Durante
las últimas dos décadas hemos sido testigos de las quejas y las demandas de
muchos artistas que se lamentaban de cómo el uso excesivo e indiscriminado de
internet y las nuevas plataformas de streaming estaban condenando a la ruina al
negocio de la música. Pues bien, sin que sus argumentos sean falsos, lo cierto
es que esta liberalización de la música también ha servido para que un buen
puñado de bandas que habían desaparecido, o a las que simplemente les habíamos perdido la
pista, hayan vuelto a la palestra publicando nuevos trabajos o sencillamente volviendo a la actividad en directo.
No
podía haber mejor marco para acoger la descarga de los germanos S.D.I. que el
intimísimo roquero que nos proponía el pequeño Rocksound, una sala que destila autenticidad
underground y buen rollo. Allí, un buen
número de nostálgicos y un puñado de jovenzuelos curiosos se reunieron para
corear una colección de composiciones de la década de los ochenta, amén de
algunos de los temas que la banda ha editado en fechas más recientes bajo la
denominación de “Ballrun Demo 2017”. No llegaban Reinhard Kruse y sus acólitos
solos a su cita con el público de la capital catalana, ya que como compañeros
de viaje para todo este periplo ibérico contaron con el concurso de Reaktion.
Durante toda la jornada las tormentas y los aguaceros fueron una constante en la Ciudad Condal. De modo que un servidor se aproximó a la sala pensando que las incidencias meteorológicas acabarían lastrando la asistencia de público. Y, aunque la gente tardó en llegar, la verdad es que la sala acabó presentando un aspecto de lo más animado. Eso si, la velada empezó con mucho retraso, ya que cuando Reaktion se subieron al escenario acumulábamos ya una hora de retraso. No me voy a esconder, un servidor tiene un aprecio especial a la formación catalana. Fui uno de los primeros en escuchar la versión definitiva de su prometedor debut “Blackmailed Existence”, y también tuve ocasión de ver algunas de sus primeras incursiones en directo. Sinceramente, siempre me han parecido una apisonadora en directo: una banda que se deja la piel sobre el escenario, y que se lo pasa en grande, y que además cuenta con un frontman diferente, con mucho nervio y personalidad: Iván Lara. Pero, lo cierto es que desde la incorporación del guitarrista David Rebollo el quinteto suena aún más potente y visceral, habiendo cruzado el umbral de su thrash metal primigenio para sonar ahora mucho más crudos y extremos. Así que esa actitud y esa determinación por seguir evolucionando en su propuesta quedaron plasmados en algunos de los nuevos temas que interpretaron esta noche.
Como en ellos suele ser habitual salieron con las pilas bien cargadas y muy motivados, dispuestos a convencer a sus seguidores, y con la clara determinación de llamar la atención de los que todavía no les conocían. Golpearon fuerte en el arranque con un trallazo demoledor como es “Usual Threats”, poniendo de manifiesto que no habían venido para ser unos meros comparsas de los germanos, sino que arribaban para calentar el ambiente y dejar el listón bien alto. Aunque en algunos momentos me dio la sensación de que el sonido fue demasiado alto, los barceloneses no tuvieron problemas para pasarnos inmisericordemente por lo alto desbordando voracidad metalera con temas como “Back To Reality”.
Durante este tour por nuestro país parece que catalanes y germanos han estrechado lazos, así que no me extrañó que varios miembros de Reaktion vistieran camisetas de S.D.I., ni tampoco ver posteriormente a los protagonistas de la noche luciendo la de sus compañeros de aventuras. Pero dejando a un lado esta simpática anécdota, Reaktion nos brindaron un show sólido y convincente, haciendo gala de las tablas y el rodaje que han adquirido desde que publicarán su opera prima en 2016. De modo que uno de los puntos culminantes de la presentación del quinteto llegó con “111”, que nos dejaba la estampa de Iván danzando alocadamente mientras nos invitaba a sumarnos a sus explosivos coros.
Pese a que, como comentaba al inicio, este era el último concierto de la gira por nuestro país, Reaktion no parecieron acusar el cansancio acumulado, y dieron su mejor versión al atacar bombas de relojería como “The End Of the War”, que sorprendía a más de uno con sus explosivos cambios de ritmo; y el apocalíptico “Before It´s Too Late”, comandado por la sensacional base rítmica que conformaron el batería Xavier Vidal y el bajista Dani Ruiz.
Varios
fueron las composiciones nuevas que la banda quiso mostrarnos esta noche. La
primera de ellas fue “The Second Law”, que conserva todas las virtudes que el
quinteto desplegó en su debut, pero a la que han añadido una dosis extra de
velocidad junto a unas guitarras más salvajes y asesinas. Como siempre,
cachondo e irreverente, Iván soltó unos cuantos “cariñosos insultos” a sus
compañeros antes de dar paso “Prostituted City”, una composición que toca el
espinoso tema de la gentrificación.
“The
Great Citizen” fue otra de las nuevas que tuvimos ocasión de escuchar esta
noche. Pero sin duda el momento cumbre de su presentación llegó justo a
continuación con el delirante “Blackmailed Existence” con Iván abandonando el escenario
para intentar animar a los que estaban más próximos al escenario. Para encarar
la recta final de su presentación los barceloneses optaron por otra de las
composiciones que formara parte de su próxima entrega, la disparatada
“Paraphilia”, para dejar que la encargada de poner el broche definitivo a este
primer asalto de la velada fuera el sorprendente medley que conformaron el
“Refuse/Resist” de Sepultura y su ya habitual homenaje a The Ramones con “Blitzkrieg
Bop”.
Una
vez concluida la descarga de los catalanes, y con un clásico del thrash metal
como Sacred Reich sonando a todo trapo para caldear el ambiente, llegaba el
momento de que el trío comandado por el incombustible Reinhard Kruse se
dispusiera a tomar posesión del escenario y darnos argumentos de peso para
ponernos a danzar mientras ejercitábamos frenéticamente nuestras cervicales. Pese al
paso de los años S.D.I., siguen conservando intacta la esencia de su sonido,
con ese atronador bajo dominándolo todo, tal y como dejaron patente desde el
mismo arranque con la perturbadora y directa “Fight”.
Seguramente
muchos ya contaban con ello, pero los germanos no defraudaron a nadie, ya que
apostaron por un ritmo de show verdaderamente incendiario, enlazando sin apenas
darnos ni un segundo de tregua muchas de sus composiciones. Así que eso acabó
calando en un público que se fue animando a medida que avanzaba el show y la
banda nos invitaba a ser participes directos de bombazos de esencia punk como
el corrosivo “I Don´t Care” y el inquietante y apocalíptico “Panic In
Wehrmacht”, con la que sacaban a relucir su faceta más netamente metalera junto
a esos acelerados estribillos marca de la casa.
Aunque
como era previsible el repertorio que nos ofrecieron los germanos estuvo centrado en su producción de la década
de los ochenta, el trío no quiso dejar la ocasión de presentarnos algunas de
las composiciones que conforman su último
lanzamiento discográfico “Ballrun Demo 2017”, de modo que la elegida para
seguir caldeando los ánimos de unas primeras filas que no pararon de
ejercitarse en pogos y circle-pits fue “I Hate You”, para acto seguido pisar el
acelerador al máximo al rescatar otra de las gemas de su demoledor debut
“Absolute Banger”, que provocaba que la gente elevara los puños al aire
mientras coreaba su estribillo.
Como
si fuera una reunión entre viejos colegas, el frontman germano se mostró simpático,
dicharachero y afable, prodigándose con ocurrentes comentarios durante las
presentaciones. De su segunda entrega, el imprescindible “Sign Of The Wicked”,
no faltaron trepidantes cabalgadas como “Comin Again”, la disparata “Alcohol”,
que fue recibida con auténtica devoción por sus incondicionales; y una
coreadísima “Quickshot”.
Pero
no todo iba a ser adrenalina, saltos, y velocidad incontrolada. De modo que uno
de los pocos momentos en los que el trío levantó el pie del acelerador para permitirnos
recuperar mínimamente el aliento fue a lo largo de “You´re Wrong”. Pero el
combo de Osnabrück no tardaría mucho en volver a retomar el pulso a su
presentación dando buena cuenta de un “Always Youth”, que sonó como toda una
declaración de intenciones para acabar convirtiéndose en uno de los momentos
más vibrantes de la noche. No abandonarían el material de su obra de 1988, ya
que el delirio definitivo acabó materializándose cuando atacaron sin previo aviso la propia “Sign Of The
Wicked”.
Con
la banda empapada en sudor, y con el publico verdaderamente eufórico, tocaba
encarar la segunda parte del show, echando nuevamente la vista atrás para que
una familiar melodía silbada nos avisara
de que la siguiente en sonar sería “Wanker”, con el bajo de Kruse nuevamente
cabalgando intensamente sobre la ametrallante batería. Una tónica similar
siguió “Long Way From Home”, con Kruse
intercalando registro melódicos con esos chirriantes gritos que daban el
arranque a cada una de sus vertiginosas aceleraciones.
Y
es que cada vez la locura resultaba más contagiosa y delirante, así que nadie
pudo permanecer quieto cuando el veterano frontman empezó casi por sorpresa a
espetarnos la letra directa y provocadora de “I Wanna Fuck You”. Una nueva
mirada sobre su más reciente entrega serviría para que repescar “Ball Run”, abocándonos hacia una recta final que estuvo marcado por los cánticos
del respetable durante una celebradísima
“Megamosh”, y dos piezas de su debut
como son “Bullshit”, con la colaboración de unos Reaktion que se lo estaban
pasando en grande; y la definitiva “Quasimodo”.
No,
definitivamente, si lo tuyo es el thrash metal técnico no creo que S.D.I.
lleguen nunca a ser una de tus bandas de cabecera. Eso sí, si lo que te gusta
es la locura, la velocidad, la diversión, y unas composiciones plagadas de
estribillos pegadizos y cachondos, no deberías dejar pasar la oportunidad de ver a los germanos en vivo. La
diversión esta garantizada.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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