A
finales del pasado año la noticia corrió como la pólvora entre los seguidores
de la escena metalera catalana. Tras nueve largos años de silencio discográfico
los reyes del underground extremo catalán regresaban a la carga con “El Vents Bufen A Favor”, un sabroso
adelanto de lo que sería su cuarto trabajo, algo que no hizo más que alimentar
las expectativas de unos fans que tuvieron que esperar hasta el 23 de noviembre
para tener entre sus manos “Set De Sang”. Habiendo colmado las expectativas de
sus incondicionales quedaba pendiente
descubrir como sonarían esas nuevas composiciones en directo, y lo más importante si la banda
seguiría conservando la magia, la intensidad, y la garra que les convirtieron en uno de los indiscutibles
referentes del metal extremo en tierras catalanas.
Sin
una entrada disponible en taquilla, con todo el papel vendido, así aguardaba
una abarrotada sala Bóveda el triunfal regreso de sus héroes. Pero antes de que
Eloi Boucherie y sus secuaces se adueñaran del escenario tendríamos ocasión de
ver en acción a Barbarian Swords, quienes nos sometieron a un castigo repleto
de maldad, putrefacción, y violencia sonora, potenciado a su máxima expresión por la
actitud salvaje y nihilista de frontman Von Päx. Los barceloneses no son una
banda al uso, su propuesta no es apta para todos los públicos, y aunque para
algunos pueda resultar difícil sentarse en casa a escuchar sus discos, lo
cierto es que sus temas en directo cobran una nueva dimensión.
Pese
a que no se habían revelado los horarios de las actuaciones, si que se había
filtrado a través de las redes que los encargados de dar el pistoletazo de
salida a la velada irrumpirían en escena a las 20,30 horas. Así que de forma
puntual, y ante una sala que rozaba ya las tres cuartas partes de su aforo,
Barbarian Swords tomaron posiciones. Lo primero que hizo su frontman fue
increpar al público de viva voz para rápidamente disponerse a torturar nuestros
tímpanos con la oscura tenacidad de “I´m Your Demise”.
Sucios,
Viscerales e irreverentes, los barceloneses sonaron voraces y desatados, como una auténtica apisonadora, dando buena
cuenta de temas como “Outcast Warlords”, con la que nos invitaban a cambiar el
paso para adentrarnos en ambientaciones
más densas y pantanosas mientras Von Päx no dejaba de retorcerse para
espetarnos sus sobrecogedores alaridos.
Barbarian
Words estaban en casa, arropados por una notable representación de incondicionales
y amigos, y eso se notó especialmente en el perímetro de seguridad que el
público dejó con respecto al escenario, dando así espacio para que su delirante
frontman se explayara a sus anchas mientras cerraba la tripleta de apertura con
“Pure Demonology”. Si durante los primeros compases del show los catalanes nos
presentaron algunas de las composiciones de su última entrega de estudio “Worms”, para los siguientes minutos Von Päx y
sus acólitos nos tenían preparada una
buena ración de material de su anterior
“Hunting Rats”. Así que tras las demandas de alcohol y otros vicios ocultos por
parte del frontman llegaba el momento de
seguir expandiendo la obscena brutalidad
de “Pentecostal Black Punishment” y “Putrid Whore- The Holy Church”.
El
repaso sobre las composiciones de su ópera prima de 2014 prosiguió con los
descontrolados y lacerantes alaridos de
“For My Honor”. Dispuestos a rematarnos definitivamente el quinteto nos hizo
apretar todavía más los dientes a lo largo de la propia “Huntung Rats”, para
dejar que la despedida definitiva corriera por cuenta de “Ultrasado Bloodbath”.
Lo dicho, como sucede siempre con Barbarian Swords, los barceloneses arrollaron
con todo a su paso para no dejar indiferente a nadie. Y, precisamente, esa es
su mejor arma.
Tras
el obligado descanso, que sirvió para que la sala completará su aforo mientras
sobre el escenario se ultimaban los detalles antes del arranque del acto principal de la velada, la gente
comenzó a agolparse en las proximidades del escenario para no perderse el más
mínimo detalle de lo que prometía ser una de las citas más destacadas para los
amantes de la música extrema en tierras catalanas: el retorno de Vidres A La
Sang. La expectación podía palparse en el ambiente, y es que había bastantes
incógnitas en torno a saber si sus nuevas composiciones conseguirían enganchar
en directo. Y lo más importante si algunos de sus antiguos himnos habrían
envejecido bien después de llevar prácticamente una década en la nevera. Y sí,
lo cierto es que el cuarteto egarense se mostró como un rodillo aplastante y
perfectamente engrasado. Aunque en honor a la verdad hay que decir que se les
vio un tanto tensos durante los compases iniciales del show. Pero,
afortunadamente, no tardaron mucho en soltarse para acabar consiguiendo
una conexión y una complicidad con el público que para si quisieran muchas bandas
internacionales. Además, en esta ocasión, la sala Bóveda sonó de auténtico lujo,
con lo que pudimos disfrutar en todo su esplendor de la aplastante propuesta
del combo catalán.
Aparecieron entre tinieblas, envueltos de ese halo de misterio y maldad que siempre les ha acompañado, y apenas tardaron un par de minutos en dejar claro que sus raíces y su personalidad, -pese al paso del tiempo-, continúan intactas. Así que la mejor prueba fue comprobar el infranqueable muro de sonido que levantaron durante la inicial “Torna Al Teu Clos”, que les servía para romper el hielo mientras desplegaban esa opresiva densidad death metalera que tanto añoraban sus incondicionales. Precisamente fue la respuesta del respetable la que acabó de convertir la presentación en una auténtica fiesta, con unas primeras filas absolutamente entregadas, que no pararon de animar y agitar frenéticamente la cabeza mientras el cuarteto atacaba de forma seminal piezas como la primeriza “La Terra I Tú”, que nos dejaba con el fantástico trabajo de su último fichaje el batería Jordi Farré.
Pese a lo emotivo de la cita de esta noche los
egarenses, y especialmente su frontman Eloi Boucherie, no parecían dispuestos a
perder el tiempo en charlas vacías, agradecimientos, ni extensas presentaciones. Vidres A La Sang
habían regresado para ofrecernos su música, y eso fue precisamente lo que
hicieron. Así que sin apenas darnos tiempo para reponernos de la devastadora dupla inicial, el cuarteto no levantó el pie
del acelerador y siguió volándonos la
cabeza con un corte rescatado del que hasta ahora había sido su última entrega “Som”,
dando buena cuenta de “Policromia”, con la dejaban patente que además de la
contundencia también saben moverse por derroteros más técnicos, tal y como
rubricó con su solo Albert Martí.
Fue una jugada ganadora. En tan solo unos minutos Vidres A La Sang habían conseguido recuperar parte del tiempo perdido a base de recordar a sus seguidores una pieza de cada una de sus obras previas. Pero ahora, por fin, había llegado el momento de estrenar en vivo algunas de sus nuevas composiciones. Quizás para algunos la banda ha dado con “Set De Sang” un cambio demasiado drástico, pero lo cierto es que ha pasado casi una década desde que la banda puso en circulación su anterior entrega. En cualquier caso, pese a las nuevas sonoridades y elementos que incluyen sus nuevas composiciones, lo cierto es qué trallazos como “Els Vents Bufen A Favor” fueron recibidos con auténtica devoción por unos fans que no vacilaron a la hora de elevar los puños al aire para corear junto a Eloi su matador estribillo.
Habiendo dado el pistoletazo de salida al material de su nueva entrega era un buen momento para hacernos transitar a través de los desarrollos más desoladores y pesadumbrosos de “Emergiré”, que nos dejaba con las guitarras del propio frontman y Albert impregnando el ambiente con su tortuosa intensidad. Pero además de la sorpresa que supuso escuchar los nuevos temas en directo, Vidres A La Sang nos tenían preparada una sorpresa más, la presencia de Martin Méndez, bajista de Opeth, que se subió al escenario para participar en el tema que colaboró en el álbum “Miraré De No Tornar-Me A Perdre”, que desataba la locura entre una audiencia que a estas alturas estaba ya completamente rendida.
Tras recibir una cerrada ovación Marcos García regresó junto a sus compañeros para volver a empuñar el bajo a lo largo de “El Poble Redemptor”, uno de los temas más experimentales de su nueva obra, pero que funcionó muy bien en directo. La elegida para dar por terminado este extenso segmento dedicado a “Set De Sang” fue la desgarradora “L Òrbita Del Cor”, que con su épico final ponía el punto y seguido a la velada.
No se hicieron de rogar en exceso. De modo que el cuarteto no tardó mucho en volver a tomar posiciones para arrancar el tiempo dedicado a los bises dando buena cuenta de los atenazantes riffs de “Amb Tota Rancúnia”, con la que nos invitaban a volver la vista atrás hasta su segundo largo “Endins”. A estas alturas del show estaba claro que Vidres A La Sang no habían regresado para hacer prisioneros, de modo que antes de marcharse definitivamente todavía tuvieron tiempo de volarnos la cabeza con “Un Dia Qualsevol”, para acto seguido rematarnos definitivamente con los aniquiladores blast-beats de “Tots Els Paisatges Són Iguals”, tras la que se despidieron siendo agasajados por unos fieles que se quedaron con ganas de más.
Fue una noche especial y emotiva, en la que tanto Barbarian Swords como Vidres A La Sang estuvieron a la altura, logrando que el ansiado retorno de los egarenses se quedara grabado a fuego en la memoria de todos los que asistimos a la cita. La espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. Ahora solo cabe esperar que esta haya sido la primera parada de una gira que recorra gran parte del territorio nacional.
TEXTO:ALFONSO DIAZ
FOTOS:CARLOS OLIVER
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