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viernes, 19 de abril de 2019

VICIOUS RUMORS+AIR RAID+MAGISTARIUM-UPLOAD-BCN-3-ABR-2019



Hay personajes que por su tesón, su empeño, y su determinación, hubieran merecido mayor fortuna dentro del negocio musical. Trabajador incansable Geoff Thorpe lleva desde finales de la década de los setenta empeñado en dar visibilidad y notoriedad a su banda Vicious Rumors. A lo largo de estas cuatro décadas han pasado multitud de músicos por las filas de la banda, y los californianos  han vivido muy buenos momentos, aunque siempre han estado lejos del estatus del que disfrutaron los considerados los grandes referentes del metal americano. Precisamente el motivo de este nuevo tour europeo, que esta noche de miércoles arrancaba en la Ciudad Condal, era conmemorar el trigésimo aniversario de una de las obras más destacadas de su prolífica producción discografía, su segunda entrega “Digital Dictator”.

Además por si la presencia del legendario combo americano, y el repaso a una de sus obras cumbre, no fuera aliciente suficiente para atraer a la parroquia metalera  barcelonesa para poner el contrapunto a tanta veteranía contaríamos con la presencia de Air Raid, una prometedora formación sueca que en poco más de una década ha conseguido granjearse una excelente reputación en directo a base de unas composiciones potentes, enérgicas, y muy dinámicas, que destilan clasicismo heavy metalero por los cuatro costados. Mientras que para dar el pistoletazo de salida a las actuaciones de esta noche contaríamos con el concurso de los germanos Magistarium quienes aprovecharon la ocasión para presentarnos su power metal de corte sinfónico.


Como comentaba el quinteto alemán, procedente concretamente de Hannover, arribaba a la sala Upload con la clara intención de llamar la atención del respetable y dejar unas buenas sensaciones entre los presentes. Además cabe destacar que su vocalista Oleg Rudych, de origen ucraniano, dio un soberano recital, mostrándose rudo, intenso y afilado en temas como el corrosivo y humeante “Break This Chain”. Pero no fue su frontman el único que acaparó las atenciones del respetable, ya que su bajista Ingo Lühring se dio más de un paseo entre la concurrencia mientras la sala, poco a poco, empezaba a tomar colorido.

No obstante, Magistarium se mostraron como una formación sólida y compacta, proponiéndonos unos intensos duelos entre el guitarrista Michael Pesin y el teclista Volker Brandes en temas como el que da título a su segundo trabajo  “5’ 55” Till The End Of Days”. Aunque como era previsible el grueso de su repertorio estuvo centrado en las composiciones de ese tranajo, los alemanes no desaprovecharon la ocasión para presentar alguno de los temas que formarán  parte de su nuevo trabajo “One Against The World”. Mientras que para poner el broche definitivo a su presentación optaron por  su particular versión del archiconocido “I Want Out”, de sus compatriotas Helloween, pero cantada en alemán; y la aplastante  “Countdown”, rescatada de su opera prima “Faith In Salvation”.

No tardaron mucho en aparecer en escena los encargados de recoger  el testigo y hacer rugir nuevamente al personal: Air Raid. La formación sueca no se ha apartado desde que publicaron su prometedor EP “Danger Ahead” en 2012, de los parámetros más clásicos del heavy metal. Pero ese aroma añejo que rezuma el quinteto de Goteborg no se ciñe únicamente a lo musical, ya que su pose y sus pintas, -con todos ellos ataviados con chupas, elásticos, bandanas, y deportivas blancas altas- , también parecen directamente  sacadas de la década de los ochenta.



Pero dejando a un lado las curiosidades estéticas, lo cierto es que el combo de sueco demostró unas tablas y un empaque que para si quisieran otras bandas con más años de experiencia. Salieron a por todas, liderados por un excelente frontman como es Fredik Werner, que no dejó de animar y buscar la interacción con las primeras filas mientras que las guitarras de Andreas Johansson y Magnus Mild se dedicaban a intercambiar los humeantes fraseos contenidos en la inicial “Aiming For The Sky”. Sin concedernos ni un segundo de tregua las máquinas de humo entrarían en acción para ambientar el escenario durante los crujientes desarrollos del potente uptempo “Line Of Danger”, que les servía para completar una dupla de apertura perteneciente a su último largo “Across The Line”.

Esta era primera vez que un servidor tenía oportunidad de ver en vivo al combo sueco, y he de reconocer que me sorprendió muy positivamente su dinamismo escénico, y la facilidad que mostraron para entablar una estrecha relación con el respetable, con lo que las primeras filas acabaron convirtiéndose en parte fundamental de trallazos como la novedosa “Demon’ s Eyes”, que funcionó muy bien en directo. El nivel de intensidad y épica metalera seguirían en aumento con los potentes redobles que se encargaron de flanquearnos el paso hacia “Cold As Ice”.

Pero, evidentemente, uno de los momentos más calientes y celebrados de su presentación llegó justo a continuación cuando el quinteto se embarcó en su versión del clásico de Yngwie J. Malmsteen “Rising Force”, con el que nos volaron literalmente la cabeza con ambos hachas repartiéndose el protagonismo en sus desarrollos solistas para mostrarnos su técnica y velocidad. Tampoco dejaron de lado, para encarar la recta final del show, las pinceladas de corte speed metalero contenidas en un trallazo incontestable como “Hold The Flame”, que hacía que el headbanging no se detuviera entre los componentes de unas animadas primeras filas.

El cambio de tercio, hacia sonoridades más hard roqueras, nos condujo a “Black Dawn”, que era la escogida para un nuevo alarde de Magnus Mild. Precisamente el tema escogido para cerrar su show definitivamente fue una composición de nuevo cuño “Midnight Burner”, tras la que se despidieron acompañados de una cerrada ovación. Son jóvenes, tienen tablas, temas, y una calidad que les ha convertido en uno de los nuevos referentes para todos los seguidores del clasicismo heavy metalero.


Resulta cuanto menos encomiable ver como dos tipos talluditos y veteranos como Geoff Thorpe y Larry Howe , que grabaron el debut de Vicious Rumors “Soldiers Of The Night”, a mediados de la década de los ochenta, siguen todavía en activo. Quizás algunos pensaran que eso no es nada extraordinario, y no les falta razón. Pero, evidentemente, no es lo mismo llenar pabellones o salas de mediano aforo, que girar en el circuito de pequeños clubs, como es la Sala Upload, que era el enclave que acogió el regreso del mítico combo californiano  a la Ciudad Condal.  Indudablemente ambos músicos han sabido rodearse  de jóvenes y talentosos compañeros que les han contagiado su fuerza y su vitalidad, destacando especialmente la figura de su nuevo vocalista Nick Courtney, que apenas contaba con unos meses de vida cuando la banda publicó el álbum que protagonizaría  gran parte de la velada.

Lo dicho, me gustó mucho la potencia, la actitud, y la determinación con la que los americanos salieron a escena, dispuestos a arrasar con todo a su paso, como si estuvieran ante un pabellón abarrotado hasta la bandera. Y lo cierto es que aunque estaban en un recinto bastante más modesto contaron en todo momento con la complicidad y el apoyo incondicional de unos seguidores que se entregaron y disfrutaron al máximo de cada instante del show. Acompañados de “Replicant” a modo de introducción, y con un telón con el nombre de la banda presidiendo el escenario, Vicious Rumors irrumpían en escena, vestidos de riguroso negro, para espetarnos la fulgurante voracidad metalera que desplegaron a lo largo de la inicial “Digital Dictator”. Habían salido con las pilas bien cargadas, y ese ritmo devastador acabó propiciando que todos levantáramos los puños al aire para acompañar  “Minute To Kill”, que nos dejaba a Nick tomando el centro del escenario para liderar a sus compañeros en una de sus trepidante embestidas marca de la casa.

Pese a que como era previsible fue Thorpe sobre el que recayeron gran parte de las miradas, lo cierto es que el veterano guitarrista también le dio cancha a su socio a las seis cuerdas Gunnar DüGrey  dejando que se encargara de algunos de los solos, tal y como sucedió con el de  “Towns Of Fire”. A estas alturas del show el ambiente en el local estaba ya muy caldeado, y la mejor prueba fue escuchar los encendidos cánticos del respetable que sirvieron como preámbulo para “Lady Took A Chance”, que era la escogida para rebajar mínimamente el ritmo que hasta ese momento había llevado el show.

Uno de los pocos momentos en los que la distorsión de las asesinas guitarras nos dio un instante de tregua fue durante el bucólico arranque de “Worlds And Machines”, aunque el quinteto no tardó en volver a tomar el pulso al show dejando que su demoledora base rítmica se encargara de sentar las bases que sirvieron para Thorpe y DüGrey volvieran a batirse en un apabullante duelo que desembocó en el  descomunal alarido de un Nick que se mostró absolutamente intratable. Como buenos representantes de la escena metalera americana Vicious Rumors no quisieron dejarse en el tintero las esencias más clásicas de esa joya que lleva por título “The Crest”, que con su crujiente riff nos invitaba nuevamente a agitar la cabeza.

El repaso a su obra de 1988 estaba tocando a su fin. Pero todos los que conocíamos el material de “Digital Dictator” sabíamos que la siguiente en sonar sería la aplastante  “R.L.H.”, que espoleada por sus abrumadores coros volvía a hacer rugir a un personal que a estas alturas parecía completamente desatado. El ambiente de fiesta, y la estrecha relación entre la banda y sus seguidores, no decaería durante un celebradísimo “Condemned”. El capítulo final para esta primera parte del show estuvo reservado para “Out Of The Shadows”, con la que nos invitaban por enésima vez a levantar los puños y corear su pegadizo y ochentero estribillo.

A estas alturas de la velada el triunfo de los californianos  era ya incontestable. Pero el incombustible Thorpe, el implacable Howe, y el resto de sus compañeros no estaban dispuestos a dejar que nos escapáramos vivos esta noche. Así que no tardaron mucho en volver a hacer rugir  el motor de su maquinaria metalera, poniendo el foco en esta ocasión en las composiciones de su obra homónima de principios de los noventa, con lo que no faltaron los oscuros riffs de la aplastante “World Church”, la abrasiva velocidad de la humeante “On The Edge”, que nos mostraba su faceta más seminal y agresiva, para posteriormente hacernos sucumbir de forma definitiva con la aplastante dinámica de la amenazante “Ship Of Fools”.

En una noche donde el foco estuvo centrado en su material más clásico, una de las pocas licencias que los americanos se permitieron al material facturado  durante lo que llevamos de siglo XXI fue el afilado “Inmortal”, que hacía crecer nuevamente la temperatura en el recinto. Una de las sorpresas de la noche llego justo a continuación cuando el quinteto echó la vista atrás para recuperar una de las gemas de su opera prima  “Soldiers Of The Night”, para dar buena cuenta de “Murder”, que fue precedido por un emotivo speech en el que nos recordaron que llevan la friolera cuarenta años en activo.

Ante una audiencia absolutamente desatada tocaba rematar definitivamente la velada, y para ello que mejor que dar cabida a las sólidas y aplastantes estructuras de “Down To The Temple”, que dejó paso a la explosión de euforia que acompañó a una carta ganadora como es la mítica “Hellraiser”, que nos dejaba la estampa de todos los presentes con el puño en alto coreando su fantástico estribillo. Mientras que la rúbrica para esta  fantástica velada marcada por el auténtico heavy metal corrió por cuenta de la aplastante “Don´t Wait For Me”. Lo dicho  fue una noche memorable, en la que la nostalgia, la actitud, y el heavy metal se dieron la mano para dejar patente que tras más de cuatro décadas en activo Vicious Rumors no están dispuestos a rendirse.


TEXTO Y FOTOS:ALFONSO DIAZ

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