Indudablemente
Saratoga se han convertido en un nombre imprescindible para el heavy metal
patrio a lo largo de los últimos 25
años. Como en cualquier carrera durante este cuarto de siglo ha habido mejores
y peores momentos, pero siempre han estado
en la brecha, sobreponiéndose a
los cambios de formación y a las cambiantes modas, contando siempre con el
incontestable liderazgo del incombustible Niko del Hierro. Si celebrar tan
señalada efeméride no era suficiente reclamo para congregar a un buen numero de
incondicionales en la Sala Salamandra, esta noche de Sábado el cuarteto interpretaría
al completo una de sus obras más
destacadas, y por extensión uno de los discos imprescindibles dentro del metal
nacional, “Agotarás”, del que conmemoraba su 15º aniversario.
Al
igual que ya sucediera en sus últimas apariciones en Barcelona Saratoga no contarían con el concurso de ninguna banda telonera, algo que nos hacía
presagiar que su repertorio sería largo. Una gran expectación había suscitado
la cita, algo que pudimos comprobar al acercarnos al local y ver la extensa cola que aguardaba impaciente
a que se abrieran las puertas.
Siempre
habrá opiniones para todos los gustos, pero creo que no somos pocos, -dejando a
un lado gustos personales y nostalgias-, los que pensamos que la actual encarnación de Saratoga es la
mejor de su dilatada trayectoria. Personalmente, un servidor ha podido ver a la
banda en numerosas ocasiones durante los últimos años y nunca ha salido
defraudado. Así que esta noche no iba a ser una excepción.
Me
gustó mucho la mezcolanza de edades entre la audiencia, ya que mientras que las
primeras filas estaban copadas por chavales jóvenes, -que seguramente se habrán
sumado durante los últimos años-; en la
parte trasera del local había un buen numero de seguidores que rondaban o
superaban la cuarentena, algo que dice mucho del arraigo de los madrileños
entre la parroquia metálica barcelonesa.
Aunque
parece que se está convirtiendo en practica habitual siempre resulta complicado
llevar al directo un disco de forma integra, pero, además, esta noche contaría con
el aliciente de que “Agotarás” sería interpretado por Tete Novoa, y aunque,
evidentemente, en el álbum hay temas que se han convertido en imprescindibles
en los conciertos de la banda, lo cierto es que tuvimos ocasión de escuchar
algunas gemas que hacía tiempo que se
habían caído de sus repertorios, o que directamente no habían tocado hasta la
fecha.
Con
la portada del mítico “Agotarás” dándonos la bienvenida la introducción “11901” nos hacia centrar
nuestras miradas sobre el escenario para iniciar nuestro viaje. Fue la cortante y afilada
guitarra de Jero Ramiro la que se encargó
de liderar el primer envite de la
noche “Con Mano Izquierda” y , como no podía ser de otra forma, la respuesta
del respetable no pudo ser más efusiva. Y
más aún cuando Tete nos sorprendió con un par de guturales que sirvieron
para espolear, todavía más, a unas primeras filas que parecían absolutamente desatadas. Mientras el respetable elevaba sus cuernos al aire a modo de recibimiento
Dani se encargó de dar buena cuenta de su kit de batería durante el arranque
que “Tras Las Rejas”, dejando que Tete
se aproximara por primera vez al filo del escenario para ponernos a todos a
cantar la melodía central del tema. Tras unos primeros compases en los que los
del foro demostraron que siguen estando en plena forma tocaba dar la bienvenida
a los presentes antes de seguir desgranando el material del que fue su quinto
trabajo, haciendo frente a una composición que desde su publicación ha
permanecido impasible en casi todos los
repertorios de la banda “A Morir”, que nos ponía a todos a saltar mientras una
copiosa lluvia de confeti caía sobre nuestras cabezas.
Pese
a que hacia algunos días que estrenamos este 2018, la banda no quiso dejar
pasar la ocasión para felicitarnos el año y brindar con todos sus seguidores
antes de atacar una de sus piezas más
emblemáticas “Las Puertas Del Cielo”,
que nos dejaba la estampa de Niko recorriendo
el escenario como si fuera una bestia implacable antes de acabar tocando
las cuerdas de su bajo con la lengua. A estas alturas la principal incógnita
para los que no han seguido la trayectoria de Saratoga en los últimos años ya se había resuelto, ya que un titánico Tete defendió a la
perfección todos los temas del álbum. De modo que la devota
audiencia se encargaría de corea el nombre del vocalista en varias ocasiones durante la velada. Sin embargo, el frontman no se recreó en exceso con la
situación y tras agradecernos el gesto rápidamente se centró en el speech que
sirvió como preámbulo para “El Gran Cazador”, que nos alentaba a perseguir
nuestros sueños.
Como
no podía ser de otra forma, el público también tributó una estruendosa ovación
a Jero Ramiro, antes de que la banda cambiara de registro para dejar apartado
su vertiente más metalera para adentrarse en los derroteros hard roqueros de “Oscura Luz”, con el
vocalista cediendo el micro a las primeras filas para que se hicieran cargo del
estribillo. Tras firmar un primer tercio de concierto absolutamente arrollador,
en el que el cuarteto consiguió mantener el nivel de intensidad del show
ofreciéndonos algunos de los momentos más vibrantes del álbum protagonista de
la velada, ahora llegaba el momento de comprobar como reaccionarían sus
seguidores ante una sucesión de temas no tan habituales en sus directos. Y lo
cierto es que temas como “Rompehuesos”, sonaron frescos, potentes y poderosos,
ratificando que su calidad les ha permitido superar con éxito el inexorable
paso del tiempo.
El
primer momento emotivo de la velada, -para el que Tete pidió que se atenuaran
las luces del local-, estuvo reservado para un emocionante “Parte De Mi”, que
nos hacia mover a todos las manos de izquierda a derecha. A medida que avanzaba
el show parecía que la euforia de la gente iba en aumento, así que mientras
todos coreábamos en nombre de la banda el cuarteto volvió a acelerar el ritmo
invitándonos a acompañarles a través de su “Viaje Por La Mente”. Personalmente,
uno de los temas que más me sorprendió fue “Mercenario”, ya que sonó imponente,
rotundo y avasallador, con Tete
estirando al máximo sus cuerdas vocales
mientras contaba con la colaboración de Jero y Niko a la hora de atacar sus
potentes coros.
Ya
no habría vuelta atrás. De modo que el tramo final de esta primer capítulo que
estuvo dedicado íntegramente al material de “Agotarás” encaraba su recta final
con “Doblas Las Campanas”, una composición que bebe directamente del clasicismo
heavy metalero; para posteriormente dejar paso a los corrosivos riffs de la
demoledora “Resurrección”, que servía para que Dani hiciera retumbar los
cimientos del local mientras Tete
aparecía por sorpresa encaramado a la barra para encarar el tramo final del
tema. Para poner el punto y seguido al show optarían por la voraz crítica
contenida en “Ratas”, que propiciaba que
la actividad no se detuviera en una pista que no dejó de animar durante todo el
show.
Por
si alguien albergaba alguna duda sobre la pegada, versatilidad y contundencia
de Dani Pérez, el percusionista nos ofreció un excelso ejercicio solista justo
antes de que Tete regresará al escenario para reclamar la presencia de Jero y
Niko. Tras haber cumplido su palabra y haber repasado de forma integra el
material de “Agotarás”, el segundo segmento de la noche arrancaba con toda una
sorpresa: el tema que abría su debut homónimo con Fortu al frente “Grita”, y
debo admitir que después de tantos años fue un subidón poder volver a escuchar
el tema. Así que esperemos que se animen a recuperarlo de cara a futuras giras.
La
siguiente en sonar fue otra de las
composiciones que se ha convertido en imprescindible en sus directos
“Perro Traidor”, que acompañada de un copiosa lluvia de confeti se convertía en
la representante del álbum que grabaron con el
vocalista Gabriel Boente, “Mi
Ciudad”. Siguiendo el guión previsto, y
tal y como nos habían anunciado, esta segunda mitad del show se dedicaron a repasar un tema de cada una de sus obras de
estudio, así que pudimos constatar al adentrarnos en “Tiempos de Guerra” lo que
significó para la banda la incorporación de Dani y Leo.
Liderados
por un Tete impresionante, que se fue creciendo a medida que avanzaba la
velada, llegaba el momento de volver a hacer mover al personal con “Maldito
Corazón”, en el que el vocalista intercaló altísimos agudos con esos fugaces guturales
que se han convertido en un fantástico
recurso del vocalista para animar al personal en directo. Un protagonismo destacado
dentro de este tramo final del show obtuvieron
“El Vuelo Del Halcón”, que sonó como un cañonazo certero e implacable
para poner de manifiesto que se ha convertido en uno de los temas favoritos
entre los seguidores más jóvenes de los madrileños, y “No Sufriré Jamás Por Ti”, que era el escogido para
representar el material de “Secretos Y Revelaciones”.
Sorpresivamente,
los únicos trabajos de estudio que se quedaron sin representación fueron
“Tributo” (1996), e, incomprensiblemente su fantástico “Nemesis” (2012). Así
que el colofón definitivo para la vibrante descarga del combo madrileño estuvo
reservado para esa andanada powermetalera que es “Como El Viento”, que con su
aplastante velocidad nos invitaba a todos a agitar la cabeza para poner el
broche definitivo a la velada.
Únicamente
los verdaderamente grandes pueden presumir de congregar en sus conciertos una
afluencia de público igual, cuanto no superior, que durante sus primeras giras.
Personalmente, aun recuerdo aquella gira de presentación de “Agotaras”, en la
que los madrileños descargaron junto a Kamelot en el Razzmatazz 2. Eran otros
tiempos, todos éramos más jóvenes. Pero, visto lo visto, resulta evidente que
Saratoga, como los buenos vinos, continúan mejorado con el tiempo.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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