Suffocation
son una institución dentro de la escena extrema internacional. Hay bandas que por
bagaje, estilo y personalidad resultan imprescindibles para comprender la
evolución de un estilo. Desde que dieran sus primeros pasos en el underground
americano a finales de los ochenta los
neoyorquinos siempre han apostado por la brutalidad y la técnica. Aunque
durante la presente década no se han prodigado en exceso discográficamente hablando,
lo cierto es que su última entrega “… Of The Dark Light”, les ha vuelto a poner
en un lugar de privilegio, por lo que no me extrañó que pese a estar en plena
época estival, -en la que los festivales son un poderoso y atractivo reclamo
para el público-, la sala Upload del Poble Espanyol de la Ciudad Condal acabara
registrando una notable entrada.
Como
aperitivo antes de que Terrance Hobbs y sus acólitos nos ofrecieran su
particular carnicería sonora tendríamos ocasión de presenciar la descarga de una
formación mítica dentro del underground francés: Witches, el combo que lidera
desde sus inicios la incombustible Sibylle Colin-Tocquaine. Además, como
representantes de la escena local catalana contaríamos con el concurso de los
barceloneses Arcanus, quienes
aprovecharon la ocasión para repasar algunos de los mejores momentos de su
prometedor debut “Ashes”, amen de anticiparnos algunos temas que formaran parte
de su inminente nuevo trabajo.
Mientras
en el recinto del Poble Espanyol nuestros vecinos galos celebraban intensamente
la consecución de su segunda estrella mundialista, los chicos de Arcanus
aparecían sobre las tablas de la Upload dispuestos a sacar el máximo partido a
su tiempo, dando buena cuenta de un groove metal intenso y aplastante. Con la
vista ya puesta en su inminente nuevo trabajo Arcanus arrancaron su
presentación con la novedosa “Isolated”, mostrándose muy cómodos sobre el escenario, haciendo gala
del aplomo y madurez adquiridos en los últimos meses.
“Never
Betray” se convirtió en la excusa perfecta para hacernos ejercitar las
cervicales, mientras que a lo largo de “Struggling With Pain”, su guitarrista
Javier Muriel aprovechó para abandonar el escenario y bajar a tocar entre unas
primeras filas que parecían cada vez más animadas. El segundo de los temas
nuevos que interpretaron fue “Liquid Sun”, con su frontman Oscar Gallardo
sentado en el filo del escenario mientras el propio Javier y su socio a las
seis cuerdas, Víctor Vallespir, se encargaban de volarnos la cabeza con una nueva ración de demoledores riffs.
Aunque
el estilo de la banda está más que definido, lo cierto es que me gustó
especialmente ese toque más moderno y vanguardista que exhibieron en temas como
“Oceans Of Blood”, que nos abocaba directamente sobre un sprint final que estuvo
marcado por “Emptiness”, con todos los miembros de la banda saltando del
escenario para tocar entre el publico y protagonizar un bizarro final.
Tras
un rápido cambio de equipo había llegado el momento de que aparecieran en
escena Witches. El veterano combo galo salió desde el minuto uno a por todas,
haciendo gala de una actitud y una entrega, -especialmente su líder y
frontwoman Sibylle-, absolutamente desmedida, con lo que desde que los primeros
compases de “No Matter If The Wind” empezaron a castigar nuestros tímpanos los
aledaños del escenario se convirtieron en un verdadero desmadre, con un mar de
cuerpos danzando intensamente siguiendo la estela de las furiosas andanadas
speed/thrash que desplegaron en temas como “Horror Museum”.
Habiendo
recabado la primera ovación de la noche era un buen momento para que Witches
demostraran que además de pisar el acelerador al máximo y sonar compactos e
incendiarios, también saben desenvolverse en tesituras más melódicas, y para
ello que mejor que la pieza que cerraba su Ep “The Hunt” de 2015: “Serial”. Aunque, como comentaba al inicio,
fue Sibylle sobre quien se centraron la mayoría de las miradas, gracias al
magnetismo de su figura y su registro casi de ultratumba, lo cierto es que sus
compañeros se destaparon como su perfecto complemento, moviéndose intensamente por
el escenario, e incluso llevando las riendas del show, tal y como hizo el
bajista Olivier Herol durante los compases iniciales de “Crystal”.
Pero
si de algo pueden presumir los galos es de historia, pese a no contar con una gran producción discográfica.
Así que no faltaron a lo largo de su presentación latigazos envenenados e incontestables
como “Thrashing Witches”, o el descomunal “Silly Symphony”, que fue la excusa perfecta para que el desenfreno y la
locura no se detuvieran en los aledaños del escenario.
A
estas altura del show Sibylle y sus muchachos ya se habían metido al público en
el bolsillo. Pero lejos de relajarse Witches mantuvieron la intensidad y la voracidad
metalera a la hora de atacar la hímnica
“Riding And Hunting”, y una aceleradísima “Lessive Agressive”. El momento de
comunión perfecto entre banda y público llegó durante los últimos coletazos del
show con “Junp With Fight”, con la gente levantando los puños y saltando siguiendo las indicaciones de la carismática frontmwoman,
mientras que el final definitivo estuvo reservado para “We Are”.
Aunque
sinceramente pienso que pocos conocían la propuesta y la discografía de los
franceses antes de aparecer en escena,
lo cierto es que Sibylle y sus muchachos se bajaron del escenario del Upload
con la clara convicción de haber sumado un puñado de nuevos adeptos a su causa.
Con
el ambiente bastante caldeado tras la incendiaria actuación que nos acababan de
brindar Witches, los siguientes en tomar las tablas de una sala Upload que
presentaba un aspecto de lo más animado
y concurrido fueron los indiscutibles protagonistas de la velada:
Suffocation. No creo que fuera una sorpresa, ya que todos sabíamos que esta
noche no contaríamos con la presencia del vocalista Frank Mullen, quien a
principios de este mismo año anunció su intención de desvincularse
definitivamente de sus compañeros.
Pero eso no afectó al rendimiento y las
prestaciones de una banda que se mostró absolutamente aplastante comandada por un viejo conocido de los
seguidores de Suffocation como es Ricky Myers, quien se mostró como el timón
perfecto para sus compañeros, rompiendo
sus cuerdas vocales mientras conseguía enganchar al personal con su peculiar
forma de gesticular a la vez que nos espetaba de forma abrupta las primeras
estrofas de “Thrones Of Blood”, dando por inaugurada una interminable sucesión de pogos y circle-pits.
Además
como buenos embajadores de la escena extrema de la década de los noventa, el combo
de Long Island no tuvo ninguna clase de
problemas para ceder a sus seguidores parte del escenario, con lo que los
vuelos del personal fueron una constante a lo largo de temas como “Funeral Inception”. Y es que la práctica
totalidad del repertorio que tuvimos ocasión de escuchar esta noche formaba
parte del material que los americanos facturaron a lo largo de la década de los
noventa. De modo que una de las pocas licencias que se permitieron a la
producción de sus últimos trabajos fue
la novedosa “Clarity Through Deprivation”, que por cierto gozó de una excelente acogida, poniendo de manifiesto que sus
seguidores siguen la actualidad del quinteto.
Pese
a que el sonido fue bastante bueno, en líneas generales; Ricky Meyers tuvo que
lidiar durante los compases iniciales del show con bastantes acoples y cortes
en su micro. Pero, afortunadamente, esto no fue un problema para que el
vocalista de San Diego nos ofreciera su mejor versión en temas como el apocalíptico
“Pierced From Within”, con la que volvían a incidir en el material de su obra
de 1995. Pero sin duda uno de los momentos de la noche llegó justo cuando nos
encaminábamos hacia el ecuador del show, cuando el quinteto se adentró sin
previo aviso en los oscuros y aplastantes desarrollos de un clásico como es
“Effigy Of The Forgotten”, dejándonos al tándem Hobbs/Errigo quemando sus
guitarras mientras Dereck Boyer clavaba su rodilla en el suelo para seguir castigando
incansablemente las cuerdas de su bajo.
Habiendo
provocado el delirio de sus incondicionales era un excelente momento para
presentarnos otra de sus nuevas composiciones, “Return To The Abyss”, para acto
seguido, sin apenas ofrecernos ni un segundo de tregua, seguir castigando
nuestras cervicales con “Entrails Of You”, que nos volvía a dejar un destacado
trabajo de Hobbs a las seis cuerdas protagonizando un final apocalíptico, que
acabó provocando los vítores del respetable.
Si
hasta este preciso instante los americanos nos habían ofrecido un recital de
brutalidad, intensidad y ortodoxia deathmetalera, la rúbrica para su aplastante
show llegó con un incontestable sprint final, en el que el combo neoyorquino
centró su objetivo en el material de sus dos primeras entregas, aquellas que les
convirtieron en una leyenda dentro del death metal, y que les sirvieron para
cimentar las bases de su estilo: “Effigy Of The Forgotten” y “Human Wasted”.
De
modo que la elegida para hacer que la sala se viniera literalmente abajo fue la
imprescindible “Jesus Wept”. “Liege Of Inveracity”, se convirtió en un auténtico
espectáculo, con la banda machacando intensamente sus instrumentos mientras
Meyers, con el pie apoyado sobre uno de los monitores, nos animaba a que la
acción no se detuviera en la pista.
“Catatonia”,
se convirtió en el reclamo para que todos levantáramos los puños al aire
siguiendo las instrucciones del frontman, antes de que la titánica “Infecting
The Crypts” se encargara de volarnos la cabeza definitivamente.
En definitiva, que Suffocation volvieron a sentar
cátedra a su paso por la Ciudad Condal,
demostrando porque son una banda imprescindible para comprender la eclosión del
death metal y su posterior evolución.
Quizás, por poner alguna pega, su repertorio estuvo demasiado centrado en el
material de sus primeros trabajos, algo lógico si tenemos en cuenta que la
banda está girando por el circuito de festivales del Viejo Continente. En
cualquier caso, no creo que esto fuera un problema para sus seguidores.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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