Basta con echar un vistazo rápido a su atípica biografía para darse cuenta de que Smoulder no son una banda al uso. La génesis de la formación canadiense se remonta a 2013 cuando Sarah Ann y Shon Vincent conectaron en una improvisación musical que surgió en una fiesta que daban unos amigos comunes. Hasta aquí todo parece una historia más o menos normal. Pero tras dar sus primeros pasos y ante la imposibilidad de encontrar a los compañeros ideales para dar forma a este nuevo proyecto el tándem decidió mudarse desde Calgary a Toronto en 2017. Y precisamente fue en ese momento cuando decidieron también que Sarah Ann pasara de ser la baterista a encargarse de las voces, mientras que Shon Vincent pasaría a hacerse cargo únicamente de las guitarras.
Una vez afianzados en sus nuevos roles completaron la formación con el guitarrista Collin Wolf y el batería Kevin Hester, y poco después entraron en el estudio para grabar su EP de presentación “The Sword Woman”, que incluyó tres composiciones en las que dejaban clara su devoción por el heavy metal de corte añejo, cargado de épica, potencia, y melodía junto a unas pinceladas doom. No obstante no estamos hablando de ese doom pesado y casi fronterizo con al death metal, sino más bien del tipo del que practican bandas como los americanos Eternal Champion, Cirith Ungol o Solitude Aeternus.
Tras recabar unas excelentes críticas, que propiciaron que la banda agotara la tirada inicial de su EP de presentación, el combo canadiense anunció la incorporación del bajista Adam Blake, para posteriormente concentrarse en acabar de dar forma a las composiciones que conformarían este “Times Of Obscence Evil And Wild Daring” junto al reputado Arthur Rizk (Inquisition, Power Trip, Sumerlands), que fue quien se encargó de la mezcla y la masterización.
Evidentemente, teniendo en cuenta el título del disco y la portada que ha creado el prestigioso ilustrador Michael Whelan no resulta ninguna sorpresa que la temática lírica en torno a la que giran las letras de “Times Of Obscence Evil And Will Daring” versen en torno a la fantasía y la épica. Otro detalle a destacar es la duración de sus composiciones, ya que todas menos “Shadowy Sirterhood”, superan los cinco minutos, aunque cabe remarcar que en ningún momento resultan redundantes o excesivamente farragosas, ya que los canadienses utilizan diferentes elementos y recursos para intentar adentrarnos en su particular universo sonoro. De modo que una percusión rebosante de aromas castrenses será la que marcará los compases iniciales de “Ilian Of Garathorm”, que nos presenta una estructura sólida y reptante, en la que los riffs se irán envenenando a medida que avanza el tema para permitir que sobre ellos se eleve el registro de Sarah Ann, que se verá reforzado en algunas partes por unos coros que lograran que el corte gane en pegada e intensidad. No nos enfrentamos pues al típico tema de apertura directo, rápido, y pegadizo, pero lo cierto es que no puede negarse que su orientación melódica y la efectividad de sus estribillos conseguirán que el tema se quede dando vueltas en tu cabeza tras un par de escuchas.
Sin duda “The Sword Woman” pasa por ser el tema que mejor resume la propuesta del combo canadiense, y es que esta es la composiciones que prestaba título a su EP de presentación. Así que ya sabes, prepárate para dejarte arrastrar por la aplastante rotundidad de sus cadenciosos riffs, la sólida pegada de su base rítmica, unos inquietantes desarrollos solistas de unas guitarras que acabarán doblándose para arropar las líneas vocales de una Sarah que rematará el corte con una interpretación preñada de épica. Pero que nadie piense que todos los temas de Smoulder están cortados por el mismo patrón, ya que la encargada de hacernos cambiar de registro será “Bastard Steel”, en la que el quinteto no se quedará corto a la hora de pisar el aceleración para aproximarse hacia derroteros y sonoridades propios del heavy/power, proponiéndonos una trepidante cabalgada en la que dejarán patente su amor por bandas míticas como Iron Maiden.
El sonido de la tormenta junto a unos tenebrosos redobles de batería serán los encargados de flanquearnos el paso hacia la que probablemente sea la pieza más oscura y teatral de todo el plástico, “Voyage Of The Sunchaser”, que se convertirá en el marco ideal para que su última incorporación, el bajista Adam Blake, nos ofrezca una buena muestra de sus habilidades antes de dar el pistoletazo de salida a un vendaval metálico que por la rotundidad y virulencia de sus guitarras te traerá al recuerdo a bandas como los Huntress de la tristemente desaparecida Jill Janus. Un desarrollo algo más lineal, en lo que a la parte instrumental se refiere, será lo que marque “Shadowy Sisterhood”, que destaca en contraposición por la amplitud de registros que nos presenta su frontwoman Sarah Ann, logrando sonar cada vez más potente y desesperada mientras las guitarras se encargan de crear una atmósfera de lo más opresiva e inquietante. El capítulo final para este prometedor debut que se han marcado Smoulder estará reservado para una extensa epopeya épica que lleva por título “The Black God’s Kiss”, una composición que irá desarrollándose progresivamente hasta desembocar sobre un desarrollo instrumental intermedio que estará protagonizado por el intercambio solista entre las guitarras de Collin y Shon..
He de admitir que nunca fui partidario de los discos excesivamente largos. Así que me ha parecido muy acertada la apuesta de unos Smoulder que, a lo largo de seis temas y en poco menos de 38 minutos, han sabido condensar toda su esencia para dejar claras las líneas maestras de una propuesta que, -no me cabe la menor duda-, irá a más en próximas entregas. Lo dicho un disco entretenido, divertido, y rebosante de epicidad heavy metalera. Muy recomendable para los amantes del género.
DISCOGRAFÍA CRUZ DEL SUR MUSIC
Lista de Temas
1. Ilian of Garathorm
2. The Swordwoman
3. Bastard Steel
4. Voyage of the Sunchaser
5. Shadowy Sisterhood
6. The Black God’s Kiss
No hay comentarios:
Publicar un comentario