Durante
las últimas décadas Rata Blanca se han consolidado como una de las formaciones
punteras dentro del hard rock y el heavy metal en Latinoamérica. Aunque su ausencia
de los escenarios españoles ha sido prolongada, si exceptuamos su aparición en
el Rock Fest Barcelona 2016, lo cierto es que el quinteto bonaerense siempre ha
gozado de una excelente acogida por
estos lares. El motivo de su visita era presentar en sociedad las composiciones
de su última entrega discográfica “Tormenta Eléctrica” que data del pasado 2015.
Además, aprovechando la ocasión, también tendríamos oportunidad de disfrutar en directo del proyecto paralelo
de su guitarrista Walter Giardino´s Temple.
Acompañado
por la base rítmica de Rata Blanca, el
teclista Javier Retamozo y el mencionado Ronnie Romero, el guitarrista del
Bajo Flores apareció en escena ataviado
con un chaleco para rápidamente empezar a dibujar sobre el mástil de su guitarra
las elegantes melodías de “Corte
Porteño”. El primer detalle llamativo fue la perfecta sintonía con Ronnie
Romero, que se mostró en escena como un miembro más de la banda, brillando a un
buen nivel aunque sin llegar a eclipsar a su “jefe”.
El
ritmo marchoso y compacto de “Sobre La Raya”, nos invitaba a retroceder en el
tiempo gracias a la potencia de unos rotundos
riffs de corte ochentero que se convirtieron en el reclamo perfecto para ir calentando al personal que empezaba a poblar las primeras
filas. Varias fueron las versiones que tuvimos ocasión de escuchar a la lo largo de este acto de apertura. Así
que la primera fue una fantástica adaptación de “Mistreated”, que contemporizaba
el ambiente antes que el maestro Giardino nos ofreciera su primera gran
exhibición a las seis cuerdas.
No
tardó mucho el quinteto en volver a cambiar de registro para contagiarnos la garra roquera de “Héroe
De La Eternidad”. Aunque estuvo escondido en la parte trasera del escenario,
las aportaciones de Javier Retamozo se
dejaron notar con fuerza durante “Lady
Double Dealer”, que nos dejaba al teclista dando la replica a Giardino mientras
Romero rasgaba su voz para rendir nuevamente pleitesía a los míticos Purple.
Aunque
muchos de los presentes no estaban familiarizados con el material en solitario del guitarrista, lo cierto es que
la estrategia de mezclar temas propios y grandes clásicos fue de lo más
acertada, consiguiendo que el nivel de intensidad del show no decreciese en
ningún momento. De modo que temas como “Cacería” resultaron ideales para que
los más animados se sumaran al headbanging. En cambio, otros como “Azul Y
Negro”, sirvieron para que el guitarrista desplegara toda su clase, elegancia y
feeling.
Y es
que a lo largo del show Giardino y sus acompañantes se mostraron como unos
músicos versátiles y muy completos. Así que tras transitar por derroteros baladísiticos
tocaba volver a levantar el ánimo del personal con el clásico de Whitesnake
“Crying In The Rain”, que sonó brutal y épico, con un Romero absolutamente
arrollador a la hora de encarar su tremenda recta final. Precisamente, fue una
de las composiciones de la actual banda
del vocalista, y según nos comentó su favorita del catálogo de Rainbow,”Street Of Dreams” la elegida para
proseguir el show y desatar la euforia entre los seguidores más veteranos.
La última
muestra del material propio del debut en solitario del guitarrista estuvo
reservado para “La Danza Del Fuego”. Mientras que para poner el punto y seguido
a su presentación se decantaron por la emblemática “Neon Knights”, que nos dejaba con la espigada silueta del
hacha ocupando el centro del escenario
mientras nos animaba a levantar los puños al aire.
Para
su retorno sobre las tablas el maestro Giardino nos tenía preparada una
fantástica tripleta de ases compuesta por un nuevo guiño al material de su
idolatrado Blackmore, con “Lost In Hollywood”, y dos perlas
imprescindibles del material de Purple
“Speed King” y el estratosférico “Burn”, que ponía a todo el recinto a botar
mientras Romero estiraba al máximo sus cuerdas vocales para tratar de salir
victorioso de su exigente recta final.
Después
de una pausa de unos treinta minutos,
que sirvió para que los músicos recuperaran el aliento y se tomaran un merecido
descanso, todo parecía dispuesto para el arranque del acto principal de la
velada, Rata Blanca. Había ganas, muchas ganas, de volver a disfrutar en vivo
del directo de los argentinos, de modo que las primeras filas se comprimieron
para hacer que el quinteto notara el calor de sus seguidores desde que abrieron fuego con “Los Chicos
Quieren Rock”, toda una declaración de intenciones que ponía de manifiesto las
intenciones de unos músicos que llegaban a la cita muy motivados y dispuestos a
dejar unas fantásticas sensaciones entre su parroquia de incondicionales.
Tras
recibir una cálida bienvenida de manos de una audiencia que estuvo de lo más
animada y participativa a lo largo de todo el show llegaba el momento de cantar
siguiendo las indicaciones de Adrián Barilari durante el primer clásico de la
noche “Sólo Para Amarte”, que se convertía en el primer recuerdo de aquel
lejano debut homónimo que grabaron en
1988 junto al vocalista Saúl Blanch. Fieles a la esencia clásica y melódica
propia del hard & heavy que siempre les ha caracterizado, Rata Blanca se
adentraron en los elegantes desarrollos
de “La Otra Cara De La Moneda”.
Pese
a que sobre las tablas el protagonismo recayó sobre el tándem que forman Adrián Barilari y Walter
Giardino, el resto de la banda, -aunque
se mantuvo en un estudiado segundo plano-, también se dejó notar con fuerza
durante el arranque de “El Jugador”, con el equipo rítmico llevando las riendas
para forjar los sólidos cimientos del tema. De entre los temas de sus últimos trabajos
“El Círculo De Fuego” fue de los que más
me gustó, con un Barilari absolutamente genial, mostrando toda su potencial
antes de ceder el testigo para que Giardino rematara el tema con otro de sus
desarrollos clásicos.
A
continuación fueron los teclados de Danilo Moschen los encargados de dar la
replica al virtuoso guitarrista durante la emotiva “Tan Lejos De Aquel Sueño”,
que con sus suculentos aromas deudores del material clásico de la Serpiente
Blanca nos hacia cambiar el paso para
adentrarnos en territorios mas hard roqueros. No abandonarían ese faceta mas
hard, ni el material de su último redondo, ya que el respetable volvió a
dejarse notar a la hora de acompañar al vocalista para encarar el fastuoso
estribillo del adictivo “Rock And Roll Hotel”.
Aprovechando
la conexión que habían conseguido crear con sus seguidores los argentinos
dedicaron la segunda mitad de su presentación a repasar algunos de sus temas
más emblemáticos. Para abrir ese extenso capítulo dedicado a la nostalgia
optaron por una de esas composiciones que se ha convertido en patrimonio de
todos sus fans “Aún Estás En Mis
Sueños”, abocándonos sobre un intenso final que nos dejaba a todo el mundo
botando para convertirse en uno de los momentos de la noche. Aun más atrás en
el tiempo, a los primeros días de la banda, nos transportó “El Sueño De La Gitana”.
Con un Giardiano absolutamente desatado,
exprimiendo su guitarra al máximo para adornar el tema con unas suculentas
pinceladas de neoclasicismo arribaba “La Llave De La Puerta Secreta”, para que
acto seguido todos tuviéramos ocasión de aunar nuestras voces para cantar junto
a Barilari. Antes de poner el punto y
seguido a la velada Rata Blanca todavía tuvieron tiempo de agradecernos nuestra
lealtad y entrega antes de atacar uno de los temas que se ha convertido en todo
un himno para sus seguidores, el imprescindible “Chico Callejero”.
Una
fugaz mirada sobre el material facturado en lo que llevamos de siglo XXI nos
abocó sobre “El Reino Olvidado”, que sirvió como preámbulo para un encore que se
completó con otra suculenta tripleta compuesta por “Guerrero Del Arco Iris”,
todo un subidón volver a disfrutar en directo de este mítico temazo; la delicada “Mujer
Amante”, convertida en la excusa perfecta para que todos volviéramos a cantar;
y el que para muchos es su tema más emblemático y representativo “La Leyenda Del Hada Y El Mago”, que ponía el
recinto patas arriba para rubricar que
los argentinos siguen manteniendo intacto el sello, la garra y la clase que les
han convertido en los reyes indiscutibles de la escaña hard & heavy
argentina.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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