sábado, 3 de febrero de 2018

SAUROM+RABIA PEREZ-BIKINI-BCN-27-ENE-2018


Se me ocurren pocos planes mejores para un sábado por la noche  que acudir  a un concierto de Saurom. La formación de San Fernando es  sinónimo de fiesta, calidad y diversión, y, aunque huelgue decirlo, lo cierto es que su progresión en los últimos años ha sido imparable. Tal vez aquellos que les descubrieron con sus primeras entregas añoren una mayor presencia de melodías épicas y velocidad powermetalera, pero esa fantástica mezcolanza de estilos , que se ha convertido en una de sus señas de identidad, les ha servido para aproximarse a un público más amplio y mayoritario. Tras las buenas  críticas cosechadas con  su anterior entrega “Sueños”, el sexteto publicaba recientemente “La Magia De La Luna”, un trabajo recopilatorio en el que nos ofrecen una nueva visión de algunos de sus temas  más emblemáticos.

El enclave escogido para su reencuentro con la audiencia de la capital catalana  fue  la elegante Sala Bikini, un recinto  con una fantástica acústica que resultaría ideal para la descarga de los gaditanos. Como aperitivo antes de que los juglares tomaran las tablas contaríamos con el concurso de los madrileños Rabia Pérez.


Con el respetable todavía accediendo al local para tomar posiciones aparecían en escena Rabia Pérez. La formación vallecana, que debutó hace un par de años con un trabajo homónimo, presentaba algunas novedades en su alineación con respecto a los músicos que lo grabaron. Lo que no ha cambiado es el indiscutible liderazgo de su vocalista, ni la punzante crítica social que encierran sus letras, siendo lo más reseñable  el registro de la propia Rabia, a medio camino entre Azucena y Aurora Beltrán.

En cuanto a su repertorio estuvo dividido en dos partes bien diferenciadas, ya que si durante el primer tramo de su presentación los madrileños se dedicaron a repasar los mejores momentos de su ópera prima desgranando temas como “Prisionero”, o el desgarrador “La Historia De Fermín”, un crudo retrato de como la galopante crisis ha cambiado la forma de vivir y relacionarse de mucha gente; durante el ultimo tercio fue cuando nos presentaron algunas de las composiciones que formarán parte de su segunda entrega.

Me gustó mucho el aplomo y la contundencia con la que sonaron piezas como “Esta Vida Es Una Ruina”, con la vocalista invitándonos a cantar su estribillo, y la camaleónica “Tus Deseos”, que fue acelerándose progresivamente para acabar levantando  el ánimo de una audiencia que se fue animando a medida que avanzaba el show.

De entre los nuevos temas que presentaron me sorprendió  la orientación más contundente y metalera de “Soldados De Honor”, que acabó dejando paso a la reflexiva “La Última Etapa”, que estrenaron hace unos días. Antes de dar por concluido este primer acto de la velada el cuarteto todavía tuvo tiempo de agradecer la oportunidad brindada a Saurom antes de hacernos reflexionar sobre las fatales consecuencias de las negligencias médicas con “Sólo Un Error”, el tema que dedicaron a la fundación “Adri Milán Dignidad y Vida”, de la que había varios miembros presentes.


Tras una rápida pausa que sirvió para que los propios juglares  dieran los últimos retoques al escenario, colocando los diferentes instrumentos que tendríamos ocasión de escuchar a lo largo del show; todo parecía preparado para el desembarco de las estrellas de la noche: Saurom. No hay duda, a día de hoy la formación De San Fernando está viviendo su mejor momento, ya que Narci Lara y sus muchachos han conseguido superar las barreras estilísticas, siendo capaces de arrastrar a un público fiel y heterogéneo, -ya sea en edad o en gustos musicales-, con la única intención de hacerle cantar, saltar y emocionarse, para redondear un espectáculo divertido y ameno.

Una larga introducción “Numen” servía para crear ambiente, dejando que sus envolventes aromas folk se encargaran de impregnar el ambiente y  captar la atención del respetable para lo que vendría a continuación. El arranque fue potente, tal y como mandan los cánones, con el sexteto empleándose a fondo durante la inicial “Irae Dei”, combinando a la perfección su faceta  metalera con unas coloristas melodías medievales que fueron acogidas con euforia por una entusiasta audiencia que no dejó de animar durante todo el show. Pero es que si la acción en la pista fue incesante, sobre el escenario los músicos no pararon de moverse e interactuar entre ellos, siendo el más efusivo y animado el bajista José A. Gallardo, que fue quien se encargó de ponernos a todos a dar palmas para acompañar los compases iniciales de “El Laberinto De Los Secretos”.

Aunque fue Miguel Ángel Franco quien se encargó de presentar los temas ejerciendo como perfecto  anfitrión: simpático, cercano y entrando en conversación directa con la audiencia; lo cierto es que la mayoría de las miradas recayeron sobre Narci Lara, quien a lo largo del show mostró su destreza con la guitarra, el violín, la flauta, la gaita, la pandereta..., amén de sumarse también a las voces en temas como “La Leyenda De Gambrinus”, que hacía que la pista se convirtiera en un desfase, con todo el personal alborotado, bailando como si le fuera la vida en ello. La fiesta había comenzado y ya no habría vuelta atrás, de modo que “Músico De Calle”, que sonó como toda una declaración de intenciones, se convirtió en la excusa perfecta para que la acción no se detuviera en los aledaños del escenario mientras los músicos no dejaban de bailar sin perder su eterna sonrisa.


Me gustó mucho que durante este tramo del show los gaditanos se dedicaran a desgranar algunas de sus composiciones más marchosas y animadas, haciendo que el ambiente y el buen rollo no decreciesen, y más aún cuando los más fieles reconocieron “Noche De Halloween”. Pese a imprimir a su presentación un ritmo vibrante e intenso, Migue no se cortó a la hora de contestar a los constantes reclamos de una audiencia que parecía dispuesta a ser parte importante del show. Así que tras amenazar con constarnos un chiste la banda se embarcó en “La Batalla Con Los Cueros De Vino”, que resultó la antesala perfecta para el primer gran momento de la noche con “El Saltimbanqui”, que nos dejaba al vocalista animándose a danzar en círculos junto a un desatado José.

Más que el marco de un concierto, la pista del Bikini se había convertido a estas alturas de la noche en una auténtica fiesta, de modo que la elegida para que todos aunáramos nuestras voces fue “La Posada Del Poney Pisador”, con Narci levantando sus instrumentos de viento al aire para invitarnos a sumarnos a los estribillos. Pero no todo iba a ser descontrol y desenfreno, ya que el propio Narci empuñó su violín para encarar las delicadas melodías de ese canto al optimismo que es “¡Vive!”. No tardaría la guitarra de Raúl Rueda en volver a reclamar su cuota de protagonismo para dar forma a “Romance De La Luna, Luna”, que arrancaba con Migue susurrando las primeras estrofas para rubricar el tema con un vibrante increscendo.

No abandonarían esa faceta más intimista y sosegada para adentrarnos en la preciosa “Vida”, con Santi Carrasco dejando su lugar tras los teclados para empuñar un keytar y situarse en primera línea junto al resto de sus compañeros. Fue una noche de lo más completa, ya que tuvimos metal, rock, folk, momentos para bailar, baladas…., y hasta una petición de mano sobre las tablas que se saldó con el sí de la emocionada novia para recabar una sonora ovación. Y que mejor para celebrarlo por todo lo alto que el emotivo “Soñando Contigo”.

La sorpresa de la noche llegó en el ecuador del show con “El Pozo De Arán”, una adaptación del tema de Carlos Núñez que los de San Fernando han incluido en su último trabajo recopilatorio “La Magia De La Luna”. Contando con la complicidad de la gente Migue volvería a reclamar nuestra participación para que le ayudáramos a corear la melodía inicial de “Cambia El Mundo”, para dejar que los instrumentos de viento fueran los que llevaran la voz cantante. Tampoco se dejaron en el tintero las suculentas melodías de esencia celta que marcaron “Sueños Perdidos”, que era la escogida  para finiquitar este tramo de la velada.

Tras unos segundos de silencio y con el escenario en penumbra, unas lejanas campanadas junto al  sonido de la copiosa lluvia nos anunciaban la llegada de “El Monte De las Ánimas”, que dejó paso a “La Musa Y El Espíritu”, con las que la banda volvía a elevar el nivel de intensidad confiando para ello en la potencia de las guitarras de Narci y Raúl. Pero sin duda otro de los momentos álgidos de  la noche llegó justo a continuación con la invitación al desmadre y el jolgorio  que supuso “El Carnaval Del Diablo” y un celebradísimo “El Círculo Juglar”, con Migue pidiendo que se encendieran las luces antes de darnos las instrucciones para que danzáramos frenéticamente poseídos por sus contagiosas melodías.

Con el respetable absolutamente entregado, coreando intensamente el nombre de la banda, arrancaba la demoledora “Dracum Nocte”, mientras que para poner el broche definitivo a esta sublime velada el sexteto optó por una de sus piezas más populares, “La Taberna”, que servía para rubricar el indiscutible triunfo de una banda que nunca defrauda en directo.



TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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