Pioneros
indiscutibles en nuestro país, una vida entera dedicada al heavy metal. Fortu
Sánchez y Paco Laguna continúan con su interminable peregrinaje por nuestro
país para seguir engrandeciendo el legado y la leyenda de una formación que nació
a principios de la década de los
ochenta, Obús. Tras su exitosa visita en la gira “35 años, 35 canciones”, los
madrileños regresaban a la Ciudad Condal para ofrecernos nuevamente un
concierto largo, en el que repasarían su longeva trayectoria, según estaba
anunciado se acercaría a las tres horas de duración. Pero, lamentablemente, la
reciente intervención de hernia de hiato del incombustible Fortu acabó
propiciando que el show se viera sensiblemente recortado. Eso si, pese a ello,
los madrileños estuvieron casi dos horas sobre el escenario, dándolo todo y además a un excelente nivel.
Para
ejercer como anfitriones y teniendo la responsabilidad de dar por inaugurada la
velada y calentar el ambiente contaríamos con el concurso de unos viejos
conocidos para los más veteranos de la escena roquera barcelonesa, 11 Bis, una
banda mítica dentro de la escena de los ochenta que llegó a telonear las fechas
en Barcelona y Donostia de Motörhead en 1987. El ambiente un tanto desangelado
que presentaba el recinto a la hora prevista para el arranque del show hacia
presagiar que la afluencia de público esta noche sería un tanto discreta.
Afortunadamente no fue así, ya que a medida que fueron pasando los minutos la
sala se fue poblando. De modo que cuando las estrellas de la noche tomaron el
escenario el recinto presentaba ya un fantástico ambiente.
Para
muchos la presencia de los encargados de abrir la velada 11 Bis era como un
viaje al pasado, mientras que para otros representaba la oportunidad de ver en
acción a una banda mítica que después de muchos años retirada de los escenarios
volvía a la acción para desempolvar un montón de composiciones, entre ellas las
que les llevaron a ganar el certamen del programan “Gente Joven” en 1984.
Pese
al inexorable paso del tiempo la formación catalana se mostró en un buen estado
de forma, descargando con potencia y sobrada solvencia temas como “Rockcelona”,
toda una crónica de la escena roquera catalana que más de tres décadas después
sigue conservando su plena vigencia. Evidentemente no podía faltar el recuerdo
y el merecido homenaje a su guitarrista Giovanni a quien dedicaron el tema “De
la Cope A Cornellà”, con el que su vocalista J.L. Gutiérrez demostró que no ha
perdido la pasión y la garra roquera.
Precisamente
fue el propio vocalista quien tras repartir varias camisetas entre el público
nos recordó que la banda había participado en el mencionado certamen televisivo
antes de atacar el tema “Fugitivo”. De la actual encarnación del combo catalán
destacó la presencia del virtuoso guitarrista Santi Leal, conocido por su
trabajo en bandas como Hangar 18 y los progresivos Pyramid, quien dejó muestras
de su calidad en temas como el crítico “Impuesto de Lujo”.
Poco
a poco la conexión entre banda y público fue haciéndose patente, con el que el ambiente
festivo iría en aumento cuando el
frontman nos invitó a tomar partido en los estribillos de la pegadiza
“Carmelo´s Band”. La sorpresa de la noche llegó cuando J.L. Gutiérrez se
abalanzó en solitario y a capela sobre un fragmento del clásico “Man On The
Silver Mountain”, que sirvió como preámbulo para un nuevo e incisivo ataque a
la clase dirigente “Poli-Éticos”. Tras volver a recordar, una vez más, al
añorado Giovanni los catalanes dieron por concluida su presentación con la
efectiva “Malditos”, su particular adaptación del clásico de Y&T, “Forever”.
Tras
el habitual receso que muchos aprovechamos
para salir a tomar el aire a la terraza del local, tocaba regresar al
interior para tomar posiciones cerca del escenario para ser testigos directos
de la fiesta metalera que estaban a punto de montar los incombustibles Obús.
No, una vez más, la mítica formación del foro llegaba sin un nuevo trabajo que
presentar. Pero eso no pareció importar a unos seguidores que se volcaron con
ellos y que cantaron con devoción un
repertorio plagado de viejas e imprescindibles favoritas.
Salieron
como en ellos es habitual, con el cuchillo entre los dientes, dejando que la
larga introducción del primer tema de la noche “Juego Sucio” fuera haciendo
crecer la expectación del personal hasta que el tema explotó definitivamente
cuando Fortu apareció en escena para invitarnos a levantar nuestros cuernos al
aire. Pese a su reciente paso por el quirófano el carismático vocalista se
mostró tan animado y dicharachero como de costumbre, logrando que el personal
se implicara al máximo cuando llegó el momento de corear el estribillo del
macarra “Necesito Más”, que nos dejaba el vacilón paseo del vocalista por el
filo del escenario buscando la complicidad de las primeras filas.
Si
las últimas visitas de Obús habían estado marcadas por el ritmo incendiario de
sus presentaciones, en las que se sucedían los temas sin que apenas se
dirigieran al personal entre tema y tema. En esta ocasión a las primeras de
cambio Paco agarró el micrófono para pedir un fuerte aplauso para su compañero
Fortu, reconociéndole así el esfuerzo que estaba haciendo esta noche. El propio
Fortu se zafó del tema gritando “No Hay Dolor”, justo antes de que poner a toda
la sala a botar siguiendo el trepidante ritmo de “La Raya”, que se convirtió en
el primer gran momento de la noche. A estas alturas de la velada la fiesta era
ya absoluta, así que una mirada sobre el material de su cuarto trabajo “Pega
Con Fuerza” nos pondría a todos alerta a
la hora de cantar aquello de “Te Visitará La Muerte”.
El
cambio de registro llegaría con el primer guiño a lo que fue su segunda etapa
dando buena cuenta de una composición que se ha convertido en todo un clásico a
la altura de sus grandes éxitos de los ochenta: el irreverente “Que Te Jodan”,
que se saldaba con todos los presentes mostrando el dedo corazón a los músicos
en un final arrollador. En perfecta sintonía banda y público seguirían
disfrutando al máximo, de modo que cuando el respetable reconoció el
inconfundible riff de “El Que Más”, la euforia se desató en los aledaños del
escenario.
Había
llegado el momento de contemporizar mínimamente el ambiente, con lo que Fortu
nos dio algunos detalles de su reciente visita al cirujano para acto seguido
volver a poner al personal a botar con otro de esos himnos imprescindibles para
cualquier seguidor del metal nacional “Autopista”, que se zanjaba con el desgarrador alarido del vocalista. La
velocidad, tanto en la música como en la letra, volvería a ser protagonista del
irreverente “Corre Mamón”, que acabó siendo el único recuerdo que se
permitieron a su última entrega de estudio “Cállate!”.
El
retorno sobre el material clásico de su primera etapa propició que centráramos
nuestro objetivo sobre su segunda entrega “Poderoso Como El Trueno”,
haciéndonos el cuarteto participe de los estribillos de “Dinero, Dinero”, que
nos dejaba al frontman jugando nuevamente con un respetable que respondió
entusiasmado a todas sus demandas y vaciles. El ritmo y la diversión no se
detuvieron, ya que la afilada guitarra de Paco fue la encargada de adentrarnos
en la primeriza “Va A Estallar El Obús”, que provocaba que los más animados se
abandonaran al headbanging antes de que el vocalista se encargara de presentarnos al resto de sus compañeros.
Evidentemente
las mayores ovaciones recayeron sobre el propio Fortu y sobre Paco. Pero sin
duda quien se llevó la palma en toda esta sucesión de solos y desarrollos
instrumentales fue el batería Carlos Mirat, quien durante su “momento”,
abandono su kit para acabar tocando una escalera colocada en el centro del escenario mientras el
vocalista ocupaba su puesto para acompañarle desde los tambores.
Tras
el afectuoso abrazo que protagonizaron los dos líderes de la banda ante la
cerrada ovación de sus seguidores llegaba el momento de encarar la recta final
del show, y para ello que mejor que ese himno a la fiesta y la amistad que es
el imprescindible “Vamos Muy Bien”, que ponía a todo el mundo a saltar y a
cantar dando por concluida la descarga. Pero no, todavía hubo más. Paco y Fortu
atendiendo a las demandas de sus seguidores volvieron a salir a escena para
alegar que: “No Nos Podemos Ir Así”. Así que Fortu realizó un esfuerzo extra
para ofrecer a sus incondicionales las altísimas notas de “Solo Lo Hago En Mi
Moto”.
El
fin de fiesta definitivo, con el vocalista invitando a subir al personal al
escenario con su ya clásico “¡sube, sube!”, llegaría de manos del desenfadado
“Esta Ronda La Paga Obús”, con el que, ahora sí, la banda se despedía de sus
seguidores acompañados de una rotunda ovación de manos de una audiencia que
supo reconocer el esfuerzo y la entrega de un Fortu que sobreponiéndose a las
circunstancias dio la talla. ¡Grandes!
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTS:ALFREDO RODRIGUEZ
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