Afortunadamente
cada vez resulta más frecuente encontrarnos que las salas de nuestro país
forman parte del itinerario de gira de algunos tours que hasta hace relativamente
poco tiempo sería imposible imaginar que
tuviéramos ocasión de ver por estos lares. Quizás por ello es también cada vez
más habitual que los seguidores se movilicen, -pese a que la cita de esta noche
estuviera programada para la tarde noche
de un jueves-, para disfrutar en primera persona de un atractivo cartel repleto
de potencia, técnica y brutalidad. Los
protagonistas indiscutibles de la velada fueron Obscura, una banda que ha ido
haciéndose un hueco dentro de la escena internacional a base de discos rotundos e imaginativos, pero
sobretodo ofreciendo unos directos crudos y convincentes, que les han permitido
ampliar su base de seguidores en cada una de sus giras. “Diluvium”, su quinto trabajo, publicado a mediados del pasado año, representaba la excusa perfecta para retornar
a los escenarios de la capital catalana, y como compañeros de viaje la banda que capitanea Steffen Kummerer
contaría con el respaldo de Fallujah,
Allegaeon y First Fragment.
Aunque el inicio de las actuaciones estaba
previsto para una hora muy temprana, las 19 horas, una buena representación de
seguidores no quiso perderse la descarga de los encargados de abrir la velada.
Lo primero que llamó nuestra atención al acceder al recinto fue el
reducido espacio del que dispondrían First Fragment, ya que su kit de
batería estaba montado justo delante del de Obscura. Pese a ello, esto no
pareció importar a un combo canadiense que salió dispuesto a sacar el máximo partido
a su escueto tiempo sobre las tablas, ofreciéndonos un detallado repaso a las
composiciones de su primer largo “Dasein”, que vio la luz en mayo de 2016.
Pese
a que la mayoría no teníamos muchas referencias de la formación de Longueuil,
lo cierto es que únicamente precisamos escuchar los instantes iniciales de “Le
Serment De Tsion”, para percatarnos de que la banda que lidera el virtuoso
guitarrista Phil Tougas venía con la
firme intención de ofrecernos una
sucesión de alardes técnicos ejecutados a velocidad de vértigo, poniendo
especial hincapié en la parte instrumental para dejar que los registros del
vocalista David AB quedaran relegados a un estudiado segundo plano. Y, precisamente,
ese creo que fue el principal hándicap de su descarga, ya que el no tener un
frontman que se encargará de establecer una estrecha relación con el público
acabó lastrando, -junto al embarullado sonido-, su descarga, pese a las
efectivas líneas de corte jazzero que incluyeron antes de las humeantes
andanadas que marcaron temas como “Voracité (Apothéose, partie 1)”.
Aunque
como comentaba anteriormente el repertorio de los canadienses estuvo centrado
en el material de ópera prima, Tougas y sus secuaces no quisieron dejar pasar
la ocasión de probar en vivo alguna de
las composiciones que formara parte de su nueva obra, y que según nos comentó
llevará por título “Soif Brulante”. Pero sin duda uno de los momentos más
vibrantes de su presentación llegó con el derroche de intensidad y virtuosismo
que supuso “Gula”, que nos sorprendía con el trepidante duelo que nos
ofrecieron el propio Tougas y el bajista zurdo Dominic “Forest” Lapointe.
Para
cerrar este primer acto de la noche First Fragment optaron por sacar a relucir su
faceta más corrosiva y visceral, recurriendo para ello a la apabullante
“Paradoxal Subjugation”, tras la que se marcharon dejándonos con la sensación de que con un mejor sonido y un frontman algo más
comunicativo y dinámico su presentación
podría haber dado mucho más de si.
Si
en su anterior visita de hace menos de
un año Allegaeon ya sorprendieron a más de uno con la descomunal pegada y los
aromas melódicos que destila su
técnico death metal, en esta ocasión sorprendía que los americanos estuvieran
nuevamente en la carretera cuando su nuevo trabajo “Apoptosis” no verá la luz
hasta mediados del próximo mes de Abril. En cualquier caso, el combo de Denver
acabó recogiendo esta noche parte de lo que sembró en su anterior visita
abriendo para Ne Obliviscaris, ya que fueron recibidos con absoluto entusiasmo
por unos seguidores que se entregaron al máximo y lo dieron todo desde que
aparecieron en escena para proponernos esa combinación de brutalidad y melodía
que fue la inicial “All Hail Science”.
A
diferencia de lo que sucediera durante la descarga de los encargados de abrir
fuego esta noche, First Fragment, el sonido del que dispusieron Allegaeon fue
bastante más nítido y equilibrado, permitiéndonos disfrutar en todo su esplendor
del selecto gusto del quinteto por las intrincadas estructuras y los
sorpresivos e inesperados cambios de ritmo que nos propuso el siempre explosivo
Brandon Park, que se mostró como un auténtico titán tras su kit a la hora
de atacar temas como “Gray Matter
Mechanics- Apassionata Ex Machinea”.
Tras
haber dado el pistoletazo de salida con una doble ración de material extraído
de “Proponent For Sentience”, era un buen momento para echar la vista atrás,
concretamente hasta su anterior “Elements Of The Infinite” (2014) para dejar
que su implacable frontman, Riley McShane, nos anunciara que había llegado el
momento de dejarse llevar por la locura, dando paso a ese vendaval sonoro que lleva por título “Gravimetric
Time Dilation”. Nuestro viaje por su tercer largo prosiguió con el delirante
duelo que protagonizaron Greg Burgess y
Michael Stancel a lo largo de “1618”, que servía como excusa para que los
alocados bailes y el pogo no se detuvieran en los aledaños del escenario.
Correspondiendo
a la fantástica acogida que les había tributado el público barcelonés, el
quinteto de Denver no quiso desaprovechar la ocasión de presentar una de las
composiciones que formara parte de su nueva entrega, “Stellar Tidal
Disruption”, dejando patente que en lo esencial su propuesta va a seguir
conservando su esencia, aunque según parece van a incluir algunos elementos que
darán a sus temas un aire más vanguardista.
La última bala que la banda se había reservado para finiquitar definitivamente
el show fue “Behold (God I Am)”, tras la
que se marcharon acompañados de una cálida y rotunda ovación. Ahora esperemos
que Allegaeon no tarden en regresar liderando su propio espectáculo para
presentar “Apoptosis”.
No
lo iban a tener nada fácil los chicos de
Fallujah tras la arrolladora descarga que nos acababan de brindar Allagaeon.
Así que el combo de San Francisco estaba obligado a ofrecer su mejor versión
para conseguir que el ambiente siguiera
caldeándose de cara a lo que todavía estaba por llegar. Aunque he de reconocer
que nunca he sido un gran seguidor de la formación californiana, debo admitir que tenía mucha curiosidad por ver en acción a
su nuevo frontman Antonio Palermo.
Sorpresivamente,
al igual que hicieran las dos bandas que les precedieron, Fallujah también
optaron por presentar un par de temas que formaran parte de lo que será su
nuevo trabajo “Undying Light”, que verá la luz a mediados del próximo mes de
Marzo bajo los auspicios de la discográfica Nuclear Blast. Quizás el tocar
material con el que sus seguidores no estaban todavía familiarizados fue uno de
los motivos por los que me dio la impresión de que a la gente le costó entrar
en el show. Además, creo que tampoco les ayudó el ser la única banda de las
cuatro que conformaban el cartel de esta noche que esquinaba su propuesta hacia
derroteros más “core”.
Pero,
fuera como fuere, la banda apareció en escena con una excelente actitud, con
muchas ganas, y dispuesta a dejarse la piel sobre el escenario dando motivos a
los más animados para que formaran los primeros pogos durante la inicial
“Carved From Stone”. Desafortunadamente la euforia inicial acabó
desvaneciéndose rápidamente, ya que la siguiente en sonar fue una de sus nuevas
composiciones “Ultraviolet”, un tema directo y certero, pero que sin la
participación de un respetable que desconocía
la letra quedó algo descafeinado. Además vi a Palermo algo tímido y distante, moviéndose bien por
el escenario pero sin apenas interactuar con las primeras filas a la hora de
atacar temas como “Adrenaline”.
Curiosamente
una de las composiciones que mejor funcionó fue “Sapphire”, ya que contó con el apoyo del
respetable durante los pasajes más envolventes y melódicos. Pese a que a la gente le costó mucho entrar el show de
los californianos, a medida que fue avanzando su presentación las primeras
filas se fueron animando, dando un poco de calor y colorido a los explosivos
cambios de ritmo de “Abandon”, con la que fusionaban de forma solvente
violentos riffs y desarrollos más melódicos y envolventes.
El
ritmo de su presentación volvería a resentirse notablemente durante “Last
Light”, otra de las composiciones que formara parte de su nueva entrega, y que
pasó bastante desapercibida. Afortunadamente el quinteto volvió a tomar el
pulso del show gracias al rotundo
dinamismo que destiló la tripleta que
conformaron “Scar Queen”, que nos hacia cambiar el paso con sus angustiosas
ambientaciones; “Amber Gaze”, que nos invitaba a transitar por sus etéreas y volátiles
melodías; para acabar dejando paso al que seguramente fue el mejor corte de su descarga
“The Void Alone”. En definitiva, irregular descarga de unos Fallujah a los que
creo que todavía les hace falta algo de rodaje para acabar de consolidar a su
nuevo frontman.
Tras
una previa que estuvo amenizada por una buena representación de las tendencias
extremas que se practican al otro lado del Atlántico, para rubricar esta velada dedicada a la
técnica puesta al servicio de las sonoridades más crudas y extremas contaríamos
con la presencia de Obscura. Desde que dieran sus primeros pasos como banda en
los primeros años de este tercer milenio su líder Steffen Kummerer ha
convertido a la formación alemana en un referente indiscutible para todos los
seguidores del género. Así que tras haber girado incansablemente durante los
últimos años el cuarteto de Munich aterrizaba en la Ciudad Condal para
presentar su quinta entrega “Diluvium”.
Pese
a las limitaciones escénicas propias de una sala como Bóveda, lo cierto es que
Obscura portaron un gran telón de fondo, y cuatro maquinas de humo que no
dejaron de funcionar durante toda la noche, haciendo acto de presencia en todos
los temas que interpretaron a lo largo del show. Si hablamos del repertorio
escogido cabe remarcar que estuvo muy centrado en las composiciones de sus dos ultimas entregas, el mencionado
“Diluvium”, y su aclamado “Akróasis”,
que fue el que dio el espaldarazo definitivo a su carrera en 2016.
En
cuanto al sonido pese a no ser perfecto, si que estuvo a mejor nivel que durante las descargas previas,
con lo que tuvimos ocasión de deleitarnos con los fantásticos ejercicios
instrumentales que el cuarteto nos brindó en temas como la inicial “Emergent
Evolution”. Además en el apartado vocal Steffen Kummerer se mostró de lo más
seguro y convincente, poniendo de manifiesto el porque fue el elegido para
calzarse las botas del tristemente desaparecido Chuck Schuldiner en algunos
tours de Death To All.
Desde
los primeros compases del show tuvimos ocasión de ver en acción a una banda
compacta y muy compenetrada, que no tuvo ninguna dificultad para conectar con el
público y ganarse el favor de unos
seguidores que no vacilaron a la hora de alzar sus cuernos al aire para acompañar
los humeantes desarrollos de
“Sermon
Of The Seven Suns”, que era la escogida para realizar una primera incursión en
su cuarta entrega de 2016.
La
respuesta del personal no pudo ser más efusiva, de modo que con la totalidad de
la sala coreando el nombre de la banda, mientras los músicos se encaramaban
sobre unas pequeñas tarimas que había repartidas a lo largo del escenario, daba
el pistoletazo de salida la composición que presta título a su más reciente
entrega discográfica “Diluvium”, que nos dejaba alucinados con esas
pinceladas progresivas que corrieron por cuenta del bajista Linus
Klausenitzer. Evidentemente, teniendo en cuenta la respuesta del respetable el
frontman alemán no quiso dejar pasar la ocasión de agradecernos nuestra
presencia, amén de recordarnos su anterior visita a la ciudad como parte del
Knights Of Metal durante el speech que sirvió como preámbulo para el demoledor
“Akróasis”, que nos dejaba con otro excelente ejercicio de virtuosismo del guitarrista
Rafael Trujillo.
Con
la tripleta de cuerda inmóvil, las columnas de humo volverían a hacer acto de
presencia mientras a través del P.A. resonaban los acordes acústicos
pregrabados que marcaron el inicio del
tema de apertura de su tercer largo, “Septuagint”, que era la escogida para que
el frontman hiciera gala de sus registros más desgarradores y agresivos. El
retorno sobre la actualidad de la banda llegó de manos de la dupla que
conformaron el escueto pasaje instrumental “A Last Farewell”, y la despiadada
“Mortification Of The Vulgar Sun”, que se zanjaba con el respetable aclamando a
la banda como si fueran auténticos héroes.
Viendo
la respuesta de sus entregados incondicionales
Steffen anunció que esta primera vez
como cabezas de cartel no sería la última en la capital catalana. Es más
durante los prolegómenos de “Incarnated”, -primer guiño que se permitieron a su
segundo largo “Cosmogenesis”-, el frontman prometió que no tardarían en
regresar para acabar recibiendo la cerrada ovación de unos seguidores que lo
estaban pasando en grande. La escogida para encarar la recta final del show fue
“Ode To The Sun”, que nos dejaba con una exhibición de fuerza, técnica, y pegada del percusionista Sebastian Lanser.
El
momento de que todos los músicos recibieran su merecido reconocimiento llegó
durante las presentaciones que precedieron a “Perpetual Infinity”. Mientras que
el recuerdo a las bandas que les habían precedido esta noche llegó justo antes
de que el cuarteto nos volara definitivamente la cabeza con las cambiantes
estructuras y los devastadores riffs de “An Epilogue To Infinity”.
Tras
un rápido paso por los camerinos, los alemanes no tardaron en regresar a escena para volver a empuñar
los instrumentos y rematar definitivamente la velada con el que
para muchos es su composición más redonda y completa hasta la fecha: “The Anticosmic Overload”, que era la elegida
para cerrar la velada por todo lo alto. Aunque quizás el sonido no acabó de
estar al nivel que a muchos nos hubiera gustado, -algo embarullado durante
varios tramos del show-, lo cierto es que Obscura volvieron a demostrar el
porque son una de las bandas con más proyección dentro del death metal técnico.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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