Resultaría
imposible intentar comprender la evolución del metal extremo sin la figura del mítico Max Cavalera. Y es
que cuando el mayor de la saga Cavalera dio sus primeros guitarrazos en su Belo
Horizonte natal influenciado por bandas como Venom y Sodom poco podía
imaginarse que la banda que creó junto a su hermano Igor, Sepultura, se acabaría
convirtiendo en uno de los pilares indiscutibles dentro del thrash metal
internacional. Siempre inquieto y dispuesto a llevar su propuesta y su sonido
un paso más allá Max probó suerte con los sonoridades industriales en Nailbomb, donde unió fuerzas
con Alex Newport de Fudge Tunnel, y, tras abandonar Sepultura, formó Soulfly,
proyecto en el que continuó ahondando en las tesituras nu-metaleras que
marcaron “Roots”, el último trabajo que facturó la formación clásica de los
brasileños.
Desde
entonces parece que el carismático frontman no ha conseguido ganarse el
beneplácito unánime de los que fueron sus antiguos seguidores, algo que por
otro lado tampoco han conseguido los actuales Sepultura con el vocalista
americano Derrick Green al frente. Tras protagonizar una extensa gira en la que
ambos hermanos repasaban íntegramente el material de “Roots”, el tándem
regresaba al estudio para dar forma a la cuarta entrega del proyecto Cavalera
Conspiracy.
A diferencia de lo que sucediera en anteriores entregas, este nuevo esfuerzo destaca por su variedad, haciendo convivir la vibración netamente thrash- death, con varios desarrollos de corte étnico e, incluso, alguna fugaz pincelada industrial. Nos enfrentamos pues a un disco marcado por la voracidad de su base rítmica, el hiriente dinamismo de sus abrasivos riffs y, como no, por la personalidad que imprime la desgarradora voz de Max. Todo ello aunado bajo la batuta del productor y multi instrumentista Arthur Rizk, que es quien se ha encargado también de las líneas de bajo.
Directos a la yugular y dispuestos a noquear al personal “Psychosis” arranca con una doble ración de crudeza y visceralidad a cargo de “Insane” y “Terror Tactics”, sendos trallazos de estructura similar, en los que la batería del menor de los Cavalera suena demoledora y abrasiva llevando las riendas para invitarnos al headbanging antes de sumergirnos en unos envolventes desarrollos intermedios que concluirán cuando Max empieza a vociferar el título de los temas antes de conducirnos sobre una incendiaria recta final.
Tras
desfogarse y captar la atención del oyente llega el momento de “Impalement
Execution”, que se sustenta sobre unos riffs más marcados y rocosos, haciendo
que el tema pierda en inmediatez para adentrarnos en unas ambientaciones
fantasmagóricas antes del break que hará que el cuarteto vuelva a pisar el
acelerador al máximo. Siguiendo la línea propuesta en el corte anterior,
destilando el suculento aroma de los temas más densos y ambientales de “Chaos
A.D.”, nos adentramos en “Spectral War”,
conducida por tempo aplastante y machacón, en el que vuelven a incidir en la
tenacidad y pegada de un estribillo que resulta ideal para corear con el puño
en alto.
Y
es que si Soulfly parece ser el vehículo perfecto para las inquietudes
nu-metaleras de Max, es en Cavalera Conspiracy donde el veterano frontman se ha
reencontrado con sus raíces más
primigenias y extremas, y la mejor prueba la encontramos en la premeditada
linealidad que atesora la agresiva “Crom”. Pese a ello el combo afincado en
E.E.U.U., no se cierra ninguna puerta y se sale de la homogeneidad del álbum
para concentrarse en los sonidos industriales a lo largo de “Hellfire”, que
bien podría haber formado parte del material que Nailbomb facturaron en la
segunda mitad de los noventa.
Pero como comentaba anteriormente, el leitmotiv de Cavalera Conspiracy es el material más incendiario y seminal, así que uno de los puntos culminantes de “Pshycosis” llegará en la recta final con “Judas Pariah” infectada de fraseos oscuros y demoniacos, deudores del primigenio thrash-black. Tampoco podían faltar las esencias étnicas en la percusión durante la pieza instrumental que presta nombre al largo. Mientras que el capítulo final estará reservado para “Excruciating”, que funde agresividad y pasajes envolventes para dejarnos con un buen sabor de boca final.
En definitiva, un trabajo ameno y de fácil escucha gracias a su variedad y a su corta duración. Aunque, personalmente, me acaba dejando con la agria sensación de que el caudal creativo de Max hace tiempo que se agotó, ya que este “Psychosis” parece un exhaustivo resumen a la carrera de un músico imprescindible para comprender la evolución del metal extremo en las últimas décadas.
DISCOGRAFICA:NAPALM RECORDS
Lista de temas
1. Insane
2. Terror Tactics
3. Impalement Execution
4. Spectral War
5. Crom
6. Hellfire
7. Judas Pariah
8. Psychosis
9. Excruciating
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