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miércoles, 14 de febrero de 2018

TIERRA SANTA+EMBERSLAND-BIKINI-BCN-10-FEB-2018


Tierra Santa son una banda que no precisa ninguna clase de presentación. Durante más de dos décadas los riojanos han plasmado en sus obras su devoción por la historia, la épica, la mitología y la literatura; imprimiendo su personalidad y su característico  sello a una colección de composiciones que se han convertido, por derecho propio, en auténticos himnos para cualquier seguidor del heavy metal cantado en la lengua de Cervantes. Cuatro años separan  la publicación de “Mi Nombre Será Leyenda” y su nuevo trabajo “Quinto Elemento”, y aunque entre medio el quinteto revisó algunos de sus temas más emblemáticos en “Esencia”, lo cierto es que sus incondicionales estaban deseosos por escuchar como sonaban en directo sus nuevas composiciones. Así que la Sala Bikini de la Ciudad Condal acabó registrando una fantástica entrada.

A diferencia de lo que sucediera en su anterior visita a  este mismo recinto, en esta ocasión, los riojanos sí que contaron con la presencia de una banda invitada. Los elegidos para abrir la  velada fueron los catalanes Embersland, quienes aprovecharon la oportunidad para dar un buen repaso a su tercera entrega “The Art Of Peace”. Aunque a la hora prevista para el inicio de su presentación la sala presentaba algo más de media entrada, el sexteto apareció en escena con la consigna clara de calentar al personal, ofreciéndonos una propuesta sólida, heterogénea y muy trabajada, apoyándose para ello en un metal melódico repleto de diferentes guiños y matices. Sin duda lo primero que llamó la atención de su descarga fue el tándem que formaron Will y Clara, repartiéndose las líneas vocales en temas como la inicial “Stricke Back” y “Purity”, que dejaban  patente la calidad y las tablas que les han valido para ganarse una plaza en las semifinales de la presente edición del WOA Battle Spain.


Además, por si no fuera suficiente ese doble ataque vocal, su teclista Xavi también se sumó a las voces a lo largo de algunos temas, dando una ambientación especial a cortes como “When I Die”, que fundía a la perfección las tonalidades líricas de Clara con el registro grave y profundo de Will, antes de someternos a su contundente recta final. Y es que a medida que fue avanzando el show los catalanes fueron desplegando muchas de sus variopintas influencias, acercándose a derroteros progresivos durante los pasajes instrumentales de “The Constant Of Chance”. Para los amantes de las sonoridades más agresivas, la banda no quiso dejarse en el tintero “Road Of Hope And Death”, que personalmente fue de los que más me gustaron, ya que combinó a la perfección melodía, velocidad y contundencia.

Para le recta final de sus cuarenta y cinco minutos el sexteto se reservó sus temas más antiguos. De modo que el último tercio de su actuación se abría con el que fuera el single de su segundo trabajo “Hope”. Los riffs se tornarían más directos y dinámicos durante el arranque de  la primeriza “Why”. Mientras que el colofón definitivo estuvo reservado para la majestuosidad de “Sunrise(Part II)”, un extenso opus que plasmó   la versatilidad y la  amplitud de miras de una formación que no para de crecer y evolucionar en cada una de sus entregas.

Parece que tras un periodo de cierta inestabilidad Tierra Santa han encontrado en su nuevo guitarrista, Dan Díez, el complemento perfecto para Ángel San Juan. Ya lo demostraron en su brillante actuación en la última edición del Leyendas Del Rock. Pero ahora, con mas rodaje a sus espaldas, Dan parece haber asumido más protagonismo, haciéndose cargo de gran parte de los  solos y apoyando en las tareas vocales.


Los riojanos son una apuesta segura de cara al directo. Por ello no me sorprendió que los que han acudido a sus últimas visitas no quisieran perderse su cita de esta noche. Además entre los asistentes había muchos que aprovecharon la ocasión para reencontrarse con el quinteto  tras haberles perdido la pista durante los últimos años. El montaje, como en ellos suele ser habitual, fue sobrio; únicamente con la portada de su último trabajo presidiendo el escenario. En cuanto al sonido fue compacto y potente, aunque me dio la sensación de que la voz de Ángel estuvo un poco alta durante la segunda mitad del show.

Adelantándose unos minutos al horario inicialmente previsto y agasajados por sus fieles la banda tomaba posiciones pada dar el pistoletazo de salida con la composición que presta título a su última entrega “Quinto Elemento”, creando un clima de comunión con el respetable que se mantuvo a lo largo de toda la velada. Viendo la reacción del respetable, era evidente que el nuevo material ha calado entre sus incondicionales, y eso se notó en la acogida que obtuvieron temas como “Caín”, que está llamado a convertirse, desde ya, en uno de los fijos en sus repertorios.

Tras haber desgranado un par de nuevas composiciones llegaba el momento de proponernos una primera mirada al pasado con “Nerón”, que nos dejaba a los teclados de Juanan San Martín fundiéndose con las guitarras antes de que la audiencia se hiciera cargo de su fantástico estribillo. Evidentemente, no fue este el único personaje histórico que hizo acto de presencia a lo largo de la noche, ya que “Juana De Arco” fue la siguiente en presentarse para provocar el delirio entre las primeras filas.


No fue una sorpresa que Ángel no se explayara en exceso a la hora de las presentaciones. Así que sin concedernos ni un segundo de tregua la aplastante base rítmica que forman Rober Gonzalo y David Carrica se encargó de marcar el trepidante ritmo que sirvió como hilo conductor para el powermetalero “Tierras De Leyenda”, que nos dejaba a Dan haciéndose cargo del solo. Entre los cánticos y los vítores del respetable nos adentrábamos en los aromas más relajados de “Donde Moran Los Malditos”.

Afortunadamente no tardaron mucho en recuperar el ritmo frenético que estaba llevando la actuación, así  que todos elevamos nuestros puños al aire para acompañar los vertiginosos desarrollos de “Indomable”, que se convirtió en uno de los puntos culminantes de la noche. El equilibrio perfecto entre épica y melodías de esencia maideniana lo puso “Azote De Dios”, que resultó  la antesala perfecta para que todos nos sumáramos a la fastuosa cabalgada que nos propusieron con “Pegaso”.

Fue durante la  segunda mitad del show cuando Tierra Santa recurrieron a su artillería pesada, enlazando una sucesión de clásicos imprescindibles que acabaron provocando el delirio de su parroquia de incondicionales, y es que resulta imposible no sucumbir ante la majestuosidad de “Sangre De Reyes”, una coreadísima “La Sombra De La Bestia”, con todo el personal acompañando con palmas el arranque para posteriormente hacerse cargo del estribillo; o la brutal “Apocalipsis”, con los teclados nuevamente intentando robarle el protagonismo a las guitarras.

Ante una sala entregada, que coreó incansablemente el nombre de la banda, era un buen momento para adentrarnos en “La Leyendas Del Holandés Errante”. El cambio de registro hacía sonoridades más hard roqueras llegó de manos de “Otelo”. Mientras que para poner el punto y seguido a la velada el quinteto  optó por “Alas De Fuego”, la imprescindible “La Momia”, que impregnaba el recinto con sus desérticas melodías; para acabar dejando paso a la novedosa “Revolución”, que con su mensaje crítico y combativo nos hacía elevar los puños al aire.

No se demoraron en exceso a la hora de regresar sobre las tablas para ofrecernos una nueva dupla de “Quinto Elemento”, de manos de una de sus composiciones más destacadas “Fuego En El Paraíso”, para posteriormente volver a hacernos agitar la cabeza con “Mody Dick”, antes de volver a retirarse a los camerinos. El segundo y último bis arrancó con uno de sus temas más emblemáticos “Legendario”. Pero, como era previsible, el momento de comunión total con sus seguidores llegó justo antes de la despedida definitiva, al enlazar las dos partes de “La Canción Del Pirata”.

Siempre se ha dicho que lo difícil no es llegar sino mantenerse, Pues bien, Tierra Santa llevan años siendo una de las formaciones más emblemáticas y queridas de la escena nacional. Y, a tenor de lo visto, no me cabe la menor duda de que los riojanos, con su actual formación, están viviendo un momento dulce de su longeva carrera.


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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