Keytar circular fue durante la deliciosa “Dancing In A Hurricane”, que
lograba impregnar el recinto con sus aromas étnicos antes de someternos a un
nuevo ejercicio de melodía y brutalidad.
Si
tras firmar un arranque demoledor alguien pensaba que Epica se iban a relajar para
encarar la segunda mitad del show, no podía estar más equivocado, ya que la
siguiente en hacer acto de presencia fue “Reverence (Living In The Heart)”, con
los teclados acariciando las líneas vocales de una Simone que dio toda una
exhibición de clase y distinción para acabar firmando una de las mejores
interpretaciones de la velada. Con la gente enfervorizada coreando el nombre de
la banda unos angelicales coros nos anunciaban la llegada de “Unchain Utopia”,
una pieza que se ha convertido en todo un clásico en sus directos.
La
elegida para poner el punto y seguido a la velada fue la delicada “Once Upon A
Nightmare”, que arrancaba con el escenario completamente iluminado para
concluir con los músicos abandonando sus posiciones uno a uno y acompañados de
una estruendosa ovación.
Si
la primera parte del show había estado reservada para los temas de sus últimas
entregas, para el arranque de los bises Epica se reservaron uno de sus cortes
más emblemáticos “Sancta Terra”, que nos abocaba sobre otro delirante final,
con Coen Janssen lanzándose sobre las primeras filas. El ambiente de fiesta y
celebración no se detuvo durante “Beyond
The Matrix”, con banda y público saltando para acabar firmando otro de los
momentos de la noche. El adiós definitivo llegó con el ampuloso y extenso “Consign To Oblivion”, una pieza que resume a la perfección la esencia y la
personalidad de una banda que volvió a
dejar a su paso a una audiencia extasiada.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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