Dentro
de la escena nacional, y no hablemos a nivel internacional, hay muchos buenos
músicos. Como en todo en la vida uno puede practicar, formarse y
perfeccionarse. Pero hay cosas que no se
pueden aprender en los conservatorios, y eso es la magia, la clase, el talento, el feeling… Esos son
atributos innatos, con los que se nace.
O se tienen o no se tienen… y Jorge Salán los tiene. Su nombre siempre ha
estado ligado a grandes músicos, ha formado parte de algunas de nuestras bandas
más emblemáticas, Mago de Oz, Avalanch, ha desarrollado una prolífica carrera
en solitario, y , además ha plasmado su
calidad junto a pesos pesados como Jeff Scott Soto, Miguel Ríos, Danny Vaughan,
Robin Beck, Joe Lynn Turner…, lo que le ha valido el reconocimiento
internacional.
Para
presentar su último trabajo en directo “Live In Madrid”, el hacha madrileño se
decantó por el ambiente íntimo de una
sala como el Rocksound, donde acompañado de la base rítmica que forman el
bajista Luísma Hernández y el batería Mateo Aroyave, repasó algunos temas
propios junto a una buena selección de clásicos imprescindibles para todo buen
amante de las seis cuerdas. Como aperitivo antes de la aparición del power-trío
actuaron Brand New Brain, a quienes no pudimos ver, por lo que les pedimos
disculpas.
Pese
a ser domingo por la noche la pequeña sala del barrio del Poble Nou presentó un
animado ambiente, contando entre los asistentes con varios músicos de la escena local catalana.
Luciendo gafas de sol, Salán apareció sobre las tablas para rápidamente adueñarse del escenario y
conectar con el respetable, desplegando
para ello la garra roquera de “On My
Own”. Tras recibir una calurosa
bienvenida, el guitarrista nos invitó a
acompañar con palmas el arranque de “Victim Of Desire”, un tema perfecto para
crear ese vínculo especial con sus seguidores.
Aunque,
como era previsible, Salán fue el
indiscutible protagonista de la velada, sus compañeros estuvieron a un
excelente nivel, mostrándose sólidos y efectivos, desplegando un
feeling que resultó imprescindible para
que temas como “Boot Hill”, primer recuerdo hacia el material del tristemente
desaparecido Stevie Ray Vaughan, sonara preñado de intensidad y elegancia. Y es
que esa magia bluesera se acabó convirtiendo en el hilo conductor de una
fantástica velada en la que Salán tuvo recuerdos hacia muchos de los grandes maestros
de los seis cuerdas. “The Thrill Is Gone” del mítico B.B. King, sonó intenso y desgarrador para acabar recabando una
rotunda ovación tras su vibrante increscendo final.
Lejos
del tratamiento ególatra que muchos guitarristas dan a sus shows, durante la
velada el protagonismo absoluto recayó sobre
las canciones. Así que no hubo tiempo para exhibiciones gratuitas ni
tediosos solos, con lo que el ritmo del concierto fue rápido y eléctrico. De modo que tras la
clásica cuenta (1,2,3..) llegaba el momento de recordar a otra leyenda como
John Mayall con “Key To Love”, que se convirtió en la antesala perfecta para que
el trío se adentrara en “Going Down” de
Freddie King.
Para
el siguiente tema “Leave My Girl Alone” Salán, ataviado con sombrero, volvió a
ofrecernos una nueva demostración de elegancia y sensibilidad bluesera. En una
noche dedicada a la guitarra y sus grandes iconos no podía faltar el recuerdo al añorado Jimi Hendrix con “Fire”, que nos dejaba al público coreando su estribillo. La magia no se
detendría, ya que la siguiente en hacer acto de presencia fue “The Hunter”, de
Albert King, y una elegante “One More Empty Feeling”.
Pero
no sería la guitarra de Salán la única protagonista de la velada, ya que a lo
largo de la noche el hacha madrileño puso a prueba nuestras gargantas en más de
una ocasión, haciéndonos participes de temas como “Take Me To The River” de Al
Green. Al igual que sucede en su último lanzamiento en directo, para encarar la
recta final del show el trío optó por rendir pleitesía a una de las banda
favoritas del hacha, ofreciéndonos una marchosa “Doom And Gloom” de “Sus
Satánicas Majestades”. Mientras que para poner el punto y seguido al show la
guitarra volvería a llorar al interpretar el tema de apertura de “Graffire”,
“Born Under A Bad Sign”.
Antes
de dar el pistoletazo de salida a los imprescindibles bises Salán nos habló de
la importancia de la cultura y de lo necesario que es que sigamos consumiendo música
para “alimentar” a las bandas, para acto seguido ofrecernos el único tema
cantado en castellano que tuvimos ocasión de escuchar esta noche “Subsuelo”.
Para el fin de fiesta definitivo que mejor que el clásico de Status Quo
“Rockin´ All Over The World”, y un delicioso guiño al imprescindible Gary Moore
con “Walking By Myself”.
Lo
dicho gran noche de blues, de rock, de soul… En definitiva de buena música en
letras mayúsculas. Fue una auténtica delicia repasar una colección de clásicos
imprescindibles junto a uno de los guitarristas más talentosos que ha
dado nuestro país en los últimos años.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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