Tras
la publicación de su nuevo trabajo “El Cielo Es El Infierno”, Rocking Horse
tenían una deuda pendiente que saldar en casa. En principio la gira de
presentación del álbum tenía que arrancar el pasado 21 de febrero en Barcelona,
pero desafortunadamente la cita se acabó aplazando hasta el 28 de marzo. Así lo
que en principio fue un contratiempo, ha acabado propiciando que tuviéramos oportunidad
de ver a una banda más rodada y confiada tras haber visitado plazas importantes
como Zaragoza, Madrid y Bilbao, en este inicio de gira. Aunque lo cierto es que
el cuarteto ya había mostrado sus armas y su calidad en citas destacadas como el MotoGP Festival de Montmeló, el Calella
Rockfest, y en la última edición del Rockfest.
Pero es que hablar de los miembros que conforman
Rocking Horse es hablar de unos músicos contrastados, con tablas, y muchos
kilómetros a sus espaldas, ya que han participado en diferentes bandas (Jarabe
De Palo, La Fundación Tony Manero, Els Pets, The Bon Scott Band, Hotel
Cochambre…) para ahora aunar fuerzas en
este proyecto que da rienda suelta a lo que es su gran pasión el hard &
heavy.
Olvídate de trucos innecesarios, de
espectaculares juegos de luces, impresionantes puestas en escena, alardes
gratuitos de virtuosismo..., ya que ante todo Rocking Horse son una banda de directo. Divertidos, cañeros y
compactos, los catalanes pueden ofrecer lo que muchas bandas no son capaces de
dar a sus seguidores: una colección de canciones redondas, potentes, y altamente coreables, sustentadas sobre una
aplastante base rítmica, unos riffs marchosos y pegadizos, y rematadas por la garra y el feeling que
imprime su frontman Paquito “SexMachine”,
que es capaz de moverse con soltura desde el funk al metal, pasando por el
classic rock e incluso el soul. Además, no me gustaría dejar pasar la ocasión
de poner en valor algo que desgraciadamente se está perdiendo: los coros en
directo. Y es que la banda demostró que ha trabajado a fondo ese aspecto,
proponiéndonos unas fantásticas armonías vocales, -muy del estilo a lo que
hacían los primeros Mr. Big-, con todos apoyando en esta labor, incluso el
batería “Dannyman” Navarro.
El enclave elegido para albergar la descarga del cuarteto catalán fue la céntrica sala Luz De Gas, un local poco habitual para los que seguimos el circuito de conciertos roqueros en la Ciudad Condal pero que acabó registrando un muy buen ambiente. Un escenario grande, una fantástica visibilidad, y un sonido nítido e impecable acabaron convirtiéndose en factores claves para que la puesta de largo en casa de Rocking Horse acabara siendo todo un éxito. Sin el concurso de banda invitada que caldeará el ambiente, y con la proyección en la parte trasera de escenario de la portada de su última entrega “El Cielo Es El Infierno” el cuarteto aparecía en escena para arrancar su presentación desplegando los aromas clásicos que destiló el incisivo “El Mundo Al Revés”. Ataviado con una gran gorra, gafas de sol y un guante en su mano izquierda, su frontman Paquito “SexMachine” no dejó de repartir bendiciones durante los primeros compases del show mientras el bajista Jordi “Kako” Vericat dejaba caer los primeros guiños a las sonoridades funk antes de la llegada de la primera tanda de fantásticos estribillos corales.
Habiendo
roto el hielo, y tras haber recabado las primeras muestras de cariño del
respetable, tocaba seguir caldeando el ambiente y para ello que mejor que el
espíritu marchoso y vacilón de “Dale Gas”, una composición que personalmente me
recordó al rollo hard roquero que tenían los primeros M-Clan. En definitiva una
carta infalible que sirvió para que los más animados empezaran a mover las
caderas siguiendo sus marchosas melodías. Tras habernos pedido disculpas, a su
manera, por el aplazamiento del show tocaba cambiar radicalmente de registro
para adentrarnos en las sonoridades más potentes del tema que abre su plástico
“Quién Crees Que Eres”, que era la escogida para poner de manifiesto su
versatilidad estilística, y que no tienen
ninguna clase de reparos para llamar a las cosas por su nombre en sus irreverentes
letras.
Como en toda buena banda de hard rock la figura del guitarrista resulta fundamental, y en Rocking Horse no iba a ser una excepción. De modo que su hacha David Muñoz “Gnaposs” disfrutó de un destacado protagonismo a lo largo del show, creciéndose a medida que avanzaba la velada y se iban sucediendo temas como la adictiva “Dale Al Botón”. El único registro que les quedaba por cubrir en un arranque memorable era el terreno baladístico, así que para cubrir esa faceta optaron por la emotiva “Nuevos Aires”.
No
creo que estas alturas de la velada nadie tuviera dudas de que esta iba a ser
una noche de fiesta, diversión y potente hard rock. Así que la encargada de
recuperar el intenso ritmo que hasta ese momento había tenido el show fue “Un
Minuto De Amor”, que nos dejaba con una nueva exhibición de la banda a la hora
de arropar la voz de Paquito “SexMachine”. Además, por sino fuera suficiente la
calidad y la actitud de la banda para lograr que la noche se convirtiera en una
auténtica celebración roquera, la guinda la acabaron poniendo los jocosos y
ocurrentes comentarios de los propios músicos entre tema y tema, haciéndonos esbozar más de una sonrisa a lo largo del show,
tal y como sucedió cuando nos anunciaron que les encantaba destrozar canciones durante
los prolegómenos de una roquerizada
versión del “Depende” de Jarabe De Palo.
Acto seguido le tocó el turno a uno de sus temas
más conocidos y cañeros, del que presentaron un potente vídeo-clip hace unos
meses, “Los Autores Del Guión”, que se convertía en la excusa perfecta para que
todos nos sumáramos a los estribillos mientras su frontman volvía a pasearse
por el escenario repartiendo bendiciones. Ese valor añadido que son las voces
corales de los miembros de la banda se dejaría notar con fuerza durante el
inicio a capela del tema que han elegido para titular su trabajo “El Cielo Es El Infierno”, que en vivo sonó
como un auténtico cañonazo, con Jordi “Kako” Vericat apoderándose del centro
del escenario para introducir unos deliciosos pasajes de esencia funkroquera.
He de admitirlo nunca he sido un gran seguidor de los solos de batería, pero he de admitir que el que nos ofreció “Dannyman” Navarro fue de lo más entretenido y ameno, repasando en un corto espacio de tiempo varías de las introducciones más memorables del hard rock y el heavy metal, con lo que no faltaron los guiños a Zeppelin, Purple o Judas Priest, entre otros, justo antes de adentrarnos en su versión del clásico “Highway Star”, que se saldaba con el paseo de David Muñoz “ Gnaposs”, que acabó recorriendo la sala para marcarse un solo desde la barra central del local.
El momento de comunión perfecto entre Rocking Horse y sus seguidores llegó durante “Cuando Cae La Noche”, que era la elegida para que todos cantáramos antes de afrontar una recta final que estuvo marcada por “Nada Que Perder”, que arrancaba con un impresionante duelo entre bajo y guitarra; y su adaptación del clásico de The Beatles “With A Little Help With My Friends”, que Paquito “SexMachine” presentó con picardía diciendo que era la prueba palpable de que en ocasiones una versión puede llegar a superar a la original.
Para rematar definitivamente la velada Rocking
Horse se decantaron por un tema que es toda una declaración de intenciones, una
especie de diario de gira que anuncia sus planes de cara a los próximos meses,
y que lleva por título “Bienvenido A La Carretera”, tras el que se despedían
acompañados de una rotunda ovación mientras nos emplazaban a reencontrarnos con
ellos en el puesto de merchandising.
Actitud, garra, experiencia, y, ante todo, calidad.
Eso es lo que nos ofrecieron unos Rocking Horse que demostraron que son una
banda con un directo arrollador. Sin trampa ni cartón, sin ayudas, ni trucos
baratos. Lo suyo es el hard rock directo y divertido. Así que ya sabes si se
cruzan en tu camino y tienes ganas de pasar un buen rato en excelente compañía
Rocking Horse son tu banda. En definitiva que fue una noche plagada de buen rollo,
diversión y mucho hard rock.
TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ
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