Los
navarros fueron una de las formaciones más queridas dentro del panorama
metálico nacional. Divertidos, potentes, reivindicativos..., Koma podían
presumir de no tener pelos en la lengua, ya fuera a la hora de criticar cualquier tipo de injusticia, o para
hacernos esbozar una socarrona sonrisa con algunas de sus disparatadas e irreverentes
letras. De modo que cuando se hizo
público que los pamplonicas volvían a la carretera todos los que llevamos
recorriendo los garitos desde mediados de los noventa no pudimos más que felicitarnos y
apuntar en nuestra particular agenda de conciertos la fecha y el lugar en que
tendría lugar su retorno a la Ciudad
Condal.
He de admitir que tenía ciertas reservas sobre
como respondería la audiencia barcelonesa a la convocatoria del combo navarro
tras permanecer más de un lustro fuera de circulación. Pero lo cierto es el
incombustible Brigi Duque y sus muchachos consiguieron congregar a un buen
numero de incondicionales para acabar completando las tres cuartas partes del
aforo del Razzmatazz 2, dejando así patente que había muchísimas ganas de
verles de nuevo sobre los escenarios.
Ellos
eran el único reclamo de la velada, con lo que todos intuimos que el cuarteto
nos deleitaría con un show extenso, en el que no faltarían algunos de su
clásicos imprescindibles, y en el que la única incógnita giraría en torno a que
tal estarían ellos tras este periodo en el que “la bestia” ha estado
hibernando. Precisamente su retorno ha estado acompañado del recopilatorio “La
Bestia Nunca Duerme”, así que el repertorio de esta noche estaría muy centrado
en su contenido.
Como
si el tiempo no hubiera transcurrido desde su última visita a tierras
catalanas, Koma irrumpieron en escena
para rápidamente dejar patente que no han perdido ni un ápice del hambre y la
actitud que siempre les caracterizó. Derrocharon entrega y vitalidad,
mostrándose de lo más cercanos para dejar clara su intención de hacer mover al personal desde que dieran el pistoletazo de salida con
“Los Niños De Lapos Guerra”, que nos dejaba con un Brigi sublime, que se
convirtió casi de forma instantánea en el perfecto anfitrión, creando un
vinculo con sus seguidores que se mantuvo inalterable durante todo el show.
Salieron
a por todas, dispuestos a arrollar con todo a su paso, como si tuvieran miedo
de no ser capaces de meter todo su repertorio en el tiempo del que disponían.
Así que tras el primer trallazo, un descomunal redoble de batería fue el
encargado de anunciarnos que había llegado el momento de uno de sus grandes
himnos, el primerizo “Tío Sam”, que se convirtió en el responsable de poner por
primera vez el recinto patas arriba mientras Brigi y el bajista Rafa Redín se
repartían sus desternillantes estrofas.
Me
sorprendió muy positivamente la predisposición de una audiencia que parecía
decidida a convertirse en parte activa del show, saltando constantemente y
cantando al dedillo las letras de todos los clásicos de la banda, con lo que al
atacar el cuarteto piezas como “Jack Queen Jack” o “El Pato”, el recinto
parecía más un karaoke que un concierto de rock propiamente dicho. Por otro
lado, como comentaba anteriormente, el
ritmo de la descarga fue arrolladora, con los pamplonicas entrelazando
sus temas para conseguir que la actividad en los aledaños del escenario no se
detuviera mientras se iban sucediendo tras la primera charla de Brigi temas
como “La Revolución”, que llegaba acompañado de las palmas del público, “La Chulería”, y la cachonda “Jipis” que hacia
que todo el mundo se pusiera a botar siguiendo su contagioso ritmo fiestero.
Una
segunda incursión sobre el material de su quinta entrega discográfica de 2004
“Sinónimo de Incordiar”, fue la excusa perfecta para que el cuarteto
desempolvara la reivindicativa “Protestantes”, para que acto seguido Rafa,
Natxo y Brigi se repartieran las líneas
vocales de “Vaya Carrera Que Llevas Chaval” para acabar firmando uno de los
momentos más divertidos y cachondos de la velada. Y es que Koma demostraron
sobre las tablas que los motivos que les llevaron a la separación parecen haber
quedado definitivamente enterrados, ya que entre ellos se vio una camaradería y
un buen rollo que se acabó contagiando a la gente propiciando que el recinto se
convirtiera en una auténtica reunión de amigos con todos desparramando a la
hora de entonar las estrofas de “El Muro De Berlín”.
Lo
dicho, muchos fueron los momentos en que la formación navarra consiguió desatar la euforia entre unas primeras filas
que parecían cada vez más exaltadas y eufóricas. Aunque, personalmente, me
quedaría con la rabia y la rotunda mala leche que destilaron temas como “El
Catador De Vinagre” y “Marea Gora”. La excitación del desatado personal lejos
de remitir seguiría en aumento cuando sin previo aviso nos espetaron “Menos
Mal”, que acabó fundiéndose para poner el punto final a esta primera parte del
show con la imprescindible “La Almohada Cervical”.
Tras
concedernos unos instantes de tregua, en los que el escenario quedó sumido en
la más absoluta penumbra, Brigi y Natxo volvían a escena para marcarse un escueto y, por que no
decirlo, sorpresivo set acústico que incluyó un par de temas que según nos
contaron hacia bastante tiempo que no tocaban en directo “Deprimido Singular” y
“Buitres”.
No
tardarían mucho en volver a sumarse a la fiesta la base rítmica del cuarteto
para con la formación al completo volver a hacer danzar al personal al son del
aplastante ritmo de “Por Los Siglos De Los Siglos”, que acabó dejando paso, por si faltaba algo en la fiesta, a los
pasajes de corte reggae de “Me Vacío”. Con la banda encarando la recta final
del show tocaba repasar un par de composiciones que formaron parte de su
primera demo de 1995, “Caer” y “El Pobre”.
Por
enésima vez durante la velada, aunque no fue la última, todos nos pusimos a
botar intensamente para acompañar la desternillante “Imagínatelos Cagando”, con
todo el personal haciéndose cargo de los estribillos. Esto ya no había quien lo
parara, así que incluso hubo una pequeña invasión del escenario durante “Sakeo”.
Mientras que para “El Sonajero”, también de su álbum de 2007, apareció en
escena un trompetista para sumarse al cuarteto, dando al fin de fiesta un
simpático toque pachanguero.
Pero
no, la fiesta todavía no había acabado. Los navarros aún se habían guardado un
par de sorpresas para hacer que todos nos volviéramos a casa con una sonrisa
dibujada en el rostro. “Sé Donde Vives” fue la escogida para dar el pistoletazo
de salida a unos bises que alcanzaron su momento álgido cuando la banda nos deleitó con un suculento medley que incluyó pasajes de “El
Marqués de Txorrapelada/Aquí Huele Como que Han Fumao/Mi Jefe/ El Infarto”,
provocando el delirio generalizado del personal. Como rúbrica definitiva para esta intensa velada en la que Koma exhibieron músculo para dejar patente que su
vuelta es con todas las consecuencias, Brigi y sus muchachos invitaron
nuevamente al trompetista para que les acompañara en “Bienvenido A Degüelto”.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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