Siempre
es una excelente noticia cuando una banda importante dentro de la escena
nacional regresa a la primera línea de la actualidad metálica. Tras
protagonizar una de las giras de reunión más demandadas por el público, Ankhara
anunciaron a finales del pasado año que estaban trabajando en el material que
formaría parte del álbum que pondría punto y final a catorce años de silencio
discográfico. Así que a mediados de este mismo 2018 veía por fin la luz
“Sinergia” y, ahora, casi medio año después era el momento elegido para que el
combo madrileño se acercara a la Ciudad Condal para presentarlo.
Para
acompañarles en este retorno que tendría lugar en la sala La Nau la banda que
capitanea el vocalista Pacho Brea contó con una buena representación de la
escena local barcelonesa. Los encargados de abrir la velada y dar el
pistoletazo de salida a las actuaciones fueron unos habituales de las salas de
la capital catalana, los incombustibles Conkheror. Los elegidos para recoger el
testigo fueron Delaware, quienes retomaban la actividad en vivo tras una
temporada apartados de los escenarios a causa de los problemas de salud de su
vocalista Santi Andreo. Mientras que demarcándose del clasicismo metalero
quienes se encargaron de caldear el ambiente antes del desembarco de los
indiscutibles protagonistas de la velada fueron Embersland, que ratificaron,
una vez más, que están viviendo su mejor momento, aprovechando la ocasión para ofrecernos
un exhaustivo repaso a su última entrega “The Art Of Peace”.
Sí,
como habrás podido comprobar, el cartel de esta noche era de lo más llamativo.
Así que debo admitir que me sorprendió el discreto interés que despertó la cita
entre la parroquia metálica barcelonesa. No sé si fue por la desapacible tarde,
por el frío, o por que la gente no se enteró. Pero lo cierto es que a la hora prevista para el inicio de las actuaciones
apenas una veintena de aficionados aguardábamos a que arrancara la velada.
Cualquier
asiduo a los conciertos que se celebran en la capital catalana habrá tenido ocasión de cruzarse en su camino con los chicos de Conkheror, ya que han abierto
para Muro, Oker o Leize entre otros. Aunque su heavy metal no se caracteriza
precisamente por el virtuosismo, lo que nadie puede negarles es su actitud y
entrega sobre las tablas. Su propuesta a
medio camino entre el clasicismo metalero y las arrolladoras embestidas
deudoras de bandas como Muro sirvieron
para que temas como “Nación”, “Verdugo” o “El Silencio De La Muerta” ,
empezaran a caldear el gélido ambiente que se respiraba en la sala.
Con
Xavi liderando a sus compañeros Conkheror intentaron que todos los presentes nos
convirtiéramos en parte importante del show
proponiéndonos que nos sumáramos a los
pegadizos coros que marcaron temas como el hímnico “Sangre Y Muerte” o la
propia “Conkheror”. Aunque como comentaba anteriormente, a estas horas de la
noche no éramos muchos los que poblábamos el recinto, la verdad es que el
quinteto se esforzó al máximo por hacernos pasar un buen rato. Así que los
mejores momentos de su presentación llegaron en la recta final cuando nos invitaron
a cantar el “Esta Es Una Noche De Rock
And Roll”, de los navarros Barricada. Para dejar que el colofón definitivo corriera por cuenta del
imprescindible himno de los Barones: “Resistiré”.
He
de admitir que tenía muchas ganas de volver a ver en directo a Delaware, ya que
todavía no había tenido ocasión de escuchar en vivo las composiciones de su
última entrega “La Maldición Del Chamán”. Para los que todavía no les conozcan,
Delaware son una formación veterana dentro de la escena catalana, ya que llevan
más de una década en activo. Practican un potente heavy metal en el que tienen
cabida unas excelentes pinceladas melódicas a cargo de los guitarristas Pako
Nieto y Uri Gómez “Péntatón”.
Pese
a que el ambiente seguía siendo bastante frío, Delaware no se dejaron contagiar
y aparecieron en escena dispuestos a hacer pasar un buen rato a los que se
acercaron a presenciar su descarga. Con un sonido bastante más potente que el
de los encargados de abrir la velada, la
formación que encabeza el vocalista Santi Andreo se mostró sólida y compacta,
logrando que temas como el novedoso “Ángeles” y “Entre Tinieblas”, se acabaran
convirtiendo en la mejor carta de presentación para los que todavía no les
conocían.
Aunque
como era previsible el grueso de su repertorio estuvo centrado en el trabajo
que publicaron a principios del pasado año, el quinteto no quiso dejarse en el
tintero algunas de las composiciones de su anterior etapa, rescatando para la
ocasión la pieza que abría su EP homónimo de 2013 “Little Big Horn”, que nos
dejaba con el apoyo en los coros del guitarrista Uri Gómez y de la última
incorporación de la banda el bajista David Vellido. Mucho más afilada y
agresiva sonó otra de las nuevas “Siete Estrellas”, con un fantástico trabajo a
la batería de David Andreu. Mientras que su vertiente más oscura quedaría plasmada
en el arranque del uptempo “Infiel”, que
con esas potentes guitarras a lo Judas fue de las que más gustaron.
Pese
a que como comentaba anteriormente este era el primer concierto de Santi Andreo
tras una larga temporada apartado de los escenarios, lo cierto es que el
vocalista se mostró en un buen estado vocal, alcanzando su mejor nivel al
encarar la recta final del show con temas como “Miedo Y Rencor”, todo un alarde de
épica y velocidad metalera; y la más melódica y power metalera “El Sueño Del
Chamán”.
Para
finiquitar una descarga que fue de menos a más, y que acabó dejando a los
presentes con un fantástico sabor de boca, Delaware apostaron por “Lenguas de
Fuego”, que dejó paso a la versión de
Rain “Falsas Promesas”, banda de la que fue vocalista Santi Andreo. En
definitiva, que Delaware dejaron patente que el clasicismo y la calidad siguen
teniendo cabida y tirón entre los seguidores del heavy metal.
Tras
los dos primeros asaltos de la velada, que estuvieron marcados por las esencias
clásicamente metaleras que destilaron las descarga de Conkheror y Delaware, los
encargados de recoger el testigo y proponernos un cambio de registro para
acercarnos su metal melódico cargado de elegancia y sofisticación fueron
Embersland. Y es que una de las principales características del sexteto
barcelonés es la dualidad vocal que proponen Clara y Will, tal y como dejaron
patente desde que abrieron fuego con la rotunda pegada que exhibieron a lo
largo de la inicial “Strike Back”.
Un
fugaz “Bona nit”, se convirtió en el
preámbulo perfecto para que unos envolventes teclados se encargaran de sumergirnos
de lleno en la sugerente “Purity”. Pese
a las excelentes críticas que la banda ha cosechado con su tercera entrega “The
Art Of Peace”, el sexteto no quiso dejar pasar la ocasión de recordarnos
algunos de los mejores momentos de su anterior trabajo “Dark Ages”, con lo que
no faltaron las pinceladas líricas de Clara a lo largo de la sobrecogedora
“When I Die”, para la que su teclita Xavi también se acabó sumando a las voces.
No
era esta la primera vez que un servidor tenía ocasión de ver en acción a Embersland, y si en anteriores ocasiones la
banda ya me dejó unas muy buenas impresiones, he de admitir que esta noche me
deslumbraron, ya que mostraron una facilidad pasmosa para moverse con soltura
entre diferentes estilos y sonoridades. De modo que su vertiente progresiva
quedó plasmada en los excelsos
desarrollos de “The Constant Of Chance”. Mientras que para plasmar su lado más folkie
optaron por “Road Of Hope And Dreams”.
Un
nuevo golpe de timón de manos de “Fatal Obsession”, sirvió para que el sexteto
pisara el acelerador al máximo. Para encarar la recta final de su presentación
que mejor que regalarnos la primeriza “Why”, el single de su segundo trabajo
“Hope”, para dejar que el broche definitivo corriera por cuenta del majestuoso
“Sunrise (Part II)”.
Tras
una larga previa que había servido para que los más rezagados acabaran
accediendo al recinto, con más de media hora de retraso sobre el horario
inicialmente previsto aparecían en escena los indiscutibles protagonistas de la
velada: Ankhara. Precedidos de una imponente introducción los miembros de la banda tomaban
posiciones para asestarnos un primer golpe directo al mentón con el potente “Te
Toca Sufrir”, el tema que sirvió como carta de presentación para “Sinergia”, y
que viendo la respuesta del respetable se ha convertido ya en un clásico más del
quinteto.
Habiendo
recibido la cálida acogida de sus seguidores,
y tras los protocolarios saludos, llegaba el momento de proponernos una primera
mirada al pasado, concretamente a los tiempos de su ópera prima “Dueño Del
Tiempo”, con la dupla que conformaron “Demasiado Tarde”, con todos apoyando en
las voces; y “Un Paso Más”, que nos dejaba al bajista Sergio Martínez
adueñándose del carril central del escenario antes de que Pacho dejara patente que sigue siendo una de las mejores voces del panorama
nacional.
Sin
duda actualmente la formación madrileña funciona como un engranaje
perfectamente engrasado, con Alberto Marín y Cecilio Sánchez liderando sus rotundas acometidas para conseguir que temas
de nuevo cuño como “Sueña” y “Libertad” se acabaran convirtiendo en dos de los
momentos destacados de esta primer tramo del show, constatando que Ankhara no han vuelto para vivir de rentas
pasadas.
Pero
que nadie piense que los madrileños se iban a olvidar de ofrecer algunas de sus
antiguas gemas a sus fans más veteranos, ya que una nueva mirada sobre su
debut de finales del pasado milenio
serviría como excusa para rescatar una celebradísima “3:40”. Mientras que el
primer guiño a su segundo lanzamiento “II” estuvo reservado para el que fue su tema
de arranque “Jamás”, que nos dejaba la estampa de la tripleta de cuerda
haciendo piña en el centro del escenario mientras un pletórico Pacho recorría
el escenario buscando la complicidad de todos los presentes.
De
entre las nuevas composiciones me sorprendió la cálida acogida que obtuvo “Sigo
En Pie”, que les servía para abandonar momentáneamente su faceta más metalera
para adentrarnos en derroteros
hardroqueros. Más majestuoso y complejo sonó el fantástico “Océanos de
Lagrimas”, todo un placer volver a tener la oportunidad de escuchar en directo
uno de los mejores temas que la banda facturó en su primera etapa.
A
estas alturas de la velada Ankhara tenían ya al respetable totalmente
entregado. Así que fue Alberto Marín el encargado de dar el pistoletazo de
salida a la powermetalera “No Digas Nunca”. Entre sonrisas y ocurrentes
comentarios fue el propio guitarrista quien se encargó de presentar el que fue
el primer tema que escribió la banda a mediados de los noventa “Mente
Atormentada”. No nos concederían ni un segundo de tregua, ya que acto seguido
le llegó el turno a “No Mires Atrás”, que nos ponía a todos a botar siguiendo
las indicaciones de Pacho.
La
última incursión en su más reciente “Sinergia” estuvo reservada para “Ayúdame”,
que mantenía el clímax que había alcanzado el show. Así que el tramo final de
su presentación estuvo marcado por el primerizo “Hasta El Fin”, y uno de sus himnos imprescindibles “Acordes
Mágicos”. En definitiva que tras rubricar su retorno con un fantástico
trabajo como es “Sinergia”, Ankhara
demostraron a su paso por la Ciudad Condal que están en un excelente estado de forma. Una lástima que en esta ocasión el
público no respondiera a su llamada.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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