No
hay muchas formaciones dentro de la escena metálica internacional que puedan
presumir de haber publicado tres
discos de estudio en los últimos tres
años. Striker son de aquellas formaciones que se dieron a conocer como jóvenes
promesas, y aunque todavía no han llegado a explotar definitivamente, lo cierto
es que el quinteto canadiense ha
mantenido una trayectoria de lo más regular, editando interesantes trabajos y
visitando nuestro país con bastante asiduidad, lo que les ha servido para
hacerse con un irreductible grupo de incondicionales que no quisieron perderse
la presentación de su nuevo álbum “Play To Win” en el Rocksound de la Ciudad
Condal.
El
combo de Edmonton se presentaba en solitario esta noche, de modo que el
arranque se demoró algo más de lo que suele ser habitual. Así que con un telón
de fondo presidiendo el escenario, y mientras los propios músicos deambulaban
por la sala saludando y atendiendo a sus seguidores se consumieron los minutos
previos al inicio del show. Cualquiera que haya tenido ocasión de ver en
directo a la banda que lidera el vocalista Dan Cleary habrá podido comprobar
que son una bomba de relojería, una garantía de éxito de cara al directo. Y es
que a lo largo de los años los
canadienses han ido moldeando su estilo hasta tal punto que actualmente
en sus presentaciones puedes deleitarte
con temas que evocan el heavy metal
tradicional de bandas como Saxon, Judas Priest, o Iron Maiden,
pero también escuchar demoledores riffs y coros pegadizos que pueden recordarte a bandas de esencia
thrashera como los neoyorquinos Anthrax.
Poco
importó que el recinto no estuviera completamente lleno, ni que el escenario
del Rocksound acabara quedándose pequeño para albergar a unos músicos que no
pararon de moverse en escena para contagiar
a una audiencia que se mostró de lo más entregada y
participativa desde que irrumpieran en
escena para castigar nuestras cervicales con el novedoso “Heart Of Lies”. Con su
simpático frontman Dan Cleary al frente,
-quien por cierto se pasó todo el show embutido en una chaqueta de cuero-, el
quinteto parecía llegar con la consigna clara de no defraudar a sus
incondicionales, poniendo para ello toda la carne en el asador. De modo que para
seguir caldeando el ambiente que mejor que ofrecernos un primer acercamiento al
material de su anterior entrega homónima con “Born To Lose”, que nos dejaba el primer juego
de armonías dobladas a cargo de Chris Segger y Timothy Brown.
Tras
habernos ofrecido una primera muestra de sus influencias hard roqueras, era una
buen momento para que los canadienses cambiaran radicalmente de registro, dando
argumentos a sus fans para volver a agitar frenéticamente la cabeza, pisando el
acelerador a fondo con “Phoenix Lights”, con la que seguían su particular viaje retrospectivo para
ofrecernos una primera aproximación al material de “Stand In The Fire”. Me
sorprendió muy positivamente el clima de
camaradería y buen rollo que el quinteto
supo establecer con sus seguidores a la
hora de atacar viejas favoritas, así que no tuvieron ninguna clase de
dificultad para poner el recinto patas arriba con los
hímnicos coros de “Lethal Force”.
Habiendo
recibido la entusiasta respuesta del respetable era un buen momento para
apretar los dientes, confiando para ello en la desquiciante velocidad y el
ritmo bombardeante de “Crossroads”, que
convertía los aledaños del escenario en un mar de puños que se alzaban orgullos
al aire para volver a cantar otro de esos contagiosos estribillos marca de la
casa. Si vibrante fue la respuesta y entrega del respetable que se amontonó
frente al escenario, la acción tampoco se detuvo sobre las tablas durante todo
el show, con unos músicos que se mostraron de lo más animados, intercambiando
constantemente sus posiciones para prolongar el éxtasis de las primeras filas
con la pegada que exhibieron en temas como “Locked In”.
Después
de que Cleary pasara revista a los
asistentes, para posteriormente anunciarnos
que veía muchas caras familiares entre los presentes, tocaba centrar nuestro
objetivo sobre su más reciente entrega discográfica, desplegando para ello su
vertiente más clásica con la ochentera “Former Glory”. Una línea similar mantuvieron a lo largo del coreadísimo “Too
Late”, rescatado de su “Stand In The Fire”,reivindicando con esta solvente
dupla la elegancia melódica propia de los grandes nombres del hard rock.
Habiendo
aprovechado la primera parte de su presentación para repasar algunas de sus
composiciones más marchosas y hard roqueras, fue durante el sprint final de la
noche cuando el quinteto de Edmonton
aprovechó para sacar el máximo rendimiento posible a algunos de sus riffs más esplosivos
y veloces, dejando que temas como el mosheante “Pass Me By”, desataran la locura
entre las primeras filas. El último
guiño que se permitieron al material de “Play To Win” estuvo reservado para “Head First”, con la que nos dejaban una nueva
ración de potentes guitarrazos y estribillos altamente coreables.
Para
encarar la recta final de su presentación, los canadienses no tendrían
complejos en mencionar algunos de sus máximos referentes, Iron Maiden y Saxon
para posteriormente atacar una de sus piezas clásicas “Full Speed Or No Speed”,
poniendo nuevamente el recinto patas arriba. No abandonarían las composiciones
de “Eyes In The Night”, ya que la incendiaria velocidad no se detendría a lo
largo de la trepidante “The White Knight”, que fue la elegida para poner el
punto y seguido a la velada.
Aunque
he de reconocer que la descarga de Striker se nos acabó haciendo demasiado
corta, Cleary y sus muchachos antes de despedirse definitivamente todavía
tuvieron ocasión de ponernos nuevamente a cantar. Así que la encargada de plasmar
la perfecta sintonía entre banda y público fue la épica “Fight For Your Life”.
Aunque para muchos el estilo de los canadiense ha cambiado notablemente desde
que dieran sus primeros pasos como banda hace ya más de una década, lo cierto es que
Striker no han perdido la capacidad de incendiar cada escenario que pisan, mezclando
en sus directos el clasicismo heavy metalero y
la incisiva velocidad propia del speed/thrash.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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