Suele
ser habitual que cuando una banda alcanza un cierto estatus dentro de la escena
internacional opte por repetir la fórmula que les dio esa notoriedad. En cambio
hay formaciones que apuestan por la evolución, tratando siempre de incorporar nuevos elementos, matices y texturas a su
propuesta. Pese a no perder sus características señas de identidad Insomnium
facturaron en su última entrega “Winter´s Gate”, su trabajo más variado,
complejo y ambicioso. Personalmente, debo admitir que tenía mucha curiosidad
por ver como los finlandeses llevarían al directo su nuevo material. Y la
verdad es que Niilo Sevänen y sus muchachos asumieron el reto, ya que tocaron íntegramente el álbum.
Pero
antes de que esto sucediera en la sala mediana del Razzmatazz tendríamos
ocasión de caer rendidos ante la genuina propuesta y la llamativa puesta en escena de
Tribulation, que repetían en los escenarios de la ciudad Condal tras su
reciente visita abriendo para Arch Enemy y Wintersun. Como era previsible la
formación de Arvika consiguió movilizar a un buen numero de seguidores. Así que
a la hora prevista para el inicio del show
la sala presentaba ya un aspecto bastante animado.
Con
el escenario decorado y convenientemente ambientado para la ocasión, -con unas
generosas cantidades de incienso consumiéndose a los lados-, el cuarteto hacia
su espectral aparición para rápidamente adentrarnos en la mistéricas melodías de
“Lady Death”, esparciendo las primeras esencias setenteras acompañadas de los
desgarradores rugidos de Johannes Andersson. Ataviados con sus llamativos
atuendos, Adam Zarrs y el andrógino Jonathan Hultén no pararon de corretear por
el escenario e intercambiar sus posiciones durante “Melancholia”, contagiando así
a un público que parecía cada vez más animado.
Pero
que nadie piense que la formación sueca, al echar la vista atrás, ha renunciado
a su vertiente más oscura y agresiva, y la mejor prueba fue comprobar la solidez
con la que sonó “In The Dreams Of The Dead”. Tras un intrigante entreacto, las
luces del escenario recortarían las siluetas de los músicos mientras
interpretaban los malignos desarrollos de “Rända”, que se convertía en su
primera concesión al material de “The Formulas Of Death”, presentándonos el
equilibrio perfecto entre contundencia, melodía e intensidad. Las guitarras se
tornaron más etéreas y volátiles para permitir que la envolvente percusión de
Oscar Leander se encargara de sumergirnos de lleno en ese hipnótico ejercicio de
psicodelia instrumental que es “Ultra Silvam”.
Los
fantasmas suecos consiguieron convencer a sus seguidores, pero también llamar la atención de quienes todavía no les
conocían, y por ello temas tan heterogéneos estilísticamente hablando como el
novedoso “Nightbound”, acabaron contando con la complicidad de las primeras
filas. No abandonaron las composiciones de su último redondo, “Down Below”, ya
que acto seguido llegó el momento de las opacas melodías
de “The Lament”. Unos teclados pregrabados fueron el preámbulo para que la batería de Oscar
Leander nos anunciara la llegada del último tema de su descarga, “Strange Gateways
Of Beckon”, que les servía para acabar completando una notable actuación.
Mientras
la gente comentaba la descarga que nos acababan de brindar Tribulation la espera que nos separaba del
desembarco de las estrellas de la noche se fue consumiendo rápidamente.
Insomnium llegaban a la cita de esta noche avalados por las buenas sensaciones dejadas
en sus anteriores visitas y por la
excelsa calidad compositiva e instrumental de su último redondo “Winter´s
Gate”. No fue su presentación de esta noche un concierto al uso, ya que durante
los primeros cuarenta minutos los finlandeses interpretaron íntegramente su
obra de 2016, reservándose la segunda parte para ofrecernos algunas de sus
composiciones más emblemáticas.
Ante
un público expectante, -que no paró de animar y sumarse a las constantes arengas
de su frontman, Niilo Sevänen,- ,la banda irrumpía en escena para apoderarse de un escenario lúgubre,
sobrio, y prácticamente a oscuras, -tal y como se mantuvo durante esta primera
parte del show- , para hacernos viajar a través del gélido invierno. Así que los compases iniciales estuvieron marcados por la velocidad y la
melodía que desplegaron a lo largo de “Winter´s Gate, Pt.1”. Las sonoridades se
tornarían más ambientales para acabar sucumbiendo ante la tiranía de los riffs
en “Winter´s Gate, Pt.2”. Tampoco faltarían las ambientaciones más bucólicas e intimistas durante Winter´s Gate Pt.3”, ni las guitarras
acústicas pregrabadas que nos flanquearon el paso hacia “Winter´s Gate, Pt.4”.
Nuestra
peregrinación a través de los universos sonoros más oscuros, fríos y cadenciosos, nos condujeron hasta “Winter
Gate, Pt.5”. Pese a esa sucesión de introducciones que sirvieron de puente
entre tema y tema, debo admitir que los finlandeses supieron mantener el nivel
de intensidad del show, consiguiendo que los momentos más vibrantes llegaran al
encarar la recta final del álbum gracias a la oscura cadencia de “Winter´s Gate,
Pt.6”, que nos abocaba directamente hacia la desbordante épica del capítulo
final.
Si
durante la primera mitad del show los finlandeses habían optado por canalizar
la atención del respetable hacia terrenos meramente musicales, bañando el
escenario con luces azules y rojas que únicamente dejaban intuir la silueta de
los músicos. Para encarar la segunda
mitad de la velada la banda se mostró exultante, con Niilo Savänen asumiendo
con descaro su rol de frontman, interactuando constantemente con el público
desde que empezaran a retumbar los riffs iniciales de “The Primeval Dark”. Pero
no todo iba a ser contundencia y agresividad, ya que a lo largo de “While We
Sleep” tendríamos ocasión de sumergirnos en la dualidad vocal, alternando registros
limpios y guturales, antes de que el público se hiciera cargo de sus épicos
coros.
Uno
de los momentos destacados de la velada, especialmente para sus fans más
veteranos, llegó cuando Sevänen anunció “Mortal Share”, que nos dejaba al
cuarteto machacando rotundamente sus instrumentos para recuperar la esencia
primigenia de su sonido. Una vez más, las melodías más envolventes volverían a
adueñarse del recinto durante “Down With The Sun”, para que posteriormente su
carismático frontman nos incitara a sumarnos al headbangíng durante las apocalípticas
andanadas que marcaron “Weather The Sorm” y “Ephemeral”.
Una
nueva ración de melancolía nos condujo hacia “One For Sorrow”, para la que
volvieron a recuperar esas frías luces azules que sirvieron como iluminación para el derroche de elegancia
y sobriedad que nos ofreció Markus Vanhala. No tardaron mucho en regresar al
escenario para amagar con la melodía de “Superdetective En Hollywood”, para
posteriormente cerrar la velada por todo lo alto con una demostración de fuerza
como “Only One Who Wants”, que ponía a todo el personal a botar.
Dejando
a un lado la complejidad que siempre supone llevar al directo una obra
conceptual, lo cierto es que Insomnium nos ofrecieron una descarga muy
completa, dándonos la posibilidad de degustar íntegramente “Winter´s Gate”,
para posteriormente acabar convenciendo a sus seguidores con una buena ración
de viejas favoritas. ¿Qué más se puede pedir?
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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