Ha
pasado mucho tiempo, más de treinta años, desde que Doro Pesch pisara por
primera vez los escenarios de nuestro país como vocalista de Warlock. Con el
paso de los años aquella joven y prometedora vocalista se ha acabado
convirtiendo en la indiscutible Reina del Metal, y atesora una amplia
discografía en solitario, amen de haber grabado junto a los ya mencionados
Warlock algunos himnos imprescindibles para cualquier seguidor que se precie
del metal de los ochenta. Asidua habitual de nuestros escenarios la
incombustible vocalista germana posee en nuestro país una fiel y devota parroquia de incondicionales, por lo que no me
sorprendió que la sala mediana del Razzmatazz acabara registrando una notable
entrada para presenciar la presentación en sociedad de su decimotercera entrega
de estudio “Forever Warriors, Forever United”, que veía la luz el pasado mes de Agosto.
Para
abrir sus conciertos en este nuevo periplo europeo Doro esta contando con el
concurso de los suecos No Sleep For Lucy, una formación que poco tiene que ver
con los esquemas clásicos del heavy metal, y que me dio la impresión de que no
acabaron de conectar con los seguidores de la mítica vocalista de Düsseldorf.
Salieron antes de la hora prevista, con lo que cuando el personal empezó a dar
colorido al recinto los suecos estaban ya sobre el escenario dando buena cuenta
de una propuesta de tintes poperos y
vanguardistas.
Liderados
por el vocalista Lukas Meijer No Sleep For Lucy aprovecharon sus cuarenta
minutos en escena para repasar algunos de los cortes más destacados de su trabajo “Until The End”. Aunque, como
decía, su propuesta no acabó de encajar con el público, lo cierto es que la
banda se mostró ágil y enérgica sobre las tablas, intentando hacer participe al
respetable de las luminosas melodías que desplegaron en temas como “Bleeding” o
“Moments”.
Uno
de los pocos momentos en los que los suecos parecieron captar la atención de un
público que se mantuvo bastante frío y distante fue cuando se embarcaron en su
versión del clásico de U2 “Pride (In The Name Of Love)”. Tampoco faltaron
durante la segunda mitad de su actuación los pasajes más relajados y
elegantes de “Clousure”, con el propio
Lukas Meijer haciéndose cargo de la guitarra acústica. Para encarar la recta
final de su presentación No Sleep For Lucy nos invitaron a acompañar con palmas los
desarrollos del marchoso “Until The End”. Mientras que el cierre definitivo
para un show que dejó bastante indiferente
al personal estuvo reservado para “Going Down”.
Cuando
un artista con el bagaje y la trayectoria de Doro se embarca en una nueva gira
siempre resulta una incógnita saber como va a plantear su nuevo repertorio,
saber si dará mucha cancha a sus nuevas composiciones, o por el contrarío se
centrará en repasar sus composiciones clásicas, aquellas que le convirtieron en
un icono imprescindible para varias generaciones de metaleros. Pues bien, para
su concierto de esta noche la veterana vocalista de Düsseldorf nos tenia
preparadas varias sorpresas. En primer lugar su show fue filmado y fue
sensiblemente más largo que en anteriores ocasiones. También llamó
poderosamente la atención el gran peso que tuvieron las composiciones del
cuarto trabajo de Warlock “Triumph And Agony”. Y por si todo esto no fuera
suficiente Doro y sus muchachos contaron con la presencia como invitado durante
gran parte del show de Tommy Bolan, guitarrista de Warlock entre 1986 y 1989.
Incombustible
al paso del tiempo Doro apareció en escena para liderar a sus muchachos,
mostrándo su pose clásica y sus inconfundibles movimientos, haciendo vibrar al
personal desde el mismo arranque con “Raise Your Fist In The Air”, una pieza que se
ha convertido en un himno imprescindible en todos sus directos desde que viera
la luz en 2012. Tras haber calentado al personal en un arranque vibrante y
eléctrico no tardaría en llegar el primer recuerdo al pasado. Así que la euforia entre las primeras filas se
desató cuando sin previo aviso la banda nos espetó un potente “Earthshaker
Rock”, que nos dejaba a la rubia vocalista instándonos, una y otra vez, a que
nos sumáramos al headbanging.
Habiendo
zanjado de forma exitosa este primer guiño al pasado tocaba centrarnos en la
actualidad, ya que Doro tenía un doble nuevo trabajo que presentar, así que la
primera de las nuevas que pudimos disfrutar en directo fue “Bastardos”, que fue
la escogida para que la frontwoman empuñara una metralleta y gaseara a las
primeras filas mientras su fiel escudero el bajista zurdo Nick Douglas se hacia
cargo de sus poderosos coros. Pese a que el nuevo tema gozó de una cálida
acogida, lo cierto es que la respuesta que obtuvo no se puede comparar con el
subidón de adrenalina y la explosión de
euforia que acompañó a clásicos imprescindibles como “Burning The Witches”, que
nos dejaba a una audiencia completamente
entregada respondiendo a una Doro que se mostró en un excelente estado de
forma.
Acto
seguido un escenario sumido en la más absoluta penumbra serviría como marco
para que un mago encapuchado apareciera en escena para sumarse a los músicos
mientras daban buena cuenta de la oscura y tenebrosa “The Night Of The
Warlock”, el tema que abría su obra de 2009 “Fear No Evil”. Una vez más la carismática
vocalista volvería a dirigirse al
respetable, mezclando castellano e inglés, para presentarnos a un invitado muy
especial: el guitarrista Tommy Bolan. Junto a él Doro y sus muchachos
interpretaron un puñado de clásicos de Warlock, siendo el primero en caer “East
Meets West”. Como era previsible con el guitarrista en escena la banda no
abandonó el material del mítico “Triumph And Agony”, así que el ambiente
continuaría caldeándose cuando la gente reconoció el potente uptempo “Kiss Of Death” y “Make Time For
Love”, que nos dejaba a Bolan y al ex–After Forever Bas Maas a las guitarras
para dejar que fuera Luca Princiotta quien se encargara de los teclados.
Con
el italiano recuperando su guitarra para conformar una devastadora tripleta de
hachas llegaba el momento de volver a acelerar el paso, y dar argumentos al
personal para que volviera a agitar frenéticamente la cabeza, y para ello que
mejor que una carta indudablemente ganadora como “I Rule The Ruins”, que
propiciaba que la sala se viniera literalmente abajo, haciendo que el rugido
del personal hiciera imposible escuchar a la vocalista germana. Con Tommy Bolan
absolutamente desatado, adueñándose del centro del escenario en plan
guitar-hero, arrancaba “Cold, Cold World”, que era la elegida para poner el
punto y seguido a este extenso tramo dedicado a la nostalgia.
El
retorno sobre su material más reciente estuvo reservado para el que ha sido el
primer video de su última entrega discográfica “All For Metal”, una composición
que no aporta nada sustancialmente nuevo, pero que tiene todos los ingredientes
para hacer que el público cante en directo su hímnico estribillo marcada de la
casa. Una nueva mirada sobre el material que grabó junto a su ex–banda en la
década de los ochenta sirvió como excusa para recuperar el demoledor “Three
Minutes Warning”, que incluyó el habitual solo de batería de Jhonny Dee y la
presentación de todos los músicos, siendo el encargado de introducir a la
indiscutible protagonista de la velada Nick Douglas.
A
estas alturas de la velada la conexión entre Doro y sus seguidores era ya
absoluta. Así que con la gente coreando incansablemente el nombre de la
vocalista germana arrancaba un “Blood,
Sweet And Rock N Roll”, que de entre las nuevas fue de las que pasó más
desapercibida. El cambio de registro hacia derroteros más melódicos y relajados
llegó de manos de la emotiva “Soldier Of Metal”. Pero sin duda uno de los
momentos destacados de la noche llegaría justo a continuación con la
imprescindible “Für Immer”, con Doro intercalando alguna estrofa en castellano.
Sí, estábamos
preparados para encarar la recta final del show. Y para ello que mejor que
aunar una vez más nuestras gargantas para entonar juntos el estribillo del
inmortal “All We Are”, que convertía el recinto en un mar de puños que se
alzaban orgullosos hacia el escenario para posteriormente dejar paso a “Metal
Tango”. Para poner el colofón definitivo a la velada Doro y sus muchachos se
reservaron una última sorpresa en forma de cover, interpretando su adaptación
del clásico de Judas Priest “Breaking The Law”, que como no podía ser de otra
forma fue coreado reverencialmente por una audiencia que despidió a la Reina
Del Metal con una rotunda y cerrada ovación.
Fue
una noche mágica en la que tuvimos ocasión de viajar en el tiempo para volver a
disfrutar de un montón de himnos clásicos de la década de los ochenta, amen de
comprobar cómo sonaban en directo algunos de los nuevos temas que ha grabado
una Doro que sigue manteniéndose en primera línea de fuego, editando discos y
girando constantemente para ratificar, una vez más, que sigue siendo un referente indiscutible dentro del heavy
metal.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS DORO:ALFREDO RODRIGUEZ
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